24.09.10

La censura de Moncloa hace más grandes a HO y DAV

A las 5:02 PM, por Luis Fernando
Categorías : Actualidad, Sociedad siglo XXI
 

Quizás muchos españoles lo hayan olvidado, pero algunos todavía recordamos cuando Zapatero hizo del “talante” una especie de lei motiv de su acción política. El término talante es neutro pero lo que ZP pretendía transmitir es que se diferenciaría de los políticos que imponen sus ideas con altanería, sin darle valor al diálogo ni buscando el consenso. Seis años más tarde ya sabemos que para Zapatero el talante va siempre acompañado del adjetivo sectario. Lo cual, dicho sea de paso, tampoco tiene nada de particular en alguien cuya ideología se enmarca dentro del ámbito de la extrema izquierda en todo lo relacionado con los principios y valores por los que se ha de regir la sociedad.

Una de los últimos ejemplos de la verdadera naturaleza del zapaterismo está en la exclusión de HazteOir y Derecho a Vivir del twiter de La Moncloa. A mis lectores no españoles les explico que La Moncloa es a España lo que la Casa Blanca a EEUU o la Casa Rosada a Argentina. Es decir, la residencia del presidente del gobierno. Acá tenemos también la Zarzuela, que es el palacio donde reside el Rey y Jefe de Estado, pero en nuestro sistema político el monarca no gobierna.

Como quiera que Elentir ha demostrado que las excusas del gobierno para excluir a HO y DAV de la cuenta de twitter de la Moncloa son falsas, sólo nos queda la opción de que dicha exclusión es de orden ideológico. A Zapatero y los suyos les molesta, y mucho, la creciente importancia del papel que determinados movimientos civiles están jugando en nuestra sociedad.

Ni HO ni DAV son partidos políticos. Tampoco lo pretenden. Pero junto con otras siglas (Foro de la Familia, Profesionales por la Ética, España Educa en Libertad, etc), han jugado y jugarán un papel importante en el futuro de este país. Para empezar, han demostrado que eso que se llama derecha social sabe movilizarse de forma rotunda a la vez que pacífica. La idea de que la calle era de la izquierda pasó ya a mejor vida. Y esa derecha social no necesita de piquetes “informativos” ni de broncas callejeras para lograr el éxito en sus convocatorias.

Más importante es el hecho de que todas esas organizaciones civiles están educando a buena parte de la sociedad en la idea de que no se puede dejar todo en manos de los políticos. Si la democracia consiste únicamente en depositar un voto cada cuatro años, para luego tener que tragarse sapos y gusarapos hagan lo que hagan nuestros gobernantes, entonces estamos ante un sistema que sólo sirve para elegir al dictador que te va a gobernar durante ese periodo de tiempo. Desgraciadamente vivimos en un sistema partitocrático donde además se da la circunstancia de que la democracia interna suele brillar por su ausencia en el funcionamiento de los partidos. El PSOE todavía disimula un poco con procesos de primarias para elegir a algunos de sus candidatos, pero los “aparatos” de los partidos suelen imponerse casi siempre a los “versos sueltos".

Es evidente que el auge de los movimientos civiles en defensa de la familia y de la vida tienen que pasar por la prueba del nueve que consiste en mantenerse fieles a sus principios cuando llegue al poder, si es que llega, el Partido Popular. Si, como muchos nos tememos, el cambio de gobierno no lleva aparejado un cambio real de las políticas relacionadas con el derecho a la vida y la defensa de la institución familiar conformada a la ley natural, muchos volveremos nuestra mirada a las siglas mencionadas. La decepción será grande si caen en un silencio cómplice.

Pero mientras llega ese momento, es de justicia reconocer que la actividad de esas instituciones civiles ha supuesto una especie de oasis de esperanza en medio del desierto ético y moral que destila el inquilino de la Moncloa. De hecho, la censura que sufren HO y DAV les engrandece. Tanto como empequeñece a los que la aplican.

Luis Fernando Pérez