4.10.10

Cuentos maravillosos con un final feliz... o no

A las 12:13 AM, por Luis Fernando
Categorías : Actualidad, Sociedad siglo XXI
 

Espero que os guste este cuento:

Érase una vez una familia de ositos de peluche muy lindos que vivían en una tierra llena de fruta, leche y miel. Mamá y papá oso salían cada día de su casita cogidos de la mano para recoger el alimento que habrían de comer sus retoños. El hijo mayor de mamá y papá oso se encargaba de cuidar de sus hermanitos mientras sus progenitores llenaban varios capazos de frutas dulces y sabrosas. Al mediodía, se reunían todos en la mesa para almorzar. Tras el almuerzo, una prolongada siesta y luego dedicaban la tarde entera a jugar en los campos verdes que rodeaban su casita. Y así pasaron los días y los años. Los ositos crecieron y todos encontraron pareja para formar sus propias familias. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Vamos con otro cuento parecido:

Érase una vez un Secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados que se presentó ante la la 65° Sesión Ordinaria de la ONU en Nueva York. Con una sonrisa que le iba de una oreja a la otra, el prelado dijo que la tarea fundamental que tiene la ONU es la trabajar por el bien común en todo el mundo. Incluso llegó a afirmar que este organismo “ha pasado a ser un elemento irreemplazable en la vida de los pueblos y en la búsqueda de un porvenir mejor para todos los habitantes de la tierra". Y colorín colorado, este cuento… no se ha acabado. De ninguna de las maneras se ha acabado. Bajo ningún concepto se ha acabado. Vamos, que no. Que muchos no nos tragamos ESE CUENTO.

No es un cuento que la ONU promueve el aborto a nivel planetario. No es un cuento que la ONU es extremadamente sensible a lobbys poco recomendables como el de los gays y lesbianas. No es un cuento que los cacareados derechos humanos que la Onu patrocinó, son pisoteados por muchos de los países que forman parte de la misma sin que pase absolutamente nada. No es un cuento que el consejo de seguridad de la Onu es un organismo en el que el derecho de veto de algunos se impone sobre la mayoría. Y no tengo nada claro que sea un cuento la idea de que la ONU parece en muchas ocasiones una especie de gran precursora del anticristo.

Tampoco es un cuento lo que Cristo dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da” (Jn 14,27). No, de la Onu no cabe esperar un porvenir mejor para los habitantes de la tierra. De las naciones, del mundo, en el sentido bíblico del término, no cabe esperar bondad. Satanás sigue siendo hoy el príncipe de este mundo, el padre de toda mentira, el príncipe de la potestad del aire. Y no parece que la Onu sea otra cosa que su estrado. Es por ello que no acabo de ver la utilidad de ir allá a contar cuentos maravillosos con final feliz. El único final feliz que nos espera llegará tras una espantosa tribulación. Nadie espere que la Onu nos libre de ella. En todo caso, será protagonista destacada de la misma… o todavía no. Sólo Dios sabe.

Luis Fernando Pérez Bustamante