12.10.10

No respetan ni a los muertos

A las 10:06 AM, por Luis Fernando
Categorías : Actualidad
 

En los primeros versículos del capítulo 37 del libro del profeta Ezequiel se lee lo siguiente:

La mano de Yahveh fue sobre mí y, por su espíritu, Yahveh me sacó y me puso en medio de un valle, el cual estaba lleno de huesos. Me hizo pasar por entre ellos en todas las direcciones. Los huesos eran muy numerosos por el suelo de la vega, y estaban completamente secos. Me dijo: “Hijo de hombre, ¿podrán vivir estos huesos?"…

y entonces aparecieron un grupo de forenses enviados por María Teresa Fernández de la Vega a profanar el valle, bajo la excusa de que querían hacer unas “catas” para ver si encontraban, a petición de los familiares, los restos de nueve filisteos que habían caído en una de las muchas batallas contra Israel.

La cosa puede parecer graciosa pero no lo es. El sectarismo guerracivilista del actual gobierno llega a extremos tan macabros que uno ya no sabe si la necrofilia ha pasado a ser parte del adn socialista. Y como quiera que Zapatero ya le enmendó la plana a Cristo diciendo que no es cierto que la verdad nos haga libres sino que es la libertad la que nos hace verdaderos, puede que ahora diga que eso de “deja que los muertos entierren a sus muertos” (Mt 8,22) es en realidad un grave error que debe sustituirse por “no vamos a dejar a un solo muerto descansar en paz mientras creamos que podemos sacarle algún tipo de rédito político".

Pretender encontrar los restos de nueve cadáveres entre decenas de miles es como buscar la aguja en el pajar. En realidad es una excusa para profanar el descanso de los restos de aquellos que descansan a los pies de una cruz que no fue erigida para conmemorar ningún triunfo sino como símbolo de reconciliación. Una reconciliación que los hijos y nietos de los españoles totalitaristas de izquierda del siglo pasado quieren reventar.

A estas alturas de la película no debe sorprendernos ninguna de las barbaridades que cometan los actuales gobernantes de la nación española. Mientras redactaba el post he leído -y publicado- la noticia de que el Abad del Valle asegura que no llegaron a tocar los restos. Que al hacer la inspección ocular se dieron cuenta de que sería imposible reconocer a nadie. En todo caso, la intención era clara. Que los forenses hayan sido sensatos no cambia el juicio moral que merece este gobierno.

Luis Fernando Pérez