12.10.10

¿Qué es y qué no es un sacerdote?

A las 4:38 PM, por Guillermo Juan Morado
Categorías : General

 

Una de las causas – a mi modo de ver – de que no surjan, o de que no cuajen, en algunas zonas de la Iglesia, las suficientes vocaciones al sacerdocio ministerial puede estar relacionada con la pérdida, en la conciencia de los fieles, de la clara identidad del sacerdote ministerial.

Digamos qué no es el sacerdote ministerial – es decir, el obispo y el presbítero, ya que el diácono no es ordenado para ejercer el sacerdocio -:

1. No es un delegado “de” la comunidad.
2. No es “uno más”.
3. No es un “súper-laico”, ni un “súper-cristiano”.
4. No es un mero “oficiante” de ritos.
5. No es un “súper-hombre”, ni el “más listo de la clase” (aunque, eventualmente, pueda serlo), ni un ser impecable.
6. No es el señor de la grey.
7. No es alguien que haya ganado unas oposiciones.

¿Y qué es el sacerdote ministerial? Pues, en una síntesis incompleta, podríamos indicar:

1. Es un enviado de Cristo “para” la comunidad.
2. Es un “consagrado”, alguien “puesto aparte”.
3. Es un instrumento para que Cristo construya y conduzca a su Iglesia.
4. Es un representante de Cristo-Cabeza de la comunidad, y actúa “in persona Christi” para pastorear, ofrecer el sacrificio redentor y enseñar la verdad.
5. Es un hombre como otros hombres, pero, a diferencia de otros hombres, ha sido facultado por el sacramento del Orden para hacer y dar lo que, por sí mismo, no podría ni hacer ni dar.
6. Es el servidor de Cristo que, con la autoridad de Cristo, ha de servir a sus hermanos.
7. Es alguien llamado por Dios, cuya llamada ha sido reconocida por la autoridad de la Iglesia.

¿El sacerdocio es un honor? Sin duda de que lo es. Y por ello mismo, es una gran responsabilidad que excede las posibilidades meramente humanas. El sacerdote necesita de la ayuda de Dios y de la oración continua de los demás fieles cristianos.

Guillermo Juan Morado.