29.10.10

Los enemigos de la Iglesia

A las 12:06 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Iglesia en América
 

Actualmente muchos católicos piensan que Evangelio no tiene antagonistas. Hoy por hoy hablar de “enemigos de la Iglesia” suena como un discurso antiguo, obsoleto, pasado de moda. Existe la opinión generalizada que, en el mundo occidental moderno, la libertad religiosa es plena y el respeto a las creencias ajenas es un valor consolidado. Una falsa percepción. Ahora, más que en el pasado, se mantienen activos los agentes del anti-catolicismo y del anti-clericalismo. Por supuesto, están dispuestos a todo.

Uno de tantos ejemplos se verificó los días 9, 10 y 11 de octubre en la ciudad argentina de Paraná, provincia de Entre Ríos, durante el XXV Encuentro Nacional de Mujeres. Se trata de una reunión anual que inició en 1986 supuestamente con el objetivo de hacer escuchar las voces de las representantes del sexo femenino de manera “horizontal, abierta, democrática y participativa”.

La realidad ha desmentido esos buenos deseos (incluso reconocidos a nivel social y gubernamental) porque, a lo largo de los años, la cita se ha convertido no sólo en una excusa de los movimientos ultraradicales del feminismo más rancio para promover el aborto descaradamente sino también para realizar todo tipo de desmanes en nombre de su “lucha” social.

Y en esa batalla se vale todo, especialmente si es golpear y humillar a las “malditas católicas”. Hay carta blanca si se trata de destrozar bienes públicos, comercios y, en manera particular, templos católicos. Ellas, financiadas no se sabe bien por qué intereses, consideran abiertamente a como su enemigo a la Iglesia y están apostadas a destruirla.

 

Al mismo tiempo exigen que el gobierno que no cuide edificios y parroquias, porque -según dicen- si la policía pone vallas, para evitar arteros ataques, las está tratando de “ordas maleducadas”. ¿Será? Juzgue usted mismo:

Fieles a su “vocación democrática” las feministas no sólo pretendieron imponer su única voz en uno de los talleres del encuentro sino que, además, agredieron y echaron a las mujeres presentes que no pensaban como ellas, muchas de las cuales católicas porque, según parece, su creencia religiosa inmediatamente las inhabilita para tener opiniones propias e incluso parece neutralizar su característica femenina (aunque por las imágenes resultan más machonas las “expulsadoras” que las expulsadas).

Para quienes crean que los “enemigos de la Iglesia” no existen y que los feligreses de cualquier credo libremente elegido pueden sobrevivir conviviendo con personajes consagrados a la intolerancia ideológica, abajo una probadita de realidad.

Como va el mundo las cosas se van a poner peor… Los católicos de a pié, ¿podrán permanecer ociosos?