5.11.10

Ahora soy "Rey José Ballesteros Fernando"

A las 1:06 PM, por J. Fernando Rey
Categorías : Actualidad
 

No me importa enfadarme; en ocasiones, no hay más remedio, si uno está vivo. Pero por nada del mundo quisiera enfadarme más allá de lo justo. Temo las rabietas estúpidas, porque afectan al estómago, y mi aparato digestivo ya está bastante trabajadito, el pobre. Si voy a sacrificarlo, que sea por algo serio.

¿Que ahora, al permitir el desmadre gentilicio y el coctail de apellidos, quieren desmontar los linajes, trastocar la heráldica, confundir a los historiadores y volver locos a los investigadores que van de parroquia en parroquia y de registro en registro en busca de partidas de bautismo o de nacimiento? Me da igual. ¿Que les ha dado por decir que eso de que el apellido del padre vaya en primer lugar es inconstitucional, a los mismos que se han empeñado en hacer constitucional “como sea” el Estatuto de Cataluña? Me da igual. ¿Que se trata de un paso más en el desmontaje, pieza a pieza, de la institución familiar, para dejar al individuo desprotegido y a merced del adoctrinamiento del Estado? Me da igual. ¿Que la medida va acompañada de la desaparición del Libro de Familia, con lo cual se atomiza la sociedad y se la descompone en elementos lo suficientemente pequeños e indefensos como para poder manipularlos uno a uno o en masa? Me da igual. Que hagan lo que les dé la real gana. De momento, no pueden prohibir a un hombre y a una mujer casarse en una iglesia y fundar una familia, aunque ellos, en su ridícula ignorancia, se empeñen en llamarlos “progenitor A”, “progenitor B”, “papo” o “mamo”. Y, si un día lo prohíben, seguiremos celebrando bodas clandestinamente. Y, si nos meten en la cárcel por ello, ya nos apañaremos para seguir rezando en la cárcel. Y, si nos matan, moriremos y sembraremos el mundo de más cristianos. Por tanto, que hagan lo que les dé la gana. Con Dios no pueden, y con los verdaderos cristianos, tampoco. Si no pudo Nerón, no va a poder ahora ZP, ni tampoco Rubalcaba, si descuelgas, te lo graba. Por tanto, no voy a enfadarme por el ridículo asunto de los apellidos. Pero voy a pedir que den un paso más: ¿Por qué tengo que llevar el nombre antes del apellido? Si podemos cambiar el orden de los factores, que sea de todos. Yo, en adelante, quiero ser Rey José Ballesteros Fernando. Así despisto a mis acreedores, y me autocorono monarca de mi propio Estado Independiente.

¿Que Zapatero no va a asistir a la Misa presidida en España por el Santo Padre? Me da igual. Es más, casi prefiero que no asista. Para quedarse de pie durante la Consagración, y estar como un pasmarote mirando al techo mientras el Papa y los cristianos se sumergen en el Santo Sacrificio, mejor que no esté. La Santa Misa es un acto religioso celebrado en la Iglesia y por la Iglesia. Si él no se siente Iglesia, es mejor que no venga, del mismo modo que prefiero que se casen en el Juzgado los novios que no tienen fe y buscan en el altar un elemento decorativo. Más aún, yo haría como los primeros cristianos, y, aunque quisiese entrar, no le dejaría pasar de la puerta sin confesarse, dado que incurrió en excomunión al aprobar la Ley del Aborto. ¿Para qué queremos que venga a Misa como figurante un excomulgado, para que después la prensa diga que la Misa “estuvo presidida por Zapatero”? ¡Anda ya! Yo no quiero que venga a Misa; quiero que se convierta y se confiese. Después, que venga, y que se arrodille ante el Santísimo Sacramento antes de comulgar.

Cuanto más tarde nos demos cuenta de que los tiempos en que el Estado era confesional, se identificaba con la Iglesia y la protegía ya pasaron, tanto peor para nosotros. Cuanto más tarde nos acostumbremos a vivir en un Estado hostil con el Cristianismo, tanto peor para nosotros. Nos vamos a llevar muchos disgustos innecesarios, y con tanto cabreo inútil nuestras tripas van a deteriorarse por causas que no lo merecen. Yo reservaré mis disgustos, en adelante, para los pecados, más que para las estupideces. Por los pecados (empezando por los míos) sí estoy dispuesto a sufrir y a hacer penitencia, hasta dejarme el corazón antes que las tripas.

José-Fernando Rey Ballesteros… Perdón: Rey José Ballesteros Fernando
jfernandorey@jfernandorey.es