6.11.10

La vergüenza de un cardenal que permite a los antipapistas usar una Basílica

A las 9:15 AM, por Luis Fernando
Categorías : Anti-magisterio, Actualidad, Benedicto XVI, Obispos españoles
 

El Papa llega hoy a Santiago de Compostela. Mañana visitará Barcelona. Pues bien, la Basílica de Santa María del Pi en la Ciudad Condal fue usada ayer por quienes no quieren el modelo de papado que existe en la Iglesia Católica para reivindicar precisamente sus ideas heterodoxas.

El responsable máximo de lo ocurrido tiene un nombre: S.E.R Lluís María Sistach, cardenal arzobispo de la archidiócesis de Barcelona. El mismo que a sus vicarios les dijo, nada más llegar como pastor a esa iglesia local, que no se podía mover una sola hoja en la diócesis sin que él lo supiera o lo aprobara, ha permitido que toda una basílica se convierta en símbolo de la falta de comunión de parte de su iglesia con el Papa. El cardenal podrá decir lo que quiera a partir de ahora, pero todo el mundo recordará que con él, precisamente con él, se ha demostrado que el cisma en la Iglesia es un hecho visible.

Porque claro, no pretenderá el señor cardenal que nos creamos sus discursos de comunión con el Santo Padre a la vez que mira para otro lado cuando los que no quieren el papado y piden, entre otras lindezas, que la Iglesia reconozca las relaciones homosexuales, llenan un templo emblemático de su archidiócesis.

El Cardenal Sistach no puede decir que el acto le ha pillado de improviso, pues fue anunciado públicamente con la antelación suficiente como para que él lo impidiera dando una orden directa. Lo único que nos haría pensar que el cardenal no es lo que parece -al menos a mí-, sería el inmediato cese de los responsables de esa Basílica y un comunicado claro y evidente en el que deje bien claro que los allá presentes no están en comunión con la Iglesia.

Aunque ocurriera tal cosa, que no lo creo, el espectáculo ya se ha dado. La Iglesia en Barcelona pasa a ser un ejemplo mundial de hasta donde llegan las cosas cuando el magisterio es puesto en solfa con la complicidad de un pastor. Obviamente mañana serán muchos más los fieles que estén con el Papa que los que estuvieron ayer en Santa María del Pi. Pero estas cosas no se solucionan con una guerra de cifras. Se solucionan situando a los enemigos internos de la Iglesia -en especial si son sacerdotes- en el lugar que les corresponde: fuera de ella. Si no les gusta el papado, que se hagan anglicanos o menonitas del séptimo ayuno voluntario. Pero que nos dejen en paz a los católicos que en verdad lo somos.

Luis Fernando Pérez Bustamante

PD: Me llaman de Barcelona para decirme que el párroco de la Basílica de Santa María del Pí es el delegado diocesano de pastoral obrera. Cargo de designación episcopal. Por tanto, hombre de confianza del cardenal Sistach. Mayor oprobio no cabe imaginar.