7.11.10
Los Papas "prisioneros" en el Vaticano, los benedictinos "prisioneros" en el Valle de los Caídos
El Papa Pío IX se declaró prisionero en el Vaticano cuando el reino Pontificio en Roma acabó a la fuerza, los Estados Pontificios se unieron al resto de Italia para formar el nuevo Reino de Italia unificado bajo el rey Víctor Manuel II y la ciudad se convirtió en la capital.
Ayer, estando el Papa aquí, la Basílica del Valle de los Caídos fue cerrada al culto público de los fieles cristianos que desean participar en la liturgia de la comunidad de benedictinos.Los Papas en su papel secular extendieron gradualmente su control sobre regiones vecinas, y a lo largo de los Estados Pontificios gobernaron una gran parte de la península italiana durante más de mil años, hasta mediados del siglo XIX, cuando la mayor parte del territorio fue tomado por el Reino de Italia.
Al principio, los Papas se negaron a aceptar la pérdida de los Estados Pontificios y el poder secular. En una muestra de desafío, se negaron a abandonar el Vaticano describiéndose a sí mismos como el ‘prisionero en el Vaticano’.
Las disputas entre los sucesivos Papas “prisioneros” e Italia se resolvieron el 11 de febrero de 1929 mediante tres pactos lateranenses, que establecieron el Estado independiente de la Ciudad del Vaticano.
Ahora, mientras el actual Papa se encuentra en España, el gobierno español dando una muestra más de su odio a la Cruz, ejecuta el cierre al culto del Valle de los Caídos.
La noticia la pueden leer pulsando aquí mismo.
El actual abad de la Basílica del Valle de los Caídos don Anselmo Álvarez, benedictino, escribía hace unos días un articulo en la revista Vida Nueva, número 2725, correspondiente al 16-22/ 10/ 2010, página 42. El título es la Cruz de la Reconciliación.
Con un lenguaje de paz, de uso de la legislación pasada y presente, en un tono dialogante, utilizando fuentes del bando republicano, el abad concluye de la siguiente forma:“Entonces el Valle será memoria de España: de su adhesión secular a la cruz de Cristo, que ha inspirado sus empresas más elevadas, así como de nuestro esfuerzo, de ayer y de hoy, por la conquista de lo santo y de lo justo, de la verdad que hace libre y sabio a un pueblo”.
Desde hoy los benedictinos son los “prisioneros del Valle de los Caídos” solamente celebrarán la liturgia para ellos, tanto el canto de la salmodia del Oficio Divino, como la celebración de la Eucaristía. Nunca podrá nadie de fuera participar.
Concluimos afirmando que no puede existir mayor injuria a la persona del Papa que está en España, a la libertad religiosa de los católicos españoles, y a la vida comunitaria de la orden benedictina que vive allí desde hace más de cincuenta años.
Y el Papa hablando de tolerancia, de laicidad positiva, de respeto a las libertades personales, de dialogo entre fe y cultura, de raíces cristianas europeas. Esto es predicar en el desierto.
Escuche, Santo Padre, y vea cómo vivimos en una dictadura y en un estado policial.Tomás de la Torre Lendínez