15.11.10

Almendralejo y la cruz ad exemplum: cuando las mayorías no valen nada

A las 12:09 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Defender la fe
 

Algunas personas piensan, llevadas por su comportamiento caritativo y por un pensamiento adecuado a su fe católica, que lo mejor que podemos hacer los discípulos de Cristo es actuar de una forma serena y, sobre todo, lejos de cualquiera tipo de actitud visceral.

Seguramente podría una buena forma de entenderse en una sociedad como la nuestra si la misma no manifestara claros síntomas de desviamiento manipulador. Por eso, ante determinadas cosas que pasan, resulta muy difícil pero, sobre todo, no recomendable, hacer como si nada.

Algunas veces ser mayoría, en una democracia tan menoscabada como la nuestra, sirve, exactamente, para nada. Aquí sabemos que mandan y tienen el poder las minorías radicales del más amplio pelaje.

Algo así ha pasado en Almendralejo, ciudad extremeña donde se han pasado por el forro de sus caprichos que la mayoría de padres (en un número vergonzante para la minoría que grita) del colegio Ortega y Gasset hayan escogido Religión católica para que sus hijos no se dejen dominar, del todo, por el hedonismo y lo políticamente correcto.

Pero, además, han hecho lo que han hecho con recochineo y retiraron dos cruces de otras dos clases.

Pues bien, como no podía ser de otra forma, los padres de los alumnos que cursan sus estudios en el centro referido se vieron en la obligación de reunirse (el pasado jueves, 11 de noviembre) en vista de que sus derechos se han visto atropellados.

Tomaron varias decisiones, a saber: manifestarse el próximo viernes, 19 de noviembre, frente a la Iglesia de la Purificación (sita en la plaza de España de Almendralejo) para exigir, ¡Exigir¡ y nada de simplemente pedir, que los símbolos religiosos vuelvan a estar donde estaban porque, seguramente, se malician que de no hacer nada, lo próximo que se lleve por delante el laicismo beligerante sea la celebración de la navidad o la del miércoles de ceniza, de gran raigambre en tal centro escolar. Y tienen más que razón en pensar esto porque al enemigo de la fe no se le puede dar cuartelillo porque se tomará el pueblo entero.

También acordaron que fuera el Consejo Escolar el que se pronunciara al respecto porque, al no haberlo hecho, fue la Consejería del ramo la que tomó una decisión tan inadecuada.

Pero, a lo que iba: ¿La mayoría, para qué sirve?

Como dijo aquel, ¡Ojo al dato!

Las cuentas, que no a vista de buen cubero sino reales como la realidad misma, son las siguientes: de 448 alumnos que cursan sus estudios en el Ortega y Gasset, 411 escogieron, sus padres, la asignatura de Religión católica. A tales personas se les supone algún tipo de querencia por la cruz; 37 escogieron, sus padres, que los alumnos, en tal número, no permanecieran en las clases cuando tal asignatura se impartiera.

Resulta demasiado fácil hacer número: el 8’2% no gusta de Religión católica y el 91’8% sí. Resulta, pues, bastante claro qué mayoría predomina en tal centro escolar que deber ser, más o menos, lo mismo que ocurre en el resto de centros que en España hay.

Por eso resulta bastante extraño que se pretenda pervertir la verdad de las cosas con la imposición del gusto de una minoría aunque sea, eso es cierto, el gusto que tiene el poder establecido, totalitario en lo que puede y mayoritariamente contrario a la realidad sociológica que impera en España.

Por eso digo que las mayorías, cuando no valen para nada, demuestran que la democracia que en España es, sólo, mera apariencia de que existe y que se diga lo que se diga esto es una auténtica tomadura de pelo. Y, además, muy cara en dinero.

Pero, para cara dura, y de ahí lo del recochineo, la del Presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara que va y dice que “cuando se produce un problema en la escuela, hay que hablar allí” cuando ha salido de una de sus Consejerías la orden para que se retiren los crucifijos.

Y remata la faena diciendo que hablar, hay que hablar pero que si después de hablarhay padres que no quieren que haya crucifijos en las aulas en las que están sus hijos ‘tienen el respaldo de la Constitución’“.

Pues eso está muy bien porque siempre se cogen al clavo ardiendo de lo que dice artículo 16.3 de tal texto, a saber, que “Ninguna confesión tendrá carácter estatal”. Y eso es lo que pasa.

Pero, al parecer, olvidan lo que viene luego que es que los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española

¿Cuál es la creencia mayoritaria de los españoles? ¿Cuál es la creencia supermayoritaria de los padres que llevan a sus hijos al colegio Ortega y Gasset de Almendralejo, Badajoz, España?

Pues es la que están todos pensando: la católica.

Y, al parecer, quien tenía que hablar ha hablado: “La Junta de Extremadura ratifica su decisión de retirar los crucifijos de las aulas” dice la noticia recogida aquí mismo, en Infocatólica.

¡Vivir para asquearse y no sólo para ver!

Eleuterio Fernández Guzmán