16.11.10

El Papa en España (III). La gran necesidad (escrito por Yolanda)

A las 2:00 AM, por Guillermo Juan Morado
Categorías : General

 

Mientras los medios hostiles, la militancia anticatólica y los grupos de presión intraeclesiales de todo pelaje aguardaban ansiosos el momento en que el Papa pronunciara la frase anhelada, aquella que, por muy tenue que fuese la relación, les permitiese pulsar la tecla para cursar un titular concebido de antemano, o rubricara, siquiera tras una disparatada exégesis, alguna de sus particulares obsesiones, los fieles que pastorea Benedicto XVI permanecían en la escucha expectante a quien venía a confirmarlos en la fe.

Haciendo efectivo una vez más el jocoso aforismo periodístico, según el cual a la realidad no debe permitírsele arruinar un buen titular (y, hoy en día, tampoco un titular torpe o feo) de nada sirvió que el Santo Padre tuviera la consideración de proporcionar a los periodistas que lo acompañaban en el trayecto a Santiago el contenido explícito de su visita: “Yo diría que este viaje tiene dos temas. Tiene el tema de la peregrinación, del estar en camino, y tiene el tema de la belleza, de la expresión de la verdad en la belleza, de la continuidad entre tradición y renovación”, ni que confirmara con un contundente “así es” que ése es “uno de los temas importantes de su pontificado”1.

Que el Papa acredite esas afirmaciones con constantes referencias al anhelo de la belleza no es una cuestión menor, ni una adherencia decorativa. Recordar que el esplendor de un templo como el de la Sagrada Familia es un “espacio de belleza, de fe y de esperanza, que lleva al hombre al encuentro con quien es la Verdad y la Belleza misma” y que esta “ belleza es también reveladora de Dios porque, como Él, la obra bella es pura gratuidad”2 se agradece en un mundo presidido por una vulgaridad insaciablemente devoradora de la delicadeza, de la naturaleza y del arte –y cuyos más decididos agentes son esas minorías acaparadoras de la impostura cultural- hasta tal punto que estamos al límite de padecer el colapso definitivo de la sensibilidad, por tantas inclemencias esparcidas sobre el gusto, en forma de pacotilla cultural, artilugio de saldo y paisajes de atrezzo.

Desde la que llamó “espléndida plaza repleta de arte, cultura y significado espiritual”, la Plaza del Obradoiro, y desde el “recinto santo de asombrosa belleza” de la Sagrada Familia, recordó el Papa que “sólo Él es absoluto, amor fiel e indeclinable, meta infinita que se trasluce detrás de todos los bienes, verdades y bellezas de este mundo”; que somos “seres necesitados de verdad y de belleza”3 y, con una declaración tajante como sólo en escogidas ocasiones se escuchan, que “la belleza es la gran necesidad del hombre”4

Sí: la belleza es la gran necesidad del hombre; pero Occidente vive una penuria extrema de belleza, y España podría ufanarse de ser hoy portaestandarte de la morralla. De la historia de España, y de la catalana en particular, dice el Papa que ha dado “una pléyade de santos y de fundadores, de mártires y de poetas cristianos. Historia de santidad, de creación artística y poética, nacidas de la fe”5. Este actual abandono del anhelo de belleza, anhelo que es exigencia derivada de ser, como somos, imagen y semejanza de Dios, es consecuencia inevitable de la renuncia a la verdad: “porque la verdad, fin y vida de la razón, se expresa en la belleza y se vuelve ella misma en la belleza, se encuentra como verdad. Y donde está la verdad debe nacer la belleza, donde el ser humano se realiza de modo correcto, bueno, se expresa en la belleza. La relación entre verdad y belleza es inseparable” 6

Urge pregonar los más profundos y auténticos contenidos del mensaje del Papa; urge amplificar el mensaje que nos anuncia como una permanente novedad: que es preciso prestar al mundo “el gran servicio que la Iglesia puede y debe prestar a la humanidad: ser icono de la belleza divina”7. El arte que tiene como referencia la fe y es fruto de la naturaleza y del esfuerzo de la inteligencia humana es también “signo visible del Dios invisible” y, como las torres de la Sagrada Familia “apunta al absoluto de la luz y de Aquel que es la Luz, la Altura y la Belleza misma”8.

No todos los fieles podemos lograr la excelencia artística de los Maestros Mateo y Gaudí, no todos los fieles podemos alcanzar las cimas de los grandes poetas, músicos y artistas plásticos de la Cristiandad; pero sí estamos todos apremiados, como imagen de Dios, a no conformarnos con lo pedestre, a no contemporizar con la vulgaridad como quien se pliega a un mundo de ganga, a hacer silencio, parar el ritmo, poner distancia entre lo inmediato prosaico y esa imagen de Dios que somos; y a “salir de la cotidianeidad, del mundo de lo útil, del utilitarismo”9, a prestar a los hermanos “un servicio que no se mide por los criterios mundanos de lo inmediato, lo material”10.

Sabiendo que “para el cristiano, todo hombre es un verdadero santuario de Dios”11, nos es exigido por nuestra propia condición humana transformar nuestro servicio en alabanza gratuita, del mismo modo que Gaudí supo convertir el templo “en una alabanza a Dios hecha en piedra”12; pues sí está al alcance de todo hombre esa pura gratuidad de la belleza.

El Papa sabio, el Papa músico, el Papa cuya exquisita sensibilidad transforma una exhortación o una homilía en páginas literarias, nos llama a la verdad que se expresa en la belleza, como él mismo lo hace en refinados tropos que son un deleite para el alma, al mismo tiempo que fuente de magisterio: la Iglesia, abrazo de Dios; la Iglesia, transparencia de Cristo; Dios “sol de las inteligencias, fuerza de las voluntades e imán de nuestros corazones”13: qué hermosa metáfora trinitaria, que contagia y nos insta a proclamar, con el propio Santo Padre, la gloria del hombre.
 

Yolanda.

1. Respuestas del Papa a los periodistas durante su vuelo a España. De la traducción de La Buhardilla de Jerónimo.

2. Homilía Barcelona
3. Homilía Santiago

4. Homilía Barcelona
5. Homilía Barcelona
6. Respuestas del Papa a los periodistas durante su vuelo a España.
7. Homilía Barcelona
8. Homilía Barcelona
9. Respuestas del Papa a los periodistas durante su vuelo a España
Homilía Santiago
10. Visita a la obra benéfica Nen Déu
11. Ángelus Barcelona
12.Homilía Santiagohttp://www.vidanueva.es/wp-content/uploads/2010/11/020-nen-deu.gif