17.11.10

El Papa en España (IV). Escuela de matrimonios (escrito por Nieves)

A las 5:01 PM, por Guillermo Juan Morado
Categorías : General

 

Como esposa católica, las siguientes palabras del Santo Padre, en la consagración de la Iglesia de la Sagrada Familia, quedaron resonando en mi cabeza: “……..el amor generoso e indisoluble de un hombre y una mujer es el marco eficaz y el fundamento de la vida humana en su gestación, en su alumbramiento, en su crecimiento y en su término natural. Sólo donde existen el amor y la fidelidad, nace y perdura la verdadera libertad”.

Estas palabras me han hecho pensar en la importancia de la pareja, del matrimonio, en el buen desarrollo de una familia, así como reflexionar en cómo transmitir a mis hijos mi experiencia, gracias a Dios maravillosa, en ese aspecto.

Sin pretender hacer un análisis exhaustivo, una búsqueda en google bajo el epígrafe “escuela de padres” devuelve 318.000 entradas y, entre ellas, la primera es del Ministerio de Educación y Ciencia del gobierno de España. En la búsqueda de “escuela de matrimonios” el número de enlaces baja a 18.300 y ¿saben cuántas salen bajo “educación sexual”? La cifra llega a 1.060.000. Cifras elocuentes ¿no es así?

¿Cómo va a formarse una familia donde perdure el amor y la fidelidad, si los mensajes que les llegan a nuestros jóvenes sólo incluyen términos como preservativos, pildora del día después y posturas eróticas? Un matrimonio incluye la unión sexual, por supuesto, pero tiene una riqueza de vivencias muy superior. Quién les habla de la unión de voluntades, de la ternura, la entrega generosa, la emoción y profundidad de la paternidad/maternidad…… Hay muchos detalles que, a lo largo del tiempo, van cimentando sólidamente esa unión que, en su día, nació con ilusión pero también con incertidumbre y miedo a lo desconocido.

Hoy en día hay muchas parejas de jóvenes que se van a vivir juntos y se casan cuando, al cabo de unos años, se plantean tener hijos. A veces ¡hasta se casan “por la Iglesia”! y vuelven a casa de sus respectivos padres para salir el día de la boda cada uno por su lado, después de llevar años saliendo juntos a trabajar. Nunca lo he entendido. Parece que consideren que el matrimonio es una especie de ¿cobertura legal? ¿protección estatal? necesaria cuando aparecen terceras personas. Pero ¿cuál es esa supuesta protección? El estado nos habla de desacuerdos en las parejas para poner los apellidos de los hijos, de divorcios expres y de facilitar el aborto.

Creo que los católicos, como se dice coloquialmente, tenemos la pelota en nuestro tejado. Así, a mí, las palabras del Santo Padre me han sugerido la posibilidad de ofrecer mi colaboración al párroco para, si a él le parece bien, colaborar en los cursillos prematrimoniales y, desde mi experiencia de esposa “veterana”, intentantar contribuir en la formación de los nuevos matrimonios.

Nieves.