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El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 19 de noviembre de 2010

Especial

Grupos de anglicanos entrarán en la Iglesia católica la próxima Pascua

Santa Sede

El Papa al inicio del consistorio: el relativismo amenaza la libertad

Abusos, anglicanos y Cristo: temas del encuentro vespertino de cardenales

Cercanía del Papa a los heridos en el atentado contra la catedral de Bagdad

El consistorio, signo del “estilo colegial” de gobierno de Benedicto XVI

Benedicto XVI viajará a Alemania en 2011

Mundo

EEUU identifica a la Santa Sede como promotora de relaciones con el islam

Guatemala: La Iglesia pide abolir la pena de muerte

Entrevistas

Cardenal ecuatoriano: “el rojo de nuestra sotana nos recuerda el martirio”

Informe Especial

La concepción de la Iglesia, cuestión clave del diálogo ecuménico hoy

Espiritualidad

Evangelio del domingo: ¡Viva Cristo Rey!

Documentación

Comunicado de los obispos ingleses sobre el nuevo Ordinariato


Especial


Grupos de anglicanos entrarán en la Iglesia católica la próxima Pascua
Los obispos de Inglaterra y Gales informan sobre la constitución del Ordinariato
LONDRES, viernes 19 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- El Ordinariato previsto en la Anglicanorum Coetibus para los fieles anglicanos que desean unirse a la Iglesia católica se creará en enero, de forma que para la Pascua, estos grupos puedan hacer efectiva su unión con Roma.

Así lo anunció hoy la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, al término de su Asamblea Plenaria, a través de un comunicado en el que se informa de cómo se llevará a cabo la implementación de la Anglicanorum Coetibus.

Esta “hoja de ruta” prevé varias etapas progresivas, que comenzarían a primeros de enero y concluirían en Pentecostés del próximo año, con la admisión al sacerdocio de los ministros anglicanos.

Este proceso se llevará a cabo conjuntamente entre los obispos de Inglaterra y Gales, en colaboración con la Congregación para la Doctrina de la Fe, que será la que establezca la idoneidad de los candidatos al sacerdocio entre los ministros anglicanos que lo soliciten.

Los prelados ingleses buscan, con estas disposiciones, “responder con generosidad y ofreciendo una cálida bienvenida a aquellos que buscan la plena comunión eclesial con la Iglesia Católica en el Ordinariato”.

“Los obispos saben que el clero y los fieles que están en ese camino de fe traerán sus tesoros espirituales, que enriquecerán aún más la vida espiritual de la Iglesia católica en Inglaterra y Gales”, y harán “todo lo posible para que se establezca una colaboración estrecha y eficaz con el Ordinariato tanto a nivel diocesano como parroquial”.

Renuncias

El proceso formal, en realidad, se inició el pasado 8 de noviembre, tal y como informó ZENIT (ver servicio del 8 de noviembre de 2010), cuando cinco obispos anglicanos, Andrew Burnham, obispo de Ebbsfleet, Keith Newton, obispo de Richborough, y John Broadhurst, obispo de Fulham, junto con los obispos jubilados Edwin Barnes, antiguo pastor anglicano de Richborough, y el obispo auxiliar retirado David Silk de Exeter, anunciaban su renuncia al ministerio y su deseo de entrar en la Iglesia católica.

Precisamente es con ellos con los que empezará el proceso, como anuncia el comunicado de hoy: “Cinco obispos anglicanos que actualmente pretenden entrar en el Ordinariato ya han anunciado su decisión de renunciar al ministerio pastoral en la Iglesia de Inglaterra, con efecto a partir del 31 de diciembre de 2010”.

Tras entrar en plena comunión con la Iglesia católica a principios de enero de 2011, se constituirá el Ordinariato y se anunciará el nombre del nuevo Ordinario, que podría ser uno de esos prelados.

Después, los ex obispos que no están jubilados y cuyas peticiones aceptadas por la Congregación para la Doctrina de la Fe, serán ordenados para el diaconado y el sacerdocio católicos, convirtiéndose así en los primeros ministros del Ordinariato.

Estos ministros ayudarán al segundo paso del proceso, que será la admisión de los grupos de anglicanos junto con sus pastores, para “ayudar en la preparación y recepción de los antiguos clérigos anglicanos y sus fieles en la comunión plena con la Iglesia católica durante la Semana Santa”.

Los obispos jubilados también podrán prepararse para el sacerdocio, y ayudar en esta tarea, si lo desean y la Congregación no encuentra obstáculos.

Pascua especial

Para la Iglesia católica en Inglaterra en su conjunto, y para los fieles anglicanos que desean adherirse a ella, esta Pascua será “muy especial”, como ya se rumoreaba en la Asamblea Nacional de Forward in Faith el pasado 15 de octubre (ver ZENIT 8 de noviembre de 2010).

Los clérigos anglicanos y sus grupos de fieles empezarán, antes del inicio de la Cuaresma, “un período de intensa formación para su ordenación como sacerdotes católicos”.

“Al comienzo de la Cuaresma, los grupos de fieles, junto con sus pastores, serán inscritos como candidatos para el Ordinariato”, explica el comunicado.

Luego, probablemente en Semana Santa, estos fieles serán recibidos en la Iglesia católica y confirmados, aunque su formación proseguirá después, hasta Pentecostés.

“Hasta entonces, estas comunidades serán atendidos sacramentalmente por el clero local, organizado por el Obispo diocesano y el Ordinario”. En Pentecostés, “los ex sacerdotes anglicanos cuyas peticiones para la ordenación hayan sido aceptadas por la Congregación serán ordenados al sacerdocio católico”.

La formación en la teología católica y la práctica pastoral continuará por una cantidad adecuada de tiempo después de la ordenación, afirma el comunicado.

Buenas relaciones

Significativamente, los obispos esperaron a hacer público el comunicado a que se produjese la visita del actual Primado de la Comunión Anglicana, Rowan Williams, al Papa Benedicto XVI, la cual tuvo lugar ayer en el Vaticano, tal y como ZENIT informó (ver servicio del 18 de noviembre de 2010).

Tras ser recibido en audiencia privada el Primado afirmó a la prensa vaticana su visión positiva de los ordinariatos, asegurando que no lo ve como “un acto agresivo orientado a desestabilizar las relaciones de las Iglesias”.

“La Iglesia católica dice de este modo que hay maneras de ser cristiano en la Iglesia de Occidente que no quedan restringidas por identidad histórica católico-romana. Es algo de lo que podemos hablar", afirmaba Williams.

Respecto al futuro en la relación con el Ordinariato, reconocía, "el desafío vendrá al compartir el uso de las iglesias", reconoce, "en los consejos que debemos dar como anglicanos", y además "desde luego habrá algunas parroquias sin sacerdotes, de manera que nos encontramos ante un desafío práctico".



 

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Santa Sede


El Papa al inicio del consistorio: el relativismo amenaza la libertad
Los cardenales reflexionan sobre la libertad de la Iglesia y sobre la liturgia
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 19 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- La libertad de anunciar el Evangelio se encuentra hoy en riesgo a causa de la dictadura del relativismo, dijo el Papa a los cerca de 150 cardenales que iniciaron esta mañana en el Aula Nueva del Sínodo el encuentro de oración y estudio con motivo del consistorio.

“La relación entre verdad y libertad es esencial, pero hoy se encuentra frente al gran desafío del relativismo, que parece completar el concepto de libertad pero en realidad la pone en riesgo de destruirla proponiéndose como una verdadera 'dictadura'”, señaló Benedicto XVI.

“Nos encontramos por tanto en un tiempo de difícil compromiso para afirmar la libertad de anunciar la verdad del Evangelio y de las grandes adquisiciones de la cultura cristiana”, añadió.

Además de la relación entre libertad y verdad y la libertad de la Iglesia en la actualidad, los cardenales reflexionaron también esta mañana sobre la liturgia en la vida de la Iglesia hoy, señala un comunicado de la Oficina de Información de la Santa Sede.

Respecto a este tema, “el Papa recordó la importancia esencial de la liturgia en la vida de la Iglesia, porque es el lugar de la presencia de Dios con nosotros -explica el comunicado-. Por tanto, el lugar en el que la Verdad vive con nosotros”.

El encuentro de oración y estudio del Papa con los miembros del colegio cardenalicio con motivo del consistorio convocado por Benedicto XVI para la creación de 24 nuevos cardenales empezó con un discurso de saludo del decano del colegio cardenalicio, el cardenal Angelo Sodano, dirigido al Papa en nombre de los presentes.

En él, agradeció al Obispo de Roma la reciente beatificación del cardenal Newman y la introducción de la causa de beatificación del cardenal Van Thuan.

Libertad de la Iglesia en el mundo

El tema de la libertad de la Iglesia en el momento presente fue introducido por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, y el de la liturgia en la vida de la Iglesia, lo expuso el cardenal Antonio Cañizares Llovera, prefecto de la Congregación para el Culto Divino.

“El cardenal Bertone ofreció una visión panorámica de los intentos actuales de limitar la libertad de los cristianos en las distintas regiones del mundo”, explica el comunicado.

Primero invitó a reflexionar sobre la situación de la libertad religiosa en los países occidentales. Destacó que aunque se trata de naciones que a menudo deben al cristianismo los trazos profundos de su identidad y cultura, se asiste hoy a un proceso de secularización, con intentos de marginación de los valores espirituales de la vida social”.

En segundo lugar, el cardenal expuso la situación de la libertad religiosa en los países islámicos, recordando las conclusiones a las que llegó la reciente asamblea especial del Sínodo de los Obispos para Oriente Medio.

El cardenal expuso finalmente la actividad de la Santa Sede y de los episcopados locales en defensa de los católicos, tanto en Occidente como en Oriente.

En este sentido, recordó también el gran compromiso de la Santa Sede en el ámbito internacional para promover frente a los Estados y a las Organizaciones de las Naciones Unidas el respeto a la libertad religiosa de los creyentes.

Por su parte, el cardenal Cañizares recordó después la importancia de la oración litúrgica en la vida de la Iglesia, refiriéndose a la doctrina del Concilio Vaticano II y al magisterio del actual Pontífice. En concreto destacó la importancia de la fidelidad a la disciplina litúrgica vigente.

Durante el amplio debate intervinieron 18 cardenales, que profundizaron principalmente en la problemática de la libertad religiosa y de las dificultades halladas por la actividad de la Iglesia en las distintas partes del mundo.

Se habló de situaciones específicas en Europa, en las Américas, en África, en Asia, en Oriente Medio y en países de mayoría islámica.

También se trataron las graves dificultades que hoy la Iglesia encuentra en la defensa de valores basados en el mismo derecho natural, como el respeto a la vida y a la familia.

Otro tema desarrollado fue el del diálogo interreligioso, en concreto con el islam. “No faltaron sugerencias de líneas de compromiso para responder a los desafíos de la Iglesia de hoy”, indica el comunicado.

Algunos de los que intervinieron se detuvieron también en el tema de la liturgia, en particular en la centralidad de la celebración eucarística en la vida de la Iglesia y en el respeto debido al sacramento de la Eucaristía.

A la una del mediodía, el Papa ofreció una comida en honor a los prelados y en la sesión de la tarde están previstas otras intervenciones.

En concreto, se pronuncian dos comunicaciones, la primera del cardenal William Levada sobre las normas dadas por la Santa Sede para acoger en la Iglesia católica a los sacerdotes y a los fieles anglicanos que lo piden, por un lado, y para la defensa de menores víctimas de abusos por parte de miembros del clero, por otro.

La segunda intervención va a cargo del arzobispo Angelo Amato, que recuerda la actualidad de la Instrucción Dominus Iesus, de hace diez años, sobre Jesucristo, único Salvador nuestro.

Además de los actuales cardenales, estaban presentes también en la sesión de hoy los 24 prelados que mañana serán elevados a la dignidad cardenalicia.

Algunos cardenales habían pedido al Papa ser dispensados de participar a causa de sus condiciones de salud y de urgentes compromisos pastorales en sus diócesis respectivas.



 

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Abusos, anglicanos y Cristo: temas del encuentro vespertino de cardenales
La segunda sesión de la jornada de oración y estudio del Colegio Cardenalicio
CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 19 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- El papel central de Cristo, la acogida de anglicanos que tocan a las puertas de Roma, y la respuesta a abusos sexuales de clérigos, han sido los temas de la reunión vespertina celebrada este viernes por el Colegio cardenalicio.

La sesión, de 17.00 a 19.00, clausuró la jornada de oración y estudio del Colegio Cardenalicio, convocada y presidida por Benedicto XVI en el Aula Nueva del Sínodo con la participación de unos 150 cardenales.

Cristo en el centro

La primera intervención, según el programa, corrió a cargo del arzobispo Angelo Amato, prefecto de la Congregación para los Santos, que será creado cardenal este sábado, habló sobre "La declaración 'Dominus Iesus' de la Congregación para la Doctrina de la Fe diez años después de su publicación".

Observó que ese documento sobre la unicidad y la universalidad salvífica de Jesucristo y de la Iglesia "ha aclarado algunas verdades fundamentales cristológicas y eclesiológicas y ha relanzado los diálogos ecuménicos e interreligiosos a partir de una identidad católica precisa", indica un comunicado emitido por la Oficina de Información de la Santa Sede.

"Al mismo tiempo, no ha cerrado los caminos positivos de búsqueda indicados por el Concilio sobre la gran cuestión de la salvación de los nos cristianos. La 'Dominus Iesus', al alertar ante un malentendido pluralismo, sigue siendo un válido punto de referencia doctrina y pastoral, como base para la catequesis, la nueva evangelización y la misión 'ad gentes'", indicó el purpurado italiano.

La respuesta a los abusos sexuales

A continuación, intervino el cardenal William Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien afrontó dos comunicaciones.

En la primera, tocó el tema de la "Respuesta de la Iglesia a los casos de abuso sexual: hacia una orientación común" para ofrecer "una actualización sobre la legislación canónica sobre el delito de abuso sexual de menores de edad y presentó observaciones sobre la responsabilidad de los obispos para tutelar a los fieles que les han sido confiados".

El cardenal estadounidense "se inspiró en las palabras del Santo Padre, en su ejemplo de escucha y acogida de las víctimas, y habló de la colaboración con las autoridades civiles y de la necesidad de un compromiso eficaz de protección de los niños y jóvenes, y de una atenta selección y formación de futuros sacerdotes y religiosos".

Por último, informó "sobre la preparación de una carta circular de la Congregación a las conferencias episcopales sobre las orientaciones que deben ofrecer para promover un programa coordinado y eficaz en la dirección indicada".

Acogida de anglicanos

En la segunda comunicación, el cardenal Levada ilustró la naturaleza y el origen de la constitución apostólica sobre la institución de los ordinariatos para los fieles anglicanos que desean entrar "corporativamente" en plena comunión con la Iglesia católica.

Explicó el contexto ecuménico y la situación actual sobre la constitución de los ordinariatos. El primero será erigido en Gran Bretaña, como fue anunciado este mismo viernes en un comunicado de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales.

Intervenciones libres

En la discusión sucesiva intervinieron doce cardenales. Por tanto, el número total de las intervenciones de la jornada fue de treinta.

"Algunos hicieron nuevamente referencia, profundizando aún más, a los temas presentados en la mañana (Cf. El Papa al inicio del consistorio: el relativismo amenaza la libertad), es decir, la libertad religiosa y la liturgia, mientras otros se han referido a los nuevos temas de la tarde, en particular el de la respuesta de la Iglesia a los caos de abuso sexual", explica el Vaticano.

"Entre otras cosas, se sugirió alentar a las conferencias episcopales a desarrollar planes eficaces, tempestivos, articulados, completos y decididos de protección de los menores, que tengan en cuenta los múltiples aspectos del problema y las necesarias líneas de acción, ya sea para el restablecimiento de la justicia, ya sea para la asistencia a las víctimas, ya sea para la prevención y la formación, también en aquellos países en los que el problema no se ha manifestado de una manera tan dramática como en otros".

El comunicado vaticano informa que "en el debate se decidió manifestar la solidaridad del Colegio cardenalicio, unido con el Santo Padre, a los pueblos de Irak y Haití, que hoy sufren de manera particular, y emprender un iniciativa concreta para recoger ofertas y enviarlas a través del Consejo Pontificio 'Cor Unum'".

La sesión concluyó con unas breves palabras de agradecimiento del Santo Padre y con la oración del Ángelus.

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Cercanía del Papa a los heridos en el atentado contra la catedral de Bagdad
Un colaborador cercano visita a los heridos acogidos en Roma
CIUDA DEL VATICANO, viernes, 19 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha querido manifestar su cercanía a las víctimas del atentado contra la iglesia católica de Bagdad enviando a uno de sus colaboradores más cercanos a visitar a algunos de los heridos en esa tragedia acogidos en Roma.

El arzobispo Fernando Filoni, sustituto de la Secretaría de Estado (despacha de manera prácticamente diaria con el Papa), hizo una visita el 18 de noviembre en el Hospital Agostino Gemelli de Roma a los 40 iraquíes que han quedado gravemente heridos en el ataque del 31 de diciembre.

Monseñor Filoni conoce bien la situación en ese país de Oriente Medio pues en él fue nuncio apostólico de Juan Pablo II y Benedicto XVI de 2001 a 2006.

"Fue un encuentro que había pedido el Santo Padre, pues a través de mi persona ha querido manifestar su cercanía, su presencia, su afecto y naturalmente seguir también personalmente estos casos y cada una de estas personas presentes aquí en Roma", ha afirmado a los micrófonos de Radio Vaticano.

El colaborador del obispo de Roma explica que el encuentro fue "muy cálido y afectuoso, pude saludar a la mayoría de las personas personalmente. He escuchado sus historias, sus dificultades, y sus emociones comprensiblemente fuertes. Vi mucha gratitud por el hecho de que el Santo Padre se hubiera preocupado por ellos, con la esperanza de que el mismo Papa pueda encontrarles personalmente pronto".

Después de haber recordado a las más de cincuenta víctimas y el drama de sus familias, el arzobispo subraya el compromiso de la Santa Sede "con los gobiernos, con las organizaciones caritativas que ya se están movilizando y con las Conferencias Episcopales".

La Conferencia Episcopal de Italia ha convocado para el domingo próximo, 21 de noviembre, una Jornada de Oración por los Cristianos Iraquíes, y la Santa Sede organiza una misa en la Basílica de San Pedro por los fallecidos en el atentado de la catedral siro-católica de Bagdad el próximo 25 de noviembre.

"La oración es una realidad eficaz --asegura monseñor Filoni--. A veces, ante tanta impotencia, sabemos que la potencia espiritual, la de Dios, es un apoyo formidable. Los mismos iraquíes han pedido: 'En nuestra situación difícil queremos que nuestros hermanos cristianos recen pro nosotros, que estén junto a nosotros con la oración y el afecto'".

"Puedo decir que cuando me encontraba en Bagdad, en plena guerra, nunca sentí tan cercana, tan fuerte, tan palpable, la oración que se elevaba por la paz en toda la Iglesia", concluye.



 

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El consistorio, signo del “estilo colegial” de gobierno de Benedicto XVI
Comentario del padre Lombardi para el semanario “Octava Dies”
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 19 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- El consistorio que hoy comienza en el Vaticano y que concluirá mañana con la imposición del capelo a veinticuatro nuevos cardenales muestra una vez más el estilo “colegial” que el Papa Benedicto XVI tiene en el gobierno de la Iglesia.

Así lo afirmó el director de la Sala de Prensa, padre Federico Lombardi, en su reflexión editorial semanal para Octava Dies, el semanario informativo del Centro Televisivo Vaticano.

El nombramiento de nuevos cardenales “es siempre esperada con una viva curiosidad no sólo en la Iglesia, sino también por los observadores externos”, reconoció Lombardi.

“Apenas el Papa anuncia los nombres de los nuevos cardenales, comienza toda una serie de comentarios en las más diversas perspectivas, de observaciones estadísticas, de cálculos de pesos relativos de nacionalidades, continentes, etc.”.

En realidad, explica el portavoz vaticano, “en sus nombramientos el Papa tiene presentes criterios muy distintos, entre los cuales ciertamente sobresalen la importancia de las tareas llevadas a cabo en el servicio eclesial y la universalidad de la representación”.

Este colegio cardenalicio constituye “un grupo de personalidades de primer plano, al que se confía el deber crucial de la elección del Sucesor de Pedro, pero que debe también colaborar y apoyar al Papa en su ministerio con plena solidaridad espiritual”.

La jornada de oración y reflexión con la que inicia el Consistorio de noviembre, “a pesar de su inevitable brevedad”, muestra, afirma Lombardi, dos aspectos importantes de la función y del espíritu con el que trabaja el colegio cardenalicio: la oración y la reflexión”.

“El Papa quiere rezar con aquellos que más de cerca deben apoyar su servicio y quiere participar en su reflexión común”, explicó, aludiendo a la primera parte del consistorio, que tiene lugar hoy, y en la que los cardenales debaten sobre cuestiones de actualidad.

El padre Lombardi observa un detalle: el Papa no sólo comparte hoy los debates, sino que come también con los cardenales, “detalle ciertamente secundario, pero no privado de significado”.

“Es una comunidad que se encuentra, que comparte responsabilidades y preocupaciones por los principales problemas que la Iglesia afronta en el mundo”.

El Papa “sigue y escucha con grandísima atención cada intervención, como hizo en las semanas de los Sínodos de los Obispos, como hace en las continuas visitas ad Limina de los grupos de obispos de todo el mundo (al menos 20 grupos distintos en un año), en innumerables coloquios y audiencias”.

“Su servicio está profundamente inserto en la experiencia del episcopado mundial”, explica Lombardi.

Ahora, “los días del Consistorio ponen de relieve una dimensión más de la 'colegialidad' de su estilo de gobierno de la Iglesia”, concluye.


 

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Benedicto XVI viajará a Alemania en 2011
Visitará Berlín, Friburgo y Erfurt

CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 19 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI visitará por tercera vez su país natal en su pontificado, en el año 2011, probablemente en septiembre, según ha informado el presidente de la Conferencia Episcopal de ese país, el arzobispo Robert Zollitsch.

"La visita del Santo Padre representará un momento importante en la vida de nuestro país y de nuestra Iglesia", ha afirmado el prelado en declaraciones de las que se ha hecho eco Radio Vaticano.

"Me alegra que el Santo Padre haya acogido la invitación del presidente de la República, Christian Wulff, y de nuestra Conferencia Episcopal", añade.

El Papa visitará las arquidiócesis de Berlín, Friburgo y la diócesis de Erfurt.

"Su visita reforzará a la Iglesia en Alemania y su servicio a los hombres y la sociedad", asegura el comunicado.

Antes de Navidad, concluye monseñor Zollitsch, se publicarán más detalles sobre la visita apostólica a tierras alemanas.

El próximo año el Papa Benedicto XVI tiene previsto otros dos viajes internacionales: a Croacia, en junio, y a España, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud en agosto.

Los otros dos viajes apostólicos de este pontificado a Alemania tuvieron por meta Colonia, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud  (18-21 de agosto de 2005), así como Munich, Altötting y Ratisbona (9-14 de septiembre de 2006).


 

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Mundo


EEUU identifica a la Santa Sede como promotora de relaciones con el islam
En el último Informe Internacional sobre Libertad Religiosa
WASHINGTON, D.C., viernes 19 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- La libertad religiosa está amenazada en varios lugares del mundo, según la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton, que presentó este miércoles el Informe anual Internacional sobre Libertad Religiosa.

El propio informe recoge iniciativas internacionales para promover la libertad religiosa. Destaca, por ejemplo, varios esfuerzos del Vaticano.

“La Santa Sede ha desempeñado una función de liderazgo en el compromiso reciente con el islam, acompañado por un creciente interés de diversos grupos religiosos y regiones”, indica.

Al presentar el informe, Clinton hizo una referencia al atentado en la iglesia católica siria de Bagdad del pasado 31 de octubre.

La primera parte del informe detalla la situación de la libertad religiosa en 27 naciones, muchas de ellas de África, Asia y Oriente Medio, pero también incluye Cuba y Venezuela.

Cuba

El panorama de la libertad religiosa en algunos países incluye abusos y a la vez signos de mejora.

Así, por ejemplo, respecto a Cuba, destaca: “En la ley y en la práctica, el Gobierno impuso restricciones a la libertad religiosa”.

Pero añade: “Muchos grupos religiosos han informado de mejoras en la libertad religiosa, a pesar de que permanecen restricciones significativas”.

También menciona la medicación de la Iglesia con las Damas de Blanco, un grupo de esposas y familiares de prisioneros políticos.

Corea del Norte

Respecto a Corea del Norte, el informe subraya: “Medios de comunicación extranjeros y ONG de Corea del Sur, informaron de que 23 cristianos fueron arrestados en mayo de 2010 por pertenecer a una Iglesia clandestina en Kuwol-dong, Pyongsong City y la provincia de Pyongan del Sur. Tres fueron ejecutados y los demás fueron enviados al campo de prisioneros políticos de Yoduk”.

“Se estima que entre 150.000 y 200.000 personas están detenidas en los campos de prisioneros políticos de re-educación kwan li so, algunos de ellos por razones religiosas. Las condiciones de estas cárceles son duras: la tortura y el hambre son comunes”.

“Los refugiados y detractores que han estado en la cárcel afirman que los prisioneros detenidos por sus creencias religiosas generalmente son peor tratados que los demás reclusos”.

Turkmenistán

El informe destaca un avance en Turkmenistán, donde la Constitución “garantiza la libertad religiosa y no establece una religión estatal; sin embargo, en la práctica, el Gobierno continúa restringiendo la práctica religiosa libre”.

“Hubo pequeños cambios positivos en el respeto del Gobierno a la libertad religiosa durante el periodo del informe, incluido el registro de la Iglesia católica”, destaca.

Venezuela

Tanto los cristianos como los judíos están sufriendo en Venezuela, explica el informe.

“Los grupos religiosos que han criticado al Gobierno, como los demás grupos que lo han criticado, fueron objeto de acoso e intimidación”, informa.

“Durante el periodo del informe, los líderes de la Iglesia católica destacaron las críticas de los medios de comunicación patrocinados por el Gobierno para desacreditar su liderazgo”, continúa.

“Igual que otras entidades del sector privado y no gubernamentales, la Iglesia y las comunidades evangélicas fueron sometidas a expropiaciones de propiedades”.

“En febrero de 2010, unos vándalos pintaron con sprays grafitis antisemitas en edificios del centro comercial de Caracas, y se rumoreó equivocadamente que había sido obra de un propietario judío durante la semana posterior a su expropiación por el presidente Chávez”.

“En agosto de 2009, la Asamblea Nacional aprobó una ley de educación que podría prohibir la educación religiosa durante el horario escolar normal, incluso en las escuelas privadas”, añade.

Aunque el informe no evalúa atentados contra la libertad religiosa que sufren los particulares credos en el mundo, las inhibiciones de la libertad religiosa de los cristianos se mencionan específicamente en 16 de los 27 países mencionados en la primera parte .


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En la red:

Resumen del informe: www.state.gov/g/drl/rls/irf/2010/148659.htm

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Guatemala: La Iglesia pide abolir la pena de muerte
Comunicado del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal
CIUDAD DE GUATEMALA, viernes, 19 noviembre 2010 (ZENIT.org).- “No Matarás” es el título de un comunicado de los obispos de Guatemala recordando la doctrina social de la Iglesia sobre la pena de muerte, firmado por su presidente este jueves.

“Preocupados ante la renovada controversia sobre la pena de muerte que se ha suscitado en nuestro país”, afirman los prelados, hacen público este comunicado, firmado por su presidente Pablo Vizcaíno Prado, obispo de Suchitepéquez-Retalhuleu.

Los prelados constatan que “la aplicación de la pena de muerte ha sido parte de la legislación en los países cristianos hasta el siglo pasado” aunque recuerdan que, en los cuales, “nunca se olvidó el respeto debido a la vida, el papel que juega la misericordia de Dios dispuesto a perdonar incluso a quien ha cometido crímenes horrendos, ni el riesgo que se corre en la justicia humana de aplicar tal castigo de manera injusta”.

Por eso, explican, “el sistema penal creó el recurso de gracia, por el que la autoridad suprema del Estado podía libremente detener su ejecución”.

La enseñanza actual de la Iglesia Católica, afirman los obispos guatemaltecos, sobre el argumento “tiene su fundamento en el modo de proceder de Jesús, Hijo de Dios, el cual fue víctima de su aplicación injusta, amañada y perversa por parte de autoridades corruptas de aquel tiempo”.

Así mismo, señalan “el comportamiento de Jesús en el conocido caso de la mujer encontrada en flagrante adulterio (Jn 8,2-11), merecedora de la pena de muerte según la aplicación literal de la ley”.

Además –añaden--, Jesús “con su actitud manifestó la necesidad de abrir la puerta al arrepentimiento y la conversión de quien es acusado”.

“Actualmente –subrayan- la difusión del aborto, los experimentos con embriones y la bioingeniería, las experimentaciones científicas con humanos, las prácticas de eutanasia, las masacres en los conflictos bélicos, el recurso al terrorismo de la muerte indiscriminada de ciudadanos inocentes y otros atentados contra la vida y la dignidad de la persona humana han creado una sensibilidad ética y moral particularmente aguda hacia la defensa de la vida, que ha traído como consecuencia el cuestionamiento de la práctica de la pena de muerte”.

Así mismo, indican que “el desarrollo de los sistemas penitenciarios modernos debe permitir crear mecanismos que preserven la integridad de la sociedad frente a agresiones criminales”.

“ No se trata de renunciar a la defensa legítima de  la sociedad frente a las agresiones criminales, sino de recurrir a medios no cruentos para realizar esta defensa.  La oposición a la pena de muerte no significa ni quiere ser un sí a la impunidad”, añaden.

Por ello, afirman: “censuramos como moralmente irresponsable la promoción de la pena de muerte como propaganda política, pues la desesperación ciudadana por la ineficacia del sistema judicial se combate mejorando el sistema judicial y penitenciario y no aplicando la pena capital”.

“En la aplicación de la pena de muerte late a veces un deseo de venganza disfrazado de justicia.  La violencia no se combate con violencia cruenta ejercida bajo el amparo de la autoridad del Estado; más bien con ello se le da a la violencia visos de legitimidad”, afirman.

Expresn su desacuerdo “con el argumento de que la aplicación de la pena de muerte reducirá los índices de criminalidad de nuestra sociedad, pues éstos se deben a otros factores como la falta de acceso a la educación, a oportunidades de trabajo, a la integración de la familia”. 

Por eso –afirman- “es una inmoralidad y una falsedad prometer acabar con la delincuencia y el crimen organizado promoviendo la pena de muerte. El remedio a la violencia está más bien en la aplicación de políticas de desarrollo social éticamente fundadas”.

Piden en cambio el fortalecimiento del sistema de justicia, “para que sea pronta, eficiente e imparcial”; el fortalecimiento “de un sistema penitenciario que realmente resguarde a la sociedad de las acciones criminales de quienes guardan prisión, que sea un sistema en que los reos expíen adecuadamente su crimen a la vez que se respeta su dignidad humana y se favorece su regeneración”.

Solicitan al Congreso de la República que haga uso de la facultad que le concede la Constitución Política de la República de Guatemala en su artículo 18 y decrete la abolición de la pena de muerte e invitan “reiteradamente a toda la población guatemalteca a crear una verdadera cultura de la vida que se oponga decididamente a la anti cultura de la muerte por medio de nuestro compromiso diario en el camino de la conversión, la reconciliación y la construcción de la verdadera paz”.

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Entrevistas


Cardenal ecuatoriano: “el rojo de nuestra sotana nos recuerda el martirio”
Entrevista con el cardenal Raúl Eduardo Vela Chiriboga
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 19 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Monseñor Raúl Eduardo Vela Chiriboga se encontraba de retiro espiritual, luego de haber renunciado a la arquidiócesis de Quito por límite de edad, cuando se enteró de que el Papa Benedicto XVI lo había convocado para formar parte del Colegio Cardenalicio.

Tanto él como el arzobispo de Aparecida en Brasil, monseñor Raymundo Damasceno Assis, son los dos latinoamericanos que serán creados cardenales en el consistorio que celebrará mañana el Papa en San Pedro.

Dijo que el dijo que los cardenales “Tenemos que estar dispuestos a dar la vida por el bien de la Iglesia, fundada por Jesús”. De 76 años, el futuro cardenal habló con ZENIT sobre su misión estos 38 años como obispo y sobre su nuevo nombramiento.

- Su primera misión episcopal fue como obispo auxiliar de Guayaquil. ¿Cómo fue esta experiencia?

Cardenal Vela: Cuando fui nombrado obispo por el Papa Pablo VI en 1972 llevaba 4 años trabajando como secretario de la  Conferencia Episcopal Ecuatoriana y seguí ejerciendo ambas funciones, tareas compatibles pero un poquito fuertes.

Bendigo al Señor el haber tenido como maestro pastoral y espiritual a quien luego fue cardenal, su eminencia Bernanrdino Echavarría (1912 – 2000) un obispo de larga trayectoria pastoral, quien fue el segundo arzobispo de Guayaquil. Sobre todo, diría yo, en el servicio a los más necesitados y también en el espíritu de oración que sabía transmitir en todos sus colaboradores.

- Luego pasó a ser obispo de Azogues…

Cardenal Vela: Allí estuve durante 14 años. Era una diócesis pobre y nueva, yo era el segundo obispo. Había muchísimos hermanos indígenas. Pude trabajar en el aspecto espiritual, que es lo fundamental para mi tarea, pero también en el aspecto promocional y social.

Coincidí en aquella época la reforma en aquellos predios que la Iglesia tenía, sobretodo en las diócesis del interior de la sierra. La Iglesia resolvió repartir y entregar a los indígenas y justamente durante los años que estuve sirviendo en Azogues, me tocó vivir de cerca esa problemática y esa promoción que hicimos no sólo de entrega física de los terrenos sino que se les acompañó con asistencia técnica y crediticia.

Valoro mucho la religiosidad de ese pueblo, quizá sea necesario purificarla cada vez más y más, pero considero importante su hondo sentido de responsabilidad en sus relaciones con el Señor y sus relaciones con los demás.

-¿Por qué dice que es necesario purificar cada vez más la religiosidad popular en esta diócesis?

Cardenal Vela: Porque a veces la religiosidad popular, si no la purificamos, se va tiñendo de ciertas cositas que no son ni doctrinalmente, ni pastoralmente, ni dogmáticamente de acuerdo a la fe de nuestros antepasados. Entonces viene cierta confusión, cierto dualismo, que se quisiera introducir, que no tiene nada que ver con un sano y recto sentido religioso, que se pone en relación con Dios.

- Luego pasó usted a ser arzobispo castrense…

Cardenal Vela: Una experiencia también maravillosa durante 14 años. A veces la gente se puede preguntar ¿qué puede hacer un obispo en medio de los militares que se supone que son personas adiestradas para matar, para resguardar el orden a base de violencia quizás con el uso de las armas?

Yo creo que pasé con ellos una gratísima experiencia. Mucho aprendí de ellos en el sentido de honestidad, de rectitud, de servicio a los demás. Sobre todo me interesó mucho el campo de la familia del militar, porque es uno de los peligros grandes que tiene, porque no siempre se ven comprometidos a vivir juntos, dado el traslado de un lugar a otro. Me puse de acuerdo con el hecho de que la familia tiene que estar siempre unida.

Luego existe la facilidad de que tú dispones de los fieles en el momento de que entras al cuartel, naturalmente en forma libre, pero es el momento para infundirles, enseñarles, aconsejarles, lo que la Iglesia enseña como rectitud de vida frente a la persona y frente a los demás.

También fue un campo muy bueno para el cultivo de las relaciones humanas, buscando la dignidad de todos, desde los grandes militares hasta los soldados más humildes. Yo les explicaba que para mí no era importante eso de coronel o general o sargento o soldado, para mí lo importante es que son hijos de Dios. Eso creaba un clima de respeto muy bonito.

- ¿Y su experiencia como arzobispo de Quito?

Cardenal Vela: Cuando Juan Pablo II me propuso pasar al servicio de Quito en 2003 ya tenía recorrido, mi vida episcopal. No fue fácil aceptar. Yo le decía al Señor “confío en ti” fue una diócesis grande, compleja, tuve el apoyo de los obispos auxiliares, la Santa Sede, de mis sacerdotes, de mis comunidades, sobretodo en el aspecto de oración y la mayor fuente de inspiración, el estar con el Señor y estar con mis hermanos en el apostolado, con la vivencia más clara y definida de llevar adelante el propósito que tiene la Iglesia de llevar adelante y anunciar el reino de Dios, es lo primero y lo principal.

- La vida política de Ecuador no es nada sencilla. Tres golpes de estado entre 1997 y 2005, ¿cómo vivió usted estos momentos primero como arzobispo castrense y luego como primado de Ecuador?

Cardenal Vela: Ahí pude descubrir, ¡Qué compleja que es la vida política! ¡Qué complejo es el manejo de la cosa pública! Una persona que va a dirigir una nación debe ser un estadista sereno, tranquilo, porque los asuntos se presentan tan de repente y tan seguidos durante el día que a cualquiera de nosotros nos puede asustar.

Hay que saber convenir y combinar los anhelos de un pueblo que están referidos sólo al bien común, ahí está la complejidad. El hecho de cómo manejar los asuntos, y resulta muchas veces que los intereses se cruzan.

Pero cuando el bien común se deja de lado comienza el conflicto, surgen las diferencias, las discrepancias, los roces y eso lleva a la enemistad y, Dios no permita que lleve esto a la piedra, a la ruptura de vidrios y lastimosamente puede llevar a esta divergencia y división dentro del pueblo. Eso resulta muy doloroso.

En América Latina estamos muy atentos para luchar por todos los medios a dialogar, conversar. No podemos vivir así sólo de la pelea diaria, amaneciendo a ver qué nos pasa. El diálogo es todo un arte. No podemos pensar que mi idea tiene que salir de todas maneras. Cuando vamos al dialogo debemos procurar ir desarmados.

-Ahora que terminó su servicio episcopal en la arquidiócesis de Quito y que comienza su vida como cardenal, ¿a qué se va a dedicar?

Cardenal Vela: Vamos a ver qué dice el Santo Padre. Formo parte del Colegio Cardenalicio, que como bien lo dice el Código de Derecho Canónico, somos los escogidos por el Santo Padre para el consejo, la ayuda, la visión de la problemática a nivel universal como universal es la Iglesia.

Espero que el Señor me inspire y me de la gracia. Es allí cuando uno se siente pequeño y un poquito necesitado de la luz para la palabra oportuna, la discreción necesaria y sobretodo, el testimonio. Como sabe, ahora en la sotana llevaremos el color rojo. Nos recuerda la sangre, también el amor.

Por Carmen Elena Villa  


 

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Informe Especial


La concepción de la Iglesia, cuestión clave del diálogo ecuménico hoy
Habla monseñor Koch, presidente del Consejo para la Unidad de los Cristianos
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 19 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Después de cincuenta años de existencia del dicasterio vaticano dedicado al diálogo ecuménico, es hora de hacer balance del camino recorrido, y de discernir el camino del futuro.

Lo hizo el arzobispo Kurt Koch, actual presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, durante su intervención en la Asamblea Plenaria de este dicasterio, el pasado lunes.

Este momento, en el que se cumplen 50 años de la creación del Secretariado para la Promoción de la Unidad de los Cristianos -tomó el nombre de Consejo Pontificio en 1988--, es el de "recoger los frutos", en un informe que lleva precisamente este nombre, Harvesting the Fruits.

El primer fruto, constata el arzobispo suizo, que será creado cardenal este sábado, se recoge dentro de la propia Iglesia católica: el ecumenismo "ya no es una realidad extraña" a la vida de las parroquias y de las diócesis.

"Este ecumenismo de vida tiene una importancia fundamental, pues sin él, todos los esfuerzos teológicos dirigidos a alcanzar un acuerdo duradero sobre cuestiones de fe básicas entre las diversas Iglesias serían vanos", constata.

Los pasos dados hacia la unidad, proceso "irreversible" para la Iglesia católica, según recuerda monseñor Koch, son muchos y alentadores, pero después de muchos años el meollo del problema sigue siendo el mismo: la concepción de la naturaleza de la Iglesia, la eclesiología.

En este sentido, explica el prelado, "a pesar de los innegables éxitos del dialogo ecumenico, nos encontramos, en cierto sentido, en el punto de partida del Concilio Vaticano II".

Eclesiología

La cuestión eclesiológica es precisamente uno de los puntos fundamentales del Concilio respecto de la propia Iglesia católica. Ecumenismo y eclesiología están íntimamente ligados: " el ecumenismo era un importante hilo conductor de la propia renovación de la Iglesia católica y de su autocomprensión".

Una de las cuestiones clave del Concilio, explica monseñor Koch, es la relación entre la Iglesia universal y las iglesias particulares, y la cuestión del subsistit in.

Desde el punto de vista ecumenico, con el plural "iglesias" no se entienden las diversas iglesias locales en las que está presente la Iglesia una y universal, sino esas comunidades eclesiales que no están en plena comunión con la Iglesia católica.

El problema ecumenico "consiste en señalar cómo puede y debe la Iglesia católica comportarse ante este plural 'iglesias', que existen fuera de ella". Esta cuestión emerge tanto en el diálogo con las Iglesias ortodoxas como, aunque de forma distinta, en el dialogo con las Iglesias y Comunidades de la Reforma.

Ortodoxos

"La definición que más se adapta a la eclesiología ortodoxa es la de 'eclesiología eucarística', concepto desarrollado ante todo por los teólogos rusos exiliados en París tras la primera guerra mundial, en clara oposición al centralismo del papado de la Iglesia católico-romana".

Esta concepción "subraya que la Iglesia de Jesucristo está presente y se realiza en cada iglesia particular reunida en torno a su obispo, en la que se celebra la Eucaristia".

Por ello, para los ortodoxos, fuera de un concilio ecuménico, "no puede haber otro principio visible de unidad de la Iglesia universal, al que se atribuyan poderes jurídicos, como los que la Iglesia católica reconoce en el ministerio petrino".

En cambio, según la eclesiología católica, a Iglesia sí que está plenamente presente en las comunidades eucarísticas concretas, pero una sola comunidad eucarística "no es la Iglesia en su plenitud".

"Por esto, la unidad entre cada comunidad eucarística unida a su vez a su propio obispo y al obispo de Roma no es ingrediente externo a la eclesiología eucaristica, sino su condición esencial".

El nudo del problema ecuménico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa reside en el hecho de que "una eclesiología ligada a la cultura nacional y una eclesiología católica orientada hacia el concepto de universalidad se encuentran una frente a otra, hasta ahora en desacuerdo", subraya monseñor Koch.

No es casualidad que esta cuestión surja de forma aguda cuando se debate sobre el primado del obispo de Roma.

Sin embargo, mientras que para Pablo VI esta cuestión representaba el "mayor obstáculo" para la recomposición de la comunión plena, sin embargo, "a los ojos del actual pontífice, constituye también la mayor oportunidad para la unión".

Según el pensamiento del Papa actual, "sin primado, también la Iglesia católica se habría disgregado desde hace tiempo en iglesias nacionales y sui iuris, que habrían hecho confuso y complicado el paisaje ecuménico".

Ahora, afirma el presidente del dicasterio para el ecumenismo, citando al teólogo italiano monseñor Bruno Forte, sería necesario que "por una parte, la Iglesia católica profundizase más en la idea de que el primado del obispo de Roma no es un simple apéndice jurídico externo a la eclesiología eucarística, sino un elemento que se funda precisamente en ella".

Por otra, "la Iglesia ortodoxa debería afrontar con determinación el problema de la autocefalia, porque es de importancia fundamental para su futuro y para el ecumenismo, y así buscar soluciones adecuadas, con el fin de recuperar su propia unidad interna y su capacidad de actuar de forma concertada".

En este sentido, en el dialogo ecuménico entre católicos y ortodoxos, explica monseñor Koch, sobre la eclesiología en general y sobre el primado del pbispo de Roma en particular, "se han dado pasos alentadores en las últimas décadas", subrayando la importancia del trabajo de la Comisión teológica mixta católica y ortodoxa en los últimos años.

Reforma

Por otro lado, subraya monseñor Koch, el dialogo ecuménico con la ortodoxia "puede tener un impacto positivo también por lo que respecta a la superación de los problemas eclesiológicos ligados a la división occidental de la Iglesia".

De hecho, subraya el prelado, "también la eclesiología de la Reforma gira en torno a la comunidad local concreta, como aparece claramente en el propio Lutero".

Por ello, la eclesiología protestante "encuentra también su punto gravitacional en la comunidad local concreta: la Iglesia de Jesucristo está presente plenamente en las comunidades concretas que se reúnen en la celebración litúrgica".

También en la eclesiología protestante, cada comunidad está en relación de intercambio recíproco con las demás, explica el prelado. "La dimensión trans-comunitaria de la Iglesia existe implícitamente, pero es secundaria, como lo es la dimensión universal de la Iglesia".

Por eso, la mayor dificultad en este punto es "cómo relacionar, por una parte, la eclesiología católica, con su dialéctica entre pluralidad de iglesias locales y unidad de la Iglesia universal, y por la otra, la eclesiología protestante, que ve en la comunidad concreta la más auténtica realización de la Iglesia".

La situación se complica aún más en el caso de los protestantes, explica monseñor Koch, por la controversia sobre la dimensión sacramental de la Iglesia, un tema que marca una profunda diferencia entre la Iglesia católica y las comunidades e iglesias de la Reforma.

Por último, en lo que respecta a la eclesiología, otra cuestión que debe aclararse por parte protestante tiene que ver con el modo en que estas comunidades eclesiales se conciben a sí mismas: como una ruptura con el pasado de los 1.500 años anteriores de la cristiandad o como un desarrollo en continuidad fundamental con ella.

En este debate interno protestante "es deseable que esta segunda orientación teológica consiga imponerse, y que con ello, se pueda encontrar una respuesta satisfactoria, también en previsión del Aniversario de la Reforma, que se celebrará en 2017", concluye monseñor Koch.



 

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Espiritualidad


Evangelio del domingo: ¡Viva Cristo Rey!
Por monseñor Jesús Sanz Montes, ofm
OVIEDO, viernes, 19 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Publicamos el comentario al Evangelio del próximo domingo, 21 de noviembre, XXXIV del tiempo ordinario (Lucas  23,35-43), redactado por monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrador apostólico de Huesca y de Jaca. 


 

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Termina el año cristiano, y la Iglesia celebra el domingo de Cristo Rey. La liturgia nos relata el final de la pasión de Jesús en la que aparece como Rey. ¿Dónde está, Rey, tu reinado? Y ¿dónde tus súbditos leales?¿Adónde se fueron los incondicionales discípulos?¿En qué quedaron todos tus proyectos bienaventu rados?¿cómo es que este que se presenta así rey-de-los-judíos, ha nacido de mujer, se entretiene con niños, atiende a pobres y enfermos, se detiene con toda clase de pecadores, y pone en solfa nuestras leyes inhumanas? Así, todos, por temor, o desencanto, o indignación, o defraude... fueron abandonando a aquel Rey. Bueno, todos no. Estaban María, algunas mujeres y Juan. Y había otro más, el de la ultimísima hora: Dimas. Sólo Dimas no empleó el condicional de quien duda o niega, sino el imperativo de quien está seguro ante el acontecimiento que sus ojos ven: acuérdate de mí. La res puesta de Jesús no se hizo esperar: hoy estarás conmigo en el Paraíso.

Aquel Rey y su Reino no terminaron entonces. Aquel estar con Jesús y parti cipar en su reinado es lo que los cristianos hemos venido celebrando y prolongando durante siglos. Y es lo que en este último domingo del año litúrgico queremos es pecialmente recordar: que Él es el Rey de todo lo creado, el Rey de una nueva his toria, el Rey de una nueva humanidad

El reinado de Jesús no es una proclama fugaz y oportunista, no es un dis curso fácil y barato. Es, ni más ni menos, que devolver a la humanidad la posibili dad de volver a ser humana según el diseño de Dios; la posibilidad de reemprender aquel camino perdido que Dios ofreció antaño, y que una libertad no vivida en la luz, en la verdad y en el amor, llevó al traste. El reinado de Jesús es ese espacio de nueva historia en la que es posible vivir como hijos ante Dios, como hermanos ante los hombres, como confraternos ante todo lo creado.

Ya ha comenzado este reinado, y tantos hombres y mujeres han vivido así. Pero también, ¡cuántos aún no viven así ni ante el Padre Dios, ni ante el hermano hombre, ni ante la confraterna creación! Por eso, es un Reino de Jesús, que está sólo empezado,que se encuentra sin terminar, sin su plenitud final. Sólo hay un trono y éste es para Dios; y en ese trono se brinda libertad. Toda suplantación de ese Rey supondrá un camino de esclavitud, de inhumanidad, de corrupción, como lo demuestra la historia de siempre y la más reciente. Por Jesucristo Rey y por ese Reino hay que seguir trabajando, construyén dolo cotidianamente con cada gesto, en cada situación y circunstancia, para ir des­terrando y transformando cuanto en nosotros y entre nosotros no corresponda al proyecto del Señor. Como dijeron nuestros mártires: ¡viva Cristo Rey!



 

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Documentación


Comunicado de los obispos ingleses sobre el nuevo Ordinariato
Previsto por la “Anglicanorum Coetibus”
LONDRES, viernes 19 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Por su indudable interés histórico, ofrecemos a nuestros lectores el texto del Comunicado sobre la implementación de la Constitución Apostólica Anglicanorum Coetibus, por el que se establece un Ordinariato Personal en Inglaterra y Gales para los fieles anglicanos que desean adherirse a la Iglesia católica, y que ha hecho público hoy la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales.

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Comunicado sobre la implementación de la Constitución Apostólica Anglicanorum Coetibus

Establecimiento de un Ordinariato Personal en Inglaterra y Gales

Mucho se ha conseguido durante muchos años como resultado del diálogo y de las fructíferas relaciones ecuménicas que se han llevado a cabo entre la Iglesia Católica y la Comunión Anglicana. En obediencia a la oración del Señor Jesucristo a su Padre Celestial, la unidad de la Iglesia sigue siendo un deseo constante en la visión y en la vida de anglicanos y católicos. La oración por la unidad de los cristianos es la oración por el don de la plena comunión entre sí. Nunca debemos cansarnos de orar y trabajar por este objetivo.

Durante su visita al Reino Unido en septiembre, Su Santidad el Papa Benedicto XVI tuvo mucho interés en destacar que la Constitución Apostólica Anglicanorum coetibus: "... debería contemplarse como un gesto profético que puede contribuir positivamente al desarrollo de las relaciones entre anglicanos y católicos. Nos ayuda a fijar nuestra atención en el objetivo último de toda actividad ecuménica: la restauración de la plena comunión eclesial en un contexto en el que el intercambio recíproco de dones de nuestros respectivos patrimonios espirituales nos enriquezca a todos” 1.

Hace ya justo un año desde que se publicó la Constitución Apostólica. La iniciativa del Papa prevé la creación de Ordinariatos personales como una de las formas en que los miembros de la tradición anglicana puede tratar de entrar en comunión plena con la Iglesia católica. Como el Santo Padre dijo en esa ocasión, respondía así a las peticiones recibidas "repetidamente y con insistencia"2 por él de grupos de anglicanos que deseaban "ser recibidos en la comunión plena tanto individual como colectivamente". 3 Desde entonces, ha quedado claro que un número de clérigos anglicanos y sus fieles tienen realmente la intención de realizar su deseo de la plena comunión eclesial con la Iglesia Católica dentro de la estructura de un ordinariato.

En colaboración con la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) en Roma, los obispos de Inglaterra y Gales han estado preparando el establecimiento de un Ordinariato para principios de enero de 2011. Aunque puede haber dificultades prácticas en los próximos meses, los obispos están trabajando para abordarlas a nivel nacional y local.

Cinco obispos anglicanos que actualmente pretenden entrar en el Ordinariato ya han anunciado su decisión de renunciar al ministerio pastoral en la Iglesia de Inglaterra, con efecto a partir del 31 de diciembre de 2010. Ellos entrarán en plena comunión con la Iglesia católica a principios de enero de 2011. Durante el mismo mes, se espera que será publicado el Decreto de establecimiento del Ordinariato y se anunciará el nombre del Ordinario que será nombrado. Poco después, los ex obispos anglicanos no jubilados cuyas peticiones para ser ordenados sean aceptadas por la CDF, serán ordenados para el diaconado y el sacerdocio católicos, para el servicio en el Ordinariato.

Se espera que los ex obispos anglicanos jubilados cuyas peticiones para ser ordenados sean aceptados por la CDF, serán ordenado para el diaconado y el sacerdocio católico antes de Cuaresma. Esto les permitirá, junto con el ordinario y los otros anteriores obispos anglicanos, ayudar en la preparación y recepción de los antiguos clérigos anglicanos y sus fieles en la comunión plena con la Iglesia católica durante la Semana Santa.

Antes del inicio de la Cuaresma, esos clérigos anglicanos con grupos de fieles que hayan decidido entrar en el Ordinariato, comenzarán un período de intensa formación para su ordenación como sacerdotes católicos.

Al comienzo de la Cuaresma, los grupos de fieles, junto con sus pastores, serán inscritos como candidatos para el Ordinariato. Luego, en una fecha a convenir entre el Ordinario y el Obispo diocesano local, serán recibidos en la Iglesia Católica y confirmados. Esto probablemente se llevará a cabo ya sea durante la Semana Santa, en la Misa de la Cena del Señor el Jueves Santo o en la Vigilia Pascual. El período de formación para los fieles y sus pastores continuará hasta Pentecostés. Hasta entonces, estas comunidades serán atendidos sacramentalmente por el clero local, organizado por el Obispo diocesano y el ordinario.

En torno a Pentecostés, esos ex sacerdotes anglicanos cuyas peticiones para la ordenación hayan sido aceptadas por la CDF serán ordenados al sacerdocio católico. La Ordenación al Diaconado precederá a esto en algún momento durante el tiempo pascual. La formación en la teología católica y la práctica pastoral continuará por una cantidad adecuada de tiempo después de la ordenación.

Al responder con generosidad y ofreciendo una cálida bienvenida a aquellos que buscan la plena comunión eclesial con la Iglesia Católica en el Ordinariato, los obispos saben que el clero y los fieles que están en ese camino de fe traerán sus tesoros espirituales, que enriquecerán aún más la vida espiritual de la Iglesia católica en Inglaterra y Gales. Los obispos harán todo lo posible para que se establezca una colaboración estrecha y eficaz con el Ordinariato tanto a nivel diocesano como parroquial.

Por último, con la bendición y el aliento que han recibido del Papa Benedicto XVI reciente visita, los obispos católicos de Inglaterra y Gales han decidido continuar su diálogo con otras Iglesias cristianas y comunidades eclesiales en ese viaje hacia la comunión en la fe y la plenitud de la unidad por la que Cristo oró.

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Notas al pie

1 Discurso en el Seminario de Oscott, 19 de septiembre de 2010
2 Constitución Apostolica Anglicanorum Coetibus, 4 de noviembre de 2009
3 ibid

[Traducción del original en inglés por Inma Álvarez]

El original en inglés puede leerse en: http://www.catholic-ew.org.uk/Catholic-Church/media_centre/press_releases/press_releases_2010/Implementation-of-the-Apostolic-Constitution-Anglicanorum-Coetibus

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