El Papa glosa la figura de santa Verónica Giuliani

Benedicto XVI asegura que el Paraíso es la «meta de nuestro camino terreno»

 

El Papa Benedicto XVI dedicó la catequesis de la Audiencia General de ayer a recordar la insigne figura de una santa italiana, Verónica Giuliani, de la cual se celebra el 350 aniversario de su nacimiento el próximo 27 de diciembre. El Santo Padre ha subrayado de esta santa su certeza de que la muerte no es el final y su invitación a mantener la mirada fija en el Paraíso, «meta de nuestro camino terreno».

16/12/10 9:18 AM


 

(Sic/InfoCatólica) Santa Verónica fue una mística apasionada por Cristo. A los 17 años, respondió a su llamada y pasó toda su vida en el monasterio de las Clarisas de Città di Castello, en Italia, donde llegó a ser abadesa hasta su muerte en 1727.

“Hizo una tal experiencia del ser amada por Cristo que, todo en ella fue interpretado en términos de amor” ha explicado el Santo Padre. De ahí su “profunda serenidad y la alegría de poder mostrar a Cristo todo el amor del que es capaz una criatura”. En el ardiente deseo de la salvación del mundo, Verónica Giuliani entendió su misión contemplativa “como el acto de estar en medio entre los hombres y Dios, entre los pecadores y Cristo crucificado, en la oración y la ofrenda de sus pruebas”.

Vivir las palabras de la Santa Escritura

Santa Verónica estaba convencida, ha dicho el Pontífice, de que Jesús, en su pasión, había soportado también el sufrimiento que sus siervos fieles han soportado a lo largo de los siglos. “Su vida mística nunca se separó de los eventos de Salvación celebrados en la Liturgia, y en la Palabra de Dios”. “Verónica no sólo habla con las palabras de la santa Escritura, sino que las vivía”. El Papa ha invitado a seguir su testimonio que nos invita a crecer en nuestra unión vital con el Señor.

Alocución del Papa en español

Este ha sido el resumen que de su catequesis ha hecho el Santo Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes en el Aula Pablo VI:

Queridos hermanos y hermanas:

Quisiera hoy recordar con vosotros la figura de Santa Verónica Giuliani, nacida en Mercatello, el veintisiete de diciembre de mil seiscientos sesenta. En el bautismo recibió el nombre de Úrsula. Tres hermanas suyas abrazaron la vida religiosa en el convento de Santa Clara de su pueblo natal. Aunque su padre quería que contrajera matrimonio, ella deseó ardientemente desde niña ser toda de Jesús. Marchó muy joven al monasterio de Clarisas Capuchinas de Città de Castello y tomó nombre de Verónica. No tuvo una vida fácil. Pero, nunca se vino abajo en las pruebas, sino que las afrontó por amor a Jesús, con una confianza total y ofreciendo todo por la Iglesia.

Ansiaba padecer en unión con Cristo por la conversión de los pecadores. Tuvo numerosas visiones y experiencias místicas, que ella escribió en su Diario. Una apoplejía la llevó al lecho, falleciendo un mes después, el nueve de julio de mil setecientos veintisiete. Fue beatificada por Pío Séptimo y canonizada por Gregorio Dieciséis, en mil ochocientos treinta y nueve.

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a los procedentes de España, Chile y otros países latinoamericanos. Y, de modo particular, a los miembros de la comunidad católica mejicana de Roma, así como a los artesanos venidos de Guanajuato, acompañados por el Gobernador de dicho Estado y el Señor Arzobispo de León, a quienes agradezco el obsequio de un artístico nacimiento. Que el ejemplo de Verónica Giuliani incremente nuestro amor a Cristo. Muchas gracias.

Navidad Mexicana en el Vaticano

En el marco de esta audiencia el Papa ha recibido a la delegación religiosa y civil procedente de Guanajuato México, con motivo de la iniciativa que este año llega a su tercera edición, Navidad Mexicana en el Vaticano, este año bajo el título “Guanajuato, Alma de la Navidad Mexicana en el Bicentenario”. El Santo Padre ha contemplado el nacimiento y las decoraciones navideñas que han sido colocadas a la entrada del Aula Pablo VI del Vaticano.