Pero mientras tanto no se puede permanecer en silencio

El obispo de los coptos católicos de Luxor aboga por el diálogo para superar las persecuciones religiosas

 

Mons. Joannes Zakaria, obispo de los coptos católicos de Luxor, ha declarado a la agencia Fides, con motivo del mensaje del Papa para la próxima Jornada Mundial de la Paz, que «la Iglesia desde que nació, sobre todo y especialmente en la persona de Jesucristo, vive a la sombra de la cruz. Pero esta es la fuerza de nosotros los cristianos, desde las persecuciones de los primeros mártires del Imperio Romano».

18/12/10 9:51 AM


 

(Fides/InfoCatólica) “Dicho esto –continua Mons. Zakaria– no podemos permanecer en silencio sobre las violaciones de la libertad religiosa que tienen lugar en diferentes partes del mundo”.

El prelado egipcio asegura que no sólo piensa “en algunos países árabes y musulmanes, sino también a lo que sucede en el mundo hindú e incluso en Europa, donde las formas de la laicidad extrema socavan el anuncio cristiano. Por lo tanto, el Santo Padre ha hecho bien en recordar en el Mensaje por la paz este problema”.

No pretende convertir a un vecino musulmán

Mons. Zakaria añade que “para vivir en paz y armonía entre las personas de diferentes religiones hace falta superar el miedo y la desconfianza mutua y abrirse al diálogo”. Pone un ejemplo personal.

“Hace unos años me di cuenta de que uno de mis vecinos manifestaba desconfianza hacia mi. Sin perder los buenos animo comencé a visitarlo con ocasión de las fiestas musulmanas. Poco a poco su desconfianza desapareció y en su lugar nació una relación de profunda amistad. Más tarde me explicó que su desconfianza hacia mí nacía del temor de que yo quisiese convertirlo al cristianismo. Le dije que lo único que yo le pido es simplemente que sea un buen musulmán y que respete mi fe”.

El prelado cree que problemas como los de las relaciones entre las religiones “derivan de la política mundial que, en lugar de promover el diálogo entre los pueblos, culturas y religiones, promueve los intereses de unos pocos grandes grupos financieros”.

“Todos tenemos que recuperar nuestra plena humanidad, por el bien de la creación, que está amenazada por la explotación de los recursos naturales, que no sólo contamina, sino que además es inhumano”, concluye el Obispo de Luxor.