"Lo niños necesitan del amor de un padre y de una madre"

Benedicto XVI expresó su "gran tristeza" por las matanzas de cristianos en Filipinas y Nigeria

"Nuestro mundo continúa marcado por la violencia"

Redacción, 26 de diciembre de 2010 a las 14:24

 

Benedicto XVI expresó hoy una "gran tristeza" por los atentados ocurridos esta Navidad contra cristianos en Filipinas y Nigeria, que se han cobrado numerosas víctimas, y tras denunciar que no se detiene la violencia contra los seguidores de Cristo, hizo un llamamiento a la paz y contra el odio.

Ante varios miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro para el rezo del ángelus, el Papa denunció que en este tiempo de Navidad el mundo sigue marcado por la violencia.

"En este tiempo de Navidad, el deseo y la invocación del don de la paz se hacen más intensos. Pero nuestro mundo continúa marcado por la violencia, especialmente contra los discípulos de Cristo", afirmó el Obispo de Roma.

El Pontífice añadió que conoció "con gran tristeza" el atentado contra una iglesia católica en Filipinas mientras se celebra el rito de la Navidad, así como el ataque contra iglesias cristianas en Nigeria.

El Papa agregó que la tierra "se ha manchado también de sangre" en otras partes del mundo, como Pakistán.

"Deseo expresar mi más sentido pésame a las víctimas de estas absurdas violencias y repito una vez más el llamamiento a abandonar el camino del odio y encontrar soluciones pacíficas de los conflictos y dar a las poblaciones seguridad y serenidad", afirmó.

Benedicto XVI expresó asimismo su solidaridad con las familias que se ven obligadas a abandonar sus casas debido a las guerras, la violencia y la intolerancia.

El Papa pidió a los fieles unirse a él en las plegarias para pedir "con fuerza" a Dios "que toque los corazones de los hombres y lleve esperanza, reconciliación y paz".

Al menos once personas resultaron heridas ayer al estallar un artefacto explosivo en una iglesia en la isla filipina de Joló durante una misa con ocasión de la Navidad.

En la ciudad de Jos, capital del estado central nigeriano de Plateau, al menos 32 personas murieron y 74 resultaron heridas de gravedad al explotar durante la Nochebuena siete artefactos de fabricación casera en iglesias y barrios frecuentados por cristianos, tras los que podrían estar grupos islámicos.

En Pakistán, al menos 43 personas murieron ayer y 64 resultaron heridas en un atentado suicida contra un puesto de las fuerzas de seguridad en el cinturón
tribal paquistaní fronterizo con Afganistán.

Benedicto XVI exhortó el domingo a las familias a "no desanimarse" ante las pruebas y las dificultades con las que se enfrentan y a dedicarse con confianza al servicio de la vida y de la educación, y dijo también que los niños necesitan del amor "de un padre y una madre".

Ante varios miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro para el rezo del ángelus, el Papa recordó que la Iglesia celebra la fiesta de la Sagrada Familia el primer domingo tras la Navidad y que la familia de Nazaret sigue siendo "un modelo de vida" para la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer.

"La Sagrada Familia es un modelo de vida para todas las familias, ya que Jesús ha querido nacer en una y de esa manera la ha bendecido y consagrado. Pidamos por todas las familias para que no se desanimen ante las pruebas y las dificultades con las que se enfrentan", afirmó el Obispo de Roma.

También las exhortó a cultivar siempre el amor conyugal y a dedicarse con confianza al servicio de la vida y de la educación.

Benedicto XVI dijo asimismo que el nacimiento de un niño lleva algo de misterio y que lo saben bien los padres, que muchas veces cuando nace un hijo dicen "este niño es un don, un milagro".

Ello significa, aseguró, que el ser humano vive la procreación "no como un simple acto reproductivo, sino que intuyen que toda criatura humana es la señal por excelencia del Creador y Padre que está en los cielos".

"Por ello, es muy importante que todos los niños que vienen al mundo sean acogidos en el calor de una familia. No importan las comodidades exteriores. Jesús nació en un establo y como cuna tuvo un pesebre, pero el amor de María y de José le hizo sentir la ternura y la belleza de ser amado", subrayó el Pontífice.

Benedicto XVI destacó que un niño necesita del amor "de un padre y una madre", que es lo que le da seguridad y le permite descubrir el sentido de la vida.

Tras el ángelus, y hablando en español, saludó a los fieles de España y Latinoamérica presentes en la plaza vaticana e invitó a las familias cristianas de lengua española "a mirar con confianza el hogar de Nazaret, cuyo ejemplo de vida y comunión nos alienta a afrontar las preocupaciones y necesidades domésticas con profundo amor y recíproca comprensión".

(Rd/Efe)