30.12.10

Por fin tenemos obispo en Huesca y Jaca

A las 10:40 AM, por Luis Fernando
Categorías : Sobre el autor
 

Benedicto XVI ha nombrado a D. Julián Ruiz Martorell, actual vicario general de la archidiócesis de Zaragoza, como nuevo obispo de las diócesis de Huesca y de Jaca. Para los fieles que residimos en ambas diócesis es una buena noticia que la Iglesia nos haya concedido un nuevo pastor. Ciertamente habríamos preferido que cada una de las diócesis contara con su respectivo obispo, pero parece evidente que nos tenemos que ir acostumbrando a compartir el mismo de ahora en adelante. Digo yo que si Roma tiene pensado prolongar esta situación, lo lógico es que ambas iglesias locales se fundan en una sola. Entiendo la complejidad de acometer dicha fusión, que dudo que fuera vista con buenos ojos por los diocesanos de Jaca, pero estaremos todos de acuerdo en que para el futuro obispo y sus sucesores es mejor pastorear un solo rebaño que no dos.

Voy a ser muy sincero a la hora de valorar, o más bien no valorar, este nombramiento. No conozco de nada a mi nuevo obispo. Es decir, sé que es el vicario general de Zaragoza, sé lo que dice su currículum y sé lo que gente de Iglesia, cuyo criterio aprecio mucho, me ha dicho sobre don Julián. Pero no soy de los que habla por boca de otros, así que no tiene sentido que me manifieste en uno u otro sentido. Una cosa es cierta. Su afinidad con nuestro arzobispo metropolitano es total. Y eso siempre es un aspecto positivo.

Lo que sí manifiesto desde ya es mi disposición a acogerle como padre, como pastor y como maestro. Pido a Dios que le dé sabiduría para cumplir fielmente la tarea que le ha sido encomendada. Que no es fácil. Tanto Huesca como Jaca son diócesis con un dinamismo eclesial ciertamente mejorable. La labor de Mons. Sanz Montes ha sido importante pero es muy difícil implementar los cambios necesarios en unos pocos años. Ahora llega un nuevo pastor que seguramente traerá nuevas ideas, nuevos proyectos. En Huesca dejamos medio pendiente la posibilidad de realizar un sínodo diocesano. Veremos si el nuevo obispo lo impulsa prontamente o prefiere tomarse un tiempo antes de convocarlo, si es que lo convoca.

Don Julián, en mi nombre y en el de mi familia, sea usted muy bienvenido a esta diócesis. Que Dios le conceda la gracia de ser un buen pastor.

Luis Fernando Pérez Bustamante