Mensaje de Benedicto XVI a las familias en la plaza de Colón

"Las familias son auténticos santuarios de fidelidad, respeto y comprensión"

"Celebrar con gozo el valor del matrimonio y la familia"

Jesús Bastante, 02 de enero de 2011 a las 12:10
 

(Jesús Bastante).- "Las familias son auténticos santuarios de fidelidad, respeto y comprensión". Con estas palabras, Benedicto XVI ha saludado a las miles de familias que se congregan hoy en la madrileña plaza de Colón. En una mañana soleada, el aspecto es el de una plaza llena, pero no tanto como esperaban los organizadores. Hay huecos, y no se han llenado las avenidas aledañas.

Tras dos horas de villancicos y testimonios (desde los obispos europeos a la presidenta de Manos Unidas, Myriam García Abrisqueta, el médico del Atlético de Madrid, doctor Villalón, y familias numerosas), el obispo Reig agradeció a las familias presentes su compromiso. Kiko Argüello se encargó de cantar varias canciones, mientras los obispos ocupaban sus posiciones en el altar.

A las doce, todos se giraron hacia la pantalla gigante instalada a la izquierda de la cruz, donde Benedicto XVI, desde la plaza de San Pedro, pronunciaba el Angelus. Con unas palabras especialmente dirigidas a los asistentes a la misa de  Colón: "Saludo con afecto a los pastores y fieles reunidos en la plaza de Colón para celebrar con gozo el valor del matrimonio y la familia, bajo el lema La familia cristiana, esperanza para Europa".

El Pontífice invitó a los asistentes a "ser fuertes en el amor y contemplar con humildad el misterio de la Navidad, que continúa hablando en el corazón y se convierte en mirada de amor y vida fraterna".

Para el Papa, la "dulce presencia del niño Jesús es una imagen nítida de lo que han de ser cada una de las familias cristianas. Auténticos santuarios de fidelidad, respeto y comprensión, donde se transmite la fe, se fortalece la esperanza y se enardece la caridad".

"Vivid con renovado entusiasmo la vocación cristiana en el seno del hogar, como genuinos servidores del amor, que acoge, acompaña y defiende la vida", concluyó el Pontífice. Tras sus palabras, dio comienzo la ceremonia eucarística.