Proposición no de Ley presentada en el Parlamento Vasco

Aralar exige la «inmediata» derogación de los Acuerdos con la Santa Sede de 1979

 

El grupo parlamentario Aralar ha registrado una proposición no de ley en el Parlamento vasco para exigir al Gobierno de España que denuncie el Acuerdo con la Santa Sede en materia de educación y temas culturales, que este lunes cumple 32 años. La iniciativa parlamentaria afirma que el acuerdo contiene obligaciones «inaceptables» como las de impartir clases de religión o «respetar los sentimientos de los católicos»

03/01/11 5:27 PM


 

(EP/InfoCatólica) Con 62.514 votantes, Aralar es la cuarta formación política más votada en el País Vasco, en cuyo Parlamento cuenta con 4 escaños. La propuesta de Aralar recuerda que dicho acuerdo "obliga" a la educación pública vasca a impartir clases de religión dentro del horario lectivo, cuestión que implica dotar a la educación pública de profesores pagados con dinero público.

Afirma que, aunque la contratación se realiza entre la administración pública y las escuelas de religión católica, la administración ha de elegir entre las personas designadas por el obispo de la diócesis. "Si el obispo determina expulsar a la persona elegida, tal y como ya ha ocurrido, y el trabajador decide acudir a los tribunales, el responsable es la administración, ya que el contrato no lo firma la iglesia católica sino la administración pública", recuerda. 

Un planteamiento inaceptable: que la enseñanza y los medios de comunicación respeten a los católicos

Asimismo, Aralar denuncia que el Concordato también asume que "la educación que se imparta en los centros docentes públicos será respetuosa con los valores de la ética cristiana", lo que supone "imponerle a la escuela pública una obligación" que "no se asemeja en nada a la sociedad en la que vivimos". A su juicio, la escuela pública "no está para dar religión, aunque sea la católica", puesto que la distinción entre Estado e Iglesia ha de llegar también "a los contenidos". 

El parlamentario ha asegurado que el Concordato también "impone obligaciones" a los medios de comunicación públicos, que deben respetar "los sentimientos de los católicos".  "Sería inaceptable firmar un planteamiento así con miembros de cualquier otra religión, ni siquiera llegar a plantear firmarlo a día de hoy. Está claro, por otro lado, que a día de hoy tampoco se cumple", añade. 

Por último, insiste en que el Concordato tiene que ser denunciado, porque "aunque sea comprensible que no lo haya hecho la derecha, que al fin y al cabo fue quien firmó el acuerdo con el Vaticano", desde la izquierda "se ha de tomar la iniciativa".