Presidido por Fisichella

González Montes, miembro del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización

Dicasterio para hacer frente a la secularización en Occidente

Redacción, 05 de enero de 2011 a las 13:19

 

Benedicto XVI ha nombrado hoy al Obispo de Almería, Adolfo González Montes, miembro del «Pontificio Consejo para la Promoción de la nueva Evangelización».

Con este nombramiento, que honra y alegra a la diócesis de Almería y que acompaña el de otros obispos para completar el cuadro de prelados y staff del nuevo dicasterio romano, el Papa da forma a este nuevo ministerio vaticano, con el que Benedicto XVI quiere afrontar el reto de la nueva evangelización de los países de origen cristiano, que hoy sufren una fuerte secularización de sus sociedades y cultura.

Monseñor Adolfo González Montes fue en su día nombrado consultor del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad, cargo que ocupó durante más de 10 años. Ha sido miembro de las Comisiones Episcopales de la Doctrina de la Fe y del Patrimonio Cultural de la Iglesia. En la actualidad es, asimismo, el Presidente de la Comisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales.

Benedicto XVI creó el nuevo Pontificio Consejo mediante la Carta Apostólica Motu proprio «Ubicumque et semper», palabras con las que empieza la versión original en latín del documento, el 21 de septiembre de 2010. Con esta Carta Apostólica el Papa creaba este nuevo organismo vaticano, con el objetivo de estudiar, programar y sugerir las propuestas y medios necesarios para llevar a cabo la nueva evangelización de los viejos países cristianos afectados por una cultura hondamente secularizada y de un laicismo agnóstico notablemente beligerante contra la concepción cristiana de la vida y la impregnación histórica de la cultura por el cristianismo.

El Papa ha puesto al frente de este nuevo dicasterio romano al Arzobispo titular de Voghenza Mons. Salvatore Fisichella, el cual decía en la presentación del nuevo Pontificio Consejo, que el Magisterio ha reflexionado ampliamente sobre la nueva evangelización, que el Papa Juan Pablo II se trazó como objetivo ineludible en el tránsito al Tercer Milenio, y que este objetivo se presenta como un gran desafío para toda la Iglesia, que debe "encontrar las formas apropiadas para renovar su anuncio a tantos bautizados que ya no entienden el sentido de pertenencia a la comunidad cristiana y son víctimas del subjetivismo de nuestro tiempo cerrado en un individualismo carente de responsabilidad pública y social".

Por eso, añadía el Presidente del dicasterio, la Carta Apostólica de Benedicto XVI habla de la necesidad de estudiar y atender pastoralmente a las "las nuevas exigencias que requiere la situación histórica contemporánea", ya que la "nueva evangelización no es una fórmula igual en todas las circunstancias".

(Rd/Odisur)