8.01.11

El Bautismo (una síntesis mínima)

A las 4:43 PM, por Guillermo Juan Morado
Categorías : General

 

Por si les vale a los lectores. Aunque me he propuesto limitarme a las homilías, no tengo tribunal superior que me impida incluir algún que otro post no estrictamente homilético. Como este. Un saludo a todos. GJM.

El Bautismo

Creo que un libro de cabecera, de referencia básica, para los católicos ha de ser el “Catecismo”. Ahí está casi todo: los fundamentos bíblicos, los testimonios de la tradición y la síntesis de la doctrina. Habría que ser muy ingenuos para pensar que el “Catecismo” es algo simple, impropio de cristianos “ilustrados”.

Al sacramento del Bautismo se le dedica el artículo 1 de la segunda sección de la segunda parte del “Catecismo”. Esta segunda parte trata sobre la celebración del misterio cristiano, parte que sigue a la primera, sobre la profesión de fe. En la segunda sección de la segunda parte se trata de “los siete sacramentos de la Iglesia”.

En el contexto de los sacramentos de la iniciación cristiana, se habla sobre el Bautismo, dando respuesta a siete cuestiones: I. El nombre de este sacramento. II. El Bautismo en la economía de la salvación. III. La celebración del sacramento del Bautismo. IV. Quién puede recibir el Bautismo. V. Quién puede bautizar. VI. Necesidad del Bautismo. VII. La gracia del Bautismo.

I. El nombre del “Bautismo” remite al hecho de “introducir dentro del agua”. El Bautismo es un “baño” que ilumina el espíritu.

II. En la economía de la salvación, el Bautismo es prefigurado en la Antigua Alianza: en el misterio del agua como fuente de la vida; en el arca de Noé como ámbito de salvación; en el paso del mar Rojo, como signo de liberación; en el paso del Jordán, como acceso a la tierra prometida.

En Cristo culminan todas estas prefiguraciones. En el misterio de su Pascua, Cristo abrió a todos los hombres las fuentes del Bautismo. En la Iglesia, el Bautismo nos permite participar en la muerte, en la sepultura y en la Resurrección del Señor.

III. ¿Cómo se celebra este sacramento? Se inserta, como primera etapa, en el camino de la iniciación cristiana. La mistagogía de la celebración, los ritos que la conforman, manifiestan su significado: Cristo nos ha adquirido por su Cruz; Dios nos ilumina con su Palabra para suscitar en nosotros la fe; se renuncia a Satanás para poder confesar la fe de la Iglesia; el agua es consagrada por el poder del Espíritu Santo; se derrama tres veces el agua sobre la cabeza del candidato; se nos unge con el santo crisma y se nos reviste con la vestidura blanca.

IV. ¿Quién puede recibir el Bautismo? No cabe una respuesta más universal: “Todo ser humano, aún no bautizado, y sólo él”. Bien sean adultos o niños.

V. ¿Quién puede bautizar? En caso de necesidad, “cualquier persona, incluso no bautizada, puede bautizar si tiene la intención requerida y utiliza la fórmula bautismal trinitaria”. La razón: Dios quiere que todos los hombres se salven y el Bautismo es necesario para la salvación.

VI. Necesidad del Bautismo: Es necesario para la salvación. Eso sí, quedan abiertas las puertas del “Bautismo de sangre” y del “deseo del Bautismo”, aunque ni uno ni otro sean sacramento. Incluso cabe ser optimistas en relación con los niños muertos sin Bautismo, fiándonos de la misericordia de Dios.

VII. La gracia del Bautismo. Los efectos principales del Bautismo son la purificación de los pecados y el nuevo nacimiento en el Espíritu Santo.

Guillermo Juan Morado.