11.01.11

Las bajas del ejército de Cristo

A las 11:03 AM, por Andrés Beltramo
Categorías : Iglesia en América, Iglesia Universal
 

Forman parte del ejército de Cristo, una fuerza pacifista, espiritual y silenciosa. Están en la primera línea de fuego y, por ello, se exponen a causar baja. Son obispos, sacerdotes, monjas, religiosos, diáconos, seminaristas o simples laicos. Los vincula una cosa: que su amor por Dios, por la Iglesia y por los demás los lleva a entregarse por completo, incluso hasta dar la vida.

Se trata de los católicos de a pie, esos que todos los días anuncian el Evangelio en todos los confines de la tierra, incluso afrontando peligros evidentes. Porque -aunque parezca extraño- ser cristiano, hoy por hoy, puede resultar muy peligroso.

Así lo dejó en claro el reporte anual de “Agentes pastorales asesinados durante el 2010″, una lista confeccionada por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos del Vaticano. Según ese informe en los últimos 12 meses unos 23 misioneros católicos perdieron la vida de forma violenta en el mundo. Se trata de una cifra limitada que no incluye muchos casos no reportados al Vaticano por falta de medios, conocimiento e información.

De todas maneras es un número preocupante, sobre todo porque la región más peligrosa para los agentes de pastoral no resultó ser el Medio Oriente o el Continente Asiático sino América Latina con, nada más y nada menos, que 15 muertos (65 por ciento del total). El país con mayor número de asesinatos fue Brasil, con cinco, seguido de Colombia con tres, México y Perú con dos cada uno mientras Venezuela, Haití y Ecuador registraron un homicidio cada uno.

En Latinoamérica, el “Continente de la esperanza”, en 2010 perecieron de forma violenta 10 sacerdotes, un religioso, un seminarista y tres laicos. Muy atrás en el conteo se ubicó Asia con un obispo, cuatro sacerdotes y una religiosa asesinados mientras África contó un presbítero y un seminarista muertos. Seguramente la lista no incluyó los fallecidos en los últimos atentados en Irak, Nigeria, Filipinas y Pakistán. Si los contabilizara los números serían mucho más elevados.

Por lo pronto las bajas asiáticas registradas tuvieron lugar en Irak (dos), China (dos), India y Turquía. En este último país estremeció el asesinato del obispo italiano Luigi Padovese, ultimado a cuchillazos por un fanático musulmán que tenía tanto odio dentro como para llegar casi a decapitarlo. Tras el ataque su cabeza quedó pendiendo sólo de un par de músculos. Las pérdidas africanas tuvieron lugar en la República Democrática del Congo.

El informe de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos incluyó las estadísticas de los agentes de pastoral asesinados en los últimos años. Los números son estremecedores: 37 muertos en 2009, 20 en 2008, 21 en 2007, 24 en 2006 y así sucesivamente hasta llegar a datos extraordinarios como el referido a 1994 cuando, en el genocidio de Ruanda, se contabilizaron 248 fallecidos, entre ellos 103 sacerdotes, 65 monjas y 47 religiosos.

Desde que existe este reporte Vaticano (1990) unos 15 obispos fueron víctimas de homicidio. México tiene el triste “honor” de ser el único país del mundo con la muerte violenta de un cardenal (Juan Jesús Posadas Ocampo - 1993) y con sus autores todavía impunes.