11.01.11

Augurios del otro lado del océano

A las 9:48 PM, por Luis Santamaría
Categorías : Santería - cultos afroamericanos
 

Uno de los órdenes sacerdotales de la antigua Roma era el de los augures, los adivinos oficiales, que estuvieron presentes en todas las épocas de su historia. Interpretaban las señales del cielo y, como bien indica el Diccionario de la Real Academia Española, practicaban la adivinación “por el canto, el vuelo y la manera de comer de las aves y por otros signos”. Gracias a la observación de los fenómenos naturales, presagiaban el futuro. Y de esta práctica y de sus protagonistas nos viene el término castellano “augurio”. Y, aunque mucha gente no lo sepa, la palabra “inaugurar”, que no era otra cosa que emprender algo después de haber consultado el vaticinio de los augures.

Muchos siglos después, no sólo nos quedan restos de esta costumbre en diversas prácticas adivinatorias o “mancias” varias que campan a sus anchas por el curioso mundo del ocultismo, o que perviven en antiguas culturas alrededor del mundo. En algunos lugares el tema de los presagios cobra, como en la antigua Roma, un cariz institucional. A primeros de año, como ya es habitual de un tiempo para acá, los medios de comunicación (incluidos los informativos más serios de la televisión) nos han mostrado la predicción oficial de los santeros cubanos para el año nuevo. Sí, oficial. Y difundida a todo el mundo a través de los medios.

Ya sé que a mucha gente esto de la santería le suena a magia negra, rituales extraños y poco más. Se trata de una forma de religiosidad afroamericana que está presente sobre todo en Cuba, pero que ha traspasado las fronteras de la isla caribeña para difundirse con gran rapidez, por obra de la emigración, tanto en los EE.UU. como en Europa, a través de España, donde ya no es raro ver tiendas y anuncios de santería y otros ritos semejantes, sobre todo en las grandes ciudades. En un claro ejercicio de sincretismo originado por los primeros esclavos negros en Centroamérica, mezcla elementos del antiguo culto yoruba africano con el catolicismo que se encontraron al llegar allí.

Como explica el experto Miguel A. de la Torre en un libro editado en los EE.UU. sobre este fenómeno, “la santería está compuesta por un cristianismo ibérico modelado por la contrarreforma y el catolicismo popular español, mezclado con la adoración africana a los ‘orishas’ tal como se practicaba por la religión yoruba en Nigeria y más tarde modificada por el espiritismo kardeciano [de Allan Kardec] que se originó en Francia y se hizo popular en el Caribe”. Un cóctel espiritual muy completo, como puede observarse.

Pues bien, volviendo al tema de los augurios para el nuevo año, resulta que los “babalawos”, que así se llaman los sacerdotes de este culto sincretista, publican la llamada “Letra del Año”, el oráculo mayor de sus divinidades católico-africanas con las previsiones de los principales acontecimientos. El 3 de enero pasado hicieron la presentación oficial de estos vaticinios, señalando que el año 2011 estará bajo la regencia de la deidad Oggún, “patrón de los herreros y de los militares”, acompañada por Oshún, “divinidad asociada a la maternidad y a la protección de los niños”. Con esta mezcla explosiva, uno puede imaginarse cualquier cosa. Las agencias de prensa han difundido las principales conclusiones (hay que aclarar que de dos asociaciones santeras diferentes), que pueden resumirse en unos cuantos puntos sobre la actualidad (o más bien el porvenir) internacional.

Habrá cambios bruscos en sistemas políticos, se producirán conflictos bélicos y avances militares, morirán importantes personalidades de la vida pública, se dará una apertura comercial y crecerá el intercambio internacional de mercancías, habrá problemas medioambientales causados por el dichoso cambio climático (crecida del nivel del mar, sequía, etc.) y hasta hay lugar para la salud: leemos en el despacho de Efe que “habrá que cuidarse de los transtornos cerebrovasculares, enfermedades respiratorias como la tuberculosis o problemas oftalmológicos y óseos”. Y los babalawos recomiendan cuidar la familia, evitar el derroche, promover el trabajo y recuperar valores morales que se han perdido. Todo un completo panorama para la vida actual.

Además, una recomendación: acabar con los “viejos esquemas políticos para disfrutar de un nuevo orden social”. Vamos, la versión espiritual de “otro mundo es posible”, y la llamada a una globalización alternativa. A lo mejor algún político de cualquier país puede tomar estas ideas para su programación anual. Y hablando de esto… ¿no lo habrán dicho por el sistema que gobierna la isla desde donde se emite el oráculo?

Hace tiempo aprendí que cuando se programa algo importante, al cabo del tiempo hay que pararse para un sano ejercicio de revisión. Me parece que estos sacerdotes de la santería cubana, cuando se reúnen el 31 de diciembre de cada año para consultar el “oráculo de Ifá”, no acostumbran a revisar el acierto o desacierto de sus pronósticos para el año que termina. Podrían hacerlo sin miedo, porque todas esas cosas que han “adivinado”, creo que se cumplen sin mayores dificultades. Pues sí que son astutos y clarividentes los dioses santeros, esos mestizajes de santos cristianos con deidades venidas del África profunda. Han superado a aquellos augures de la antigua Roma, al menos en la difusión global de sus profecías.

Dicen los expertos que no se trata solo de adivinar el porvenir, sino también de situar al hombre en el presente de acuerdo con su destino. Es decir, de vuelta al paganismo de la Antigüedad. Si los dioses –sean los que sean– rigen nuestro destino… ¿qué lugar hay para la libertad del hombre?

Luis Santamaría del Río
En Acción Digital