La presión mediática internacional ha sido eficaz para reducir los ataques contra cristianos en el estado indio de Orissa, que siguen en otros 17 estados
Mundo
Miércoles, 12 de Enero de 2011 21:33

En 2010 se registraron 149 ataques contra cristianos, sobre todo protestantes, en un total de 18 estados de la India. En años anteriores las persecuciones ocurrieron sobre todo en Orissa. La presión de la atención mediática internacional sobre las autoridades locales, ha conseguido la violencia cesase casi por completo en este estado.


El informe lo publica la Agencia Fides a partir de los datos de la 'Evangelical Fellowship of India', una organización que reúne a las comunidades cristianas de diferentes denominaciones protestantes


Los actos de violencia perpetrados por grupos extremistas hindúes en 2010 se produjeron sobre todo en los estados de Karnataka, Andra Pradesh (sur de la India), Madhya Pradesh y Chattisgarh (India Central).


El balance de la 'Evangelical Fellowship of India' constata que en estas otras áreas, los grupos extremistas hindúes han seguido actuando sin ningún tipo de interferencia, "en la indiferencia general y la impunidad, también debido a que a menudo las autoridades civiles en el poder pertenece al partido nacionalista hindú BJP (Baratiya Janata Party), que protege y legitima a los grupos extremistas".


Los ataques, indica el informe, incluyen violencias contra personas, lugares, instituciones e incluso comunidades enteras reunidas en celebraciones religiosas. En particular se denuncia la violencia sexual contra las mujeres cristianas, registrada especialmente en el estado de Karnataka, por intimidación o por conversiones forzadas al hinduismo.


La impunidad de los autores, según afirma el informe, es la razón principal por la que los ataques continúen. El informe también indica el uso de la propaganda anti-cristiana realizada por muchos medios de comunicación, que sirve para alimentar el odio religioso y la incitación a la violencia.


Las comunidades cristianas de la India han reiterado su llamamiento a las autoridades gubernamentales y de la policía para una mayor protección, por la libertad religiosa y la defensa de los derechos fundamantales de todos los ciudadanos indios, sea cual sea la fe que profesen.