13.01.11

El Camino Neocatecumenal hace camino en Japón

A las 12:09 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Defender la fe
 

Verdaderamente el empecinamiento de más de uno por incordiar lo que se pueda no deja de sorprender.

Algunos, supongo yo, obispos japoneses no eran, y no son, del gusto de que el Camino Neocatecumenal desarrolle su misión evangelizadora en tierras niponas.

Oposición ha habido mucha. Ha tenido que intervenir el mismo Papa.

Se pedía, por parte de los pastores japoneses, que la labor del Camino se parara, por así decirlo, por un periodo de cinco años. Es decir, que dejaran de hacer lo que hacen por si acaso tras el tiempo citado, no muy extenso por cierto, al creyente católico japonés se le olvida lo que lleva a cabo el movimiento.

Esto lo que quiere decir es que hay resistencia a la labor del Camino, lo cual es algo extraño.

Sabemos que el movimiento fundado por Kiko Argüello y Carmen Hernández tiene una forma peculiar, propia del mismo, de evangelizar. No es ni mejor ni peor que otra sino que es, eso, precisamente, particular. Sus Estatutos fueron aprobados en el 2008 y eso debería ser más que suficiente como para que quien tiene que saber lo que eso significa lo sepa y lo entienda.

Pues parece que no, que lo que es tan sencillo de entender no se quiere entender.

Algunos han escrito, por ejemplo, que el Camino Neocatecumal consigueque el Papa no los expulse de Japón” porque deben creer que el Santo Padre, precisamente Benedicto XVI, es persona manejable que no sabe lo que hace y que, por mediación de algún tipo de presión ha permitido que los Kikos sigan en Japón. Y esto es como decir que la Iglesia católica no ha de ser universal sino que sus fieles han de evangelizar según les interese a los obispos de cada diócesis.

Repito que sus Estatutos los aprobó el mismo Papa que ahora apoya que se cumplan en todas partes. Y eso debería hacer pensar, a más de un pastor que sus ovejas, a lo mejor, tienen derecho a conocer todos los caminos que llevan al definitivo Reino de Dios.

Sin embargo, bien podemos decir que el diagnóstico que ha llevado a que los obispos japoneses se opongan, de una forma tan extraña, al Camino Neocatecumenal, es meridianamente claro y manifiesta lo que, en verdad, se quiere: no se adaptan a la cultura japonesa o, lo que es lo mismo, que para ellos, al parecer, la inculturación no es lo suyo que es como decir que ellos van a lo suyo y la cultura japonesa, en este caso, les importa poco.

Esto, sin embargo, no debería extrañar a nadie porque el catolicismo tiene una doctrina que no puede adaptarse a las características propias de cada sitio donde llegue para ser conocida. En esto no puede haber cambio.

Si lo que se quiere decir es que en aspectos litúrgicos no gusta la forma, por ejemplo, de celebrar la Eucaristía que lleva a cabo el Camino Neocatecumenal deberían recordar, repito, que fue aprobada, por cierto, por el Vaticano en 2008. Lo único que deberían hacer es dejar libertad a sus fieles para que cada cual hiciera, hablando en plata, lo que le diera la santa gana y quien no quiera acercarse al Camino pues no se acercará. A eso se le llama ser libre y la libertad es un don de Dios.

Sin embargo, a lo mejor lo que gusta a los obispos japoneses es la inculturación tipo Juan Masiá. El Jesuita se ha inculturado tanto en Japón que bien podemos dudar de que siga siendo católico.

A lo mejor el problema es de tal jaez.

Eleuterio Fernández Guzmán