Premios Bravo a la Escolanía de Montserrat y a Manos Unidas, entre otros

Monseñor Piris pide a la Iglesia que entre “en diálogo sincero con los comunicadores”

“Necesitamos salir a los caminos” y “dar respuesta a la nostalgia de Dios”

José Manuel Vidal, 21 de enero de 2011 a las 17:36
 

(José Manuel Vidal).-El presidente de la comisión episcopal de medios, Joan Piris, ha vuelto a aprovechar la entrega de los Premios Bravo para trazar una nueva forma de presencia y relación de la Iglesia institucional con los medios de comunicación. En clave positiva y de sintonía con los periodistas y con el "patio de los gentiles" de los medios. Primero, reconociéndolos como "maravillosos inventos de la técnica". Y, además, haciendo autocrítica, para confesar "las propias debilidades" y proponer medios concretos para "mejorar en este ámbito tan complejo y variado".

Piris aseguró, desde el principio de su discurso "la amistad y cercanía de la Iglesia a los medios". Porque, aunque no siempre parezca así, "la mirada de la Iglesia sobre el mundo de los medios de comunicación es positiva". Al menos, para los obispos de la comisión de medios.

En una sala de la Plenaria abarrotada de público, Piris estuvo flanqueado por Ginés García, obispo de Guadix, Juan del Rio, arzobispo castrense, Joan Enric Vives, arzobispo de la Seo de Urgell, Rafael Palmero, obispo de Alicante, Juan José Omella, obispo de La Rioja y el director del secretariado, José María Gil. En la sala, además del público y de los premiados, el abad de Montserrat, Josep María Soler.

El obispo de Lleida reiteraba el "aprecio de la Iglesia a los medios". Eso sí, de "una Iglesia que se comunica con el mundo y no se cierra en sí misma o se limita a defenderse, una Iglesia que, como su Señor, ama al hombre y se sitúa en su camino para comprenderlo y acompañarlo".En definitiva una Iglesia que no tiene nada que ver con la del no y la del anatema.

Una Iglesia que, además, puede presumir de tener numerosas "teresas de Calcuta" en "las encrucijadas del dolor, del sufrimiento, de la pobreza, de la educación, de la cultura y, en definitiva, de la evangelización". Según Piris, ésa es la buena noticia que ha de saber comunicar la Iglesia.

Reconocer las propias debilidades

Sin ocultar sus propios pecados. La iglesia tiene que "reconocer a la vez, con humildad y dolor, las propias debilidades y pecados que existen en su historia y en sus filas, como nos enseña Benedicto XVI".

Después de la autocrítica, Piris se sintió acreditado para señalar algunos de los pecados de la comunicación actual. Una comunicación, sobre todo la televisiva, que en muchas ocasiones está casi exclusivamente "entregada a la pura lógica del mercado", y relega al olvido "el sentido de servicio público y social".

La Iglesia, que apuesta por "una comunicación de acuerdo con la dignidad humana" quiere mejorar en este ámbito, "salir a los caminos por donde transitan los hombres y mujeres de nuestro tiempo y dar respuesta a la nostalgia de Dios".

Y monseñor Piris no se quedó en la teoría, sino que ofreció medios concretos, para que la Iglesia pueda "ejercitar una verdadera diaconía de la cultura con la levadura del Evangelio y el conocimiento del hombre de nuestro tiempo".

Entre los medios, concretos y llenos de sentido común, Piris señaló, en primer lugar, "entrar en diálogo con los comunicadores y con los líderes de opinión" y mantener con ellos "una relación sincera, respetuosa y convincente".

En segundo lugar, "buscar nuevos lenguajes" para comunicar mejor. Y, en tercer lugar, "apostar por una pastoral de las comunicaciones orgánica e integral". A su juicio, no se trata ya de algo optativo o teórico, sino de una dinámica "que hemos de traducir en obras, procedimientos y planes concretos, realistas y eficaces". Además, todo ello "sin miedos ni reservas en comunión eclesial y sinergia estratégica".

Una nueva dinámica comunicativa, pues, porque está en juego "la credibilidad de nuestro testimonio cristiano y eclesial", concluyó el obispo de Lleida, entre los aplausos de los asistentes.

Los premiadosGalardonados

Han recogido los distintos premios:

Paloma Gómez Borrero, PREMIO ¡BRAVO! ESPECIAL

Juan Vicente Boo, corresponsal del diario ABC en El Vaticano, PREMIO ¡BRAVO! DE PRENSA

Juan Pablo Colmenarejo, Director del programa "La Linterna" de la Cadena COPE, PREMIO ¡BRAVO! DE RADIO

Carlos Carballo Varela, productor Ejecutivo de la Serie "Padre Casares" y director de Voz Audiovisual. La Serie, que se emite actualmente en la Televisión de Galicia, Del Grupo Voz-Audioviusual, quien ha obtenido el PREMIO ¡BRAVO! DE TELEVISIÓN

Juan Manuel Cotelo, director de la película "La última Cima", PREMIO ¡BRAVO! DE CINE

Josep María Soler, abad de Montserrat, en nombre de la Escolanía de la Abadía de Montserrat, PREMIO ¡BRAVO! DE MÚSICA

Miryam García, presidenta de "MANOS UNIDAS" por el PREMIO ¡BRAVO! DE PUBLICIDAD a esta organización Católica de ayuda al desarrollo.

Javier Martínez -Brocal, Director de "ROME REPORTS", productora de contenidos audiovisuales, PREMIO ¡BRAVO! DE NUEVAS TECNOLOGÍAS

Ricardo Vicedo, fundador del programa "De par en par" y Eloy Martín, su actual director, recogen el PREMIO ¡BRAVO! AL TRABAJO DIOCESANO EN MEDIOS DE COMUNICACIÓN