25.01.11

Otra dosis de fobia a Cristo y María en Zújar

A las 6:12 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General
 

Por andar con paños calientes ocurre lo que ocurre. Los cristianos estamos aguantando una persecución encubierta o cara a cara. Depende de lo que sea y como sea.

En el pueblo granadino de Zújar, en la comarca de Baza, obispado de Guadix, una compañera profesora de Religión y Moral Católica en un centro público tenía unos metros cuadrados de una habitación para colocar sus libros en una estantería. Era el despacho del departamento compartido. En la pared ha tenido durante largo tiempo un crucifijo y un icono de la Virgen, que le regalaron los compañeros de otras asignaturas. Hasta ahora.

Pero como todos los compañeros no son iguales. Han llegados dos nuevos a compartir el despacho del departamento. Son de Ciencias Sociales y les da histeria ver los símbolos sagrados.
La noticia la pueden leer pulsando aquí.

Los símbolos religiosos católicos los ha retirado la profesora de Religión, doña Susana Fernández, probablemente por miedo a ser quemada en el patio colegial junto al crucifijo y el icono de María Santísima.

Los compañeros profesores de Religión de la zona de Baza han emitido una nota en solidaridad con doña Susana. El documento lo pueden leer pinchando aquí.

Las adhesiones que ha recibido la compañera son innumerables. Los mensajes de apoyo son muchos. Aquí dejamos el nuestro y le ofrecemos este blog por si desea declarar o decir algo contra los intolerantes y zafios profesores de sociales.

Este hecho es uno de los numerosos que no nos enteramos. La norma de un “poquito de anticlericalismo” como una ración buena para matar, a dosis controladas, más la sociedad española aquí la tenemos, en la boca del antes llamado “vaticanista” entre los socialistas, Peces Barba, tal como se puede leer pinchando aquí mismo.

Esta es la España actual. Esta es la herencia socialista en España. Este paisaje seguirá adelante, sin cambiar nada, aunque la actual oposición llegue a gobernar. De esta convicción no me baja nada ni nadie.

Tomás de la Torre Lendínez