El Papa propone "la formación ecuménica de las nuevas generaciones" para conseguir la verdadera Unidad de los Cristianos
Roma
Jueves, 27 de Enero de 2011 01:00

Benedicto XVI hizo hincapié este miércoles en la importancia de los esfuerzos hacia la Unidad de los Cristianos, pero reconoció "que estamos aún lejos de esa unidad por la que Cristo rezó". Destacó como un herramienta para avanzar en el proceso "la formación ecuménica de las nuevas generaciones y, sobre todo, la conversión del corazón y con la oración".


Durante la celebración de las vísperas con ocasión de la clausura de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, el Papa puso de relieve que "nuestro deber es proseguir con pasión el camino hacia esta meta con un diálogo serio y riguroso para profundizar en el común patrimonio teológico, litúrgico y espiritual y con el conocimiento recíproco".
 

Subrayó que "a lo largo de las últimas décadas, el movimiento ecuménico, "surgido por el impulso de la gracia del Espíritu Santo", ha dado pasos significativos", sin embargo, "sabemos bien que estamos aún lejos de esa unidad por la que Cristo rezó. (...) La unidad a la que Cristo, mediante su Espíritu, llama a la Iglesia, no se lleva a cabo sólo en el plano de las estructuras organizativas, sino que se configura, en un nivel mucho más profundo, como unidad expresada "en la confesión de una sola fe, en la celebración común del culto divino y en la concordia fraterna de la familia de Dios".
 

"La búsqueda del restablecimiento de la unidad entre los cristianos divididos, continuó, no puede reducirse por tanto a un reconocimiento de las diferencias recíprocas y a la consecución de una convivencia pacífica: lo que anhelamos es esa unidad por la que Cristo mismo rezó y que por su naturaleza se manifiesta en la comunión de la fe, de los sacramentos, del ministerio. El camino hacia esta unidad debe ser advertido como un imperativo moral, respuesta a una llamada precisa del Señor. Por eso, es necesario vencer la tentación de la resignación y del pesimismo, que es falta de confianza en el poder del Espíritu Santo".