27.01.11

Un doctorado de farándula

A las 7:22 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General
 

Reconozco ser un lector de Hans Küng hasta que le quitaron la venia docendi desde la Santa Sede. Sus obras tomaron un camino en el que nunca he deseado estar, ni estaré.

Hoy, en Madrid, en la UNED, lo van a investir doctor honoris causa. Estarán sus seguidores, y los palmeros políticos correspondientes, como el ministro Gabilondo, encargado de la cartera de Educación.

Cuando una persona, como Küng pegó el volantazo, que la Santa Sede, le paró en seco advertimos muchos, por entonces, que iría por la cuesta abajo y sin frenos. Y así ha sido.

En el encuentro mantenido con el Papa Benedicto XVI, ambos se guardaron bien el aire, puesto que se conocen de antaño. Los dos son inteligentes y la partida acabó en tablas. Incluso pactaron el comunicado enviado a los medios informativos.

Sinceramente mi opinión de este escritor es que su orgullo pudo más que el sentido de la obediencia a la Iglesia y su Magisterio, a cuya luz debe siempre trabajar el pensador, el teólogo, el escritor y el divulgador.

Admiro a la persona que sabe realizar una teología sentada y arrodillada. Es decir, quien lo que escribe lo ha pasado, antes o después, por la oración personal postrado de rodillas ante el Señor en el Sagrario. De estos teólogos existen muchos y buenos. A éstos leo. No deseo citar a ninguno para no olvidar a nadie.

El acto de hoy pasará sin pena ni gloria. Lo mismo que está en vía muerta el pensamiento que patrocina el acto. Y lo estará cada vez más.

Tomás de la Torre Lendínez