31.01.11

 

Sí, otro post sobre el caso “Pagola-Uriarte". Sé que van muchos, pero es que la progresía mediática ha entrado en una especie de histeria colectiva una vez que el teólogo vasco ha anunciado lo que yo vengo diciendo desde el año 2008. A saber, que la decisión final sobre su libro está en Roma.

Si hoy vuelvo a escribir sobre Pagola es porque el director de Religión Digital publicó ayer un artículo incendiario que contenía ocho puntos que creo necesario replicar uno por uno. Comienza diciendo que “la Congregación para la Doctrina de la Fe, originalmente llamada Sagrada Congregación de la Romanay y Universal Inquisición, ha abierto un proceso“… Nunca se refiere Vidal a la CDF sin recordar que es el “ex Santo Oficio", la prolongación de la Inquisición. Quién sabe si algún día se cansará de hacerlo. Pero sigamos.

José Manuel Vidal se pregunta cuáles son las razones ocultas que explicarían la, según él, saña persecutoria de los ultras católicos contra Pagola. Para el director de RD, “se trata de todo un síndrome de causas y de circunstancias que están convirtiendo el caso Pagola en un signo paradigmático de la situación actual de la Teología y de la Iglesia misma“. En esto último no le falta razón. El caso Pagola ya no es un caso más. Es el CASO.

Estos son los ocho puntos de Vidal:

1/ La ultraderecha católica, siempre insegura y necesitades de asideros y seguridades, no soporta un libro (que encima tiene éxito) de un Jesús plena y profundamente conciliar. Un libro que no tiene, según los expertos, nada de herético. Ni de lejos. Su pecado es seguir presentando a la figura de Jesucristo en la estela del Vaticano II y sin renunciar a sus claves interpretativas. Es decir, en el fondo se trata de un episodio más de la vieja y enconada lucha entre dos modelos de Iglesia: el tradicional y el conciliar.

Vidal da por hecho que los expertos no ven nada herético en el libro. Es evidente que para este periodista los Sayés, Rico Pavés, Mons. Demetrio, P. Iraburu y obispos de la comisión doctrinal de la Conferencia Episcopal Española -apoyados por la ejecutiva de la propia CEE-, no son expertos. Para él expertos son los que apoyan el libro. El resto, gente ultra. Ahora bien, ni siquiera Vidal es capaz de negar que Mons. Fernando Sebastián, arzobispo emérito de Pamplona-Tudela sí es un teólogo “experto". Y don Fernando hizo un informe negativo sobre la primera versión del libro, además de recomendar a Mons. Uriarte que no le diera el nihil obstat tras las correcciones, insuficientes según el arzobispo, a las que fue sometido para futuras versiones en castellano y otros idiomas.

Además, como se puede comprobar, Vidal cae exactamente en el mismo error de los que rechazan el Vaticano II porque, según ellos, el comcilio se opone a la Tradición de la Iglesia. Plantear un “Vaticano II versus Tradición” es algo en lo que van de la mano los falsos tradicionalistas y los progres. Y es contrario a lo que la Iglesia ha enseñado y enseñará sobre ese y cualquier otro concilio ecuménico. Por tanto, flaquísimo favor le hace Vidal a Pagola al poner su obra bajo ese prisma. Pero esto no es nuevo. Dije, digo y diré, que el mayor problema que tiene el teólogo vasco es que quienes le defienden son los que más hacen, consciente o inconscientemente, por hundirle.

Segundo punto:

2/ El Jesús de Pagola llega a la gente, conecta, provoca cambios, evangeliza y, además, cosecha éxitos enormes para este tipo de libros, con más de 80.000 ejemplares vendidos. Y eso no se lo perdonan aquellos cuyos libros sólo compran los amiguetes. Celos, pues, de escuelas teológicas enfrentadas. Celos de grandes y pequeños teólogos españoles conservadores que son incapaces de llegar a las masas, que ya no conectan, que no consiguen reevangelizar, como pide el Papa.

Vidal tiene razón en que el libro ha sido un éxito de ventas. Es más, dado que Pagola escribe bien, su capacidad de hacer llegar al lector sus ideas es muy elevada. Ahora bien, eso sería algo maravilloso si la obra fuera conforme a la fe católica. El problema es si el “Jesús” de Pagola no es el “Jesús” de la Iglesia. En ese caso, ¿de qué tipo de evangelización estamos hablando? ¿en qué Cristo van a creer los que lean ese libro y acepten sus premisas?

Para Vidal es una cuestión de celos de amargados que no venden libros. La afirmación es absolutamente arbitraria. Y lo que “gratis asseritur, gratis negatur": lo que gratuitamente se afirma, puede negarse sin más argumentación. Pero para cualquier católico sensato y que ame de verdad la fe que ha recibido por gracia, la reprobación del “Jesús” de Pagola es una cuestión de reinvidicación de la sana doctrina. San Pablo escribe a Timoteo lo siguiente: “Vela por ti mismo y por la doctrina; persevera en estas disposiciones, pues obrando así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen” (1ª Tim 4,16). Y a Tito esto otro: “Mas tú enseña lo que es conforme a la sana doctrina” (Tit 2,1).

Al señor Vidal le puede importar un pimiento que una obra teológica que alcanza una difusión enorme contenga afirmaciones contrarias al dogma católico. Pero para un obispo que obra conforme al mandato apostólico y en fidelidad a Dios, tal hecho no puede provocar otra cosa que su intervención como buen pastor que busca lo mejor para sus fieles. Y la misma norma siguen los teólogos que han escrito contra esa obra. Donde el director de RD ve misieras humanas, celos y envidias, los católicos fieles al magisterio vemos a la Iglesia cumpliendo su papel de Madre y Maestra.

Tercer punto:

3/ Se ataca a Pagola no sólo por su libro, sino por ser quién es y quién ha sido: vicario general y mano derecha de monseñor Setién. Algunos obispos que hace años no se atrevían a plantarle cara a Setién (porque, en los debates abiertos, siempre les ganaba y les dejaba en evidencia), se vengan, ahora, en la cara de su ex vicario general.

Acabáramos. O sea, como Mons. Setién fue un obispo controvertido -no voy a decir ahora la opinión que me merece-, entonces se le intenta dar una patada en el trasero de Pagola. Este tipo de argumentos es propio de niños de patio de colegio:

- “Profe, profe, que Juanito me ha tirado del pelo", exclama Pepito.

- “Es queeee….", responde Juanito, “Pepito es el hermano pequeño de Roberto, que el otro día nos tiró el balón al otro lado de la tapia del colegioooo".

Yo no sé si reír o llorar. Pero siento verdadera vergüenza ajena.

Cuarto punto:

4/ Otros miembros de esa galaxia neocon viven el acoso a Pagola como una forma de ayudar al héroe Munilla (denostado y públicamente humillado por su propio clero). Si Roma condena a Pagola, indirectamente se está condenando a toda la etapa pastoral anterior que él (con Setién y, después, con Uriarte) dirigió. Campo libre y despejado a la vuelta atrás. Si pagola es ‘hereje’, toda la galaxia que lo apoyó durante estos años, también.

Soy de la opinión de que Mons. Munilla es una víctima más de todo este jaleo. Por obra y gracia de la irresponsabilidad de Mons. Uriarte, que no hizo ni caso a lo que desde Roma se le pidió en relación a este libro, se ha encontrado con un “marrón” encima en el que no tiene ni arte ni parte. Acabe como acabe el asunto Pagola, el actual obispo de San Sebastián habrá sido perjudicado. Lo que menos le interesa a cualquier obispo es que un ex-vicario general de su diócesis sea investigado por Roma. Tanto si al final es “condenado” como si es exonerado.

Nótese la mala idea del autor del texto cuando dice que el clero guipuzcoano ha denostado y humillado públicamente a su obispo. La realidad es que el obispo de San Sebastián tiene muy calados a Vidal y su escudero, y no tiene la menor intención de reírles las gracias ni de dejar de dar su opinión sobre lo que Religión Digital supone para la Iglesia en España. Es más, se lo ha dicho a la cara. Y claro, no se lo perdonarán nunca. Que luego Vidal hable de rencores y venganzas, tiene su gracia.

Quinto punto:

5/ En este doloroso caso hay incluso razones de tipo personal. Rencillas, celos y demostraciones de poder. Una lucha que algunos dicen a muerte entre el portavoz del episcopado, Martínez Camino, y su ’señorito’, cardenal Rouco, contra el grupo SM de los marianistas, que se ha permitido el lujo, durante estos últimos años, de plantarles cara con varios proyectos editoriales que no fueron del gusto del arzobispado madrileño. Fundamentalmente, el libro de Educación para la Ciudadanía de Marina, el libro sobre el Islam y, por último, el libro de Pagola. Y como en España no pueden torcer el brazo de la poderosa SM, le hacen la envolvente desde Roma.

Eludiendo, por supuesto, toda defensa del propio libro reprobado -ni entra en el tema: no sabe-, sigue el director de RD con la conspiración judeo-masónica, perdón, ultra-antiSetién-etc. Vidal quizás no lo sepa. Yo sí y lo voy a contar. ¿El qué? Pues que de no ser porque Álex Navajas adelantó en La Razón que Roma iba a entrar a saco en SM, dicha intervención se habría producido. Pero el anuncio antes de tiempo de lo que iba a ocurrir, provocó que no ocurriera. Pero los marianistas le vieron las orejas al lobo y optaron por tentarse mucho la ropa, así que desde entonces han dejado de plantar cara a los obispos. No daré más detalles porque no quiero caer en el error bienintencionado del bueno de Álex.

Eso sí, considero conveniente señalar que, una vez más, Vidal le hace un flaco favor a quien intenta defender. Porque, aparte de la falta de respeto por lo de “señorito", ya me dirán ustedes si es normal que una editorial católica sea alabada por plantar cara al presidente de la CEE y a su secretario general. Si yo fuera responsable de SM, le pediría al director de Religión Digital que se estuviera calladito. Este tipo de cosas acaban llegando a Roma y puede que lo que no ocurrió, acabe ocurriendo.

Sexto punto:

6/ El caso Pagola está sirviendo también para que se escenifique en Roma también la lucha entre los dos modeoes de Iglesia. De ahí que Ravasi, el ministro de Cultura del Papa, saliese, hace ya días, defendiendo la obra de Pagola públicamente. Parece que el jesuita Ladaria también está en esa misma órbita. Por el otro lado, empujados por Rouco, se alinean otros pesos pesados de la Curia. ¿Hacia dónde se inclinará la balanza?¿El propio Papa teólogo tendrá algo que decir al respecto y zanjar, de una vez por todas, la cuestión?

Más luchas conspiranoicas. Aquí Vidal se mete en terrenos muy pantanosos. Yo diría que hasta peligrosos. Sobre todo para Pagola. Lo del cardenal Ravasi no dejó de ser una breve referencia al libro en un artículo de prensa. A mí hay fuentes que me aseguran que ni siquiera se lo ha leído, pero aunque lo hubiera hecho, no le corresponde al ministro de cultura del Papa dictaminar sobre la condición doctrinal de una obra. A Mons. Ladaria sí, aunque no sólo a él. Estamos ante quien ocupa el cargo de Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Es decir, ante el secretario general del ex-Santo Oficio. Por tanto, afirmar, así como así, que él está a favor del “Jesús” de Pagola, es ponerle a los pies de los caballos. Unos dirán que si calla, otorga. Otros le pediremos que intente abstraerse por completo de esta tormenta mediática, en la que le sitúan como miembro de uno de los dos supuestos modelos de Iglesia. Sea cual sea el veredicto final de la CDF, la firma de Mons. Ladaria acompañará a la del Cardenal Levada. A menos, claro, que la cosa se retrase y uno u otro pasen a ocupar otras responsabilidades en la Iglesia.

Por cierto, no me negarán ustedes que resulta la mar de curioso ver al principal representante del periodismo religioso “progre” apelar al Papa y pedirle que zanje la cuestión. ¿Acataría José Manuel Vidal la voluntad papal si fuera contraria a sus pretensiones? Yo sí, aunque fuera contraria a mi parecer.

Punto 7:

7/ Sería interesante saber qué piensa al respecto el cardenal Cañizares, teólogo, catequeta, profesor en sus tiempos como Pagola y, ahora, ministro de liturgia del Papa.

Pues yo creo que el Cardenal Cañizares, sabiendo que el libro está siendo revisado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, no dirá nada si se le pregunta. Es lo más sensato. Esperar a que el órgano curial que tiene la misión de dar el dictamen doctrinal definitivo, lo haga.

Punto 8:

8/ Y lógicamente, tendría que ponunciarse y salir en defensa de su cura, monseñor Munilla. Al menos, hasta que Doctrina de la Fe se pronuncie. Mientras no se pronuncie, el obispo donostiarra debería conceder a Pagola el beneficio de la duda. Me cuentan que, en privado, ya lo ha hecho. Sólo le queda, hacerlo en público.

Lo de Vidal es de traca. Primero patea a Mons. Munilla y luego le pide que se meta de lleno en el ajo. Pues no. El obispo de San Sebastián ha hecho lo que tiene que hacer. Mostrar su cercanía personal a Pagola, que está -o estaba- más bien bajo de ánimos, pero no hacer ningún pronunciamiento público hasta que Roma hable.

De hecho, eso del beneficio de la duda no sé bien cómo tomármelo. Existe una nota doctrinal de la Comisión episcopal para la Doctrina de la Fe de la CEE, autorizada por la ejecutiva y la Permanente de la propia conferencia. Y existe, esto lo sabe muy bien José Manuel Vidal, la retirada por parte de Roma del nihil obstat concedido por Mons. Uriarte, hecho insólito en la reciente historia de la Iglesia. Esos datos por sí solos no son definitivos, pero sí muy significativos.

Luis Fernando Pérez Bustamante