1.02.11

Lucrecia Planas hace daño a la Legión y a la Iglesia

A las 12:25 PM, por Luis Fernando
Categorías : Actualidad
 

Catholic.net es, probablemente, el portal católico en lengua española más importante de internet. Tanto por el número de visitas que recibe como por la cantidad de material que ofrece. El portal depende además de la RIIAL. Por tanto, no estamos ante una web católica independiente, como puede ser InfoCatólica, sino ante un medio que está sometido institucionalmente a la propia Iglesia. Si alguien lo duda, que mire cómo se presenta el portal a sí mismo.

Hasta donde yo sé la directora de Catholic.net siempre ha sido Lucrecia Planas. Al menos lo ha sido durante todos los años - no pocos- que han pasado desde que conocí la existencia de dicha web. De hecho, llegué a conocer en parte el funcionamiento interno debido a que mantuve una cierta relación amistosa con una de las personas que trabajaban en el portal. Puedo asegurar que en Catholic.net se trabaja mucho y bien.

Si hemos de analizar la labor de Lucrecia Planas como directora de Catholic.net en base a la calidad que ha conseguido alcanzar el portal, el juicio no puede ser otro que el de que nos encontramos ante una persona muy competente y capaz. Obviamente hay asuntos que creo que deberían mejorar, sobre todo en el ámbito de la moderación de sus foros, pero en líneas generales, Catholic.net es una herramienta necesaria y muy útil para los católicos que hablamos el idioma de Cervantes.

No es la primera vez que Lucrecia Planas se equivoca gravemente en relación al escándalo del fundador de los Legionarios de Cristo. Nada más conocerse que el P. Maciel había tenido una hija fruto de sus relaciones pecaminosas, Lucrecia escribió el artículo “Habla la otra hija de Maciel”. Entre otras lindezas, decía lo siguiente:

En fin… muchos me preguntaban ayer si no me sentía triste y decepcionada de Nuestro Padre con la noticia de su “doble vida”. No, en absoluto. “Dobles vidas” las tenemos todos, porque todos en la Iglesia somos pecadores y nuestra vida virtuosa se ve continuamente tentada por las astucias del demonio y manchada por el pecado.

Soy “la otra hija del P. Maciel” y, aunque no soy noticia, a él, mi padre (“Nuestro Padre”), sólo le debo (al igual que ayer y que siempre) un gran respeto, una venerable admiración, un profundo cariño filial y un sincero y enorme agradecimiento. ¡Que Dios lo guarde en su Gloria!

Es comprensible que cuando se demuestra que la persona a la que tú más aprecias en este mundo ha llevado una doble vida, te sientas fatal. Pero la prudencia aconseja en estos casos el no lanzarse al elogio de dicha persona. Sobre todo cuando tu nombre está relacionado con el del portal católico más importante de la red. Si Lucrecia Planas fuera una católica miembro de cualquier parroquia mexicana, sus palabras no tendrían mayor repercusión que la que se produjera en el ámbito de sus amigos y familiares. Pero cuando se es la directora de Catholic.net, lo que se escribe y se dice lo lee muchísima gente y afecta a todo Catholic.net. Me pasa lo mismo a mí, salvando las distancias, siendo director de InfoCatólica.

Aún más grave fue la entrevista que concedió la propia Lucrecia a Radio Amanecer. En la misma nos encontramos con esta alucinante respuesta a una de las preguntas:

– Jesucristo juzgó gravemente el pecado de escándalo. ¿No considera usted escandaloso que el P. Maciel, siendo sacerdote, haya tenido una hija y que luego, haya desviado grandes sumas de dinero de la Legión para su manutención?

LRP– Antes que nada, debo decir que considero bastante inverosímil la historia de esa supuesta hija de Nuestro Padre. Un anciano de sesenta y ocho años… es muy difícil que sea siquiera capaz de mantener una relación sexual.
Pero, supongamos que sea cierto… que efectivamente la mujer lo haya seducido y haya conseguido (no sé por qué medios) la relación y la concepción. Bajo este supuesto, no podemos saber el grado de culpabilidad que tuvo la mujer ni la que tuvo el sacerdote, pues no conocemos las circunstancias. Así que no hay escándalo, pues ni siquiera sabemos si el caso cumple con las condiciones para ser un pecado (pleno conocimiento y pleno consentimiento).

¿No les parece suficiente? Pues miren esta:

– ¿Cuál es su opinión de la actuación de las cabezas: Álvaro Corcuera, Luis Garza, Evaristo Sada? ¿Está de acuerdo con que traicioneramente hayan ocultado estas verdades, engañando a los legionarios y convirtiéndose en cómplices de los pecados del fundador?

LRP– Acusar de esa manera a los padres es una tontería. Nadie está obligado a revelar los pecados de otra persona. Al revés, hubieran sido traidores si los hubieran revelado. El que lo hayan mantenido en secreto, es señal, no de traición ni complicidad, sino de su fidelidad, cariño y respeto. No hay nada que reclamarles a ellos.

Lo normal es que alguien con autoridad en la Iglesia le hubiera pedido a Lucrecia que se moderara y que dejara de hablar de Maciel. Así nos habríamos evitado su último artículo. El mismo es tan abyecto que me cuesta contenerme a la hora de emitir un juicio sobre el mismo. Parte de unas palabras de Benedicto XVI a Peter Seewald. El Papa dice que para él, “Marcial Maciel sigue siendo una figura enigmática". En base a eso y a otras declaraciones del Santo Padre sobre la enseñanza evangélica de que un árbol es conocido por sus frutos, Lucrecia deduce que el fundador de los Legionarios de Cristo no pudo ser aquello que la Iglesia ya ha dicho que es: un perverso inmoral.

Veamos, yo puedo asegurar que para mí Maciel es también una figura enigmática. ¿Qué significa enigmático según el diccionario de la RAE?: “De significación oscura y misteriosa y muy difícil de penetrar“. Y es cierto. A mí me resulta muy difícil de entender cómo un personaje así llegó hasta donde llegó, engañó a quien engañó e hizo lo que hizo. Pero lejos de pensar que eso es una duda acerca de su maldad, ocurre lo contrario. Precisamente creo que la única razón por la que Maciel tuvo semejante capacidad de engañar a unos y otros -que no a todos-, es porque el padre de las mentiras le inculcó muy bien su método de mentir.

Es decir, que para el Papa Maciel sea una figura enigmática no es sinómino de que el Santo Padre dude sobre la verdadera condición moral del fundador de los Legionarios. Lucrecia confunde sus deseos con la realidad. ¿O acaso está sugiriendo que el Santo Padre permitió que la imagen de Maciel fuera vituperada por la propia Iglesia mientras él creía que no era tan malo como se le pintaba?

Lucrecia ha llegado a la conclusión de que si Maciel era un corrupto, la Legión también. Y por tanto, si se condena a Maciel, hay que cerrar la Legión. Curiosamente eso la une a quienes creen que la única solución a largo plazo para los legionarios es su disolución.

El problema de Lucrecia es que no parece capaz de entender que los pecados de Maciel no pueden convertir en pecadores a todos los legionarios. Es decir, por más que el fundador haya llevado una vida de pecado, si la mayoría de los legionarios han vivido su cristianismo en santidad, es normal que la Legión haya producido buenos frutos. No por Maciel, sino por la gracia de Dios operando en ellos. Que Maciel haya sido un depravado no significa que los legionarios y miembros de regnum christi lo sean. Los hijos no son responsables de los pecados de sus padres. Por supuesto, el pecado de Maciel afecta a toda la Legión, pero no hasta el extremo de convertir a la misma en un instrumento de pecado.

La directora de Catholic.net demuestra que el escándalo Maciel afecta a su propia condición de fiel católica. Ella misma habla de un cuestionamiento de los más íntimo de nuestra fe:

“el Papa se encuentra ante un enigma que no ha podido resolver y nosotros estamos con él en esta terrible interrogación que cuestiona lo más íntimo de nuestra fe, pues sólo hay dos opciones: O Jesucristo fue un mentiroso o, si no, forzosamente hay algo que no se ha descubierto aún en los `testimonios inequívocos´ que le mostraron al Papa".

Es gravísimo lo que dice. A pesar de que la propia dirección actual de la Legión ha asegurado que Maciel es lo que se dice que es, Lucrecia viene a decir que o lo que nos han contando sobre la maldad de Maciel es mentira, o el mentiroso es Cristo. Sólo por esa frase esta mujer debería de ser reconvenida por la autoridad eclesiástica.

Luis Fernando Pérez Bustamante