4.02.11

¿De qué va el responsable del Juzgado de Primera Instancia de Estella?

A las 10:34 AM, por Luis Fernando
Categorías : Actualidad
 

En la España del anticlerical Zapatero se puede decir hoy aquello de “éramos pocos y parió la abuela”. Efectivamente, por si no teníamos suficiente con lo que está ocurriendo en los últimos años y, más concretamente, en los últimos meses -p.e, uso de la fuerza pública para impedir una misa-, aparece ahora en Navarra un juez más listo que Calixto para dictar una sentencia con contenido teológico contrario a la doctrina de la Iglesia que se ve afectada por dicha sentencia.

Todo empezó cuando el alcalde de Garisoain se empeñó en que la ermita de la localidad es propiedad del pueblo y no del arzobispado. Entonces presentó una demanda que ha acabado con la sentencia de marras. El alcalde está tan feliz que ahora pide al arzobispado que reconozca que la casa parroquial es también del pueblo. Yo no sé lo que acabará haciendo Mons. Francisco Pérez, pero si dependiera de mí, en los próximos años la romería de Garisoaín la iban a tener que hacer procesionando a la casa del señor alcalde. Y si finalmente se quedan con la casa parroquial, en ese pueblo no asomaría cura alguno hasta que alguien menos “listo” y “fanfarrón” ocupara la alcaldía. Pero como no soy ni seré el arzobispo de Pamplona-Tudela, supongo que la cosa no llegará a tanto.

Con todo, lo más grave no es que la sentencia le dé la razón al alcalde sobre la propiedad de la ermita. No, lo peor es que, según el abogado del ayuntamiento, el juez -o jueza- “hace una exposición muy sentida y clara de la distinción que hay entre la iglesia católica institucionalizada y el pueblo de Dios“. ¡¡¡Y se habrá quedado tan ancha la criatura después de semejante ejercicio de intromisión en un terreno que no es el suyo!!!

Hasta donde yo sé, en la legislación española no hay nada que declare contrario a la ley la siguiente afirmación del Concilio Vaticano II:

“La sociedad [eclesial] provista de sus órganos jerárquicos y el Cuerpo místico de Cristo, la asamblea visible y la comunidad espiritual, la Iglesia terrestre y la Iglesia enriquecida con los bienes celestiales, no deben ser consideradas como dos cosas distintas, sino más bien forman una realidad compleja que está integrada de un elemento humano y otro divino". (Lumen Gentium, 1)

Por tanto, ¿a qué viene que un juez, o jueza, español afirme o deje de afirmar la relación entre la Iglesia como institución y el pueblo de Dios? ¿quién le ha dado vela a ese señor, o señora, en este entierro? ¿a cuento de qué vamos a tener que soportar los fieles católicos que los jueces usen las sentencias que afectan a la Iglesia Católica para soltar doctrinas contrarias a la fe católica?

Si es cierto lo que dice el abogado del ayuntamiento de Gariosain -y si no, ya están tardando en desmentirle-, creo que es necesaria una protesta formal de la Iglesia en España ante el Consejo General del Poder Judicial. Sólo faltaba que las sentencias de este país se conviertan en manuales de herejía. Ese juez, o jueza, tiene derecho a dictaminar de quién es propiedad la ermita, la casa parroquial y hasta la sotana de la sacristía. Ya se verá luego si un tribunal superior confirma o desestima su sentencia. Pero desde luego no tiene el menor derecho a dar lecciones de teología. Si no le gusta lo que la Iglesia enseña, que se encadene a las puertas del Vaticano si así le place. Pero usar su juzgado para eso es intolerable. Y es que ya dice la Escritura que algunos “jactándose de sabios se volvieron necios” (Rom 1,22)

Luis Fernando Pérez Bustamante