Tener hijos es cosa de ultraderechistas, según el PSOE

Miércoles 16 de febrero de 2011 17:29h

Ante los graves efectos del envejecimiento de nuestra sociedad, la Xunta de Galicia ha anunciado un paquete de ayudas a la maternidad, algo que ya ha hecho saltar a los paladines políticos de los millonarios negocios abortistas: según el PSOE, la Xunta quiere “exportar a Galicia el modelo familiar de la ultraderecha”.

Así lo ha dicho la socialista Beatriz Sestayo, que en su blog se presenta como “responsable del Area de Derechos Cívicos y Libertades del PSdeG-PSOE”. ¿Pensará que entre los derechos y libertades de una mujer no está el derecho a tener hijos? Además, esta dirigente socialista, a la que le respetaron su derecho a nacer -un derecho del que han gozado todos los que ahora niegan el derecho a nacer de otros-, dice estar casada y ser “madre de una hija de 17 años y un hijo de 11″. Pero ¿ése no es “el modelo familiar de la ultraderecha”? ¿Qué pasa, señora Sestayo, usted puede ser madre y las demás no?

Un sorprendente panfleto antisistema del Consejo Económico y Social

Hay que decir que el citado plan de la Xunta no sólo ha hecho caer la careta del PSOE. El Consejo Económico y Social de Galicia ha acusado a la Xunta de “fomentar la natalidad y el derecho a la vida en formación”. Y digo “acusado” porque fomentar que nazcan niños y proteger la vida, que es algo de sentido común, para el CES debe ser algo así como un delito de lesa progresía, un “crimental” contra cierto pensamiento único que se llena la boca hablando del derecho de la mujer a decidir, pero que no soporta que millones de mujeres quieran ser madres a pesar de las enormes presiones políticas, legales y sociales para que aborten.

Así, en un delirante dictamen plagado de verborrea propia de la ultraizquierda y del feminismo más radical, el CES acusa al gobierno gallego de “volver al patriarcado” y de recuperar la “retórica de la familia heterosexual y la maternidad como rol social vital”, de lo que deduzco que los miembros del CES abominan de cosas tan comunes y corrientes como ser madre o el matrimonio entre un hombre y una mujer. ¿En qué mundo vive esta gente? El caso es que el CES es un órgano consultivo formado por sindicatos de izquierdas, la Confederación de Empresarios de Galicia, cofradías de pescadores, asociaciones de consumidores y las universidades públicas gallegas. Me pregunto si todas esas entidades y sus respectivos miembros suscriben unas soflamas que son dignas de un pasquín antisistema. Sin ir más lejos, el presidente del CES, Pablo Egerique Martínez, es un veterano dirigente del Partido Popular: fue presidente del PP de Vigo hasta 2004, precisamente el año en que se convirtió en presidente del CES a propuesta de Manuel Fraga, y también ha ocupado puestos relevantes en el PP de Galicia. ¿Suscribe el señor Legerique esas alucinantes afirmaciones?

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