ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 24 de febrero de 2011

Santa Sede

Benedicto XVI: Líbano, un mensaje de libertad y convivencia

El Papa bendice una estatua de san Marón

El Papa acepta la renuncia del arzobispo de Berlín

El espíritu de la liturgia

La música sacra, al servicio de la verdad

Mundo

Las mujeres que frecuentan la iglesia son más felices

Sostener a la familia natural para derrotar la pobreza

México: el asesinato de un sacerdote, reflejo de la crisis en el país

España: Caridad y voluntariado católicos en Murcia

Actualidad

Libia, una revolución popular inesperada también para los cristianos

Análisis

“La doctrina social de la Iglesia es la respuesta a la crisis”

Entrevistas

La objeción de conciencia y la dignidad de la persona (I)

Informe Especial

Lo que hay que saber sobre el Vudú


Santa Sede


Benedicto XVI: Líbano, un mensaje de libertad y convivencia
Al recibir en audiencia al presidente de este país, Michel Sleiman
ROMA, jueves 24 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI recibió este jueves en audiencia al Presidente de la República del Líbano, Michel Sleiman, que sucesivamente se encontró con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, acompañado por el secretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Dominique Mamberti.

“En el transcurso de los cordiales coloquios – hace saber una nota de la Sala de Prensa vaticana – se ha subrayado que el Líbano, con motivo de la presencia de diversas comunidades cristianas y musulmanas, representa un mensaje de libertad y de convivencia respetuosa no sólo para la Región, sino para el mundo entero”.

En el Líbano, de hecho, una pluralidad de religiones y de ritos convive en armonía, desde cuando sobre todo la Constitución del 23 de mayo de 1926 y el Pacto nacional de 1943 instauraron un régimen consociativo o de democracia de consenso.

De hecho, el Pacto nacional sancionó una subdivisión de los cargos públicos en base a la pertenencia religiosa: el presidente de la República debe ser cristiano maronita, permanece en el cargo seis años, y comparte el poder ejecutivo con el Consejo de Ministros, presidido por un musulmán de confesión sunní.

En particular, el artículo 9 de la Constitución declara que “la libertad de conciencia es absoluta” y que “el Estado, rindiendo homenaje al Altísimo, garantiza en la misma medida a las poblaciones, sea cual sea el rito al que pertenecen, el respeto de su estatuto personal y de sus intereses religiosos”.

“En este contexto – afirma la nota vaticana de hoy – la promoción de la colaboración y del diálogo entre las confesiones religiosas se revela cada vez más necesaria”.

“Se ha puesto de manifiesto – reitera la nota – la importancia del compromiso de las Autoridades civiles y religiosas por educar las conciencias a la paz y a la reconciliación, y se ha augurado que la formación del nuevo Gobierno favorezca la deseada estabilidad de la nación, llamada a afrontar importantes desafíos internos e internacionales”.

Durante los coloquios, se trató “sobre la situación de Oriente Medio, con particular referencia a los recientes acontecimientos en algunos países árabes, y se ha expresado la convicción común de que es urgente resolver los conflictos aún abiertos en la Región”.

“Finalmente – concluye la nota –, se ha dedicado particular a la situación de los cristianos en toda la región y a la contribución que estos pueden ofrecer para el bien de toda la sociedad”.

Ayer 23 de febrerola “Institución Maronita de la Diáspora” en Roma ofreció un almuerzo, con ocasión de la inauguración, por parte del Papa, de la estatua de san Marón en la Basílica de San Pedro (ver www.zenit.org/article-38383?l=spanish).

Durante el mismo, el Presidente Sleiman afirmó que la suerte de los cristianos en los distintos países no está ligada “al principio de la defensa personal o exterior, ni tampoco a la capacidad de tomar los elementos de la fuerza física y material, o al esfuerzo, por otra parte, de cerrarse o aislarse”.

El camino de salida, indicó, está “en conseguir formar parte de movimientos y regímenes nacidos de un pensamiento iluminado, en el seno de una nación justa, capaz de custodiar la libertad pública y de luchar contra el terrorismo y la corrupción, buscando el bien común sobre la base de la unidad nacional”.

Además, añadió, “es deber de todas las confesiones, las cristianas en particular, en este tiempo problemático, el emprender un esfuerzo de reconciliación ente todas las religiones y las confesiones, subrayando los puntos en común entre ellas, lejos del 'juego de la política de las naciones' y especialmente alejado de la política de los enfrentamientos, que emplea todo esfuerzo en el intento de apoyar a una una parte de la población a costa de la otra”.

En el ámbito internacional, subrayó, “Líbano ha tomado a pecho la 'causa palestina' y todas las preocupaciones de los árabes respecto a la incursión y la ocupación israelí”.

A propósito de esto, añadió que “durante la cumbre de Beirut en el año 2002, el país apoyó la iniciativa árabe por la paz, para la búsqueda de una solución justa e íntegra respecto a todos los aspectos del conflicto árabe-israelí, preservando su derecho legal a la defensa del propio territorio y para liberarlo con todos los medios lícitos y disponibles”.

“Uno de los puntos de mayor relevancia de esta iniciativa – concluyó – es el rechazo de englobar a los refugiados palestinos en los países árabes, porque, como en el caso del Líbano, su condición no permitiría este asentamiento”.


 

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El Papa bendice una estatua de san Marón
El monje fundador de la Iglesia maronita, mayoritaria en el Líbano
ROMA, jueves 24 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI bendijo ayer una estatua de san Marón, que ha sido colocada en un nicho exterior de la Basílica de San Pedro, unos momentos antes de dar comienzo a la Audiencia General en el Aula Pablo VI.

Este monje, que vivió entre los siglos IV y V como ermitaño en las montañas del Tauro, en los alrededores de Cirro, una antigua ciudad de la Siria septentrional, se ganó la fama de taumaturgo y gozó de una gran reputación como director espiritual.

Por su estilo de vida ascético y por sus curaciones físicas y espirituales, atrajo en seguida a su eremitorio a muchos seguidores, que constituyeron el primer núcleo de la Iglesia maronita, comunidad sui iuris en el seno de la Iglesia Católica -siempre en comunión con Roma aunque si mantienen una liturgia y un calendario propios- presente en Líbano, Siria, Egipto, Tierra Santa y en los países de la diáspora.

La estatua, de más de cinco metros de altura y de 20 toneladas de peso, fue encargada por la Iglesia católica maronita con ocasión del jubileo -inaugurado el 14 de febrero de 2010- por los 1600 años de la muerte de san Marón. Es obra del escultor español Marco Augusto Dueñas, que la ha tallado de un único bloque de mármol de Carrara.

La obra representa al santo ofreciendo al mundo una pequeña iglesia de estilo maronita, colocada en el hueco de la mano izquierda. San Marón viste una larga estola escrita en sirio y sostiene en la mano derecha un báculo.

Estaban presentes en la ceremonia el cardenal Nasrallah Pierre Sfeir, patriarca de Antioquía de los Maronitas, el presidente del Líbano, Michel Suleiman, con su consorte – que hoy han sido recibidos en el Vaticano por el Papa Benedicto XVI – un grupo de ministros libaneses de todas las confesiones, además de los cardenales Tarcisio Bertone, secretario del Estado Vaticano, Angelo Comastri, arcipreste de la Basílica de San Pedro, Leonardo Sandri, Prefecto de las Congregación para las Iglesias Orientales, Ignace Moussa i Daoud, Prefecto emérito de la misma Congregación, y Jean-Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso.

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El Papa acepta la renuncia del arzobispo de Berlín
Nombra esta semana un ordinario militar, un arzobispo, tres obispos y seis auxiliares
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 24 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- El Papa ha aceptado la dimisión por edad del cardenal Georg Maximilian Sterzinsky como arzobispo de Berlín, según comunicó hoy la Santa Sede. La sede alemana queda vacante, por el momento.

El cardenal Sterzinsky era obispo de Berlín desde el año de la caída del Muro, 1989. De hecho, uno de los primeros actos como recién estrenado obispo fue asistir a la reunificación de la ciudad, en noviembre de ese año. En 1994 la sede fue elevada a metropolitana. En 1991, monseñor Sterzinsky fue creado cardenal por Juan Pablo II.

En los últimos meses, el purpurado ha sido sometido a varias operaciones de estómago, que han menoscabado seriamente su salud.

La Santa Sede ha hecho también público el nombramiento del nuevo ordinario militar para la República Federal Alemana, el hasta ahora obispo de Essen, monseñor Franz-Josef Overbeck.

Monseñor Overbeck (47 años) estudió en la Universidad Pontifica Gregoriana de Roma, y fue ordenado sacerdote el 10 de octubre de 1989. Durante su época de sacerdote, fue director espiritual de la Comunidad de Vida Cristiana, movimiento ligado a la espiritualidad de san Ignacio de Loyola.

En 2007 fue nombrado obispo auxiliar de Münster. Desde octubre de 2009 era obispo de Essen (Renania-Westfalia).

En Alemania también, se hacía público el nombramiento de un nuevo obispo auxiliar para Tréveris (Renania-Palatinado). Se trata del sacerdote alemán Helmut Dieser (49 años), profesor de homilética en el seminario mayor de Lantershofen.

México

Hoy se hacía público también el nombramiento de dos sacerdotes como obispos auxiliares para la archidiócesis de Puebla (México).

Uno de ellos es Eugenio Andrés Lira Rugarcía (46 años), sacerdote de 1991, y que actualmente era portavoz de la archidiócesis y presidente de la Comisión diocesana de las Comunicaciones Sociales, además de profesor universitario.

El otro es Dagoberto Sosa Arriaga (56 años), licenciado en Historia de la Iglesia por la Gregoriana de Roma, y que actualmente era vicario episcopal para la pastoral.

Canadá

El martes 22, se hacía público el nombramiento, por parte del Papa, del hasta ahora obispo auxiliar de Québec, monseñor Gérald Cyprien Lacroix, como nuevo arzobispo metropolitano de Québec.

Monseñor Lacroix (54 años), religioso del Institut Séculier Pie X, desempeñó varias misiones dentro de este Instituto, hasta llegar a director general del mismo durante dos quinquenios. Era obispo auxiliar de la archidiócesis desde 2009.

Relevo también en la diócesis de Amos, al aceptar el Papa la renuncia de monseñor Eugéne Tremblay y nombrar en su lugar a otro obispo auxiliar de Quebec, monseñor Gilles Lemay.

Monseñor Lemay (63 años), sacerdote desde 1972, participó durante diez años en una misión de sacerdotes canadienses en Asunción (Paraguay). Era obispo auxiliar de Québec desde 2005.

Nueva Zelanda

El mismo día se anunciaba el nombramiento del hasta ahora administrador de la catedral de Christchurch (precisamente la ciudad donde tuvo lugar un violento terremoto el día anterior, lunes 21), monseñor Charles Drennan, como nuevo obispo coadjutor de la diócesis de Palmerston North (Nueva Zelanda).

Monseñor Drennan (51 años), es una vocación tardía (sacerdote a los 36 años), después de haber ejercido como profesor. Hasta hace dos años, era profesor y formador del Seminario Holy Cross de Auckland. Desde el año pasado era administrador de la catedral y canciller de la diócesis de Christchurch.

Bélgica

También el martes, el Papa nombraba tres obispos auxiliares para la archidiócesis de Malinas-Bruselas, dos de ellos sacerdotes diocesanos (Jean Kockerols y de Jean-Luc Hudsy), y el tercero oficial de la Congregación para las Iglesias Orientales (Léon Lemmens).

Jean Kockerols (53 años), también vocación tardía, era abogado en derecho civil y marítimo, y trabajó como voluntario en la comunidad del Arca de Jean Vanier. Se ordenó sacerdote en 1993, y en 2001 fundó y dirigió el Centro de Estudios Pastorales de Bruselas, además de otros cargos pastorales.

Jean-Luc Hudsyn (64 años) es sacerdote desde 1972, y durante muchos años fue capellán de estudiantes y formador de diáconos permanentes. Además hasta ahora formaba parte de la dirección de la radio católica RCF.

Por su parte, Léon Lemmens (57 años), especialista en liturgia, fue durante muchos años responsable de la pastoral de jóvenes a nivel nacional, y organizador del encuentro de Juan Pablo II con los jóvenes de Bruselas (1995). Desde 2005 era oficial de la Congregación para las Iglesias Orientales y secretario de la ROACO (Reunión de las Obras de Ayuda a las Iglesias Orientales).

Brasil

Por último, ayer miércoles se hacía pública la renuncia como obispo auxiliar de Brasilia de monseñor Francisco de Paula Victor, por motivos de edad.

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El espíritu de la liturgia


La música sacra, al servicio de la verdad
Columna de teología litúrgica dirigida por Mauro Gagliardi
Por Paul Gunter, O.S.B.*

ROMA, jueves 24 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- En la época en la que san Agustín escribió Qui cantat, bis orat – “quien canta reza dos veces”, se podía reconocer fácilmente cómo el carácter propio de la música sacra la hacía esencialmente distinta de un simple canto en grupo, o de un elegante performance por parte de un músico experto, pero de ámbito secular. La convicción del hecho de que la oración redobla si es cantada en lugar de recitada, no se basaba tanto en los méritos del esfuerzo humano, sino más bien en la necesidad de describir la dimensión numinosa dentro de la música sacra, sus aspectos emotivos y artísticos, en cuanto que interfaz del intercambio entre Dios, Dador de todo bien, y la respuesta de amor del ser humano al amor omnipotente del Señor.

Un amor más grande buscará una calidad más alta y no sólo una cantidad más abundante, y esto sucede cuando la perseverancia de un individuo o de un grupo ha obtenido un progreso en el ámbito musical y ha experimentado por ello mismo la belleza de sus consuelos espirituales. La Sacrosanctum Concilium (SC) afirma que “la sagrada liturgia no agota toda la acción de la Iglesia” (n. 9) y añade muy agudamente que “antes de que los hombres puedan acercarse a la liturgia, es necesario que sean llamados a la fe y a la conversión”; además, en el número 10 aclara que “la liturgia es el culmen hacia el que tiende la acción de la Iglesia”. La liturgia, por tanto, es precisamente la fuente de la fuerza necesaria a toda obra apostólica. Allí donde la vida liturgica de la Iglesia es dejada a su aire, la falta de coherencia en sus frutos se hace evidente. Los músicos litúrgicos deben ser valorados y apoyados de todas las formas posibles, si deben alcanzar un nivel técnico tal que les permita comunicar, a través de la música sacra, la relación con el misterio tremendo que es Dios. Es esta percepción de la santidad de Dios, tomada específicamente de la música sacra, la que forma un puente que permite a las personas hacer encontrar su deseo de Dios con el deseo de conformar sus vidas a la Suya.

La musica sacra es oración ordenada a hacer elevar los corazones y las mentes hacia Dios. Más allá de los retos representados por las preferencias personales o culturales, el objetivo de la música sacra es siempre la alabanza de Dios. La participación activa en la asamblea debería estar ordenada a este fin, de modo que no venga comprometida ni la dignidad de la liturgia, ni se oscurezcan las posibilidades para una participación efectiva en el culto divino. La actuosa participatio no excluye diversos niveles de participación que, por si mismos, indican que la “participación en el acto” no disminuye por el hecho de que uno podría no estar cantando todo en cada momento. La música sacra debe conformarse a los textos litúrgicos, y la música devocional debe inspirarse en textos bíblicos o liturgicos, cuidando en cada caso no esconder las realidades eclesiológicas de la Iglesia. El Papa Juan Pablo II lo explicó a algunos obispos de los Estados Unidos, con ocasión de su visita ad Limina en 1998: “La participación plena no significa que todo el mundo hace todo, porque esto llevaría a clericarizar al laicado y a laicizar el sacerdocio; y esto no es lo que el Concilio tenía en mente. La liturgia, como la Iglesia, debe ser jerárquica y polifónica, respetando los diversos papeles asignados por Cristo y permitiendo a todas las distintas voces converger en un único gran himno de alabanza”. La música sacra, por ello, en sus expresiones de fe religiosa, fidelidad textual y dignidad mesurada, debe convertirse en un símbolo de comunión eclesial.

El carácter de música sacra no disminuye cuando ésta es sencilla, en la medida en que esa sencillez sea noble más que banal. El uso difundido, aunque prohibido, de música secular grabada y de canciones “pop” en los funerales justifica el distanciamiento de muchos fieles, que se muestran extraños a la vida musical de la Iglesia. Cantos “cultuales” doctrinalmente insípidos, que a menudo toman el lugar de tesoros litúsgicos con valor catequético, con el efecto de que la cultura de la música eclesial en muchas parroquias ha sido “llevada a un callejón sin salida en el que cada vez se puede decir menos sobre su quo vadis” – esta es la forma en la que J. Ratzinger describe la separación de la cultura moderna de su matriz religiosa (A New Song for the Lord. Faith in Christ and liturgy today, Crossroad, Nueva York 1996, p. 120).

La Sacrosanctum Concilium dijo que debería reservarse al canto gregoriano “el lugar principal” (n. 116) y que el órgano tubular “es capaz de añadir un notable esplendor a las ceremonias de la Iglesia, y de elevar poderosamente las almas a Dios y a las cosas celestes” (n. 120). Mientras que los efectos de las interpretaciones antropológicas postmodernas son intolerantes hacia toda tendencia de remitirse al pasado, las verdades intemporales e universales son beneficiosas a las personas de todo tiempo y lugar.

Es necesaria una catequesis litúrgica eficaz en el centro de la Nueva Evangelización para favorecer la inmersión de los fieles en los misterios celebrados per ritus et preces – a través de los ritos y de las oraciones (cf. SC 48). El Motu Proprio de 2007, Summorum Pontificum, ha ofrecido una oportunidad determinante para el revival del canto gregoriano, en esos lugares en que había sido practicado con anterioridad, además de su inserción en contextos en los que aún no era conocido. Sería triste, sin embargo, que pos el ansia de comprenderlo todo, el uso del canto gregoriano en las parroquias se limitase a la celebración en “forma extraordinaria”, relegando así el antiguo idioma de este canto a la historia de la Iglesia y a símbolo de polarización. Entre las oportunidades pastorales, no es pedir mucho que las personas puedan hacer experiencia de la universidad de la Iglesia a nivel local, siendo capaces de cantar las partes que les competen en latín (cf. SC 54). Esta fue la intención de los padres del Concilio. Con la debida moderación y sensibilidad pastoral, esta práctica se uniría armónicamente a las ricas expresiones de la fe católica en vernáculo.

Finalmente, la armonía y ortodoxia de la música sacra para una predicación eficaz del depósito revelado depende de la fidelidad del cristiano a la vida de la gracia, en una dedicación mayor a vivir con coherencia, como la Regla de san Benito afirma tan claramente: “Consideremos, por ello, cómo deberíamos comportarnos en presencia de Dios y de sus ángeles, y mantengámonos […] de tal forma que nuestras mentes estén de acuerdo con nuestras voces” (19,6-7).

[Traducción del inglés por Mauro Gagliardi]

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*El padre Paul Gunter, O.S.B., es profesor en el Pontificio Instituto Litúrgico de Roma y consultor de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice.


 

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Mundo


Las mujeres que frecuentan la iglesia son más felices
Muestran también mayor inmunidad a los acontecimientos negativos
ARLINGTON, jueves 24 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- Un estudio reciente muestra que las mujeres que acuden regularmente a la iglesia son más inmines a los altibajos de la vida, y que en general son más felices.

Alexander Ross, del Instituto de Ciencias Psicológicas, es el autor de la encuesta, la cual tenía el objetivo de investigar la felicidad decreciente de las mujeres americanas en los últimos 36 años.

Ross descubrió que acudir con regularidad a la iglesia es un factor significativo en la felicidad de las mujeres. Se ha constatado, de hecho, que una inflexión de esta frecuencia en el periodo que va desde 1972 hasta 2008 ha tenido efectos directos sobre la felicidad de las mujeres sobre las que se ha hecho el estudio.

“El descenso de la frecuencia en el tiempo, un comportamiento asociado a una menor felicidad general, explica en parte la disminución de la felicidad de las mujeres”, subrayó Ross.

Cambios sociales

Igualmente, las mujeres que afirman frecuentar con regularidad la iglesia parecen más inmunes a los elementos que han provocado el descenso general de la felicidad.

“Partiendo de que los cambios que nuestra sociedad ha experimentado en las últimas décadas han tenido un impacto negativo en la felicidad de las mujeres”, observó Ross, “el análisis apoya la conclusión de que las mujeres que acuden con frecuencia a la iglesia han sido menos sensibles a este impacto”.

El estudio, publicado en el volumen más reciente del Interdisciplinary Journal of Research on Religion, muestra también un descenso de la práctica religiosa por parte de los hombres en el mismo periodo, pero que no se corresponde con un descenso significativo de la felicidad masculina.

Ross explicó que esto podría deberse al hecho de que las mujeres han modificado sus costumbres relativas a la práctica religiosa en el transcurso de los años de manera mucho más drástica que los hombres. El descenso de frecuentación de las iglesias en las mujeres es también más consistente que el masculino.

El experto subrayó también que “a pesar de que las expectativas de rol para hombres y mujeres han cambiado en las últimas décadas, se podría decir que han cambiado de forma más radical para las mujeres”.

“En el contexto de un mayor sentimiento de disgregación social, quizás las mujeres se han beneficiado más que los hombres de la influencia estabilizadora de una visita regular a la iglesia”.

“San Agustín no estaría sorprendido de lo que hemos descubierto, porque enseñaba que el bien más grande para la humanidad es Dios”, concluyó Ross.

 

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Sostener a la familia natural para derrotar la pobreza
Según Marijo Zivkovic, representante de la Fundación pro derechos de la familia
ZAGREB, jueves 24 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- “Para vencer la pobreza, las organizaciones internacionales, los gobiernos y las ONG (Organismos No Gubernamentales) pueden y deben prestar mayor atención al apoyo y promoción de la familia. Las familias naturales son un componente social decisivo para erradicar la pobreza”.

Es lo que ha dicho Marijo Zivkovic, representante de la Fundación pro derechos de la familia -PRODEFA, en un documento presentado durante la sesión nº48 de la Comisión de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social, que ha tenido lugar en Nueva York, del 9 al 18 de febrero de 2011.

Marijo Zivkovic es un médico, felizmente casado, tiene seis hijos y 18 nietos. Junto a su mujer fue miembro del Consejo Pontificio para la Familia y dirige el Family Center de Zagreb.

Entrevistado por ZENIT, explicó que “generalmente cuando se habla de la eliminación de la pobreza, se habla de una transferencia de dinero de aquellos que lo tienen hacia quienes no lo tienen. Pero es necesario tener en cuenta el hecho de que la principal garantía para que los proyectos de desarrollo se realicen es el apoyo a las familias naturales que representan la esencia del capital social”.

“En una palabra -subrayó- mejorar la calidad de la vida familiar es un modo de reducir y de eliminar la pobreza” porque dentro de la familia “se cumplen tantas acciones de amor gratuito, se crea un clima virtuoso de buenas relaciones que generan confianza y esperanza”.

“Por el contrario -precisó el doctor Zivkovic- cuando la familia es monoparental, dividida, separada es más fácil que se desarrollen fenómenos de pereza, a menudo irracionales, promiscuidad, alcoholismo, toxicodependencia, juegos de azar, SIDA. Se crean de esta manera unas condiciones de sufrimiento y disgusto que favorecen la pobreza”.

Donde se afirma la presencia estable y duradera de familias naturales, la degradación moral es rechazada y la calidad de vida mejora. Por esto la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que la mejor prevención para evitar el SIDA o otras enfermedades de transmisión sexual es “la relación fiel de dos personas sanas”.

En las familias en las que domina el respeto de sí y el respeto a los demás, el afecto, la atención y las relaciones de amor hacia todos los miembros de la familia, hacen que fenómenos como el alcoholismo o la toxicodependencia sean muy raros o inexistentes.

Según el exponente de PRODEFA, el apoyo a las familias es decisivo también para garantizar muchos sanos y generosos nacimientos. “Es evidente hoy para todos-destacó el doctor Zivkovic- que la caída demográfica produce enormes daños económicos sobre todo respecto al sistema de las pensiones”. Si el número de jóvenes es inferior al de los ancianos -precisó- será imposible garantizar, en el futuro, los fondos para las pensiones”.

“Por el contrario, el crecimiento demográfico -sugirió- con más niños, más jóvenes, más parejas, es una garantía para sostener el sistema de pensiones”. “Además en los países subdesarrollados, las familias numerosas contribuyen a tener una vida mejor y ayudan además a reducir la pobreza de las personas ancianas”.

“En este contexto -concluyó Marijo- la Iglesia católica, las otras iglesias cristianas, el Islam y el resto de comunidades religiosas están haciendo mucho por promover la calidad de la vida familiar y de este modo contribuir a la disminución y eliminación de la pobreza”.   

Por Antonio Gaspari. Traducción del italiano por Carmen Álvarez]

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México: el asesinato de un sacerdote, reflejo de la crisis en el país
Muerto probablemente en un intento de robo en una parroquia
ROMA, jueves 24 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- El asesinato de un párroco mexicano sucedido entre el lunes y el martes es “un reflejo de la corrupción, de la mentira y de la situación social inmoral que crea situaciones de violencia”.

Lo ha declarado el obispo de Tuxpan Veracruz, monseñor Juan Navarro Castellanos, en una nota para la agencia vaticana Fides en la que el prelado comentó el homicidio del padre Santos Sánchez Hernández, cuyo cadáver fue encontrado en su casa parroquial.

El asesinato sucedió en la noche entre el 21 y el 22 de febrero en la comunidad parroquial de Mecapalapa, en el estado mexicano de Puebla. 

Para monseñor Navarro Castellanos, todo parece indicar que alguno se introdujo en la casa del sacerdote probablemente para robar, y una vez descubierto lo agredió con un machete, provocándole graves heridas que le causaron la muerte.

Las autoridades han abierto una investigación sobre los sucedido.

El padre Santos Sánchez Hernández nació el 29 de agosto de 1967 en Potrero del Llano (Veracruz). Fue ordenado diácono el 22 de diciembre de 1998 y sacerdote el 28 de abril de 1999. 

El 24 de junio de 2010 fue nombrado párroco de San José en Mecapalapa, y desde hace poco tiempo era Decano del Decanato de parroquias de Tihuatlán. 

“Invitamos a toda la comunidad a unirse a la oración de la diócesis de Tuxpan, para pedirle al Señor por el padre Santos Sánchez Hernández, y para su familia y para la comunidad diocesana el consuelo de la esperanza eterna”, escribió en su nota monseñor Navarro Castellanos.

Después de haber celebrado el funeral del presbítero, en una entrevista concedida a un periódico local, dijo que “el que lo ha asesinado le dará cuentas a Dios, ya que el homicidio es un pecado capital, porque la vida es un don divino del cual nadie puede disponer”.

El prelado condenó el clima de violencia y de inseguridad que reina en México, definiendo el asesino del párroco de Mecapalapa como “un reflejo de la corrupción, de la mentira y de la situación social inmoral de las instituciones que determinan un desorden ético y social, que confunde a las personas, creando situaciones y comportamientos de violaciones de los derechos humanos y de violencia”.


 

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España: Caridad y voluntariado católicos en Murcia
Cuidado de la vida y medio ambiente en la Universidad San Antonio
MURCIA, jueves 24 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- Por unos días, la ciudad española de Murcia, donde se ubica la Universidad Católica San Antonio (UCAM), será sede de un encuentro sobre Caridad y Voluntariado denominado "Europa, Juventud y Solidaridad", en el Año Europeo del Voluntariado y de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid 2011.

Las X Jornadas Internacionales de Caridad y Voluntariado fueron inauguradas este martes por el presidente de la UCAM José Luis Mendoza; el obispo de Cartagena José Manuel Lorca; el consejero regional de Política Social, Mujer e Inmigración Joaquín Bascuñana; y el vicerrector competente en la materia Antonio Alcaraz, director del Instituto Internacional de Caridad y Voluntariado Juan Pablo II.

Paralela al encuentro, se exhibe una Muestra Internacional de Voluntariado en un paseo de la ciudad que fue inaugurada este miércoles 23 de febrero.

Para hoy jueves 24, está prevista la conferencias del presidente de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas (FIAMC) José María Simón, sobre "El valor de la vida humana".

En la tarde, una mesa redonda presentará experiencias de voluntariado en el campo de la ginecología y ayuda a madres gestantes en dificultad. Se completa la velada con un testimonio sobre "Misión, Vida y Juventud", la presentación del libro "Fernando Rielo Pardal Fundador de las Misioneras y Misioneros Identes", y un recital de poesía mística por Francisco Aroca.

El 25 de febrero, intervendrá sobre "Europa, desarrollo y políticas medioambientales" la exministra de Medio Ambiente Elvira Rodríguez. Un panel presentará experiencias solidarias de capellanes castrenses y Caritas en el Congo.

El lunes 28 de febrero, hablará sobre "Caridad y Vida Contemplativa" el abad de la Santa Cruz del Valle de los Caídos Anselmo Navarrete OSB quien presidirá la eucaristía; Francisco José Alcaraz hablará sobre "Voluntariado y asociaciones de víctimas del terrorismo".

La clausura ecuménica será por la tarde con la presencia del arzobispo ortodoxo Stavropoulos, del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla; el arzobispo del Patriarcado Ortodoxo de Rumanía Lauran, y el vicario general del Patriarcado Ortodoxo de Serbia García Casanovas, todo ellos responsables de sus respectivos patriarcados para España y Portugal.

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Actualidad


Libia, una revolución popular inesperada también para los cristianos
Los religiosos franciscanos narran la rabia de los jóvenes sin esperanza
ROMA, jueves 24 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- El balance oficial del Gobierno libio, después de nueve días de enfrentamientos, es de 300 muertos. Miles según fuentes locales concordantes. Diez mil según la Tv al-Arabiya, que cita a un representante libio del Tribunal Penal Internacional. Habría también cerca de 50.000 heridos.

Estas son las cifras, controvertidas y provisionales, del drama que se está consumando en Libia, mientras crecen las presiones internacionales sobre el régimen de Muamar al-Gadafi, pero éste no cede y ordena bombardear incluso la mezquita de Al- Zawiyah con tal de acabar con los manifestantes.

La situación libia preocupa sobre todo en Italia, país de Europa más cercano y más ligado histórica y económicamente con Libia.

“En ninguna de las crisis humanitarias ni en los conflictos vividos en los últimos veinte años – afirma Vittorio Nozza, director de Cáritas Italiana – hemos asistido a una violencia tan extendida”.

“También la sorpresa de los países occidentales – continua Nozza – respecto a la rápida evolución de estas crisis, es señal de una preocupación difundida que compartimos y respecto a la cual pedimos la máxima atención”.

Una revuelta, la del Norte de África, que no puede explicarse sólo por la pobreza, sino más bien por la negación de las libertades: “Cuando un pueblo es oprimido durante demasiado tiempo por un régimen que no respeta los derechos humanos – explica el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, cardenal Angelo Bagnasco –, antes o después estalla”.

Monseñor Giovanni Martinelli, obispo de Trípoli, capta en esta tragedia humanitaria el deseo de las nuevas generaciones de tener la oportunidad de una vida mejor: “La gente – explica el prelado en una entrevista a Radio 24 – pide más democracia. Hay un salto de calidad de la población con el deseo de los jóvenes de disfrutar de los bienes del país”.

“A una revuelta generacional semejante a nuestro 68 – explica también monseñor Martinelli, esta vez al diario italiano La Stampa – se une, a causa de la dificultad de encontrar casa y de formar una familia, la rabia de los jóvenes imposibilitados de cumplir con la obligación musulmana del matrimonio”.

“La represión de la protesta ha sido muy fuerte y la sangre que aquí en Libia corre por las calles obstaculiza una reconciliación general y aleja la solución de los problemas. Las autoridades han perdido el control de la situación, “por ello – concluye – nos hemos puesto en contacto con la Media Luna Roja y otras organizaciones islámicas para pedir protección a las iglesias, a los conventos, a nuestros fieles y a las hermanas que trabajan en los hospitales”.

El centro de Caritas, que dista unos 10 km de Trípoli, por el momento está cerrado al público y no sabe cuándo volverá a abrir: “Estamos encerrados en casa, como nos han dicho, y no podemos ir al centro, donde están los inmigrantes a los que atendemos”, cuenta sor Sherly Joseph, una de las tres religiosas franciscanas que trabajan en el centro acogiendo inmigrantes de Eritrea y de otros países de África Central.

La religiosa asegura que ellas y otros religiosos franciscanos están en seguro, aunque se les ha aconsejado que no salgan a la calle. Respecto a la situación del país, la religiosa declina dar su opinión: “para mi seguridad, debo ser discreta y no puedo decir nada más”.

En cualquier caso, añade, su lugar está en Libia, tierra que ella y sus hermanas llevan en el corazón y no pretenden abandonar, así como tampoco separarse unas de otras: “Si vivimos – concluye – viviremos juntas. Si tenemos que morir, moriremos juntas”.

En Avvenire, el diario de la CEI, el Alan Arcebuche – director de Cáritas Libia – explica que para los trabajadores cristianos extranjeros que no están en regla, las condiciones son mucho peores que las de otros católicos “legales” que pueden contar con las embajadas de sus países.

Los irregulares, en cambio, “son sobre todo africanos subsaharianos, bloqueados en Libia en el intento de llegar a Europa tras la clausura de las rutas mediterráneas, y están muy inquietos”. Su situación es muy dificil porque “no consiguen ponerse en contacto con sus Gobiernos, que por otro lado no están haciendo nada por ayudarles”. Tampoco padre Alan quiere irse: “Que se haga la voluntad de Dios. O como dicen aquí, Inshallah”.

Las agencias informativas definen ya la situación como “genocidio de Estado" y "crimen contra la humanidad". Mañana Francia propondrá en Ginebra una resolución que expulse a Libia del Consejo de los derechos humanos de la ONU, mientras que se apela a la justicia internacional.

Desde España

Mientras sigue la confusión en torno a los acontecimientos de Libia, la comunidad libia en España se ha pronunciado claramente a favor del fin del régimen de Muamar al Gadafi.

El colectivo de residentes libios en España ha hecho público este jueves un comunicado en el que rechaza "las amenazas del régimen genocida de Muamar al Gadafi" y solicita al Gobierno español y a la Unión Europea "una condena sin paliativos, como hechos constitutivos de crímenes contra la humanidad, de las matanzas que están cometiendo los mercenarios de las 'brigadas de la muerte' a las órdenes de Gadafi".

Quiere también "tranquilizar a la comunidad internacional en el sentido de que no habrá una guerra civil en Libia". "A pesar de que Gadafi ha intentado estos días avivar entre la población disputas históricas de hace casi un siglo, el pueblo está más cohesionado que nunca. Libia permanecerá como una sola nación indivisible".

También denuncia la manipulación del régimen "tratando de aterrorizar a la población y azuzando el fantasma del integrismo. Estas manifestaciones corresponden a un régimen que está acabado, aunque pueda --en un último acto de barbarie- seguir asesinando más civiles". Y concluye declarando que "Libia no será un caos después de Gadafi".

El comunicado fue redactado en la Casa Libia, que agrupa colectivos de ciudadanos libios residentes en Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga, Cantabria y el Pais Vasco.

Un poco de historia

Hace un poco más de tres años, en diciembre de 2007, la situación era bien diferente. En una entrevista concedida a una página musulmana española, caracterizada por su posición dialogante, monseñor Martinelli alababa el cambio de la comunidad internacional hacia Gadafi, tras el levantamiento del embargo y el cierre del caso Lockerbie (http://www.webislam.com/?idn=11107).

Monseñor Martinelli, vicario apostólico de Trípoli nació allí en los años 40 del siglo XX, de padres italianos y ama a su tierra. El religioso franciscano asumió el Vicariato en 1985, y vivió todas las fases de la actitud del régimen hacia la Iglesia católica. En 1986 estuvo en la cárcel, a raíz del bombardeo americano contra Trípoli y de los misiles libios contra la isla italiana de Lampedusa.

El papa Juan Pablo II se manifestó contra el embargo, y el acuerdo de plenas relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Libia de 1997 fue un punto a favor del diálogo con Occidente.

La página WebIslam afirma que el islam sunní de Gadafi no tiene nada que ver con los integrismos religiosos.

Monseñor Martinelli subrayaba entonces la voluntad de diálogo del régimen con las religiones. Citaba un gran congreso interreligioso en Trípoli en 1976, aunque anteriormente los edificios de culto cristiano fueron cerrados porque "se les consideraba cómplices del fascismo colonialista".

"Como obispo católico de Trípoli, y habiendo nacido en Libia, no he visto nunca al régimen tomar posición contra las religiones, sino proponer siempre el diálogo", apuntaba.

La Dawa al Islamiya, la institución oficial libia para el diálogo interreligioso, organizó y participó en varios encuentros internacionales de diálogo. El obispo libio cita dos hechos memorables. En primer lugar, la visita de Bartolomé I, patriarca ecuménico de Constantinopla.

"Su venida nos sorprendió, y ha dado al diálogo en el mundo cristiano en Libia un aspecto más completo y verdadero. En Libia, además de la Iglesia católica, están presentes la Iglesia ortodoxa, la Iglesia copta, la comunidad anglicana y la Union Church".

"La presencia eficaz y fecunda de Bartolomé I nos ha ayudado en el trabajo ecuménico", subrayaba  y también en el diálogo con el islam y la ortodoxia. "El patriarca ortodoxo procede de un país musulmán pero no teocrático, y vino a Libia para establecer un puente también con el cristianismo ortodoxo de estas regiones del Mediterráneo árabe".

El segundo hecho fue un premio de Gadafi al patriarca copto Shenouda "por los derechos humanos", "por ser la voz cristiana que, en medio de un mundo de cultura islámica, supo llevar adelante un mensaje de paz en el área mediooriental". Libia es visitada normalmente por el obispo copto de la Pentápolis Pacomio. Shenouda III fue por primera vez a Trípoli al principio del régimen de Gadafi y regresó para recibir ese premio.

La comunidad copta de Libia se dice heredera directa del evangelista Marcos. El judío Marcos era de una zona de Cirene que también los beduinos libios llaman Wadi Marcos, y según la tradición copta, Marcos salió de Libia para ir a evangelizar Egipto.

En el año de la entrevista, la Dawa al Islamiya organizó un encuentro internacional cristiano-musulmán. Al obispo le impresionó una declaración del muftí de Moscú: "Tenemos que acostumbrarnos a conocer a los cristianos no por lo que dice el Corán, sino por lo que los cristianos dicen de sí mismos, a través de su Evangelio".

"Es una invitación a liberarnos de los esquemas fijos que usamos para 'reconocernos' los unos a los otros", dijo entonces monseñor Martinelli.

En marzo, el Consejo Pontificio para el diálogo interreligioso celebró con la Dawa al Islamiya una reunión en Roma sobre la figura de los imanes y de los sacerdotes, para reafirmar la importancia de que fueran hombres abiertos al diálogo.

"La Iglesia católica en Libia actúa siguiendo la inspiración de la Iglesia universal. El santo padre ha sido para nosotros un gran ejemplo tanto en lo tocante al diálogo con el islam como en sus posturas claras contra la violencia y la guerra".

"Para nosotros, Iglesia de Libia, escuchar la voz del Gobierno de Trípoli podía ser una ocasión para comprender todo lo demás, es decir, la sensibilidad del mundo árabe musulmán primero, y del África subsahariana después. La Iglesia de Libia, aceptando siempre el diálogo con el régimen, ha tratado de vivir esta comunión profunda con la Iglesia universal", puntualizaba.

En Trípoli, la misa católica se celebra en la pequeña iglesia blanca dedicada al santo de Asís, y el obispo Martinelli, dicen, lleva siempre a sus amigos a ver una pintura: san Francisco superando las líneas de los cruzados para anunciar la paz al sultán de Egipto.

Los católicos son unos cuarenta mil en todo el país norteafricano. El cristianismo es una religión minoritaria. El mayor grupo cristiano, los coptos ortodoxos, en torno al 1% de la población, son unos sesenta mil. La Iglesia copta, de origen egipcio, tiene raíces históricas en Libia anteriores a la llegada de los árabes procedentes del oeste de Egipto y a la propia existencia del islam. Las comunidades ortodoxas, aparte de los coptos, incluyen: ortodoxos serbios, rusos y griegos.

Hay una congregación anglicana en Trípoli, sobre todo de trabajadores inmigrantes africanos, que pertenece a la diócesis anglicano-egipcia. El obispo anglicano de Libia tiene su sede en El Cairo. Como la mayoría de los cristianos de Libia, proceden de Egipto.

La convivencia es relativamente pacífica. Sin embargo, hay restricciones a la actividad religiosa cristiana. Se prohíbe hacer "proselitismo" entre los musulmanes, y en el caso de los no musulmanes, el hombre se debe convertir al islam si desea casarse con una mujer musulmana. La literatura religiosa está sometida a restricciones.

La Iglesia católica está presente en Bengasi, Derna y Trípoli. Hay una prefectura apostólica en Misurata y dos obispos, uno en Trípoli (al servicio fundamentalmente de la comunidad italiana en la iglesia del San Francisco en Dahra, monseñor Martinelli) y uno en Bengasi.

Con información de Nieves San Martín y Marielena Finessi

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Análisis


“La doctrina social de la Iglesia es la respuesta a la crisis”
Lección de economía de Ettore Gotti Tedeschi, presidente del IOR
ROMA, jueves 24 de febrero de 2011 (ZENIT.org). – La crisis económica y sus raíces, la ley natural ignorada, la creación de un bienestar solamente material y la deslocalización. Estas fueron algunas de las problemáticas relacionadas a la encíclica Caritas in Veritare, que estuvieron en el centro de una lección magistral del presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR), Ettore Gotti Tedeschi, al concluir el seminario “Economía social de mercado: una nueva visión”, ayer en una de las sedes de la Cámara de Diputados en Roma.

El conferenciante recordó que la economía de mercado fue definida por el economista italiano Luigi Einaudi como “una tercera vía entre capitalismo y socialismo, que asegura la libertad del individuo frenando su instinto egoísta a través de criterios de subsidariedad y solidaridad. Ni estatismo ni capitalismo exagerado”.

“Entre tanto, para que funcione – esta es mi opinión – tiene que fundarse en la doctrina social de la Iglesia, porque tiene experiencia y valor”, dijo.

El banquero recordó que “la doctrina social de la Iglesia fue el modo para volver efectiva la caridad, si bien como dice Benedicto XVI en la encíclica, la caridad desvinculada de la verdad no logra estar de pie”.

Existen entretanto algunas condiciones: “La doctrina de la Iglesia para poder funcionar necesita de dos columnas: enseñar, porque la Iglesia es maestra, y un Estado que no sea ávido”.

El presidente del IOR explicó que “la economía social de mercado, como primer objetivo, debe usar los recursos disponibles de la manera más eficiente y obtener resultados eficaces. Como segundo objetivo tiene que asegurar un progreso integral, teniendo presente que la unidad cuerpo-alma del hombre. Y por último tiene que distribuir la riqueza creada, no solamente por caridad, sino también por sostenibilidad”.

Y precisó que “el hombre económico sabe que no funciona una economía con muchos pobres y pocos ricos”.

“¿Estos objetivos que fueron incorporados por la doctrina social de la iglesia fueron alcanzados? – se interrogó. “No – respondió – hemos derrochados los recursos, realizado un desarrollo económico solamente material y no hemos distribuido la riqueza. Por ello la economía ha fracasado en todo”.

“¿Por qué en los últimos treinta años no se observó la doctrina social de la iglesia. ¿En qué no fue interpretada? Fundamentalmente en tres cosas: la ley natural fue ignorada totalmente; se buscó un bienestar solamente materialista y en vez de distribución se hizo delocalización”.

“Lean esta encíclica. Muchos piensan que es aburrida porque leyeron un resumen en los periódicos. Aquí el Santo Padre explica por qué nos encontramos en la actual crisis económica”.

“¡Si fuera leída y discutida, que ventajas obtendría la humanidad!” le dijo al numeroso público presente.

Crisis de sentido

“La encíclica dice que si la libertad viene antes que la verdad, el hombre raramente, el hombre inmaduro, llegará a la verdad y por lo tanto no sabrá distinguir entre medios y fines y confundirá el uso de los instrumentos”.

“Y los instrumentos son neutrales. No hay banca ética, no hay finanza ética, existe el hombre ético que hace las finanzas de modo moral y ético, o sea dando sentido a sus acciones”.

Y profundizó: “Si la vida no tiene sentido es inútil preguntarle al banquero el sentido del banco. ¿Por qué se la toman con los banqueros si la vida no tiene sentido, si somos animales que solamente comemos y otras cosas?. ¿Cómo se puede pensar que el hombre que es banquero o financiador, el médico o el político pueden dar sentido? Si la vida no tiene sentido, entonces gocémosla”.

“En la introducción de la encíclica, el Papa dice que si el hombre empieza a razonar y a dar sentido a su vida, los instrumentos, la política, la medicina tomarán independencia y autonomía moral. Pero el instrumento no puede tener autonomía moral. Es el hombre que da sentido al uso de los instrumentos”.

Se refirió la importancia de la encíclica desde el punto de vista económico. “Tenía que salir en el 2007 y acabó siendo publicada en el 2009. Porque la crisis estaba modificando todos los escenarios. La encíclica es una llamada pastoral y doctrinaria extratemporal, pero que debe tomar en consideración los problemas específicos de su época”.

“Y Benedicto XVI en la Caritas in Veritate recuerda lo que ha dicho Pablo VI en la Humanae Vitae y en la Populorum progressio: No se puede prescindir de las acciones humanas y del respeto total de la vida y no se puede hacer un plan de desarrollo económico si el progreso es solamente material, porque el hombre no es solamente un animal material”.

Eutanasia y presupuesto

Gotti Tedeschi recordó que “hemos negado la dignidad de la vida y realizado un progreso solamente materialista. Y hoy está en discusión la ley sobre la eutanasia. Provocativamente diré: no, es una ley económica, porque no se puede mantener a los viejos, que cuestan mucho, si no nacen los niños, es una cuestión de presupuesto”.

“La cuestión – continuó – es que Estados Unidos y Europa somos, desde hace treinta años, mil millones de personas. La diferencia es la edad de las mismas. Hace 25 años, el 25 % tenía menos de 25 años. Hoy son el 10 %. Y entonces los de 65 años eran el 15 %, y hoy son el 65 %.

“Cuando las personas salen del ciclo productivo cuestan en sanidad y jubilación. ¿Qué sucede en una sociedad que no tiene recambio generacional? Si la estructura se queda igual, ¿cómo se hace para aumentar el PIB?”

El conferenciante explicó que si el número de población queda inalterado, el PIB aumenta solamente si crecen los consumos per capita: “también los niños tienen que consumir, y hay tantas vacaciones para los ancianos. Pero la población se queda numéricamente igual, mientas se produce un aumento de los costos fijos, porque aumenta la población que cuesta respecto a la que produce y el sistema social tiene que absorber esos costes”.

¿Cómo se cubre este gasto? En Italia, dijo, “con el aumento de los impuestos. En 1975, con un crecimiento del 4 % anual, los impuestos eran el 25 % del PIB. Hoy son el 50 %. Por lo tanto los consumidores tienen menos poder adquisitivo y las empresas menos posibilidad de inversión. O sea, hay menos ahorro, el dinero cuesta más y hay que aumentar los derivados”.

“Esto está contenido en la encíclica – reiteró Gotti Tedeschi –. Y en los principios dice que hemos negado la vida y el desarrollo integral”.

Crecimiento falso

Además, “en un mundo occidental con crecimiento demográfico cero, hemos hecho aumentar los consumos de la persona para aumentar el PIB. ¿Cómo se hace a gastar más? Haciendo ganar más a las personas. ¿Y si el ciclo económico es chato? Mientras tanto ya no se ahorra. En los últimos 25 años, el porcentaje de ahorro ha bajado del 25 al 6 %”.

Por lo tanto “para aumentar la producción se usan máquinas y producción masiva. Y hasta aquí ésto es aceptable. Pero hemos hecho la delocalización. Una serie de bienes que en Europa tenían un precio, en Asia cuestan la mitad. Y por lo tanto es un modo para aumentar el poder adquisitivo”. La paradoja es que “en Occidente es necesario consumir siempre más y producir menos, mientas que en Asia aumentan la producción y no consumen”.

¿Cuál es el exceso de este sistema? “Cuando se pasa de un consumo alto al consumo a base de deuda. Gano 100, gasto 100, mi PIB es 100. Para aumentar el propio PIB se pide un préstamo en el banco. Un año de sueldo futuro me lo gasto hoy y mi PIB aumentó el 100 %, pero también la deuda de la familia”.

El conferenciante presentó algunos datos: “Desde 1990 al 2008, datos en la mano, el gasto de las familias estadounidenses pasó del 68 al 98 % gracias al endeudamiento. Pero si la familia, no paga, el banco quiebra. Por lo tanto en Estados Unidos acabaron nacionalizando la deuda de los privados. El sistema pasa así de una deuda del 200 % del 1998 a una del 300 % en el 2008”.

Pero ¿es posible reducir la deuda? Gotti Tedeschi recordó que los tres sistemas son: un default como el argentino; la inflación, una nueva burbuja; y lo que enseña el Papa: la austeridad.

“Debe de volverse a ahorrar para formar la base monetaria, y a construir – dijo –. Además el 60 % de las cosas que se consumen no crean mano de obra”.

Y recordó el caso italiano de algunas empresas en las cuales el gerente decía: “o se trabaja de esta manera, o deslocalizo”.

Desde el punto de vista económico “el hombre tiene tres dimensiones: productor, consumidor y ahorrador. Hasta hace 20 años las dimensiones eran coherentes. Ahora en cambio, trabajo y produzco un producto pero compro uno similar hecho en Asia, mejor y que cuesta menos. Después de tres años mi empresa que producía ese mismo producto quiebra y por lo tanto no gasto más”.

“Esta es la paradoja de la globalización consumística. Es lo que el Papa llama desarrollo económico no integrado. Porque el hombre se ha olvidado de que tiene un alma, solamente un cuerpo, por la influencia del nihilismo y del relativismo”.

“Como decía un ex ministro italiano de la Salud, Umberto Veronesi: ‘es inútil pensar que el hombre tenga una chispa de divino, cuando el hombfre es solamente un animal inteligente’. Coman y diviértanse, ¿y luego se lamentan si alguien lo hace demasiado?”.

¿Italia fue subsidiaria? Se preguntó el presidente de la IOR. “Hasta 1995, casi el 65 % del PIB estaba en manos del Estado. Compañías como ENI, IRI, etc. Los bancos, excepto dos pequeños, eran públicos. Y la mayor empresa privada (en referencia a la FIAT, n.d.r.) fue definida por un economista: cuando gana es privada, y cuando pierde es pública”

Y recordó que para entrar en el euro era necesario privatizar. “¿Pero en Italia se privatizó? Para privatizar es necesario uno que vende y otro que compra y paga. ¿Qué se vendía? Empresas enormes e ineficientes ¿Y quien las compraba? Los extranjeros no. ¿Y como hacen los italianos? Se inventó cómo financiar la compra por parte de los bancos. Si las hubiéramos regalado no hubiéramos absorbido una masa de dinero que podrían haber ido a las verdaderas empresas que tiran de la economía, como las medias y pequeñas”.

Y concluyó: “Un ejemplo solamente: no digo que sea verdadero. Al final de la guerra fría, Washington gastaba el 4,5 % del PIB en armamento, y después del 11 de septiembre el gasto subió al 11 %. ¿Cómo se hace para absorber este gasto si no se inventan los subprime? Bush en el último G8 reconoció: se ha gastado demasiado, más de lo que se podía”.

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Entrevistas


La objeción de conciencia y la dignidad de la persona (I)
Entrevista al catedrático de Derecho Rafael Navarro-Valls
MADRID, jueves 24 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- La posibilidad de objetar por razones de conciencia ante una obligación impuesta legalmente que se considera injusta, constituye una de las batallas legales más importantes de los últimos años en los países occidentales, en campos tan dispares como la Medicina o la Educación.

España, precisamente, es uno de los países donde la lucha por que el Estado respete el derecho de las personas a negarse a hacer algo moralmente injusto es más evidente, gracias a casos como la asignatura Educación para la Ciudadanía, la nueva ley del aborto o la venta de la píldora abortiva, entre otros.

Sobre esta cuestión, el jurista español Rafael Navarro-Valls, catedrático de Derecho y colaborador habitual de ZENIT, donde dirige la columna “Observatorio Jurídico”, acaba de publicar, junto con el catedrático Javier Martínez Torrón, el libro Conflictos entre conciencia y ley. Las objeciones de conciencia (Editorial IUSTEL).

En esta entrevista concedida a ZENIT explica la naturaleza y los límites de la objeción de conciencia. La segunda parte se publicará en el servicio de mañana viernes.

- ¿No es un contrasentido que, precisamente en el siglo de los derechos humanos, haya sido necesario desarrollar el derecho a la objeción de conciencia?

Rafael Navarro-Valls: La elaboración jurídica de un derecho humano es un proceso largo y, a veces, doloroso. Pasó con las libertades de expresión y religiosa, con el de no discriminación por cuestiones raciales y, ahora, está ocurriendo con el de objeción de conciencia. Respecto a él caben dos posiciones: entenderlo como una especie de “delirio religioso”, una simple excepción a la norma legal, que conviene restringir , o, al contrario, entenderlo como una derivación evidente del derecho fundamental de libertad de conciencia, un verdadero derecho humano.

En esta segunda perspectiva- la correcta- el derecho de objeción de conciencia debe perder su trasfondo de “ilegalidad más o menos consentida”. Solo desde una concepción totalizante del Estado puede mirarse la objeción de conciencia con sospecha, precisamente porque ocupa un lugar central, no marginal, en el ordenamiento jurídico, por la misma razón y de la misma manera que es central la persona humana.

Los poderes públicos están obligados a procurar una adaptación razonable a los deberes de conciencia de los ciudadanos en la medida en que no perjudique un interés público superior. El Tribunal Supremo estadounidense lo ha expresado muy bien: “ Si hay alguna estrella fija en nuestra constelación constitucional, es que ninguna autoridad, del rango que sea, puede prescribir lo que es ortodoxo en política, religión u otras materias opinables, ni puede forzar a los ciudadanos a confesar, de palabra o de hecho, su fe en ellas”.

-Existe el derecho a la objeción al servicio militar, a la objeción de conciencia de los médicos, etc. ¿Se puede objetar a todo o hay un límite?

Rafael Navarro-Valls: Como ha señalado (1982) el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, para que una objeción de conciencia pueda estimarse digna de ser tomada en consideración, la convicción o creencia que la motiva debe proceder “de un sistema de pensamiento suficientemente estructurado coherente y sincero”. Por su parte, una sentencia de la Cámara de los Lores en el caso Williamson (2005), exige, para que una creencia (religiosa o no) pueda ser tomada en cuenta , que sea “coherente con unos estándares elementales de dignidad humana”, referirse a “problemas fundamentales y no a “cuestiones triviales” y revestir un “cierto grado de seriedad e importancia”. Estas características se encuentran más fácilmente en creencias de trasfondo religioso, ya que implican un sistema coherente de creencias. Tal vez por eso, la objeción de conciencia ha marchado históricamente en paralelo con la libertad religiosa, constituyendo una de sus dimensiones más destacadas. Naturalmente, la libertad de conciencia no se agota en el marco de las convicciones religiosas. Existen otras de carácter filosófico, deontológico etc que también alimentan las objeciones de conciencia.

Aparte de este criterio, en materia de límites de la objeción de conciencia, podemos mencionar algún criterio adicional. Tal vez el más destacable sea el nivel potencial de peligro social de los comportamientos. En principio, la pura actitud omisiva (no realizar un aborto, no formar parte de un jurado, no asistir a unas clases etc) ante una norma que obliga a hacer algo alcanza una cota de riesgo social menor que otras objeciones que llevan a una actitud activa frente a la norma legal, que prohibe un determinado comportamiento. Un ejemplo, el TS americano en el caso Reynolds rechazó la pretensión de la Iglesia Mormona, basada en razones de conciencia, de que las leyes penales sobre la poligamia no se aplicaran a los fieles cuya religión se lo permitiera. La práctica de la poligamia, entendió el Tribunal, “contradice el orden público occidental que exige que el matrimonio sea monógamo”.

En fin, por muy elevada que sea la sensibilidad de un determinado Derecho hacia el respeto a la libertad de conciencia, es claro que en algunos supuestos no podrán conciliarse del todo los bienes jurídicos en conflicto, es decir, que no se podrá adaptar la norma jurídica, en su totalidad, a las exigencias morales de conciencia de todos los ciudadanos. En tales situaciones, sin embargo, lo ideal es evitar respuestas simplistas de carácter negativo. El poder político debe hacer un esfuezo flexibilizador para buscar aquellas soluciones menos lesivas para la conciencia del objetor.

-El caso reciente de la implantación en España de la objeción a la asignatura “Educación para la Ciudadanía”, ¿entra en la definición de objeción de conciencia?

Rafael Navarro-Valls: Desde luego. El derecho a elegir el tipo de educación que queremos dar (o no dar) a nuestros hijos forma parte de nuestro propio derecho a elegir una concepción del bien y a ponerla en práctica, sin interferencia de los poderes públicos. El problema se plantea cuando entre el Estado y los padres se da un desacuerdo sobre cuál es la mejor manera de preparar a los alumnos para participar en la vida política o asegurar su progreso moral.

En estos casos, el Estado puede adoptar dos posiciones. La primera, decidir por sí mismo cuál es la mejor manera de asegurar el desarrollo de las competencias morales, cívicas y políticas de la nuevas generaciones. La segunda, decidir que no le corresponde a él dar una respuesta definitiva a la cuestión. Esta es la postura correcta, desde la vertiente de los derechos humanos y de una democracia madura. Por eso, la imposición legal de una asignatura de formación antropológica y moral con carácter general para todos los alumnos puede ser una clara infracción de los derechos constitucionales que corresponden a los padres, y que justifican que la lesión del derecho fundamental de libertad de conciencia sea amparado.

En esa línea se mueve la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (casos Folgero y Zengin, 2007) y la del TS de los Estados Unidos de América que, en el caso Yoder (1972), ya decidió hace años que la libertad de los padres para educar moralmente a sus hijos está por encima del poder coercitivo del Estado en materia de escolarización obligatoria. De ahí la severa crítica que ha recibido el TS español al decretar en febrero de 2009, el rechazo de la objeción de conciencia planteada por numerosos padres ante la asignatura de Educación a la Ciudadanía. La debilidad del planteamiento jurídico del TS es evidente, cuando se comprueba que las sentencias aludidas van acompañadas nada menos que de diez votos particulares contrarios de los propios magistrados de la Sala. Las sentencias del TS han sido recurridas ante el Constitucional y el Tribunal de Derechos Humanos. Existen fundadas esperanzas de que, al final, los padres objetores sean tutelados en sus derechos.

-¿Podría existir la objeción de conciencia fiscal, por ejemplo, ante el uso de fondos públicos para usos moralmente comprometidos, como el aborto?

Rafael Navarro-Valls: Conviene advertir, ante todo, que la objeción de conciencia fiscal no suele ir dirigida contra el acto exigido por la ley – el abono de impuestos- si no más bien contra el destino que se hace de una parte de ellos. Por eso, los llamados objetores fiscales plantean como alternativa destinar a otros fines compatibles con su conciencia la cuota que inicialmente se niegan a pagar. No son, pues,  evasores fiscales: su finalidad no es defraudar al fisco, sino evitar contribuir a gastos que entienden inmorales según su conciencia (gastos militares, financiación de abortos etc). Que yo sepa,  se han presentado proyectos de ley a favor de la objeción fiscal en Estados Unidos, Canadá, Holanda, Bélgica, Alemania, Reino Unido Italia y España (éste último en junio de 2005, por el grupo parlamentario ERC). Por ahora no han obtenido  la aprobación mayoritaria de las Cámaras. Sin embargo, alguna jurisprudencia canadiense y norteamericana ha aceptado formas similares a la objeción fiscal. En concreto, han protegido a objetores que, por razón de conciencia, rehusaban abonar las cuotas debidas a los sindicatos, destinando su importe a instituciones de beneficiencia o charities.

En mi opinión, la aplicación inflexible del principio de no afectación del impuesto –que es el gran obstáculo para admitir la objeción fiscal- está siendo cada vez más contestado por la doctrina jurídica tributaria, hoy  más proclive a concepciones impositivas basadas parcialmente en el principio del beneficio en lugar del de capacidad de pago: el ciudadano paga en función del beneficio que recibe de la actuación pública, y no sólo de su capacidad económica. Este tipo de consideraciones facilitarán que, en un futuro no lejano,  se tomen en cuenta las opciones de conciencia, incluida la contraria a pagar impuestos destinados a  financiar abortos.

Por Inma Álvarez

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Informe Especial


Lo que hay que saber sobre el Vudú
Una religión mal conocida y de gran presencia e influencia

Por Vicente Jara

MADRID, jueves 24 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- Los medios de comunicación de España y toda Iberoamérica muestran con cierta frecuencia noticias vinculadas a diversos cultos sincretistas de origen africano, como el vudú y la santería. Es uno de los fenómenos que observa con atención la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), y uno de sus miembros, Vicente Jara, ha elaborado este artículo para sintetizar lo más importante que debe conocerse del vudú. El autor es dominico seglar y bachiller en Teología. Dirige en Radio María España el programa "Conoce las sectas", y es el responsable de la web About Sects and Cults.

* * * * *

Introducción: etimología y definición religiosa

Vudú, o vodún, o vudún, (en inglés voodoo o voodou), es una palabra que significa “espíritu” en la lengua Fon y Ewe. Es el vudú una religión oriunda de la costa atlántica de África. La podemos situar en la actualidad en los países siguientes: Nigeria, Benín, Togo y Ghana. El vudú es una religión que practican distintas tribus como los Ewe, los Fon, los Mina o los Kabye, que se encuentran en estas regiones antes mencionadas, así como miembros de países centroamericanos y suramericanos principalmente, provenientes de los esclavos africanos llevados a este continente durante la época de la esclavitud.

El vudú como religión animista

Hemos de precisar que la religión vudú es una religión animista. Una religión es animista si cree que entidades no humanas son seres divinos o espíritus, o al menos participan o son poseedoras de principios o potencialidades divinas. El animista cree que no hay separación entre el mundo material y el trascendente, por lo que rocas, montes, plantas, animales, fenómenos atmosféricos, y demás entidades materiales tienen un alma o un espíritu, o manifiestan a dioses y espíritus de distintas categorías dentro de la jerarquía trascendente.

Influencia del vudú

El vudú ha sido el origen de muchas otras religiones y creencias que han surgido en las islas de América en la zona del Caribe, en regiones del sur de Norte América, o en Suramérica, como el vudú de Haití, el vudú de Puerto Rico, el vudú de República Dominicana, o el vudú de Luisiana. También del vudú de la hechicería negra, el denominado hoodoo.

Por otro lado, la mezcla sincretista del vudú con el catolicismo en América tras el descubrimiento o encuentro de ambos continentes, originó la santería ya en Cuba, o el candomblé en Brasil, ligando a los santos católicos con el panteón de dioses africanos, para mejor protegerse los esclavos africanos allí llevados durante la esclavitud de los colonizadores esclavistas, que les prohibieron sus antiguas prácticas, y así pasar desapercibidas sus creencias.

Y ello sin contar la influencia que ha tenido el vudú en todas las religiones y creencias tradicionales surgidas en África y que se extendieron por países como Angola o Congo.

Algunas aclaraciones: santería, candomblé, kimbanda, palo mayombe, etc.

La santería es un conglomerado de religiones y religiosidades de los yorubas de Nigeria con el catolicismo. Fue llevada a Cuba, Puerto Rico, La Española, Suramérica y también Nueva Orleans, Miami o Florida entre otros lugares por los esclavos negros traídos de aquellas zonas. La inmigración actual de estos países a Europa he llevado estas creencias a España, Francia, Alemania, Inglaterra, etc.

En palabras de José Luis Vázquez Borau, miembro de la RIES y experto en estas religiones africanas y afroamericanas, la santería “es una mezcla de los ritos yorubas, pueblo originario de Nigeria, y las tradiciones de la Iglesia católica, realizada en Cuba y que hoy está extendida por toda América, especialmente en Cuba, el Caribe, Haití, Puerto Rico, Venezuela, Florida de EE.UU., México, unos 300.000 en Nueva York y por Europa, también en España. En este sincretismo se puede ver como todas las deidades de los yoruba adoradas en santería han sido identificadas con santos católicos.” […] “Hace más de cuatrocientos años, cuando los comerciantes de esclavos llevaron a miembros de la tribu yoruba, junto con miembros de otras tribus, al Nuevo Mundo, fueron forzados a practicar, en el área de influencia de las coronas española y portuguesa, el cristianismo en la forma de catolicismo, obligándoles a aprender español como su lengua principal. Estaba, por supuesto, prohibido practicar su religión tradicional así que ocultaron sus orishas [sus dioses o loas] detrás de los santos y realizaron una fusión entre los elementos de su religión ancestral con la de sus amos católicos, practicando su religión a escondidas. Los yoruba llevaron con ellos la colorida mitología de su religión que, tras sufrir una transculturación, se dio a conocer en Cuba como la Regla de Ocha, y en Brasil como macumba y candomblé” (Entrevista en el programa “Conoce las sectas” de Radio María España, 6/12/08).

El candomblé se practica principalmente en Brasil, pero también se ha extendido desde ahí a Argentina, Colombia, Panamá, Uruguay o Venezuela. Es animista y surge a partir de los esclavos africanos traídos a estas regiones, implantando el culto vudú y de los orishas (que es más propiamente de las tribus yoruba, de ahí que su dios sea no tanto Mawu, como en el vudú africano atlántico, sino Olorum), que se hizo sincrético con el catolicismo. Tiene mezcla también de los dioses nkisis del Congo, por lo tanto bebe de tres fuentes: África atlántica, central y religión católica. Hoy en día hay un intento de despojar al candomblé de su rasgo católico, pero es algo que quizás ya forme parte propia de su culto.

La kimbanda tiene su origen en el curanderismo de Angola por parte de los médicos sacerdotes de esta zona africana. Pasó con los esclavos a latinoamérica y se cambió la fonética ya en umbanda o bien kimbanda. Se fue mezclando con otras creencias africanas que están ya diseminadas en latinoamérica y con tradiciones cristianas, orginando la macumba, que a veces se identifica con la kimbanda.

El palo mayombe se originó en las tribus bantúes del Congo y llegó a latinoamérica también, como el resto de las mencionadas, por los esclavos africanos. Se hizo sincrética con el catolicismo y se extendió fuertemente en Cuba desde donde se diseminó por los países cercanos. La mezcla del espiritismo de Allen Kardec en el siglo XIX supuso un nuevo giro dentro de las mezclas que ya tenía.

Kumina, obeah o hoodoo son otras denominaciones cercanas a la religión Congo, que la tienen como origen de religiosidades provenientes de esta zona africana.

Así, el hoodoo es una mezcla de religiones tradicionales africanas, vudú incluido, catolicismo, magia europea, satanismo y brujería.

Los dioses del vudú y sus creencias

Los vudú, tal y como hemos mencionado, etimológicamente son los espíritus, los cuales gobiernan toda la naturaleza. Sus dioses están muy jerarquizados y dominan todas las fuerzas de la naturaleza, las rocas, los árboles, las corrientes de agua, los lugares, los cruces de los caminos, pero también los clanes y tribus, las naciones y a las personas individualmente. Incluso los muertos dentro de la familia siguen también viviendo con los vivos y entre los vivos, a los cuales se les puede pedir ayuda y colaboración. La completa naturalidad con la que el practicante del vudú se mueve en el mundo que le rodea y con el que convive le lleva a un continuo trato de petición e intercesión con los espíritus, de ahí que haya sido tan fácil la asimilación de estos espíritus con los santos católicos en la formación de la santería y otras corrientes similares tal y como hemos dicho arriba.

En el panteón vudú el dios principal es un dios padre-madre, andrógino, el dios creador de todo, que tiene por debajo de sí multitud de dioses menores pero muy poderosos llamados loas (orishas para los yorubas y la santería). El dios creador es Mawu, o Nana Buluku, y sus dioses hijos son los encargados de los distintos lugares y territorios así como de las distintas expresiones naturales: animales, mares, ríos, bosques, etc. El dios creador andrógino tiene dos manifestaciones o expresiones: como Mawu es el aspecto femenino, y es la Luna, mientras que como masculinidad se asocia al Sol y se le denomina Lisa. A veces ambas expresiones son recogidas en algunas tradiciones como los hijos gemelos del dios creador.

Otro dios, hijo del creador, es Legba, que actúa como intermediario entre los demás dioses hermanos suyos y el dios creador padre-madre. Legba a veces es presentado como un joven pero en Haití tiene aspecto de anciano. Otro dios importante es Mami Wata, encargado de las aguas, o Gu, que regula el hierro y las armas, Sakpata, el encargado de las enfermedades, o Eshu el mensajero entre los dioses y los hombres, mantenedor de las relaciones entre ambos mundos, y por lo tanto el dios que regula el orden y la paz.

El paraíso se denomina Guinee o Guinea, lugar donde moran los dioses, y al cual al morir la persona irá tras pasar por el último cruce de caminos, donde el dios Guede habrá de dar o no paso al fallecido.

Los sacerdotes vudú se denominan houngan (si es hombre) o mambo (si es mujer), y practican sus creencias en sus templos llamados hounfour. Un bokor es una hechicero que sirve a los loas con las dos manos, es decir, que practica tanto la magia denominada blanca (para sanar y como protección), como la negra (para hacer enfermar, dañar o dar muerte).

En sus celebraciones, donde intervienen los dioses loas, éstos llegan a poseer a los participantes, manifestando así su presencia, que puede ser calmada o más agresiva, según el carácter propio del loa que posea al celebrante.

En tanto que en todo está lo divino, los rituales vudú están llenos de elementos naturales, plantas y animales, incluso con sacrificios animales como oblación a los dioses, y así es su acontecer cotidiano, en la salud, en la enfermedad, la vida y la muerte. Los fetiches o talismanes vudú son o bien estatuas o partes de animales que han sido secadas y que protegen y ayudan en casos de necesidad, enfermedad, heridas, o para mantener la salud y el vigor. Los brujos del vudú (bokor) dicen ser capaces de hacer hechizos contra enemigos para cumplir una venganza, pidiendo a los espíritus que sobre una persona o un grupo caiga la desgracia, el dolor, el daño o la muerte.

Ética

Recordemos que las bases del animismo son el naturalismo y el tribalismo. Es por ello que desde su teología y su panteón de dioses y espíritus subordinados al dios padre o supremo, su mundo de los antepasados o ancestros, con características mágicas y divinas también y en conexión con la familia, y toda la variedad de curanderos, adivinos, médiums, sacerdotes, hechiceros y brujos, unido a la unidad de vida entre lo natural y lo sobrenatural, con apena línea divisoria, podemos hablar de su código moral. Es por lo tanto con sus bases religiosas como se puede entender su ética, la ética del vudú.

La expresión ética de los vuduístas se manifiesta con reglas morales para mantener la comunidad, una ética comunitaria de honra y deshonra, generosidad y codicia, ayuda y solidaridad. Se castiga la difamación, denigrar a la propia familia, al clan, robar la mujer de otro o impedir injustamente a alguien cultivar la tierra, entre otros aspectos, siempre ligados a la naturaleza, la tribu y la unidad terrestre-celeste.

Antropología

Las partes fundamentales del hombre dentro del vudú haitiano (por nombrar uno de ellos) son el “corps cadavre” que es el cuerpo en sí, la sangre y la carne; el “n´âme”, que es el espíritu de la carne, de tal forma que permanece cuando el hombre muere, dando aún forma a su cuerpo, y que irá deshaciéndose conforme se pudre y pasa a la tierra; otro componente es el “z´etoile” o espíritu, que no reside curiosamente en el hombre sino en el cielo, siendo algo así como la estrella que alumbra y marca su destino; finalmente están el “ti bon ange” o pequeño buen ángel, y el “gros bon ange” o gran buen ángel. El “gros bon ange” lo tienen todos los seres que sienten y se adquiere en el momento de la concepción, pasando en el momento de la muerte a dios creador como una energía indiferenciada; en cambio, el “ti bon ange”, el pequeño buen ángel, es propio de cada uno, recoge nuestros conocimientos, acumula nuestras experiencias, es lo que modela nuestro carácter y forma de ser, y durante el sueño sale de nuestro cuerpo vagando y tomando contacto con espíritus, con antepasados, o viajando a distintos lugares; también en un susto grande puede saltar del cuerpo y luego volver a él, y puede ser el objetivo de los hechiceros de magia negra que intenten robarlo o poseerlo.

Un vudú, distintos vudús

Vista la extensa diseminación del vudú entre naciones, tribus, clanes y lenguas según la presencia de los diferentes seguidores de esta religión, podemos entender que presenta diferentes dioses, rituales, lenguas, expresiones, cantos y modalidades propias según sus zonas.

Ya mencionamos antes el vudú africano, el de Haití, el de Puerto Rico, el vudú de República Dominicana, o el vudú de Luisiana. Son todos ellos vudú pero presentan matices diversos. Así, sólo citaremos un poco más en extenso el primero y el último.

El vudú de Haití presenta elementos sincretistas entre el vudú africano y el catolicismo. Nace en el siglo XVI a partir de esclavos negros traídos a la isla de La Española (hoy Haití y República Dominicana). En su teología el dios principal es Bondye (buen Dios) y los dioses inferiores se denominan loas. El dios supremo está alejado de los hombres y éstos sólo se relacionan con los loas, nunca con Bondye.

El sincretismo apareció asimilando los loas con los santos católicos y así protegerse de la persecución de los colonizadores católicos contra sus creencias originarias. El loa más poderoso es Papa Legba, que protege los cruces al ser el intermediario entre hombres y el dios creador; también está Erzulie Freda o loa del amor; Simbi, que es el de la magia y la hechicería; Kouzin Zaka, que es el de la agricultura. El vudú de Haití subdivide los loas en 21 familias entre ellas Congo, Nago, Petro y Rada. Se suele a veces considerar a Rada como la magia blanca y a Petro como magia no tan blanca, pues sus loas no son calmados ni tranquilos como en la Rada, -ya que se identifican con la tierra patria originante africana, recuerdan al pasado y a los tiempos buenos allí vividos-, sino que son agresivos y furiosos, pues los loas Petro se identifican con la época de las cadenas, la esclavitud, la muerte y la lucha por la libertad.

El vudú de Luisiana tiene mucha mezcla católica, francesa, española y creole por parte de los esclavos africanos en la zona. Un elemento propio es el amuleto grisgrís, que es un pequeño saquito con aceite, uñas, pelo, hueso, piedras y objetos personales que se porta al cuello o va trenzado en la ropa ocultamente, y sirve de protección. Su origen está en el África sahariana, y tenía un sentido diabólico (un demonio ayudaba a protegerse de otro). Otro elemento que resalta mucho de este tipo de vudú frente a los demás es la importancia de las reinas vudú (que presiden las ceremonias y las danzas), el uso de elementos ocultistas, así como de los muñecos vudú, por los cuales y por medio de la magia simpática, se elaboran estos muñecos que simbolizan a la persona que se desea dañar, por lo que infligiéndole alfileres, o quemándolos o sometiéndolo a distintas acciones destructivas se pretende realizar el mismo efecto en la persona que simboliza, algo que también es propio del hoodoo. El vudú de Luisiana también da una gran importancia al espíritu de la serpiente Li Grand Zombie, que en definitiva es el espíritu de la serpiente Damballah, que ya está presente en el vudú de África, símbolo de la salud y de la unidad entre tierra y cielo.

Practicantes del vudú

Los practicantes del vudú en Nigeria son 14 millones, un 10% de la población. En Benín son alrededor de un millón, o sea, el 18% de la población. En Togo la mitad de la población sigue religiones tradicionales africanas, siendo el vudú la de mayor alcance con 2 millones y medio de seguidores. Un millón de vuduístas hay en Ghana, país de 23 millones de habitantes. Y sólo hablamos de vudú, no de otras religiones tradicionales africanas, muy presentes en estos países. Por otro lado, las encuestas en la población de estas regiones afirman que los que se catalogan como cristianos muchas veces son practicantes sincretistas tanto del cristianismo como de las religiones africanas, ya sea vudú u otra religión animista tradicional.

Aunque en Haití el 80% de la población es católica y el 16% protestante, se considera que el 50% practica el vudú. La población es de casi 10 millones de habitantes. En Puerto Rico es de menos del 1%, sobre una población católica en el 85% y 8% protestante, con 4 millones de habitantes. En República Dominicana los seguidores son alrededor del 1% o menos incluso, sobre una población con 87% de católicos y 4% de protestantes en un total de casi 10 millones de habitantes. El estado de Luisiana, con 4 millones y medio de habitantes, es católico en un 28% y protestante en un 60%, siendo el porcentaje de seguidores vuduístas de entre el 1 y el 3%.

En definitiva, podemos hablar de alrededor de unos 20 a 25 millones de seguidores de vudú en todo el mundo.

Los practicantes del vudú son casi siempre individuos de media y baja capacidad económica, social y cultural, aunque muchas veces ocurre que personas de clases media y alta con cultura occidental u occidentalizada mezclan sus antiguas tradiciones con creencias cristianas o islámicas a las que se han convertido, viviendo muchas veces en ambas esferas religiosas y practicando ya en público o en privado aspectos de una como de otra.

Durante la época colonial europea en los países africanos se intentó suprimir el vudú y las demás religiones tradicionales africanas. No obstante, la fuerte inserción en su mundo cultural y familiar ha hecho imposible esta desaparición. Hoy en día es creciente la restauración de este culto en todos los países que lo practican, habiéndose celebrado en el año 1991 en la ciudad de Ouidah (Benín) la primera Conferencia Internacional de vudú. Este dinamismo del vudú también se está viendo seguido por las religiosidades nacidas de él, como todas las formas del mismo o de la santería, que están viviendo una nueva expansión en las zonas del norte, centro y sur de América.

El bokor

Un bokor es un sacerdote vudú que practica la magia negra. El bokor usa de los loas Simbi Dlo, que es la serpiente marina, Legba el emisario, o Kalfou, que es el loa del cruce de los caminos y que puede dejar pasar la fortuna o la desgracia, es decir, que los demás loas o espíritus puedan cruzar y acercarse a alguien o a algún lugar. A Kalfou se le ha asimilado con Satanás, dentro del sincretismo del vudú y el catolicismo. Es un loa del alcohol y la pólvora, es decir, de la muerte violenta con las armas. Y finalmente, otro loa que es manejado y asiste al bokor en sus ceremonias negras es Baron Samedi, o Barón Sábado, que es el espíritu de la muerte, propio del vudú americano, no tanto del africano. Viste con sombrero de copa, traje de chaqueta negro, no tiene ojos y tiene tapones de algodón en los oídos. Su cara es blanca como una calavera. Está en los caminos esperando el paso de los muertos. Es un loa del sexo violento, sadomasoquista y cruel, es el espíritu de la prostitución, dios borracho y del rón, al igual que Kalfou en este aspecto. Barón Samedi es el dios del tabaco y también representa la vuelta a la vida, ya que puede negar a un muerto el paso a la ultratumba y volverlo a la vida, por eso es el loa de los zombis en Haití. Bajo él hay varios dioses que le sirven en sus trabajos con los muertos. Curiosamente, el dictador de Haití, Fraçoise Duvalier vestía como el Barón Samedi para mejor controlar y atemorizar a los ciudadanos.

El bokor también tiene capacidad para crear talismanes (protectores, por lo tanto magia blanca, contra la magia negra), o amuletos (atraen la buena suerte, por lo tanto, magia blanca simplemente).

El vudú y los zombis

El zombi (en inglés zombie) es una figura legendaria, habitualmente ligada al vudú, que se identifica con un muerto viviente, alguien que habiendo muerto vuelve a la vida por medio de ritos mágicos a partir de hechicería para someterlo como esclavo. Se considera que el sacerdote vudú de Haití, no tanto el houngan, sino el bokor, que practica magia negra, puede por medio de un ritual volver a la vida a un muerto reciente.

Se considera dentro de la mitología y la creencia vudú que un bokor puede crear zombis para tenerlos como esclavos él mismo o a petición de un tercero que solicita sus servicios de magia negra.

No está claro el que sea cierto que pueden crearse zombis, aunque la ciencia lo descarta como una leyenda urbana. El antropólogo y etnobotánico Wade Davis, famoso por sus estudios en este aspecto desde los años 70 del pasado siglo XX, viajó a Haití para estudiar los zombis y la sustancia que pudiera crearlos. Su conclusión es que inicialmente un principio activo, el llamado “coup de poudre” (es decir, golpe de polvo, que viene de la expresión golpe de rayo, o flechazo de amor, desde sus originales franceses modificados), induce a la víctima una muerte aparente. Ésta sería enterrada y dada por muerta. Posteriormente el bokor o algún ayudante suyo la desenterraría para darle un segundo principio activo como contraveneno, pero dejando anuladas algunas capacidades psíquicas del sujeto, siendo incapaz de disponer totalmente de su voluntad, quedando esclavizada por el hechicero bokor.

Para Wade Davis, tal y como lo relata en sus libros The Serpent and the Rainbow (1985) –en castellano traducido como “El enigma zombi” (1985)-, y Passage of Darkness: The Ethnobiology of the Haitian Zombie (1988), el ingrediente básico de la primera sustancia es la tetradotoxina (TTX), una toxina que se puede encontrar en el pez globo, típico del Japón y del Caribe. Se ha descartado que el principio de la zombificación sea la “datura stramonium”, que en Haití se encuentra en el denominado pepino zombi. La tetradotoxina es una neurotoxina y se encuentra en las vísceras de este tipo de peces, como el pez globo, que son los tetraodóntidos y los diodóntidos, si bien no en todos ellos. La toma de tetradotoxina produce una bajada en las constantes vitales al atacar la conductividad de las neuronas. El proceso que se produce es el bloqueo del sodio en la membrana neuronal, de ahí que no se alcance el nivel de transmisión adecuado de las diferencias de potencial entre ellas, por lo que las transmisiones nerviosas entre neuronas desaparecen. Esto produce en el organismo entumecimiento, hormigueo en las extremidades, la cara, fallo respiratorio, parálisis de distintos grados o general, llegando al colapso respiratorio y cardiovascular. Una cantidad de medio miligramo en sangre es suficiente para producir muerte inmediata. No hay antídoto para la tetradotoxina, si bien, y curiosamente, la “datura stramonium” tiene atropina, que puede ser usado de contraagente contra la tetradotoxina, aliviando un poco los síntomas del veneno TTX.

Se considera en el común popular haitiano que la sal es el principio segundo que haría volver a la vida zombificada al muerto, de ahí que en Haití a algunas personas fallecidas se les llene su estómago de sal, o bien directamente se les corte la cabeza antes de enterrarlas, y así evitar que un bokor las zombifique.

Ciertamente, la tetradotoxina no parece ser la causa capaz de producir los efectos de los zombis, tal y como los conocemos y han sido descritos, por lo que la comunidad científica (especialmente a partir del trabajo del neurólogo Terrence Hines, en Skeptical Inquirer 32:3 [2008], pp. 60-62) no considera la explicación de Wade Davies adecuada, tendiendo a considerarse que sea más bien una leyenda urbana donde se mezclan, eso sí, plantas y brebajes alucinógenos sobre individuos, sustancias capaces de producir estados de parálisis parcial o total, existencia de enfermedades psiquiátricas en algunos individuos de estas poblaciones y magia negra, junto con mitos y leyendas que han ido agrandando la verdadera realidad de los acontecimientos.

El vudú y los muñecos vudú

Los muñecos vudú y la magia simpática por la que se pretende hacer daño a la persona que representan no tienen su origen en el vudú ni en la santería, si bien las podemos encontrar en la hechicería más antigua, por ejemplo en Egipto o en la Grecia helénica. Ciertamente que hoy el comercio y el mercado que tan ligado está a estas creencias sobre todo en zonas depauperadas sirviendo de medio de supervivencia para muchas personas, permite que en cualquier región donde se practica el vudú uno pueda encontrar multitud de figuritas de este tipo. No obstante, y como decimos, no tienen su origen, que realmente es oscuro, en esta religión africana. Los muñecos vudú sobre todo podemos encontrarlos hoy en día en el hoodoo, como ya dijimos.

Lo que sí es propio del vudú africano son los “pwen”, que son objetos elaborados con distintos elementos, a veces con forma humana, de forma sencilla o más elaborada, casi como obras de arte, que sirven para atraer espíritus y tienen un efecto mágico y protector, y se pueden tener en lugares propios o ponerlos en altares, práctica propia de las figuras bocio y nkisi de centroáfrica.

A veces en Haití se colocan figuritas de forma humana cerca de cementerios manteniendo así la unidad entre lo terreno y el mundo de los muertos, como avisos y mensajes entre ambos mundos.

Vudú e Iglesia católica

El papa Juan Pablo II ha tenido varias reuniones con sacerdotes de religiones animistas africanas, así como del vudú, tanto en Togo en 1985 o en Benín en 1993, o en las Jornadas de Paz de Asís, por ejemplo, en la primera del año 1986.

Incluso en su obra Cruzando el umbral de la Esperanza decía: “parece que quienes las practican [animismo] se encuentran especialmente cerca del cristianismo”.

En el encuentro con un sacerdote houngan en Benín del año 1993 el Papa recordaba el Concilio Vaticano II donde se afirmaba la existencia de semillas de la Palabra en otras tradiciones religiosas, añadiendo también las palabras de S. Pablo donde el apóstol reconoce que es propio del cristianismo todo lo que es bello, verdadero, noble y justo que haya en cualquier lugar (Flp 4,8). Y acabó diciendo: “Usted está muy apegado a las tradiciones de sus antepasados, transmitidas a usted. Es legítimo reconocer a los antepasados que le transmite el sentido de lo sagrado, la fe en un Dios Uno y Bueno, su gusto para sus celebraciones, y la consideración de la vida moral y la armonía en la sociedad” (Discurso del Papa, L'Osservatore Romano, Febrero 6, 1993, p. 4).

Anteriormente en Togo (1985), Juan Pablo II decía: “La naturaleza, exuberante y maravillosa, este lugar de bosques y lagos, impregna las mentes y los corazones de su misterio, y orienta de una manera espontánea en el misterio de quién es el autor de la vida. Este es el sentimiento religioso que les motiva, y el alma, usted puede decir, a todos sus compatriotas. Que este sentimiento de lo sagrado, que siempre ha caracterizado el corazón del hombre creado a imagen de Dios, lleve a la gente a querer acercarse a este Dios Creador en espíritu y en verdad, a reconocerle y adorarle, para darle las gracias, a buscar su voluntad. Así, su oración y su conducta moral estarán inspiradas por el Espíritu de Dios mismo. El sentimiento religioso va a superar su miedo, porque creemos que Dios es bueno y que la naturaleza que viene de sus manos es buena. El temor vendría en cambio del mal que habita en el corazón del hombre, cuando el hombre se aleja de Dios. Sin embargo, el sentido de Dios, en sí mismo, puede estar lleno de paz, de respeto, de confianza y sumisión alegre” (Discurso del Papa).

Vudú y satanismo

El vudú ha sido asociado dentro de la cultura popular occidental con el satanismo, los zombis o muertos vivientes, y las muñecas vudú. Como acabamos de ver, todo esto es falso en gran medida, y simplemente es fruto de una serie de circunstancias catalizadas y llevadas a la mente del gran público occidental desde algunos comics, novelas y películas populares de las últimas décadas.

Por otro lado, hemos de afirmar que son conocidos los casos de noticias de vez en cuando de estafa ligados al vudú y la santería, a veces de extorsiones ocurridas en España y en otros países de Europa, e incluso en los países del Caribe o de Suramérica, donde cualquiera dice ser santero, sacerdote houngan o babalawo. En otras ocasiones hemos conocido casos de asesinatos relacionados con la santería, pero no tanto por verdaderos santeros, sino dentro de la cultura santera, es decir, aprovechando las circunstancias o los rituales se ha hecho daño, incluso hasta la muerte a alguna persona, siempre por intereses monetarios o de venganza. Esto ha llegado a su máxima expresión con el narcosatanismo mexicano, con tintes santeros y satánicos en los sicarios y traficantes de la droga, una realidad tampoco ajena a España, aunque no en este grado. No obstante, esto no es propiamente el vudú ni la santería, sino perversiones de ambas formas religiosas.

Los sacerdotes del vudú afirman que la mayoría o casi totalidad de los que se dicen sacerdotes vudú no lo son, sino que son embaucadores y charlatanes con conocimientos superficiales de la religión y que la usan en su provecho, cobrando sumas muy altas de dinero, cosa que nunca haría un verdadero sacerdote houngan o mambo, ni incluso un bokor, que siempre respeta a la persona que se acerca a él y no usa de sus poderes para aprovecharse de ella.

El vudú no es satanismo, no es magia negra, no es una religión de adoradores al Diablo. Es más, Satanás no tiene un significado propio y original dentro de esta religión. Ciertamente que en las mezclas del vudú original, como en la santería, han entrado manifestaciones satánicas, sobre todo en las mezclas más ligadas a la magia y la hechicería, como el hoodoo, ya mencionado. Es incorrecto por lo tanto denigrar al vudú y a sus sacerdotes afirmando que son practicantes de la magia negra. Cierto que los houngan y las mambo difieren de los bokor, aunque podríamos afirmar que un bokor es un houngan o una mambo que practica la magia con ambas manos, es decir, hace magia blanca y magia negra, por lo que todos los sacerdotes pueden ser bokor en algún momento.

No podemos dejar que decir que en verdad, en cualquier religión, los elementos de muerte y venganza están presentes y son usados contra los considerados enemigos, independientemente de cualquier religión, sea o no animista, sea o no vudú; lo encontramos en cualquier religión. Y esto mismo podemos encontrarlo en el panteón de dioses griegos y romanos, culturas que han configurado Occidente junto el judaísmo y el cristianismo. Así, en los relatos de Homero (Ilíada y Odisea) o de Virgilio (Eneida), podemos comprobar cómo las rencillas, peleas y batallas así como venganzas entre los dioses y los hombres se mezclan y son elemento connatural y normalizador dentro del orden social. La destrucción, el castigo, la venganza y la muerte son normales dentro del universo cultural y los patrones propios de Grecia o de Roma. Igual ocurre con cualquier religión y sus propios mitos, y así también dentro de las religiones tradicionales africanas, animistas, y dentro del vudú, donde según las circunstancias el houngan que practica magia blanca puede practicar la magia negra haciendo las veces de bokor. Sólo el cristianismo, por medio de Jesucristo, ha establecido un antes y un después en todas las religiones, depurándolas hasta la raíz, llevando el amor hasta sus últimas consecuencias con el amor a los enemigos. La destrucción y la venganza se disuelven en el amor hasta la muerte y el perdón. Así, sólo Jesucristo logra depurar la religiosidad del hombre y desintegrar incluso la magia, la cual, pretende doblegar a la divinidad queriendo usarla en provecho propio, ya sea para la sanación, la suerte, el éxito, el provecho personal, como en el caso de la magia blanca, o para infligir daño, dolor y muerte, como ocurre en la magia negra.

Vudú en España

Hagamos una mención particular a la práctica del vudú en España.

No podemos hablar propiamente de existencia de vudú en España. Los practicantes suelen ser población emigrante proveniente de países africanos y centro y suramericanos que han traído sus creencias a nuestro país y otros lugares de Europa. Más que vudú hemos de hablar de mezclas entre vudú y santería, hechicería, adivinación y videncia.

En España son conocidos algunos maestros o sacerdotes que se publicitan en las ciudades ibéricas desde hace varios años. Ofrecen ayuda de cualquier tipo, ayuda que va desde lograr una separación, o al contrario, la atracción personal, al trabajo, dinero, negocios, suerte, protección de casa o personas, mal de ojo, limpieza de personas o casas o negocios, exámenes, curar cualquier enfermedad, la impotencia sexual, etc. Se anuncian como videntes y astrólogos, y entre los más conocidos están el profesor Mamy, el profesor Fofana, el profesor Contama, el profesor Bachir, el profesor Alphaba, Karamba y Salim, el maestro Kabá, el maestro Hamidu o Sidigo Fati.

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