26.02.11

Virgen María de Medjugorje

 

Ivanka Ivankovic, Mirjana Dragicevic, Vicka Ivankovic, Ivan Dragicevic, Ivan Ivankovic y Milka Pavlovic, entonces niños (24 de junio de 1981) fueron testigos de la aparición de la Virgen María que tomó, como advocación, el nombre del lugar donde se produjeron y producen, las apariciones: Medjugorje.

La Virgen María les dijo “Soy la bienaventurada Virgen María“; también les pedía “Paz, paz, paz y sólo paz” a lo que precisó, en otra ocasión, que “¡La paz debe reinar entre el hombre y Dios, y entre todos los pueblos!“.

Siguieron las apariciones y las tentaciones de muchos de sus vecinos para que desistieran de seguir en su actitud: la policía impedía a la gente que asistiera al lugar de las apariciones y hasta el mismo párroco de la zona no estaba muy seguro, dudaba, de las mismas.

Pero un día, entorno al 15 de enero de 1982, estando rezando el rosario también tuvo el gozo de ver a la Virgen María y exaltado, rompió a entonar un canto popular que decía “Oh, qué bella que eres, Santísima Virgen María” pasando a ser uno de los más fervientes de las apariciones de Medjugorje y acogiendo a los peregrinos que llegaban, por miles, a la zona.

Como suele ser habitual en las apariciones, la Virgen María entra en contacto con determinadas personas para entregarles unos mensajes que, a su vez, vienen referidos a una serie de temas. En el caso de Medjugorje son los siguientes:

-La Paz: “¡Reconcíliense entre ustedes! Si el mundo va a ser salvado tiene que buscar el camino de la paz; ahora va por el camino de la perdición“.

-La Conversión: “Digan a todos mis hijos y a todas mis hijas, digan a todo el mundo, y lo mas pronto posible, que yo deseo su conversión” “Yo rogaré para que Dios no los castigue. ¡Ustedes no saben, no pueden ni imaginar lo que Dios va a enviar al mundo! ¡Conviértanse, y estén listos para hacer todo lo que yo les diga"!; “Hoy en día la grandísima mayoría de la gente va al purgatorio; un cierto número va el infierno; sólo una minoría va directamente al cielo. Esto último sucede porque la gente muere sin prepararse, sin tener en cuenta a Dios… Renuncien a todo y serán llevados directamente al paraíso“.

-La Oración:”Ustedes han olvidado que con la oración y el ayuno pueden también alejar las guerras, y si éstas han empezado, hacer que cesen; pueden hasta suspender las leyes naturales (es decir, obtener milagros). Hay muchos cristianos que ya no creen o su fe es muy débil, porque no hacen oración. Empiecen a rezar todos los días 7 Padre Nuestro, Ave María y Gloria, y un Credo.” Son siete en el siguiente sentido: cinco en honor de las cinco llagas del Señor Jesús, uno por las intenciones del Santo Padre y uno para pedir el don del Espíritu Santo.

También que “La gente no sabe orar. Muchos van a la Iglesia y a los santuarios para pedir gracias particulares; poquísimos piden el don del Espíritu Santo. Lo más importante es pedir el Espíritu Santo; si tienen este don no les faltará nada; todo lo demás se les concederá por añadidura“.

-La Confesión: “Si los cristianos aprendieran a reconciliarse con Dios y con los hombres una vez al mes mediante la confesión, pronto regiones enteras se curarían espiritualmente“.

-La Eucaristía: “La Misa es la forma de oración mas sublime” “Muchas personas van a Misa sin prepararse y si acercase a la comunión; así, la Misa les vale muy poco“; “Les recomiendo vivamente asistir a Misa, si es posible, todos los días“; “Les pido una vez por semana la adoración al SS. Sacramento.”

A partir de tales temas, María sigue ofreciendo, hoy día también, a la humanidad, los consejos de una Madre buena que ama a sus hijos y que quiere lo mejor pare ellos.

Para trasladar al mundo lo que es bueno para el mismo, escogió la parroquia de aquel lugar de Bosnia-Herzegovina. Y así lo indica cuando dice que “Estoy escogiendo esta parroquia de forma especial y quiero guiarla” o, también, “Elijo esta parroquia especialmente, ya que me es más querida que otras, y es donde vine gozosamente cuando el Todopoderoso me envió“. Por eso les pidió a aquellos que allí vivían y acudían “Convertíos en la parroquia, ese es mi segundo deseo. Así, todos aquellos que vengan aquí, se convertirán” y que “Os estoy pidiendo, especialmente a los parroquianos, que viváis mis mensajes".

Pero, como lo mejor ha de ser, sin duda alguna, dejar hablar a la Virgen que manifiesta un claro pensamiento en cada una de las apariciones que lleva a cabo en Medjugorje, dejemos que sea ella la que se dirija a nosotros pues se dirige a todos, desde el 25 de enero de 1987, los 25 de cada mes o el día 2 a Mirjana Dragicevic.

Mensaje del 25 de octubre de 2010:

“¡Queridos hijos! Que este tiempo sea para ustedes tiempo de oración. Mi invitación quiere ser para ustedes, hijitos, una invitación para que se decidan a seguir el camino de la conversión, por eso oren y pidan la intercesión de todos los Santos. Que ellos sean para ustedes ejemplo, estímulo y alegría hacia la vida eterna. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

Mensaje del 25 de noviembre de 2010:

“¡Queridos hijos! Los miro y veo en su corazón muerte sin esperanza, inquietud y hambre. No hay oración ni confianza en Dios, por eso el Altísimo me permite traerles esperanza y alegría. Ábranse. Abran sus corazones a la misericordia de Dios y El les dará todo lo que necesitan y llenará sus corazones con la paz, porque El es la paz y su esperanza. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

Mensaje del 25 de diciembre de 2010:

“¡Queridos hijos! Hoy, mi Hijo Jesús y yo deseamos darles abundancia de gozo y de paz para que cada uno de ustedes sea un alegre portador y testigo de la paz y de la alegría en los lugares en que viven. Hijitos, sean bendición y sean paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

Mensaje del 25 de enero de 2011:

“¡Queridos hijos! También hoy estoy con ustedes y los miro y los bendigo, y no pierdo la esperanza de que este mundo cambie para bien y la paz reine en los corazones de los hombres. La alegría reinará en el mundo porque se han abierto a mi llamado y al amor de Dios. El Espíritu Santo está cambiando a una multitud que ha dicho sí. Por eso deseo decirles: gracias por haber respondido a mi llamado.”

Mensaje del 2 de febrero de 2011, día que se apareció a Mirjana:

“Queridos hijos, os reunís en torno a mí, buscáis vuestro camino, buscáis, buscáis la verdad, pero olvidáis la cosa más importante: olvidáis orar correctamente. Vuestros labios pronuncian innumerables palabras, sin embargo vuestro espíritu no experimenta nada. Deambulando en las tinieblas, también imagináis a Dios mismo según vuestro modo de pensar y no como Él es en realidad en Su Amor. Queridos hijos, la verdadera oración proviene de la profundidad de vuestro corazón, de vuestro sufrimiento, de vuestro gozo, de vuestra petición por el perdón de los pecados. Este es el camino para el conocimiento del verdadero Dios y con ello mismo, también de vosotros mismos, porque habéis sido creados a Su imagen. La oración os conducirá a la realización de mi deseo, de mi misión aquí con vosotros: la unidad en la familia de Dios. ¡Gracias! ”.

Teniendo en cuenta que las apariciones aún no han sido aprobadas, digamos, de forma oficial, cada creyente puede creer o no en ellas. Sin embargo, el tenor de los Mensajes determinan una intervención sobrenatural que cada cual puede ver.

Y, llegados hasta aquí, nada mejor que terminar con una oración pues tanto pide María en Medjugorje que oremos que no podemos dejar de hacerle caso:

Oh Corazón Inmaculado de María, lleno de bondad, muéstranos tu amor por nosotros. Haz que la llama de tu Corazón, oh María, descienda sobre todos los hombres. Nosotros te amamos inmensamente. Imprime el amor verdadero en nuestros corazones. Haz que nuestros corazones tengan un deseo continuo de Ti. Oh María, dulce y humilde de corazón. Acuérdate de nosotros cuando estemos en pecado. Tú sabes que todos los hombres pecamos. Por medio de tu Corazón Inmaculado y materno, haz que seamos sanados de toda enfermedad espiritual. Haznos capaces de contemplar la bondad de tu Corazón maternal, a fin de que podamos convertirnos por la llama de tu Corazón. Amén.

Virgen María de Medjugorje, Reina de la Paz, ruega por nosotros.

Eleuterio Fernández Guzmán