ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 4 de marzo de 2011

Santa Sede

Una nueva evangelización para descifrar los signos de los tiempos

El Papa rememora 1.000 años de relaciones con Islandia

No defender la libertad religiosa “mina toda aspiración democrática”

Mundo

España: "Poner más corazón en las manos"

Judíos y cristianos condenan la violencia “en nombre de la religión”

Cardenal Scherer: que las parroquias adopten un nuevo comportamiento

Haití: “Haber sobrevivido me demuestra que Dios todavía me necesita”

“La biología no condiciona a la persona”, afirman dos expertos

Reportaje

Hace 25 años, la Iglesia volvió a florecer en la sociedad cubana

En prisión Mao Hengfeng, activista contra la “ley del hijo único”

Testimonio

Roma: Cantante irlandesa anima el pub JP 2

Espiritualidad

Evangelio del domingo: Una escucha edificante

En la página web de Zenit

Los “Lineamenta” del Sínodo de 2012, en la web de ZENIT

Documentación

Intervención de monseñor Tomasi ante la ONU


Santa Sede


Una nueva evangelización para descifrar los signos de los tiempos
Presentados los Lineamenta para el Sínodo de los Obispos del 2012
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 4 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- “Una actitud, un estilo audaz” que se traduce en la “capacidad por parte del cristianismo de leer y de descifrar los nuevos escenarios dentro de la historia de los hombres para habitarlos y transformarlos en lugares de testimonio y anuncio del Evangelio”: todo esto es “nueva evangelización” según los Lineamenta de la XIII Asamblea general ordinaria del Sínodo de los obispos sobre el tema Nova evangelizatio ad christianam fidem tradendam – La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”, presentados hoy en Roma a la prensa.

La cuestión de la transmisión de la fe en el centro de los trabajos sinodales, que se llevarán a cabo en el Vaticano del 7 al 28 de octubre de 2012, resultó la mayormente en evidencia entre los problemas señalados por los 13 Sínodos de las Iglesias orientales sui iuris, las Conferencias episcopales, los 25 Conferencias episcopales, los 25 Dicasterios de la Curia romana además de la Unión de Superiores generales, a los cuales, según la práctica habitual, se les pide que indiquen tres temas susceptible – por su importancia pastoral y relevancia para la Iglesia universal – de ser objeto de una reflexión sinodal.

“Un segundo acontecimiento – explicó monseñor Nikola Eterović, Secretario general del Sínodo de los obispos – influyó sobre la elección definitiva del argumento del sínodo: la decisión del Papa Benedicto XVI de erigir el 21 de septiembre de 2010 el Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización “que ha llevado a encuadrar la inquietud pastoral sobre la transmisión de la fe” en la reflexión sobre la nueva evangelización que “se impone a toda la Iglesia”.

Nueva evangelización

Los propios Lineamenta ofrecen la “distinción teórica” entre “nueva evangelización que se dirige principalmente a aquellos que se han alejado de la Iglesia, a las personas bautizadas pero no suficientemente evangelizadas”, de la “evangelización como actividad regular de la Iglesia” y “primer anuncio ad gentes a aquellos que aún no conocen a Jesucristo”, precisando con todo que “las tres categorías a veces conviven en el mismo territorio por lo que las Iglesias locales deben practicarlas contemporáneamente, sobre todo a causa de la globalización y del movimiento de las poblaciones”.

La XIII cumbre sinodal se plantea por tanto “en el renovado compromiso de la evangelización que la Iglesia ha emprendido a raíz del Concilio Vaticano II” en la conciencia de que “ella existe para evangelizar y para llevar esta tarea de modo adecuado, la Iglesia comienza por evangelizarse a sí misma”.

“Nueva evangelización – precisó el mismo Juan Pablo II, que por primera vez usó este término el 9 de junio de 1979 durante la homilía en el Santuario de Santa Cruz de Mogila (Polonia) – no es una reevangelización, sino casi un segundo anuncio, aunque en realidad es siempre el mismo”, sólo que nuevo “en su ardor, en sus métodos, en sus expresiones”.

“No se trata – subrayan los Lineamenta – de volver a hacer algo que se hizo mal o que no ha funcionado, casi como si la nueva acción fuese un juicio implícito sobre el fracaso de la primera”. La nueva evangelización, de hecho, “no es una reduplicación de la primera sino el valor de intentar nuevos senderos, frente a las condiciones cambiadas dentro de las cuales la Iglesia está llamada a vivir hoy el anuncio del Evangelio”.

Los escenarios

“Los retos que el contexto cultural y social actual plantean a la fe cristiana – explicó monseñor Eterović – se indican en los Lineamenta en seis escenarios, el primero de los cuales es la secularización”. Aunque “interesa principalmente al mundo occidental, de él se difunde en el mundo entero” asumiendo las más de las veces “un tono de renuncia que ha invadido la vida cotidiana de las personas, y desarrollando una mentalidad en la que Dios está de hecho ausente”.

Al mismo tiempo, “en el mundo hay un despertar religioso” a pesar de que “muchos aspectos positivos de la búsqueda de Dios y del redescubrimiento de lo sagrado se ven oscurecidos por fenómenos de fundamentalismo que no pocas veces manipula la religión para justificar la violencia e incluso el terrorismo”.

Otros retos los plantea el fenómeno migratorio ligado a la globalización, por la revolución informática con “los beneficios y los riesgos de la cultura mediática y digital”, por el escenario económico con “los crecientes desequilibrios entre el norte y el sur del mundo”. A ello se añade la relación entre la ciencia y la técnica que corren el riesgo de “convertirse en los nuevos ídolos del presente” y los cambios epocales de las últimas décadas en el campo político, que están creando “una situación mundial con nuevos actores políticos, económicos y religiosos, como en el mundo asiático e islámico”.

Frente a estos nuevos escenarios, subrayó Eterović, los cristianos, además de una obra de discernimiento, son llamados a “dar sabor evangélico a los grandes valores de la paz, de la justicia, del desarrollo, de la liberación de los pueblos, del respeto de los derechos humanos y de los pueblos, sobre todo de las minorías, como también de la salvaguarda de la creación y del futuro de nuestro planeta”.

Se trata de una tarea que “ofrece grandes posibilidades al diálogo ecuménico” como también de gran ayuda “puede ser el diálogo interreligioso, sobre todo con las grandes religiones orientales”.

Dudas que despejar

De cuanto se ha dicho se desprende que “la nueva evangelización – precisan los Lineamenta “no cubre o esconde la intención de nuevas acciones de proselitismo por parte de la Iglesia, sobre todo hacia otras confesiones cristianas”. Ni tampoco “un cambio en la actitud de la Iglesia hacia aquellos que no creen, transformados en objeto de persuasión y ya no vistos como interlocutores dentro de un diálogo que nos ve unidos por la misma humanidad y a la búsqueda de la verdad de nuestro existir”.

Los creyentes, afirmó, “debemos llevar en el corazón también a las personas que se consideran agnósticas o ateas”, que “quizás se asustan cuando se habla de nueva evangelización, como si ellas debiesen convertirse en objeto de misión”. Con todo “la pregunta sobre Dios permanece presente también para ellos”. “La búsqueda de Dios – subrayan los Lineamenta – fue el motivo fundamental por el que nacieron el monaquismo occidental y, con él, la cultura occidental”. El primer paso de la evangelización consiste “en intentar mantener en pie esa búsqueda. Es necesario mantener el diálogo no sólo con las religiones, sino también con quien considera la religión una cosa extraña”.

La imagen del “atrio de los gentiles” propuesta por Benedicto XVI como espacio “donde los hombres puedan de alguna manera engancharse a Dios, sin conocerlo y antes de que hayan encontrado el acceso a su misterio” se entrega como ulterior elemento de la nueva evangelización que “muestra la audacia de los cristianos de buscar positivamente todos los caminos para hilvanar formas de diálogo que salgan al encuentro de las esperanzas más profundas de los hombres y su sed de Dios”.

La emergencia educativa

“El clima cultural y la situación de cansancio en que se encuentran muchas comunidades cristianas – subrayó monseñor Eterović, recorriendo los puntos fundamentales de los Lineamenta – corren el riesgo de debilitar la capacidad de anuncio, de testimonio u de educación a la fe de nuestras Iglesias locales”. En la sociedad actual “toda acción educativa parece muy difícil, hasta el punto de que el Santo Padre Benedicto XVI habló de emergencia educativa”. Cuesta cada vez más, de hecho, “transmitir a las nuevas generaciones los valores de fondo y un comportamiento recto”, dificultad experimentada “en particular por los padres pero también por los entes educativos y por la escuela”.

La nueva evangelización también “es llamada a ocuparse del compromiso cultural y educativo de la iglesia”, pero esta necesita “más testigos que maestros”. Cualquier proyecto de anuncio y de transmisión de la fe, de “nueva evangelización”, no puede prescindir de la necesidad de “hombres y mujeres que con su conducta de vida dan fuerza al compromiso evangelizador que viven”.

Por esto los Lineamenta presentan testigos ilustres de la historia en el campo de la educación, a san Pablo, a los santos Cirilo y Metodio, a san Francisco Javier y a Madre Teresa de Calcuta, para subrayar que “la nueva evangelización es sobre todo una tarea espiritual de cristianos que persiguen la santidad”.

“La nueva evangelización – concluyó monseñor Eterović – debería convertirse en un nuevo cenáculo en el que la Iglesia, con la gracia del Espíritu Santo, encontrará no un nuevo Evangelio, sino más bien una respuesta adecuada a los signos de los tiempos y a las necesidades de los hombres y de los pueblos de hoy”, así como “a los nuevos escenarios que diseñan la cultura a través de la cual narramos nuestras identidades”.

Por Chiara Santomiero, traducción del italiano por Inma Álvarez


 

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El Papa rememora 1.000 años de relaciones con Islandia
Recibe en audiencia al Presidente de ese país
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 4 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- Las relaciones que vinculan desde hace un milenio Islandia con la Sede Apostólica han constituido el centro de la audiencia que el Papa Benedicto XVI ha concedido esta mañana al Presidente islandés, Ólafur Ragnar Grímsson.

El presidente se ha reunido después con el cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, acompañado por monseñor Dominique Mamberti, Secretario para las Relaciones con los Estados.

Una nota difundida por la Sala Stampa de la Santa Sede al final del encuentro explica que en la audiencia “nos hemos centrado en el buen estado de las relaciones que desde hace un milenio vinculan Islandia con la Sede Apostólica y que están representadas emblemáticamente por la figura de Gudridur Thorbjarnardottir, pionera de la fe cristiana en la isla”.

Grímsson, destaca el texto, ha querido regalar al Pontífice una escultura de Thorbjarnardottir, “en recuerdo de la peregrinación que habría realizado e Roma, poco después del año 1000, encontrándose con el Sucesor de Pedro”.

En la audiencia se ha recordado también “la estima en la que se tiene a la pequeña comunidad católica del país”, destacando “la válida contribución que esta ofrece a la sociedad islandesa con sus iniciativas en el ámbito educativo y social, sobre todo en la actual coyuntura económica”.

Se han afrontado, después, temas de interés común a nivel nacional e internacional, “sobre todo el papel de los valores tradicionales en la construcción de la Nación y la contribución de Islandia en la promoción de la paz, en la convivencia pacífica de las distintas comunidades y en la tutela del ambiente”, concluye la nota.

Islandia tiene una población de unos 310.000 habitantes. Los católicos son casi el 2%.

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No defender la libertad religiosa “mina toda aspiración democrática”
Monseñor Tomasi interviene en el Consejo de los Derechos Humanos
ROMA, viernes 4 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- Negar la libertà religiosa “mina toda aspiración democrática, favorece la opresión y ahoga a toda la sociedad, que puede explotar con resultados trágicos”.

Monseñor Silvano M. Tomasi, observador de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, lo afirmó este miércoles interviniendo en la XVI Sesión Ordinaria del Consejo de los Derechos del Hombre sobre la Libertad Religiosa, celebrado en la capital suiza.

El prelado recordó que la libertad religiosa “es un valor para la sociedad en su conjunto” y que comporta consecuencias sociales como “coexistencia pacífica, integración nacional en las situaciones pluralistas de hoy, mayor creatividad dado que los talentos de todos se ponen al servicio del bien común”.

“Un clima de libertad religiosa real se convierte en la medicina para prevenir la manipulación de la religión con propósitos políticos de conquista del poder o de mantenimiento del mismo, así como la opresión de los disidentes y de las comunidades y minorías religiosas diferentes”, afirmó.

De hecho, subrayó, la discriminación y las luchas religiosas, “raramente, si las hay, no son solamente el producto de la diferencia de opiniones y prácticas religiosas. Bajo la superficie hay problemas sociales y políticos”.

En este sentido, lamentó la “creciente proliferación de episodios de discriminación y de actos de violencia contra personas y comunidades de fe y lugares de culto en muchas regiones geográficas diferentes del mundo”, subrayando que el conflicto religioso “es un peligro para el desarrollo social, político y económico”.

También, indicó, “polariza a la sociedad, rompiendo los vínculos necesarios para que florezcan la vida social y el comercio”, “produce una violencia que priva a las personas del derecho más fundamental de todos, el de la vida” y “siembra semillas de desconfianza y amargura que podrán superarse sólo en generaciones”.

Papel del Estado

El prelado recordó que el Estado “tiene el deber de defender el derecho a la libertad religiosa y tiene la responsabilidad de crear un ambiente en el que este derecho pueda ser disfrutado”.

Como establece la Declaración de la ONU sobre la Eliminación de toda forma de Intolerancia y de Discriminación basada en la Religión o en las Creencias, “el Estado tiene que realizar muchos deberes en el funcionamiento diario de la sociedad .

Por ejemplo, observó, “no debe practicar la discriminación religiosa – en sus leyes, en sus políticas, o permitiendo de facto la discriminación por parte de empleados públicos”, sino “promover la tolerancia religiosa y la comprensión en la sociedad, un objetivo que puede lograrse si los sistemas educativos enseñan a respetar a todos y los sistemas judiciales son imparciales en la implementación de las leyes y rechazan la presión política dirigida a asegurar impunidad a quienes perpetran crimenes contra los derechos humanos contra los seguidores de una religión particular”.

El Estado debería también “apoyar todas las iniciativas dirigidas a promover el diálogo y el respeto mutuo entre las comunidades religiosas”, reforzando sus propias leyes “contra la discriminación religiosa – vigorosamente y sin selectividades”.

Debe también “proporcionar seguridad psicológica a las comunidades religiosas que son atacadas. Debe animar a la mayoría de la población a permitir a las minorías religiosas practicar su fe individualmente y en comunidad sin amenazas ni obstáculos”.

Percepciones falsas

“Para recoger los beneficios sociales de la libertad religiosa es necesario elaborar medidas específicas que permitan florecer el ejercicio prácico de este derecho”, subrayó monseñor Tomasi, llamando la atención sobre “tres percepciones falsas” sobre la libertad religiosa y de creencia.

En primer lugar, explicó que “el derecho a expresar y practicar la propia religión no se limita a los actos de culto”, sino que incluye “el derecho a expresar la fe a través de actos de servicio caritativo y social. Por ejemplo, prestar servicios sanitarios y educativos a través de instituciones religiosas”.

En segundo lugar, “las comunidades de creyentes tienen sus propias normas para cualificar a alguien para un cargo religioso, y para servir en las instituciones religiosas, incluidos los servicios de caridad”.

Estas instituciones “son parte de la sociedad civil, y no de los poderes del Estado”, por lo que “los límites que la ley internacional plantea a los Estados con respecto a las cualificaciones para los funcionarios y los servicios públicos no se aplican automáticamente a los actores no estatales”.

Por último, añadió, “existe el temor de que respetar la libertad de elegir y practicar otra religión, diferente de la propia, se basa en la premisa de que toda verdad es relativa y que la propia relición no válida de modo absoluto”.

“Esto es un malentendido”, concluyó monseñor Tomasi. “El derecho de adoptar, y de cambiar, una religión se basa en el respeto de la dignidad humana: el Estado debe permitir a toda persona buscar libremente la verdad”.

 

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Mundo


España: "Poner más corazón en las manos"
Centenario de la beata Josefina Vannini, fundadora de las Hijas de San Camilo
MADRID, viernes 4 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- Las Hijas de San Camilo celebran este año el centenario de la muerte de su fundadora la beata Josefina Vannini. Con este motivo, están previstos diversos eventos por esta congregación cuyo carisma se dirige a los enfermos y personas mayores "poniendo más corazón en las manos", como pedía el inspirador de su carisma.

El próximo domingo 6 de marzo Radio Nacional de España retransmitirá la eucaristía desde el Centro San Camilo, de los religiosos camilos, de Tres Cantos, como parte de las celebraciones.

De esta forma se desea recordar a la beata Josefina Vannini, fundadora de la congregación de la Hijas de San Camilo, en el primer centenario de su muerte, acaecida el día 23 de febrero de 1911.

La madre Vannini, declarada beata por Juan Pablo II el 16 de octubre de 1994, fundó la congregación de las Hijas de San Camilo con la guía y colaboración del también beato y religioso camilo Luigi Tezza.

La congregación, que se inspira en la espiritualidad y carisma de San Camilo de Lelis, está hoy extendida en veinte países, la mayor parte de ellos en el tercer mundo, y desarrolla sus actividades en el servicio a los enfermos, a las personas mayores, en instituciones propias y ajenas.

En España, hay una comunidad que atiende una residencia para personas mayores en Santa Marta de Tormes, Salamanca.

Presidirá la eucaristía el padre Francisco Álvarez, superior provincial de los religiosos camilos y cantará el coro de las Hermanas Mercedarias de Tres Cantos. También participarán en la celebración religiosas de las Hijas de San Camilo de la comunidad de Santa Marta de Salamanca.

Judith Vannini nació en Roma en 1859. Muy pronto, a la edad de siete años, se queda huérfana y su tía Ana María confía su cuidado y educación a las Hijas de la Caridad ingresándola en un orfanato. A los 21 años solicita ingresar en las Hijas de la Caridad pero su frágil salud hace que a los treinta años deba abandonar la congregación.

En ese momento, el padre Luigi Tezza tenía el ferviente deseo de crear un instituto femenino para la asistencia a los enfermos que proyectara la espiritualidad y el carisma de San Camilo.

La providencia hizo que el padre Tezza y Judith Vannini coincidieran en unos ejercicios espirituales.

Luigi Tezza reconoció en Judith a la persona indicada para iniciar la nueva congregación, dedicada al servicio de los enfermos siguiendo los pasos de San Camilo de Lelis.

El 2 de febrero de 1892 funda la Congregación de las Hijas de San Camilo y toma el nombre de Josefina. La fundadora falleció el 23 de febrero de 1911.

Hoy forman parte del instituto fundado por ella mil religiosas que desarrollan su misión humanizadora y caritativa en veinte países de Europa, América, África y Asia.

Trabajan en hospitales, clínicas, residencias de mayores, centros de rehabilitación, en la asistencia a domicilio y en escuelas de enfermería.

Las religiosas siguen la espiritualidad del fundador de la Orden de los Ministros de los Enfermos san Camilo de Lelis. El santo de los enfermos creó su familia espiritual en 1582.

Los religiosos camilos, como son conocidos popularmente, están presentes en los cinco continentes y trabajan en la atención integral a los enfermos, a las personas mayores, en situación de dependencia o al final de la vida, en la pastoral de la salud, así como en la formación técnica y humana de profesionales y voluntarios de estos ámbitos.

Su deseo --explican en una nota enviada a ZENIT- es "que los enfermos de todo el mundo sean atendidos en la globalidad de su ser y que los cuidadores pongamos, como repetía san Camilo, 'más corazón en las manos'". Su carisma se sintetiza en "cuidar y enseñar a cuidar".

En España tienen comunidades en Barcelona, Sant Pere de Ribes, Valencia, Sevilla y Tres Cantos, Madrid.

Para saber más: www.camilos.es

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Judíos y cristianos condenan la violencia “en nombre de la religión”
Concluyó la 21ª reunión del Comité internacional de enlace entre judíos y católicos
PARÍS, viernes 4 de marzo de 2011 (ZENIT.org) – Judíos y cristianos condenan todo acto de violencia hecho “en nombre de la religión”, como “una corrupción de la verdadera naturaleza de la relación con Dios”.

El 21º encuentro del Comité internacional de enlace entre judíos y católicos (ILC) tuvo lugar en París (27 febrero - 2 marzo), y en él participaron setenta representantes del judaísmo mundial y de la Santa Sede, sobre el tema: “Cuarenta años de diálogo: reflexiones y perspectivas de futuro”.

Según una declaración conjunta publicada ayer por la Santa Sede, se afirma que esta sesión “ha ouesto el acento en los resultados conseguidos en el diálogo entre judíos y católicos, en un mundo en rápida transformación”.

El comunicado deplora las discriminaciones contra las minorías religiosas, las injusticias de las que ellas son objeto y la falta de libertad: “Los participantes han reconocido que lo que está sucediendo en África del Norte y en Oriente Medio es el signo de una exigencia de libertad por parte de las nuevas generaciones en estas regiones. Lamentaron también que en numerosas partes del mundo, las minorías religiosas son discriminadas y amenazadas por restricciones injustas”.

Los participantes expresaron también “su profunda tristeza por los repetidos ataques violentos y el terrorismo en Nombre de Dios, incluyendo los crecientes ataques contra los cristianos y las instigaciones a la destrucción del Estado de Israel”.

“La conferencia deploró todo acto de violencia perpetrado en nombre de la religión”, viendo en él una “corrupción de la verdadera naturaleza de la relación con Dios”, subrayó el comunicado.

“Los participantes se han comprometido a proseguir su trabajo por un futuro de paz en la región de Oriente Medio, reiterando la improtancia de las buenas relaciones entre cristianos y judíos a todos los niveles y en toda situación”.

La ceelbración en Francia de este encuentro fue ocasión de hacer público el ejemplar trabajo de acercamiento llevado a cabo por los católicos y los judíos de Francia, según explicó la Conferencia Episcopal Francesa (CEF) en otro comunicado.

Entre las personalidades presentes en la sesión estuvo Richard Prasquier, presidente del Consejo de representantes de las instituciones judías de Francia (CRIF), quien concedió una entrevista a Paris-Notre Dame.

Durante la apertura del Comité internacional de enlace entre judíos y católicos, el pasado domingo 27 de febrero, Prasquier anunció la creación de un Memorial “Cardenal Lustiger”.

“De acuerdo con el cardenal André Vingt-Trois, hemos lanzado el proyecto de un memorial dedicado al cardenal Jean-Marie Lustiger en el Négueb, en el sur de Israel, en el pequeño pueblo de Yeroham, cerca de Arad, en la que la Biblia llamaba el Camino de los Reyes”.

“Será, con ayuda del KKL (Fondo nacional judío) un pequeño anfiteatro rodeado de árboles que permitirá al visitante y al peregrino descansar para reflexionar sobre ese hombre excepcional que luchó hasta los últimos días de su vida por promover el acercamiento entre judíos y católicos, y por la erradicación del antisemitismo”.

“Quiero recordar que el cardenal Decourtray tiene su Memorial en el monte Sión, en Jerusalén. Registrar a estos pioneros del diálogo en la tierra de Israel es una especie de deber sagrado”.

El cardenal Jean Marie Lustiger, judío de nacimiento, fue arzobispo de París entre 1981 y 2005. El cardenal Albert Decourtray fue arzobispo de Lyon entre 1981 y 1994. Ambos fueron grandes figuras del diálogo con el pueblo judío durante el pontificado de Juan Pablo II.

Por Anita S. Bourdin


 

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Cardenal Scherer: que las parroquias adopten un nuevo comportamiento
Es necesaria una “conversión pastoral y misionera”
SÃO PAOLO, viernes 4 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- Las parroquias deben “poner en práctica como pide la Iglesia, una decidida 'conversión pastoral y misionera' de sus fieles, organizaciones y estructuras pastorales”, afirmó el arzobispo de São Paolo (Brasil), el cardenal Odilo Scherer.

La archidiócesis de São Paolo ha difundido en estos días la Carta Pastoral “Parroquia, conviértete en lo que eres”, firmada por monseñor Scherer y consignada al clero el pasado 15 de febrero.

“Queremos indagar como está nuestra parroquia y que se puede hacer para que sea una verdadera comunidad de discípulos misioneros de Jesucristo”, afirmó el purpurado, como cuenta un artículo publicado en la revista archidiocesana O São Paolo.

“La parroquia es en la expresión local y concreta lo que la Iglesia es en su totalidad. En la parroquia la Iglesia manifiesta en modo perceptible su vida y su misión”.

“Es una comunidad organizada de bautizados, de bienes espirituales, simbólicos y materiales, de organizaciones y de iniciativas, que hacen actuar a la Iglesia en un determinado espacio y contexto”, explicó el cardenal.

Si la parroquia va bien, prosiguió “también funciona la Iglesia; si la parroquia va mal, la Iglesia no funciona”.

“Si las parroquias no viviesen bien su identidad y su misión como comunidades vivas y dinámicas, la Iglesia podría reducirse a una serie de estructuras, instituciones y organizaciones, sin llegar a las personas concretas”.

Por esto, monseñor Scherer sostiene que la renovación de la parroquia “es esencial”.

En primer lugar, propone “una profunda toma de conciencia de lo que da sentido a la existencia de la parroquia y de lo que está llamada a ser . Vista con los ojos de la fe eclesial, la parroquia es una realidad bella, bendita y preciosa”.

“Tenemos necesidad de dar algunos pasos para superar la preocupación relativa al mantenimiento de lo que somos y tenemos”.

“Es necesario adoptar una nueva actitud que se traduzca en un claro objetivo misionero”, añadió.

Más que una realidad jurídica y burocrática, la parroquia es el “rostro más visible y concreto del Misterio de la Iglesia, 'sacramento de la salvación' en el mundo; es una comunidad de fieles reunidos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, que vive la fe, la esperanza y la caridad”.

“Está unida en torno a Cristo, presente sacramentalmente en la Eucaristía y en los otros sacramentos, en la Palabra de Dios proclamada y acogida con fe, en los pobres, en los enfermos, en los sufrientes y en toda persona servida con amor en nombre de Cristo”.

La asamblea eucarística “es la expresión más visible de la Iglesia, reunida de nuevo hoy en torno a Jesúcristo Salvador, Señor y Pastor de la Iglesia, representado por el ministro ordenado, que está en el centro de la misma y a la cabeza para servirla y conducirla en la caridad”.

En la parroquia, añadió el cardenal, “la Iglesia entera se expresa y cumple la misión recibida de Cristo: anunciar y acoger la Palabra de Dios; testificar la vida nueva recibida en el Bautismo, buscando la santidad; vivir la caridad pastoral, como ejemplo y en el nombre de Jesús, el Buen Pastor.

La parroquia es la comunidad misionera de los discípulos de Cristo en el mundo. Es una comunidad de pequeñas comunidades, familias, personas, grupos, organizaciones e instituciones, que testifican la variedad, la riqueza y la belleza de los dones de Dios y están al servicio de la misión recibida de Cristo”.

La parroquia, concluyó el cardenal Scherer, “es la Iglesia 'en su base' célula viva del Cuerpo de Cristo, en la que la mayoría de los bautizados tiene la posibilidad de tener una experiencia concreta del encuentro con Cristo y de la comunión eclesial”.

Por Alexandre Ribeiro, traducción por Carmen Álvarez

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Haití: “Haber sobrevivido me demuestra que Dios todavía me necesita”
El obispo de Jacmel quiere reconstruir la catedral
ROMA, viernes 4 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- Monseñor Launay Saturné quiere reconstruir la catedral de Jacmel, dañada gravemente durante el terremoto que el 12 de enero de 2010 arrasó Haití.

Según su opinión, una diócesis no puede funcionar sin una catedral, que es un “lugar simbólico” y un “lugar de unidad”.

Actualmente los fieles, que acuden en gran número a la Misa, se reúnen en una tienda de campaña.

El obispo espera que la diócesis de Jacmel, la más afectada después de la de Puerto Príncipe, encuentre pronto un terreno. Además de la catedral, el terremoto ha destruido o dañado gravemente otras iglesias y varios edificios eclesiásticos.

Monseñor Saturné, de 47 años de edad que gobierna la diócesis desde mayo de 2010, subrayó a la asociación caritativa católica “Ayuda a la Iglesia Necesitada” (ACS), que no basta la reconstrucción física de los edificios. Para él, “no existe la reconstrucción sin misión, sin evangelización, sin oración y sin el anuncio de la Palabra de Dios”.

“El hecho de haber sobrevivido al terremoto me demuestra que Dios todavía me necesita y que tengo una misión”, añadió el prelado. “Como pastor de mi diócesis digo a la gente que lo ha perdido todo: aunque si todo ha desaparecido, Dios os ha dejado la vida, y con esta el deber de trabajar a favor de un mundo más humano y reconciliado, y de un futuro mejor”.

El obispo destacó que el terremoto fue devastador, pero que ha unido a los haitianos con “hermandad y solidaridad”, que han surgido después de esto.

La desgracia, señaló, ha acercado Haití a Dios, demostrando que “las cosas de este mundo son muy frágiles”. Son ciertamente importantes, porque todos “deben ganarse el propio sustento y vivir en algún sitio”, pero se ha evidenciado que todo esto “puede caer como un castillo de naipes”.

Según su punto de vista, la reconstrucción de los edificios se ha de acompañar con un refuerzo de la estructura social.

Monseñor Saturné declaró además, que la catástrofe “ha despertado la atención de la comunidad internacional y ha promovido una gran solidaridad con Haití”.

El prelado está agradecido a todos los que “se han mostrado solidarios en los momentos más duros de la historia de Haití” y espera que “la atención dirigida a la Iglesia de Haití no disminuya, para que esta catástrofe mortal ofrezca al país la oportunidad de renacer y de recomenzar”. En el futuro, indicó, se debería continuar cultivando “el vínculo de solidaridad que nos une”.

A este propósito, el obispo tiene grandes esperanzas en el hermanamiento de parroquias y escuelas haitianas con las extranjeras. Para la reconstrucción de la catedral de Jacmel y de otros edificios espera obtener la ayuda de las asociaciones eclesiales, sobre todo de Ayuda a la Iglesia Necesitada.

La diócesis de Jacmel está situada en la zona sur oriental de Haití y ocupa un territorio de 2.700 Km cuadrados. Tiene casi 530.000 habitantes, de los cuales el 65% son católicos.

 

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“La biología no condiciona a la persona”, afirman dos expertos
Celebrado en Roma un congreso sobre neurociencia y acción moral
ROMA, viernes 4 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- “La biología tiene un papel importante en el comportamiento humano –lo que se ha denominado clásicamente como 'carga biológica'–, pero ese aspecto del hombre no es, en sí mismo o de forma única, lo que proporciona unidad o dinamismo vital a toda la persona”.

Lo explicó a ZENIT el catedrático de Anatomía y Embriología, José Manuel Giménez Amaya, profesor durante muchos años en la Universidad Autónoma de Madrid, y ahora director del grupo de investigación Ciencia, Razón y Fe de la Universidad de Navarra.

“Hay condicionamientos genéticos del hombre que tienen una relación con su conducta, pero no se puede decir que sean absolutamente determinantes. Lamentablemente, muchas veces cuando se habla de los llamados genes que regulan nuestra conducta como, por ejemplo, el 'gen de la conducta sexual' se pretende dar a entender que todo en el hombre está determinado por el genoma. Y en este caso es importante señalar, por tanto, que desde el punto de vista científico esa tesis no se puede sostener”.

Lo afirmó en el marco del simposio “Neurociencia y acción moral, las condiciones neurobiológicas de la afectividad y de las decisiones de la virtud” que se ha desarrollado los días 28 de febrero y 1 de marzo en Roma, en la Universidad de la Santa Cruz y que ha reunido a importantes expertos del tema.

El profesor Giménez Amaya recordó que es cierto que en “la neurociencia actual existen corrientes que, en efecto, hablan de que el cerebro es lo único que regula toda la actividad del hombre”.

Por ello “en nuestro libro ‘De la Neurociencia a la Neuroética: narrativa científica y reflexión filosófica’ (EUNSA, Pamplona 2010) hemos indicado que dichas corrientes proponen una visión reduccionista del hombre. Nuestra tesis ahí es que una visión tal de la neurobiología es errónea incluso desde la perspectiva de la propia neurociencia y que es, en definitiva, muy lesiva para la misma”.

En este sentido, prosiguió, “abogamos por una visión interdisciplinar, muy connatural también con el nacimiento de esta disciplina biológica, que abarque todos los problemas que supone el funcionamiento, el comportamiento y la vida del hombre desde las diferentes perspectivas de las distintas ciencias”.

“Una visión unitaria exige no ceñirse de manera exclusiva a los datos que nos brinda solamente una disciplina, como en este caso la neurociencia, porque entonces pasan a ser datos muy parciales, fragmentarios, muchas veces carentes de la unidad necesaria para llegar a conclusiones certeras y profundas”.

“Indicaba antes que es lesivo para la propia neurociencia –prosiguió el catedrático–  porque la ciencia busca la verdad y hay un campo de la verdad que se autoexcluye de la propia disciplina si hace de sus hallazgos particulares la única y exclusiva dimensión de la persona humana”.

Para el profesor de la Universidad de Navarra “tampoco parece adecuado intentar abordar el estudio del hombre en compartimentos estancos que proporcionan una visión parcial y, desgraciadamente, a veces también, muy distorsionada. De ahí la importancia crucial de la interdisciplinaridad, que permite completar, unificar, dar sentido y plantear estudios mucho más completos y penetrantes”

Sobre el determinismo de los actos del hombre que nacería de una situación biológica cerrada y unidireccional, como se afirma en algunas corrientes de pensamiento científico actual, el profesor español precisó que “en primer lugar no está plenamente demostrado desde el punto de vista científico –como hemos podido ver durante el presente simposio– que exista un determinismo completamente validado de la acción neurobiológica.

Desde el punto de vista de la neurociencia, que es mi campo de estudio –señaló–, para muchos neurocientíficos existe una clara indeterminación en algo tan esencial para nuestro funcionamiento cerebral como la transmisión sináptica o las configuraciones de las redes neuronales corticales y subcorticales, aspectos estos que son esenciales en el funcionamiento biológico del cerebro. El determinismo biológico cerrado como se presenta muchas veces, queda así puesto claramente en suspenso”.

Por lo que se refiere a la conducta moral y al factor biológico y genético, el profesor Sergio Sánchez-Migallón, conferencista del simposio y coautor del libro arriba indicado y director del Instituto de Antropología y Ética de la Universidad de Navarra, indicó que “la conducta moral se basa en la experiencia moral y tanto la filosofía clásica como la fenomenología ven que la experiencia moral es muy rica y que tiene aspectos que la ciencia experimental no llega a captar”.

El profesor Sánchez-Migallón que cursó sus estudios de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid y se doctoró en esta disciplina en la Universidad de Navarra, precisó que “la experiencia moral filosófica está descubriendo muchos otros campos muy coherentes con la ciencia. Por lo tanto no se trata de una oposición sino de una colaboración entre los dos, aspectos que faltan y aspectos que iluminan la propia ciencia”.

Y concluyó: “Sobre el comportamiento moral hay algunos datos irreductibles a la ciencia experimental, como la conciencia del deber moral, la conciencia de la responsabilidad, la propia decisión libre por más condicionada que sea por muchos factores: al final uno tiene la última palabra de decir sí o no sobreponiéndose a dichos factores biológicos, porque al final no son el factor determinante".

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Reportaje


Hace 25 años, la Iglesia volvió a florecer en la sociedad cubana
La creación de Caritas y ahora su labor en favor de los presos, dos hitos
LA HABANA, viernes 4 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- La Iglesia en Cuba, en el marco del diálogo con el Gobierno, anunció nuevas excarcelaciones de prisioneros del régimen. Al mismo tiempo, acaba de celebrar el 25 aniversario del Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC), y los 20 años de la creación de Caritas que marcaron un punto de inflexión en el progreso de la presencia de los cristianos laicos en la sociedad de la Isla caribeña. El último hito, la labor en favor de los presos.

El Gobierno excarceló el 26 de febrero a un preso político, del grupo de los 75 arrestados en 2003, que rechaza trasladarse a España y a otros ocho presos que no pertenecen a este grupo, informó el arzobispado de La Habana.

Con la liberación de Diosdado González, de 48 años, condenado a veinte años de prisión --con varias huelgas de hambre en su haber--, quedan en prisión cinco presos políticos adoptados por Amnistía Internacional como prisioneros de conciencia.

Los otros ocho presos, condenados por presuntos delitos de terrorismo, desacato al jefe de Estado, "peligrosidad social predelictiva", y piratería, se trasladarán a España.

Por otra parte, el lunes 28 de febrero la Iglesia en Cuba celebró los 25 años del Encuentro Eclesial Cubano (ENEC) y los 20 años de Caritas con una misa solemne presidida por el cardenal arzobispo de La Habana Jaime Ortega, concelebrada por los demás obispos cubanos. Asistió el nuncio apostólico Angelo Becciu a la celebración en la iglesia de Santa Catalina de Siena, en el Vedado habanero.

Con una llamada a "ahondar en la Cuba de hoy aquel espíritu misionero que nació del ENEC y fue semilla para el surgimiento de Caritas" --informa la página web de la Conferencia Episcopal de Cuba--, se inició la celebración eucarística que acogió a un gran número de sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos comprometidos y fieles de varias diócesis.

Reunidos todos en torno a dos acontecimientos tan significativos para la Iglesia en Cuba, la ocasión propició evocar "algunas etapas de su historia en que –replegada y expuesta a fuertes confrontaciones– logró mantenerse y consolidarse".

Los celebrantes reconocieron "en la misericordia y el amor infinito de Dios las fuerzas de las que se ha valido la Iglesia para rehacerse después de tiempos difíciles".

Así lo recordaba el cardenal Jaime Ortega en su homilía, en la que también expuso las circunstancias que motivaron la celebración del ENEC, luego de una profunda reflexión eclesial desarrollada a lo largo y ancho de la Isla, y que evidenció la presencia de la fe católica hasta en lo más recóndito de su geografía.

El también arzobispo de La Habana precisó que “fue en la década del 80, cuando el país emprendía una serie de amplias reformas que incluían liberalizaciones económicas y de todo orden, que la Iglesia empezó a ganar pequeñas batallas, individuales, pero bien concretas”.

“En el año 81 –continuó– decidimos hacer una Reflexión Nacional Eclesial. Existían circunstancias interiores que propiciaban hacerlo, la Iglesia había logrado permanecer sin dejar de ser ella misma y había alcanzado algunas posibilidades. En el 86 fue el ENEC. La Iglesia entonces se miró a sí misma y se reconoció pobre. Ahí está la conversión de la Iglesia”.

La invitación de Jesús en su Palabra a una conversión que lleve implícita una sobrecarga de entrega y de amor, “debe estar también presente hoy –dijo el cardenal Ortega– en el camino de misión y evangelización. Aquel período nos aportó una gran confianza en Dios. En aquella época nos sosteníamos por nosotros mismos. La Iglesia no había desaparecido; y los pronósticos sobre ella de sociólogos y políticos no se cumplieron. La Iglesia tomó conciencia de que estaba allí sin nada, tenía la confianza en el Señor. Esa fue la conversión. Y solo la misericordia y el amor infinito de Dios nos dio la posibilidad de salir del hueco”.

Después del ENEC, la Iglesia se volcó en proclamar a Cristo, vivo y presente también en Cuba, en misionar y crear instituciones que, como Caritas, evangelizaban y ofrecían servicio a los pobres. “La Iglesia se reafirmó en la oración, y se hizo misionera encarnada en Cristo”, dijo el cardenal Ortega.

Antes de concluir su homilía el arzobispo de La Habana llamó a no perder nunca esa conversión a la que convocó el ENEC. "¡Qué la Iglesia viva hoy con el mismo espíritu que vivió tiempos anteriores!”, concluyó.

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En prisión Mao Hengfeng, activista contra la “ley del hijo único”
Llamamiento urgente de Amnistía Internacional: podría ser torturada nuevamente
ROMA, viernes 4 de marzo de 2011(ZENIT.org).- En China fue arrestada el pasado jueves 24 de febrero, la destacada prisionera de conciencia, Mao Hengfeng, dedicada desde 1998 en la lucha contra la discutida y rígida “ley del hijo único”, promulgada a finales de los '70 por Deng Xiaoping para frenar el crecimiento demográfico del coloso asiático.

Mao Hengfeng, de 50 años de edad, que vive con su marido Wu Xuewuei en Shangai, había sido puesta en libertad anticipadamente, apenas dos días antes, el martes 22 de febrero, por motivos de salud. La mujer estaba cumpliendo, en la provincia centro-oriental de Anhui, una sentencia de 18 meses de “reeducación a través del trabajo”. Había sido considerada culpable de “alteración del orden público” por participar el 25 de diciembre de 2009 en Pekín en una manifestación a favor de otro destacado defensor de los derechos humanos, Liu Xiaobo, premiado el pasado año con el Premio Nobel de la Paz.

Ha sido la organización de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) la encargada de llamar la atención sobre las condiciones de Hengfeng, haciendo un llamamiento urgente desde la página web para que se realice la liberación “inmediata e incondicionalmente” de la mujer. Como recuerda la ONG, la activista arriesga la tortura. Arrestada ya numerosas veces, fue torturada repetidamente, como ella misma ha contado el pasado julio durante la audiencia para revisar su recurso contra la última condena. Fue agredida varias veces por otros detenidos, apaleada y golpeada dos veces en la cabeza con una silla. Una tomografía computarizada realizada antes de su inesperada liberación ha revelado además la presencia de hemorragias cerebrales.

El motivo de este nuevo arresto – sucedido en presencia de al menos treinta policías – ha sido el hecho de que durante su breve liberación, Hengfeng habría desarrollado “actividades ilegales”, según su marido una acusación absurda. “Durante 24 horas y cada día desde que volvió, la policía nos ha controlado desde la puerta”, dijo. “No ha sido capaz ni siquiera de ir al médico. ¿Qué posibilidades tenía de infringir la ley?, continuó Wu, que no ha escondido su gran preocupación. “No sabemos donde está”, dijo (Reuters, 24 de febrero).

Según lo contado por AI, la lucha de Hengfeng contra la política del control de los nacimientos en China se remonta a 1988, cuando la mujer -en aquel momento madre de dos gemelas- fue despedida por haber violado la ley en cuestión con su segundo embarazo. Internada en una clínica psiquiátrica, Hengfeng fue capaz de concluir su embarazo, dando a luz prematuramente a su tercera hija el 28 de febrero de 1989. Para no poner en peligro a su familia, la mujer aceptó después, interrumpir el embarazo de su cuarto hijo.

El último arresto de la activista – definido como “totalmente escandaloso” por la vicedirectora del Programa Asia Pacífico de Amnistía Internacional, Catherine Baber (Reuters, 24 de febrero) – se coloca en el trasfondo de protesta popular en el mundo árabe, conocida como la “Revolución del jazmín” que explotó a mitad de diciembre en Túnez por la elevada subida de los precios de bienes de primera necesidad que culminó con la expulsión a mitades de enero del presidente Zine El-Abidine Ben Ali.

Lo que más temen las autoridades chinas es el efecto dominó o el “contagio”. Recordemos que la protesta de la Plaza de Tienanmen, sofocada con la sangre en 1989, inició con un aumento de los precios. Ya en las pasadas semanas se verificaron en varias ciudades lo que se podría definir como “tentativos de protesta” contra la rapidez del aumento del coste de la vida. Mientras que ayer 3 de marzo, se abrió la anual Conferencia Consultiva del Pueblo Chino y el sábado 5 de marzo la Asamblea Nacional del Pueblo, en Internet se ha hecho un llamamiento, para el próximo domingo, una invitación para bajar a la plaza y ocupar silenciosamente el centro de más de cien ciudades (La Repubblica.it, 2 marzo).

Mientras tanto continua el crecimiento de la población de China. Según los datos preliminares hechos públicos el pasado 28 de febrero por la Oficina Nacional de Estadística, la población aumentó, a finales de 2010 a una cifra de 1.314 millones de habitantes, un aumento de 6,3 millones – más o menos el equivalente de un país como Israel (datos relativos al 2000/01) – respecto al año anterior, cuando eran 1,334.700.000. Mientras que en el penúltimo censo del 2000 eran 1,295 millones de habitantes, para el mes de abril se esperan datos del último censo general de la población, que se desarrolló el año pasado (China Daily, 1 marzo).

“La población de China está creciendo ahora, únicamente porque la gente vive más tiempo, no porque tenga muchos hijos”, así dice Cai Yong, demógrafo de la Universidad de Carolina del Norte (USA) especializado en China (Shanghai Daily, 1 marzo). Junto a un preocupante desequilibrio de los sexos – consecuencia del aborto selectivo y de la tradicional preferencia por los hijos varones –, el envejecimiento de la población es actualmente uno de los mayores rompecabezas para los demógrafos y políticos chinos. Según algunas estimaciones, después del 2025 la población activa descenderá unos diez millones de personas y el número de jóvenes de 20 a 24 años disminuirá una cuarta parte tras el 2030 (China Daily, 1 marzo).

Durante una conferencia en Kuming, capital de la provincia meridional de Yunnan, el ministro para los Asuntos Civiles, Li Liguo, declaró el pasado viernes que la población mayor de sesenta años de China llegará, en el año 2015 a una cifra de 216 millones de personas, con un aumento anual de más de 8 millones de personas (Agenzia Xinhua, 25 de febrero. Siempre en 2015, el número de personas con más de 80 años llegará, en China, a 24 millones, continuó el ministro, que también es vicediretor de la Comisión Nacional sobre el Envejecimiento. Para evitar el “crac” del sistema de pensiones, el ministerio chino para los Recursos Humanos y la Seguridad Social anunció además, el pasado domingo del inicio de una revisión “extensiva” de la edad de las pensiones para la mujer (Xinhua, 27 de febrero).

Por este motivo, los expertos chinos no excluyen una relajación parcial en la normativa sobre “el hijo único”. Hablando el pasado lunes con el China Daily, uno de los exponentes de la Comisión para la Población Nacional y la Planificación Familiar (NPFPC), el profesor Yuan Xin, se ha demostrado favorable a una “actualización” de la ley. El demógrafo de la Universidad Nankai, en Tianjin (o Tientsin, en el Mar de China Oriental), sugirió autorizar a los cónyuges que viven en ciudad y que son ambos hijos únicos, a tener un segundo hijo.

Como recuerda la ex líder de la revolución de 1989, Chai Ling, que escapó de China en 1990 y que se convirtió al cristianismo en diciembre de 2009, la ley infame, contra la que ha luchado y continúa luchando Mao Hengfeng, es “una Tienanmen que se da cada hora, una masacre controlada que el mundo puede y debe frenar antes de que sea demasiado tarde (AsiaNews, 1 marzo).

Por Paul de Maeyer. Traducción del italiano por Carmen Álvarez


 

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Testimonio


Roma: Cantante irlandesa anima el pub JP 2
Una iniciativa en el espíritu de Juan Pablo II 
ROMA, viernes 4 de marzo de 2011 ( ZENIT.org ) .- La cabalgata del carnaval romano atrajo a miles de personas a las calles en la fría tarde de ayer. La Via del Corso quedó finalmente cubierta con confetti de colores. Un privilegio reservado a los peatones sólo por esa noche.

Había un montón de gente joven que se reunía en las inmediaciones de la impresionante basílica de San Carlos, cuya cúpula, que se puede contemplar desde la colina de la Trinità dei Monti, parece ser más grande que la de la Basílica de San Pedro. Alguna personas parecían saber hacia donde iban, otras, en cambio, los observaban mientras giraban por el 'Vicolo del Grottino' que comienza cerca de la iglesia.

Bajo la dirección de “Vicolo del Grottino 3b” encontramos subterráneos con estilo bajo la poderosa basílica reformados como clubes especiales para jóvenes. Las puertas se abrieron de par en par y los turistas fueron recibidos por el poderosos sonido de la música rock. Esto impresionó incluso a un grupo de turistas de habla inglesa, que, curiosos, pretendieron bajar por las antiguas escaleras que conducen a las mazmorras, iluminadas con velas. Pero su guía romano, amablemente los indujo a regresar a un bar cercano.

El club de moda JP2 es una iniciativa de la pastoral juvenil católica de Roma. Este espacio abierto se creó en sintonia con el espíritu de Juan Pablo II, que apreciaba la cultura juvenil, su música, el espíritu informal y la amistad como un terreno donde cultivar a los Apóstoles del futuro. El elegante Grotto tiene un ambiente agradable y en esta ocasión los organizadores del JP2 club consiguieron invitar a la cantante y misionera irlandesa, Maeve Heaney. Ellos contaron con Maeve Heaney y su banda para presentar en el escenario: “Música en directo, Maeve Heaney y la oración a larga distancia en concierto”, como se anuncia en Internet en la web http://www.gpdue.it .Normalmente, el espectáculo empezaría alrededor de las 9 p.m., explicó el director del programa.

Los jóvenes que sirven cerveza, zumos y paninis romanos son profesionalidad y amos son todos voluntarios. Generosamente, están dispuestos a realizar este servicio después de sus clases o trabajos. La gente normalmente permanece en este lugar hasta la de la madrugada. De forma discreta se han colocado en la entrada, algunos personas, pegatinas y panfletos. También se colocan muchas sillas en todo el grotto. Pronto más de 180 personas acudirán allí para escuchar un concierto el sábado por la tarde, explicó el personal a ZENIT. Sin embargo, ¡ellos querrían realizar “más publicidad” de este evento!.

Durante esa tarde, Maeve Heaney cantó sus canciones poniendo en ellas todo su ser. Allí la música y las letras, las canciones que ella había elegido despertaron el deseo de más, la sed de la vida y del amor, por Dios. El público se conmovió profundamente. Algunos cantaban y bailaban, celebraban y a la vez estaban de duelo, y la música fluía y hacía vibrar las poderosas paredes de la basílica hasta los cimientos, paredes que abrazan y sostienen el grotto de la JP2.

Para Maeve Heaney, que ha tomado parte en varias Jornadas Mundiales de la Juventud, -en la realizada en Colonia dio un concierto- esa tarde fue una forma de llevar a cabo su misión.

Maeve Heaney, doctora en Teología, ha trabajado durante muchos años en el hecho fascinante de como la música puede ser un puente hacia Dios. “Es un puente que recibe a todos los que están lejos de la Iglesia”, explicó a ZENIT. Ciertamente la música es algo que toca a la persona en todo su ser. “Si tu mente bloquea y reprime una experiencia vívida, la música puede alcanzar los sentimientos y llegar a lo más profundo”, dijo con una sonrisa.

¿Qué significa esto?, le preguntamos, pero después de horas de un programa totalmente cargado, Maeve sencillamente hace referencia a la publicación de su primer libro “La música como práctica teológica”. Trata de la cuestión de “las dimensiones de la música contemporánea como medios para llegar a la fe”. Con esta publicación de su tesis doctoral, que fue aceptada por la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma, Maeve Heaney quiere dar nuevos impulsos a la pastoral de evangelización a través de la música. “Dios quiere conquistar cada corazón y es capaz de ello -también a través de la música”, explicó Maeve. Esta es su convicción, este es el sentido de su viaje con la música, y por lo que enseña teología. “La música alcanza y penetra directamente en el corazón del hombre; se parece al amor de Dios que sencillamente quiere tocar la vida de las personas directamente”.

Por Angela Reddemann

[Traducción del inglés por Carmen Álvarez][

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Espiritualidad


Evangelio del domingo: Una escucha edificante
Por monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo
OVIEDO, viernes, 4 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- Publicamos el comentario al Evangelio del próximo domingo, noveno del tiempo ordinario (Mateo 7, 21-27), 6 de marzo, redactado por monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo.



 

* * *



 

En la gran exhortación bíblica que atraviesa toda la Escritura Santa, se nos invita a escuchar a Dios: "Escucha, Israel" ..."Este es mi Hijo bienamado, escuchadle". El que hizo las cosas diciéndolas: "Dijo Dios, hágase", las rehace a través de la palabra redentora de su propio Hijo. No es por tanto una cuestión secundaria lo de escuchar a Dios, y por este motivo la Iglesia nos convoca para escuchar juntos los hablares del Señor cada domingo.

Nos dice el libro del Deuteronomio que Dios pone ante nuestros ojos una bendición y una maldición (Deut 11,18-28), como para indicarnos que en la realidad en la que nuestra vida se desenvuelve hay siempre una gran cuestión: cómo se sitúa nuestra libertad. Y es aquí donde encontramos una llamada de atención que examina en definitiva nuestra actitud oyente. Porque podemos escuchar de tantos modos a este Deus loquens, un Dios que tiene boca y que sabe y quiere hablarnos. Podría sonarnos en el oído la letra de su voz e incluso saber tatarear la música escondida en su relato, y aprendernos de carrerilla incluso alguna oración: "Señor, Señor...", como irónicamente nos dice el Evangelio. Y a pesar de todo ello, permanecer sordos a lo que hablándonos Dios nos quiere dar, hacer, alertar, confirmar o reprender.

      El Evangelio de este domingo nos pone precisamente ante ese juego de la libertad en la cual se cifra nuestra calidad oyente del Señor que nos habla. Y viene a preguntarnos plásticamente sobre qué firme edificamos nuestra vida, a qué, a quién y cómo entregamos nuestra entrega cuando nos damos. Si lo que es importante en nuestra vida como es el amor, los ensueños, aquello en lo que nos empeñamos o lo que guardamos como recuerdo, lo construimos sobre una arena movediza que no tiene fundamento, es arriesgarse irresponsablemente a que nuestra vida sea fatalmente vulnerable, insulsa, vacía, sin significado y víctima de la improvisación o de cualquier desaprensivo ataque.

      Escuchar al Señor es edificar sobre la roca, caminar en la compañía de su Palabra que nos da la vida, que nos ilumina en las cañadas oscuras, que en medio de las tormentas nos pacifica, que es capaz de ablandar nuestra dureza de corazón, y con su verdad nos salva de la mentira. Pero este tipo de escucha honda y sincera, es la que traduce a la vida concreta lo que ha escuchado de los labios de Dios: no os contentéis con oír la Palabra, sino poned por obra lo que habéis escuchado. Lo que decimos con los labios no lo contradigan nuestras obras, y que éstas sean el fiel reflejo de lo que hemos oído al Señor.

      

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En la página web de Zenit


Los “Lineamenta” del Sínodo de 2012, en la web de ZENIT
 
ROMA, viernes 4 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- Por su indudable interés, ofrecemos en la sección “Documentos” de la página web de ZENIT el texto oficial de los “Lineamenta” de la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre Nueva Evangelización, que se celebrará en Roma en octubre del año 2012.

El documento fue hecho público hoy en rueda de prensa por el secretario general del Sínodo, monseñor Nikola Eterović.

Para acceder, pinchar en www.zenit.org/article-38476?l=spanish

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Documentación


Intervención de monseñor Tomasi ante la ONU
XVI Sesión del Consejo de los Derechos Humanos sobre Libertad Religiosa
GINEBRA, viernes 4 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- Publicamos a continuación la intervención, el pasado martes 2 de marzo, de monseñor Silvano Tomasi, observador permanente de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra (Suiza), durante la Sesión Ordinaria del Consejo de los Derechos del Hombre sobre la libertad religiosa, y que hoy ha hecho pública la Santa Sede.

* * * * *

Señor presidente,

1. En el centro de los derechos humanos fundamentales está la libertad de religión, conciencia y creencias: afecta a la identidad personal y a las decisiones básicas, y hace posible el goce de otros derechos humanos. Tal y como reconoce la Declaración de la ONU sobre la eliminación de la Discriminación Religiosa, la dimensión espiritual de la vida es una parte vital de la existencia humana [1]. Pero una creciente proliferación de episodios de discriminación y de actos de violencia contra personas y comunidades de fe y lugares de culto en muchas regiones geográficas diferentes del mundo deniega en la práctica el principio proclamado en la ley. La lucha religiosa es un peligro para el desarrollo social, político y económico. El conflicto religioso polariza a la sociedad, rompiendo los vínculos necesarios para que florezcan la vida social y el comercio. Y siembra semillas de desconfianza y amargura que podrán superarse sólo en generaciones. A menudo la impunidad y la negligencia de los medios de comunicación siguen a estas tragedias. Un reciente informe muestra que por cada 100 personas asesinadas a causa del odio religioso, 75 son cristianas [2]. Tal concentración de discriminación religiosa debería preocuparnos a todos noostros. Pero el propósito de la Santa Sede en esta intervención es el de reafirmar la importancia del derecho a la libertad de religión para todas las personas, para todas las comunidades de creyentes, y para toda sociedad, en todo lugar del mundo.

2. El Estado tiene el deber de defender el derecho a la libertad religiosa y tiene la responsabilidad de crear un ambiente en el que este derecho pueda ser disfrutado. Como se afirma en la Declaración sobre la Discriminación Religiosa y en otros lugares, el Estado tiene que realizar muchos deberes en el funcionamiento diario de la sociedad. Por ejemplo, el Estado no debe practicar la discriminación religiosa – en sus leyes, en sus políticas, o permitiendo de facto la discriminación por parte de empleados públicos. Debe promover la tolerancia religiosa y la comprensión en la sociedad, un objetivo que puede lograrse si los sistemas educativos enseñan a respetar a todos y los sistemas judiciales son imparciales en la implementación de las leyes y rechazan la presión política dirigida a asegurar impunidad a quienes perpetran crimenes contra los derechos humanos contra los seguidores de una religión particular. El Estado debería apoyar todas las iniciativas dirgidas a promover el diálogo y el respeto mutuo entre las comunidades religiosas. Debería reforzar las leyes y luchar contra la discriminación religiosa – vigorosamente y sin selectividades. El Estado debe proporcionar seguridad psicológica a las comunidades religiosas que son atacadas. Debe animar a la mayoría de la población a permitir a las minorías religiosas practicar su fe individualmente y en comunidad sin amenazas ni obstáculos. El Estado debe tener leyes que hagan a los empleadores hacer “ajustes razonables” ante la religión del empleado.

3. La libertad de religión es un valor para la sociedad en su conjunto. El Estado que proteje este derecho permite a la sociedad beneficiarse de las consecuencias sociales que vienen de ello: coexistencia pacífica, integración nacional en las situaciones pluralistas de hoy, mayor creatividad dado que los talentos de todos se ponen al servicio del bien común. Por otro lado, la negación de la libertad religiosa obstaculiza cualquier aspiración democrática, favorece la opresión, y ahoga a toda la sociedad, que de vez en cuando explota con trágicos resultados. Desde esta perspectiva también, está claro que la libertad de religión y de convicciones está unida intrínsecamente a la libertad de opinión, expresión y asamblea. Junto a ello, un clima de libertad religiosa real se convierte en la medicina para prevenir la manipulación de la religión con propósitos políticos de conquista del poder o de mantenimiento del mismo, así como la opresión de los disidentes y de las comunidades y minorías religiosas diferentes. De hecho, la discriminación y las luchas religiosas raramente, si las hay, no son solamente el producto de la diferencia de opiniones y prácticas religiosas. Bajo la superficie hay problemas sociales y políticos.

4. Para recoger los beneficios sociales de la libertad religiosa es necesario elaborar medidas específicas que permitan florecer el ejercicio prácico de este derecho. Señor presidente, quisiera resaltar algunas medidas a nivel de la ONU. El Relator Especial sobre libertad religiosa debería ser invitado con regularidad a incluir información sobre la persecución de grupos religiosos. Sería de ayuda si el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Oficina de las Naciones Unidas siguiese los casos de restricciones gubernamentales o sociales contra la libertad religiosa y la trasladase anualmente al Consejo de los Derechos Humanos. El artículo 20 de la Declaración de Derechos Civiles y Políticos [3], referido a la apología del odio religioso que incite a la discriminación religiosa, plantea importantes cuestiones, tales como la relación entre los diversos derechos y sobre las mejores formas de lograr objetivos legítimos. Leyes como la de la blasfemia son un ejemplo de ello. Los grupos de trabajo encargados de estudiar el art. 20 y de proponer buenas prácticas, constituyen un paso en la dirección correcta.

5. Concluyo, señor presidente, llamando la atención sobre tres percepciones falsas que rodean a la libertad de religión y creencias. En primer lugar, el derecho a expresar y practicar la propia religión no se limita a los actos de culto.También incluye el derecho a expresar la fe a través de actos de servicio caritativo y social. Por ejemplo, prestar servicios sanitarios y educativos a través de las instituciones religiosas son importantes formas para las personas de vivir su fe. [4]. Segundo, las comunidades de creyentes tienen sus propias normas para cualificar a alguien para un cargo religioso, y para servir en las instituciones religiosas, incluidos los servicios de caridad. Estas instituciones religiosas son parte de la sociedad civil, y no de los poderes del Estado. En consecuencia, los límites que la ley internacional plantea a los Estados con respecto a las cualificaciones para los funcionarios y los servicios públicos no se aplican automáticamente a los actores no estatales. Según se reconoce en la Declaración sobre la discriminación religiosa, la libertad religiosa implica el derecho de una comunidad religiosa de establecer sus propias normativas [5]. La tolerancia religiosa incluye el respecto a las diferencias de opinión en estos asuntos, y el respeto de la diferencia entre el Estado y la institución religiosa. Y finalmente, existe el temor de que respetar la libertad de elegir y practicar otra religión, diferente de la propia, se basa en la premisa de que toda verdad es relativa y que la propia relición no válida de modo absoluto. Esto es un malentendido. El derecho de adoptar, y de cambiar, una religión se basa en el respeto de la dignidad humana: el Estado debe permitir a toda persona buscar libremente la verdad.

6. Señor presidente, el Estado tiene la obligación legal y ética de apoyar y hacer aplicable el derecho a la libertad de religión o convicción porque es un derecho fundamental y porque es su deber defender los derechos de los ciudadanos y buscar el bienestar de la sociedad,. Como afirmó Su Santidad el Papa Benedicto XVI al dirigirse al Cuerpo Diplomático, la libertad religiosa “es el camino fundamental a la paz. La paz se construye y preserva sólo cuando los seres humanos pueden libremente buscar a Dios en sus corazones y en sus relaciones con los demás" [6].

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1 Declaración sobre la Eliminación de Todas las Formas de Intolerancia y de Discriminación basadas en la Religión o en las Creencias, Resolución 36/55 de la Asamblea General (1981); e.g., cuarto párrafo del preámbulo.

2 Cfr., Ayuda a la Iglesia Necesitada, La Libertad religiosa en el Mundo – Informe 2010; Conferencia sobre la persecución de los cristianos organizada por el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa, grupos de europarlamentarios del Partido Popular Europeo, del Partido Conservador y del Grupo Reformista el 10 de octubre de 2011

3 Artículo 20 : "1.Toda propaganda en favor de la guerra estará prohibida por la ley. 2. Toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituya incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia será prohibida por la ley”.

4 Ver, por ejemplo, el artículo 6(b), Declaración sobre la Eliminación de toda forma de Intolerancia y de Discriminación basada en la Religión o en las Creencias.

5 Artículo 6(g), Declaración sobre la Eliminación de toda forma de Intolerancia y de Discriminación basada en la Religión o en las Creencias.

6 Benedicto XVI. Discurso a los Miembros del Cuerpo Diplomático, 10 de enero de 2011.

[Traducción del original inglés por Inma Álvarez] 

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