Julián Del Olmo, el cura que dirige 'Pueblo de Dios' desde hace 20 años

"Somos el altavoz de la Iglesia misionera y samaritana"

Lidera, junto a la misa, la audiencia de la 2 los domingos y tiene un 'share' del 5,5%

Redacción, 06 de marzo de 2011 a las 10:05
 

Julián del Olmo, sacerdote alcarreño de 68 años, empezó como cura rural, dando misa en los pueblos más inhóspitos, donde los feligreses se cuentan con los dedos de la mano. Ahora tiene una parroquia más grande, unas 350.000 personas. Son los espectadores que siguen cada semana 'Pueblo de Dios', el programa religioso que La 2 emite cada domingo antes de la misa (a las 11.30 horas).Lleva 28 años en antena y es el segundo espacio más veterano de la tele (el primero es 'Informe Semanal'). Lo cuenta Yolanda Veiga en Diario Montañés.

Julián lo dirige desde hace casi 20 años, porque además de cura es periodista: aprovechó su destino de juventud en un suburbio de Madrid para sacarse la carrera. «Llegó un momento en el que tuve que elegir entre oficiar un entierro y hacer el montaje del programa». Y se quedó con lo segundo, aunque sigue dando misa a diario cuando puede. La tele es su prioridad laboral, aunque él dice que antes que periodista es cura. Y antes que cualquiera de las dos cosas, «herrero». «Vengo de una saga de herreros, esa es mi primera vocación», confiesa.

Recién llegado de Tajikistán, un rincón perdido entre la amalgama de repúblicas que nacieron de la extinta URSS, y a punto de embarcar rumbo a Haití, Julián explica encantado cómo se hace 'Pueblo de Dios', uno de los programas que menos gasta del presupuesto de la televisión pública (el ente público dispone de 1.200 millones de euros anuales).

TVE paga los reportajes que se hacen en España, pero los que se graban en el extranjero son financiados por las organizaciones religiosas. «Como ahora estamos en precario, hacemos el 80% de los reportajes fuera. A TVE le sale más caro ir a rodar a Salamanca que a Kazajistán porque aquí pagan ellos y en el extranjero no. Si TVE abonara todo, necesitaríamos un presupuesto cuatro veces mayor». Del Olmo y su equipo (son cinco personas fijas y varios cámaras y profesionales de sonido externos que les acompañan) muestra cada semana la vida y obra de grupos de misioneros: dominicos, voluntarios de Manos Unidas... «Somos los más viajeros de TVE, pero no vamos de turismo, sino a vivir como ellos».

Infección por una rata

Donde ellos meten las cámaras no hay lujos. «En una ocasión fuimos a grabar a un campo de desplazados por la persecución de los paramilitares en Colombia. La gente quería obsequiarnos con algo al llegar y como no tenían nada para comer mataron una rata. No podía despreciársela y comí un poco, luego me entró una infección terrible», relata Del Olmo. No ha sido, con mucho, lo más duro que le ha tocado vivir.

«En Colombia también, una noche mataron a la gente que estaba en la tienda de al lado. Fue un aviso». Que no todos quieren que la televisión enseñe las vergüenzas. Pero ellos están «con la Iglesia misionera y samaritana», la que trabaja con los pobres y los más desfavorecidos. La que pone cara a la miseria y a la desigualdad: «Recuerdo especialmente al padre Pedro, que rescataba a los niños que tiraban medio muertos a un basurero de Antananaribo (Madagascar). Algunos sobrevivían y a los demás, por lo menos, los enterraba dignamente».

Quiere Julián que «el gran público» se asome a la realidad más dura. «Esto no es la catequesis, no buscamos convertir a nadie. Queremos que gente religiosa y espectadores que no lo sean se enganchen al programa. Igual tú no crees, pero ves a un misionero que se deja la piel y dices: 'Joder, qué tío'».

Aunque 'Pueblo de Dios' nunca sale en los rankings de los programas más vistos, lidera junto a la misa la audiencia de la cadena los domingos y tiene un 'share' del 5,5%, el doble que la media de La 2, que cerró febrero con un porcentaje del 2,6%.

Entre la feligresía televisiva, poca juventud. «Si llegan de fiesta a las nueve no se van a levantar a las once y media a ver el programa, aunque lo repiten los miércoles a las once y también en el canal Internacional», recuerda Del Olmo.

Lo que sí tienen es una parroquia variada. «Muchos espectadores no son religiosos. Hace poco llamó un profesor de Universidad y me dijo: 'No soy cristiano, de hecho soy muy crítico con la Iglesia, pero con el programa estoy descubriendo que hay gente que se juega la vida. Yo soy teórico y me he dado cuenta de que no hago nada por los demás».

Los reportajes que emiten (uno a la semana, ininterrumpidamente todo el año) son piezas de media hora de duración que tardan una semana en preparar (tres días fuera de rodaje y el resto para montar las imágenes) y que muchas veces se pasan «en colegios y en las reuniones parroquiales como herramienta de trabajo». Granito a granito también engordan el archivo de TVE, que recupera las imágenes de 'Pueblo de Dios' para sus reportajes e informativos. Sobre todo cuando son malas noticias.