El nuevo presidente de la ACdP apuesta por el diálogo fe-cultura

Carlos Romero: "Hay pocos católicos que tengan interés por la política"

"Tenemos un laicismo que no respeta a la religión, es más, quiere en muchos casos que desaparezca"

Manuel Robles, 14 de marzo de 2011 a las 09:28

 

(Manuel Robles).- El pasado 5 de febrero de 2011 concluyó la XCVIII Asamblea General de la Asociación Católica de Propagandistas con la elección de Carlos Romero Caramelo como presidente de la ACdP para los próximos cuatro años. Así finaliza este proceso democrático que se inició el pasado día 7 de diciembre de 2010 cuando, en la primera vuelta de las elecciones, los dos candidatos -Alfredo Dagnino Guerra y Carlos Romero Caramelo, empataron a 125 votos.

Carlos Romero Caramelo, el nuevo presidente de la ACdP, natural de Ferrol, de 59 años, casado y padre de dos hijos, es capitán de navío ne la reserva y consejero local del Centro de Madrid. Ha sido secretario técnico de la ACdP, y desde el 2007 es director de las Jornadas Católicos y Vida Pública, de las que se han celebrado más de 70 en diversas ciudades españolas.

Carlos Romero ha estado en Oviedo, para participar en las IV Jornadas de Católicos y Vida Pública en Oviedo, y ha reiterado la importancia que tiene la actuación de los católicos en nuestra sociedad.

-¿Cómo va el diálogo fe y cultura en nuestra sociedad?

-Se están haciendo cosas, pero hay que hacer mucho más. Los católicos siguen presentes en la enseñanza, en la comunicación, incluso en el cine, pero hay pocos católicos que tengan interés por la política. Si hablamos del arte o de la literatura, en estos momentos tenemos poca presencia católica. El diálogo fe y cultura es muy necesario para que nos enriquezcamos mutuamente.

-¿Qué se puede hacer con este laicismo beligerante contra lo religioso?

-Tenemos un laicismo que no respeta a la religión, es más, quiere en muchos casos que desaparezca. Pienso que hay que tener calma, no perder el optimismo que da la fe, y no olvidarnos de que tenemos que ser consecuentes con la fe. Una persona buena, normal, que dé testimonio de fe, siempre es aceptada, incluso querida y respetada.

-¿Porqué los socialistas quieren siempre hacerse con la educación?

-La ideología socialista es intervencionista, les encanta invadir la vida privada de la gente, de la sociedad. Ahora vemos como sin poderlo evitar quieren controlar la velocidad, el fumar en los bares, y la vida de las personas. Intervenir en la educación para imponer un determinado modelo de educación es una vieja idea socialista, así con una determinada educación, determinada sociedad es fácil manejar a la gente.

-¿Los católicos tienen miedo a actuar en la vida pública?

-En mi opinión, no, pero, creo que no estamos muy acostumbrados a actuar como católicos porque falta entrenamiento público, sigue pesando el qué dirán. Tenemos un pasado de 40 años, donde no ha habido intervención ni de católicos ni de nadie que no fuera del régimen. Ya sé que han pasado 30 años más, con esta época democrática, pero todavía nos falta un poco de audacia, seguimos encerrados en nuestros "mundos" católicos. Los tiempos van cambiando y los católicos vamos siendo más intrépidos.

-¿Vd representa un estilo más avanzado que Alfredo Dagnino?

-En la ACdP hay estilos para todos los gustos. En mi primer discurso como presidente de la Asociacion dije que "todos estamos en el mismo barco con la intención de llegar todos al mimo puerto". En nuestra Asociación cabe gente de todos los estilos. Aquí ha estado el Lendakari Aguirre y Onésimo Redondo, Ruiz Jiménez y gente tan variada como los del grupo Tacito.

-¿Para cuándo la beatificación de Herrera Oria?

-El pasado 20 de diciembre 2010 se celebró en la parroquia de Santa Lucía, una Misa de acción de gracias por el final del proceso de canonización de don Angel Herrera Oria, presidida por el obispo diocesano, Vicente Jiménez. Ahora toda la causa está en Roma esperando el milagro. Cuando se produzca el milagro, y la iglesia juzgue oportuno sabremos la fecha.

-¿Qué pedía don Angel a sus militantes de ACdP?

-Ante todo que fuéramos hombres de oración. Luego que actuáramos en la sociedad como buenos profesionales de lo que uno trae entre manos, y que nos olvidáramos de nuestra conciencia católica. El carisma de la Asociación de Propagandistas sigue siendo el mismo que hace 100 años.