18.03.11

Los obispos catalanes dan alas al nacionalismo

A las 6:11 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General
 

Los obispos catalanes están en su pleno derecho de escribir las pastorales conjuntas que deseen. Les pueden dar los contenidos que quieran. Pero la publicada ayer es de traca. En plena crisis de identidad española, con la Constitución hecha unos zorros, a causa de unos estatutos de autonomía, entre ellos el catalán, o el andaluz, al que el Tribunal Constitucional les ha “quitado” el dominio del río Guadalquivir, y a Castilla y León el dominio sobre el Duero….Estos obispos hablan con un nacionalismo reciclado treinta años después de otro documento disgregador.

Conozco personalmente a alguno de los obispos catalanes. En las distancias cortas son gente estupenda. Con los últimos nombramientos episcopales parecía que Roma iba separando nacionalismo y Religión Católica. No es verdad. Estos pastores cuando se juntan, en la que ellos llaman Conferencia Episcopal Tarraconense?, tienen el mismo nivel que sus hermanos de hace treinta años: adorar al dios nacionalista.

Cataluña ha dejado de ser cristiana hace muchos años. Aquella tierra fue cuna de santos y sabios fundadores de congregaciones religiosas. En tierras catalanas la Iglesia dejó millares de mártires durante los duros años treinta del siglo pasado en la persecución religiosa contra la Iglesia Católica.

El nacionalismo surgido entre el siglo XIX y todo el siglo XX inyectó en diversos eclesiásticos una ideología racista y separatista, del que nunca se han curado ni siquiera los de hoy. Aconsejo que lean el libro del profesor Francisco Caja sobre este asunto. El demoledor análisis que presenta de la sociedad actual catalana deja helado al lector.

De este orgullo racista nacionalista nace la decisión del actual dirigente de la Generalidad a no acatar la sentencia del Tribunal Supremo sobre la igualdad del uso y aprendizaje de la lengua catalana y la española en los centros escolares. Allí o se habla catalán o se toma la maleta para otra parte como hicieron hace treinta años centenares de profesores de todos los niveles de la enseñanza ante la imposición del catalán. Dejaron escrito el Manifiesto de los 2,500, en el que anunciaron todo lo que ha sucedido y se quedaron cortos, ha afirmado, por ejemplo, el profesor Amando de Miguel, uno de los firmantes y huido entonces.

La religión nacionalista, con esta nueva carta episcopal, tiene cuerda para rato. Siento pena por estos obispos tan miopes, tan sumisos, tan ramplones, que sirven a un régimen nacionalista antes que a la Iglesia Católica, que entregan su libertad de espíritu de pastores por un plato de lentejas, y que, encima, creen que prestan un servicio a los habitantes catalanes, que son los más laicistas de toda España.

Los de siempre han puesto su pica en el “divide y vencerás”, en el estar con unos obispos nacionalistas enfrentándolos con el resto de España. Menudos miserables.

Desde Roma se mira y se oye el jaleo armado por la carta dichosa. Esperemos que el Papa en su venida a Madrid en agosto señale la dirección de la Iglesia en España. De lo contrario, el horizonte será de poca esperanza.

Tomás de la Torre Lendínez

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Lean, por favor: Datos de la Iglesia en Cataluña

Blog del padre Tomás

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