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El Ayuntamiento de San Sebastián financia una revista feminista blasfema

 

«Queremos aportar nuestros esfuerzos en la defensa de los derechos civiles y sociales de las mujeres, que de forma reiterada son vulnerados por las confesiones religiosas patriarcales y sus élites misóginas». Este es el saludo con el que recibe al lector la revista Feminismos, ciudadanía y laicidad, editada por la plataforma vasca de mujeres Plazandreok. Ilustrando esta bienvenida aparece un aparato genital femenino con una mujer desnuda crucificada y rodeándola, una corona de espinas. La Gaceta explica quién financia la publicación

24/03/11 5:50 PM


 

(La Gaceta) Esta publicación gratuita subvencionada por la Consejería de Igualdad y Cooperación del Ayuntamiento de San Sebastián y la Diputación Foral de Guipúzcoa, se enmarca en la III Campaña de Laicidad que censura el “afán por controlar la vida, los cuerpos y las sexualidades de las mujeres, una obsesión común en la ética sexual y en las estructuras religiosas monoteístas a lo largo de la historia, que pretende reforzarse actualmente a nivel mundial”.

El primer artículo que recoge la revista, firmado por Teresa Maldonado, profesora de Filosofía e integrante de la Asamblea de Mujeres Bizkaia, aclara que “la laicidad no es antireligiosa”. Sin embargo, en el artículo contiguo se denuncian los beneficios de los que goza en el País Vasco el colectivo de profesores de Religión “en detrimento del resto de trabajadores del sector educativo”. “¿No es una vulneración del principio de igualdad el hecho de que este colectivo pueda acceder a todos los puestos de trabajo y el resto no pueda acceder a los suyos, puesto que para ello dependemos de la graciosa voluntad del obispo que concede la misio canónica?”, se pregunta la perorata firmada por María José Molina y Arantza Lekuona.

Rosarios vs ovarios

Con lemas como “Fuera los rosarios de nuestros ovarios”, la plataforma Plazandreok recoge un Manifiesto por la laicidad, en el que propone la supresión de los símbolos religiosos en el espacio público civil. Esta declaración también critica “el clericalismo y la discriminación por razones de género y orientación sexual, aún presentes en la Iglesia católica y otras confesiones”; defiende la “laicidad escolar” y acusa a la Iglesia de “imponer su moral sobre la ética pública”. “Denunciamos el actual sistema de financiación de la Iglesia”, concluye.