ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 27 de marzo de 2011

Santa Sede

Benedicto XVI exige diálogo en Libia para acallar las armas

El papa alemán en el monumento a las víctimas del nazismo en Roma

Dios llama al corazón y espera nuestra respuesta, asegura el papa

Nuevo punto de partida en el diálogo con no creyentes

Dios llora en la tierra

Globalizar la solidaridad

Mundo

Obispos paquistaníes piden reconocer el martirio del ministro asesinado

Cuba celebra el Día por la Vida

El cardenal Cipriani se ha reunido con los candidatos a la presidencia de Perú

Primer Festival Internacional de Cine Educativo y Espiritual

Análisis

La ética abortista

Foro

Por una música sacra y profana que vuelva a dirigirse al corazón

Angelus

Benedicto XVI: “Si conocieras el don de Dios...”

Documentación

Discurso de Benedicto XVI en el monumento a las víctimas del nazismo en Roma


Santa Sede


Benedicto XVI exige diálogo en Libia para acallar las armas
Al igual que en Oriente Medio
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 27 marzo 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI exigió este domingo a los "organismos internacionales" y a todas las partes implicadas a retomar el diálogo en Libia y, en general, en las crisis que tienen lugar en Oriente Medio, para suspender "el uso de las armas".

Al concluir este domingo la oración mariana del Ángelus junto a varios miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro, el pontífice pidió privilegiar "la búsqueda de una convivencia justa y fraterna".

En su intervención más amplia sobre este conflicto, desde que el 19 de marzo comenzaran las operaciones armadas de la coalición internacional contra objetivos militares del régimen libio, el papa confesó que en estos momentos "crece mi trepidación por la incolumidad y la seguridad de la población civil y mi inquietud por la evolución de la situación, actualmente marcada por el uso de las armas".

Según el obispo de Roma, "en los momentos de mayor tensión se hace más urgente la exigencia de recurrir a todos los medios a disposición de la acción diplomática y apoyar toda señal por más débil que sea de apertura y de voluntad de reconciliación entre todas las partes involucradas en la búsqueda de soluciones pacíficas y duraderas".

El papa aseguró sus oraciones "por la vuelta a la concordia en Libia y en toda la región norteafricana" y dirigió "un apremiante llamamiento a los organismos internacionales y a cuantos tienen responsabilidades políticas y militares a favor del inmediato inicio de un diálogo, que suspenda el uso de las armas".

Por último, Benedicto XVI se dirigió "a las autoridades y a los ciudadanos de Oriente Medio, donde en días pasados se han registrado casos de violencia, para que también allí se privilegie el camino del diálogo y de la reconciliación en la búsqueda de una convivencia justa y fraterna".

Preocupación por la población

Es la segunda vez en la que el Papa eleva su voz para promover la paz en Libia. El 20 de marzo pasado hizo un llamamiento a los responsables políticos y militares "para que den prioridad, ante todo, a la incolumidad y la seguridad de los ciudadanos y garanticen el acceso a los socorros humanitarios".

El Santo Padre aseguró a la población de Libia "mi cercanía conmovida, mientras pido a Dios que un horizonte de paz y de concordia surja lo antes posible en Libia y en toda la región del norte de África".

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El papa alemán en el monumento a las víctimas del nazismo en Roma
Acompañado por el rabino jefe de Roma
ROMA, domingo, 27 marzo 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI, el papa alemán, visitó este domingo las Fosas Adreatinas de Roma para recordar a las 335 víctimas fusiladas por las SS hitlerianas hace 67 años, en plena ocupación de la ciudad eterna, en represalia por un atentado contra 33 soldados alemanes de la resistencia italiana.

Invitado por la Asociación Nacional de las Familias Italianas de los Mártires Caídos por la Libertad de la Patria, el pontífice --como ya habían hecho Juan Pablo II (en 1982) y Pablo VI (en 1965)--, quiso recordar en este mausoleo, "memorial doloroso del mal más horrendo", a las víctimas de la barbarie nazi y recordar que todos, sin importar la religión, somos hermanos, pues son hijos de un mismo Padre.

"Lo que aquí sucedió el 24 de marzo de 1944 es una ofensa gravísima a Dios, porque se trata de la violencia deliberada del hombre contra el hombre. Es el efecto más execrable de la guerra, de toda guerra, mientras que Dios es vida, paz, comunión", denunció.

El papa había depositado poco antes rosas rojas frente al monumento a las víctimas y, al visitar las tumbas, se recogió en oración. En la visita estaba acompañado por el gran rabino de Roma, Riccardo Segni, y por el cardenal Andrea Cordero Lanza di Montezemolo, cuyo padre fue asesinado en esa masacre.

"He venido a invocar la divina Misericordia, la única que puede llenar los vacíos, las vorágines abiertas por los hombres cuando, empujados por la ciega violencia, reniegan su dignidad de hijos de Dios y de hermanos entre sí", afirmó en un emocionado discurso inspirado por escritos y grafitis de personas que fueron torturadas por los nazis.

"Es necesario creer en el Dios del amor y de la vida, y rechazar cualquier otra falsa imagen divina, que traiciona su santo Nombre y traiciona por consiguiente al hombre, hecho a su imagen", insistió.

Por este motivo, "en este lugar, memorial doloroso del mal más horrendo", concluyó, "la respuesta más verdadera es la de tomarse la mano, como hermanos, y decir: Padre nuestro, creemos en ti, y con la fuerza de tu amor queremos caminar juntos, en paz, en Roma, en Italia, en Europa, en todo el mundo. Amén".

Luego el rabino jefe de Roma rezó en hebreo el Salmo 129 "De profundis" y el papa el Salmo 23, "El buen Pastor", y esta oración dirigida a Dios Padre: "Te rogamos por nuestros hermanos que en este lugar fueron asesinados sin piedad: concédeles que gocen por siempre de la luz y la paz de tu Reino".

Al salir del Mausoleo, Benedicto XVI firmó en el Libro de Oro, escribiendo en latín «Ningún mal temeré, pues estás Tú junto a mí», frase tomada precisamente del Salmo 23.

 



 



 

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Dios llama al corazón y espera nuestra respuesta, asegura el papa
Meditación durante el Ángelus en el evangelio de la Samaritana
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 27 marzo 2010 (ZENIT.org).- "La omnipotencia del Amor respeta siempre la libertad del hombre; toca a su corazón y espera con paciencia su respuesta", explicó este domingo Benedicto XVI.

El pontífice dedicó su meditación con motivo de la oración mariana del Ángelus al pasaje evangélico del encuentro de Jesús con la Samaritana, narrado en el capítulo cuarto de Juan, que la Iglesia proponía a los fieles en este tercer domingo de Cuaresma.

Dejó como enseñanza a los miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano la convicción de que, como hace dos mil años, cada persona puede también hoy mantener una relación personal, "real", con Cristo.

La Samaritana, como explicó el papa, "se dirigía todos los días a sacar agua de un antiguo pozo, que se remontaba a tiempos del patriarca Jacob, y ese día se encontró con Jesús, sentado, 'fatigado del camino'".

"En el pozo, sale el tema de la 'sed' de Cristo, que culmina con el grito en la cruz: 'Tengo sed'", recordó Benedicto XVI. "Ciertamente esta sed, como el cansancio, tiene un fundamento físico. Pero Jesús, como sigue diciendo Agustín, 'tenía sed de la fe de esa mujer', al igual que de la fe de todos nosotros".

"Dios Padre le envió para saciar nuestra sed de vida eterna, dándonos su amor, pero para ofrecernos este don Jesús pide nuestra fe. La omnipotencia del Amor respeta siempre la libertad del hombre; toca a su corazón y espera con paciencia su respuesta", recalcó.

Benedicto XVI invitó a los creyentes a ponerse en el lugar de la mujer samaritana: "Jesús nos espera, especialmente en este tiempo de Cuaresma, para hablarnos al corazón, a mi corazón", dijo.

"Detengámonos un momento en silencio, en nuestra habitación, o en una iglesia, o en otro lugar retirado. Escuchemos su voz que nos dice: 'Si conocieras el don de Dios...'", concluyó, invitando a "no perder esta oportunidad, de la que depende nuestra auténtica felicidad".

Al despedirse, el Papa saludó a las familias del Movimiento del Amor Familiar "y a quienes en la iglesia de San Gregorio VII", de Roma, "velaron para rezar por la dramática situación en Libia".



 

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Nuevo punto de partida en el diálogo con no creyentes
La propuesta de Benedicto XVI con el Atrio de los Gentiles
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 27 marzo 2010 (ZENIT.org).- Con la promoción de la creación del Atrio de los Gentiles, que ha celebrado su primera gran sesión en París entre el 24 y el 25 de marzo, Benedicto XVI ha creado un nuevo punto de partida en el diálogo entre creyentes y no creyentes.

Así lo explica el padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, en el último editorial del semanario Octava Dies, producido por el Centro Televisivo Vaticano, que ha dedicado a comentar esta iniciativa que organiza el Consejo Pontificio de la Cultura.

En particular, el portavoz vaticano ha analizado el videomensaje que el pontífice dirigió el 25 de marzo a creyentes y no creyentes --sobretodo jóvenes--, reunidos en una vigilia de diálogo ante la catedral de Notre Dame de París (ZENIT, 25 de marzo de 2011).

Primero constató que los no creyentes interpelan a los creyentes, "exigiéndoles, en particular, el testimonio de una vida que sea coherente con lo que profesan y rechazando cualquier desviación de la religión que la haga inhumana; afirmaba el pontífice.

Y luego aseguró que los creyentes quieren decir a sus amigos no creyentes que el "tesoro" que llevan "dentro merece ser compartido, merece una pregunta, merece que se reflexione sobre él".

"La cuestión de Dios no es un peligro para la sociedad, no pone en peligro la vida humana. La cuestión de Dios no debe estar ausente de los grandes interrogantes de nuestro tiempo", aseguraba Benedicto XVI.

El padre Lombardi explica que estas palabras del papa constituyen "un llamamiento apasionado a la búsqueda común de la vía hacia el Absoluto, sin miedos y desconfianzas reciprocas".

"Un mensaje positivo, alentador para destruir barreras --añade el portavoz vaticano--. El Dios conocido en la fe es siempre un Dios misterioso, y sus adoradores no se sienten de hecho lejos de quien busca verdaderamente un Dios desconocido".

Para Lombardi, se trata de "palabras de gran esperanza".

"El papa Benedicto nos ha dicho desde el primer día de su pontificado que la cuestión de Dios es la primera de todas. Y que concierne a todos, sin distinciones y limites. ¿Lograremos profundizarla de nuevo, juntos?", se pregunta el portavoz.

El Atrio de los Gentiles "es un óptimo punto de partida para este camino".

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Dios llora en la tierra


Globalizar la solidaridad
Entrevista con un responsable de Caritas para África
ROMA, domingo, 27 marzo 2010 (ZENIT.org).- La trágica historia de África tiene su eco en su difícil presente pero, según un responsable para África de Caritas, su situación sería realmente dramática si no fuera por la Iglesia católica.

Nacido en el Congo, el padre Pierre Cibambo Ntakobajira ha visto con sus propios ojos la aportación que la Iglesia ofrece a África. "No sé cuál sería la situación de África hoy si la Iglesia no fuera tan dinámica", afirma.

En esta entrevista, el sacerdote habla de su propia historia como católico y de la necesidad permanente de "globalizar la solidaridad".

--Usted ha nacido en la República Democrática del Congo. ¿Creció en un ambiente católico?

----Padre Ntakobajira: En 1955, cuando nací, mis padres no eran cristianos. No eran católicos. Vivían su religión tradicional. Algunos de mis hermanos y hermanas ya eran católicos pero mis padres no.

--¿Les costó aceptar la noticia cuando usted les comunicó su deseo de ser sacerdote?

--Padre Ntakobajira: Comencé la escuela primaria a los 7 años y fui bautizado en 1966. Tenía 11 años y recibí el bautismo dos años antes de mi madre porque acudía a una escuela católica. A mí me resultaba más fácil tener contacto con la fe católica.

--Usted dejó Bukavu, en la República Democrática del Congo, y se fue a Bélgica a estudiar a una Universidad Católica de allí, y luego siguió estudiando en Canadá en el Instituto Canadiense para la Resolución de Conflictos. ¿Por qué dejó Bukavu?

--Padre Ntakobajira: Fue mi obispo quien me pidió que fuera a estudiar para mejorar nuestra participación en la labor social y de desarrollo. Por eso fui a Bélgica. Estuve allí tres años. Volví a mi país en 1994. Fue precisamente durante el genocidio en Ruanda por lo que se me pidió que asumiera la oficina diocesana de Caritas para ayudar a organizar la labor de mi diócesis, para asistir a los muchos refugiados de Ruanda que en aquel momento cruzaban la frontera para entrar en el Congo.

--En un estudio de la ONU de más de 50 países subdesarrollados, 34 naciones africanas forman parte de la lista. ¿Por qué parece África el continente del sufrimiento?

--Padre Ntakobajira: Creo que nos llevaría mucho tiempo hablar de esto, pero diría que es el resultado de una combinación de muchos factores: la perspectiva histórica, los sistemas económicos internacionales, el gobierno y la cultura. Es una combinación de todos estos factores. Al hacer referencia a la historia de África, es necesario que comprendamos que la historia de África es una historia triste - la esclavitud, por ejemplo, y sus consecuencias. Es una historia de colonialismo y explotación. No es suficiente para explicar y justificar la situación actual, pero tiene mucho que ver con lo que estamos diciendo de la situación de África.

--¿Tiene esto también algo que ver con la política y el gobierno actual?

--Padre Ntakobajira: Durante muchos años el continente africano, y muchos de los países del continente, han estado en manos de personas que fueron puestas allí no por ser las personas adecuadas sino porque servían a los intereses de otros. Durante la Guerra Fría, en el Congo, por ejemplo, tuvimos a Mobutu durante 32 años, un hombre que no hizo nada por el Congo. Lo que sufrimos en el Congo hoy tiene sus raíces en aquella era. Mobutu fue puesto en el contexto de la Guerra Fría, apoyado y con dinero de la comunidad internacional, pero haciendo sus propios negocios con este dinero y no desarrollando el país. Es un país que es cuatro veces más grande que Francia, con 60 millones de personas. Tenemos todos los recursos naturales que se puedan imaginar. Es como un paraíso y, aún así, la gente se muere de hambre. ¿Se imagina?

--África tiene algunas de las mayores riquezas naturales pero sufre una gran pobreza. Es una contradicción que exige una respuesta.

--Padre Ntakobajira: Estos vastos recursos naturales han sido explotados por empresas externas y podemos ver que estos mismos recursos naturales son la principal razón de la guerra que está causando estragos en países como el Congo. En muchos países en los que hay petróleo, oro y diamantes, se establece la miseria. Tener todas estas riqueza en tu suelo es como una maldición...

--...En la cocina...

--Padre Ntakobajira: Sí, exactamente, porque estos recursos son explotados y las ganancias se gastan en armas que se traen al país. En el Congo, sobre todo en la zona oriental, sufrimos a los que fueron responsables del genocidio de Ruanda. Entraron en el Congo y ahora ocupan varias zonas del país en las que están extrayendo los recursos naturales, y vendiendo todo esto a compañías del exterior, y las ganancias se utilizan para adquirir armas y prepararse para la guerra, asesinar a la población local y amenazar la seguridad de toda la región. Así que es una contradicción, sí, y es terrible, es un desastre.

--La Iglesia católica es vital. Hablando de educación en África, ofrece educación a cerca de un millón de niños y tiene más de 2.000 hospitales, sin mencionar clínicas y orfanatos. ¿Hasta qué punto es importante la labor de la Iglesia católica al mantener esta infraestructura en estas naciones africanas?

--Padre Ntakobajira: En África - gracias a Dios - tenemos la Iglesia, sobre todo la Iglesia católica. No sé cuál habría sido la situación de África hoy si la Iglesia no fuera tan dinámica. Déjeme que vuelva otra vez al Congo. Yo vengo de la archidiócesis de Bukavu, que gestiona 10 hospitales y más de 200 centros de salud. Por lo que puede imaginarse el nivel de compromiso y de impacto que la Iglesia local tiene en esta área, y todo el mundo lo reconoce. Así que la Iglesia está aportando mucho para mejorar la situación de la gente, sobre todo en educación y sanidad.

--¿Hasta qué punto es importante la labor de organizaciones como Caritas, Ayuda a la Iglesia Necesitada y otras organizaciones benéficas?

--Padre Ntakobajira: El último Papa, Juan Pablo II, hizo un llamamiento a todo el mundo que decía: Es necesario que globalicemos la solidaridad. Las organizaciones católicas como Ayuda a la Iglesia Necesitada y Caritas son una forma concreta de globalizar la solidaridad según el Evangelio y la doctrina social de la Iglesia. Por eso es sumamente importante que estas organizaciones apoyen a las Iglesias locales porque necesitan apoyo en su lucha diaria.

Esta entrevista fue realizada por Mark Riedemann para "Dios llora en la Tierra", un programa semanal radiotelevisivo producido por la Catholic Radio and Television Network en colaboración con la organización católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Más información en: www.ain-es.org, www.aischile.cl

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Mundo


Obispos paquistaníes piden reconocer el martirio del ministro asesinado
Petición presentada al Papa por la conferencia episcopal
MULTAN, domingo, 27 marzo 2010 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Pakistán, reunida en asamblea del 20 al 25 de marzo en Multan, ha decidido transmitir oficialmente a la Santa Sede la solicitud de proclamar a Shahbaz Bhatti, ministro de Minorías del país, asesinado el 2 de marzo pasado, "mártir y patrón de la libertad religiosa".

Según refiere la agencia misionera de la Santa Sede, Fides, al finalizar el encuentro del episcopado, la petición fue presentada por el obispo de Multan, monseñor Andrew Francis, delegado para el Diálogo Interreligioso, y fue aprobada por unanimidad por los obispos, que rindieron homenaje a Bhatti, reconocieron su trabajo en favor de las minorías religiosas y de los cristianos.

Los prelados recordaron su testimonio de fe, que le llevó a dar la vida por su misión.

En la segunda semana de abril, los obispos y los fieles católicos se reunirán en Islamabad para conmemorar a Bhatti, 40 días después de su muerte.

Bhatti, que había nacido en Lahore, en 1968, figura prominente del catolicismo en Pakistán, fue asesinado por islamistas a causa de su oposición a la ley de la Blasfemia y su defensa de Asia Bibi.

Su asesinato, perpetrado por militantes de Tehrik-i-Taliban, estuvo precedido de cinco fatuas pidiendo su muerte y amenazas telefónicas de decapitación.

Tales amenazas no le arredraron ni le hicieron callar: "la ley de la Blasfemia es una herramienta de violencia contra las minorías, especialmente contra los cristianos" y "me puede costar la vida, pero seguiré trabajando para modificar una ley que se usa para saldar asuntos personales".


La asamblea de los obispos manifestó su profunda preocupación por el asesinato de dos cristianos asesinados en Hyderabad y por un reciente episodio de la quema del Corán en los Estados Unidos, que ha tenido un serio impacto en la opinión pública Pakistán.

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Cuba celebra el Día por la Vida
Vía Crucis en La Habana Vieja
LA HABANA, domingo, 27 marzo 2010 (ZENIT.org).- Como cada año, el 25 de marzo, festividad de la Anunciación, el movimiento Pro-Vida Cuba de la Iglesia Católica ha celebrado el Día por la Vida, que este año ha tenido como lema "Es mi vida... está en tus manos, ¡Defiéndela!".

En la tarde de ese día la Arquidiócesis de La Habana celebró la jornada en la Iglesia de San Francisco de Asís, en la conocida zona de la Habana Vieja, con un Vía Crucis por la Vida y a continuación la celebración de la santa misa y la bendición de las embarazadas presentes en el templo.

Durante las estaciones del Vía Crucis se pidió perdón por las personas que han provocado del aborto, los bebes que han perdido su vida, sus madres que sufren las consecuencias físicas y psicológicas, así como por sus ejecutores, los familiares y conocidos que lo han aconsejado, el personal sanitario y los que han hecho y cooperado en leyes proabortisias.

Se meditó sobre la "ideología de género", "que tienta hoy a la mujer prometiéndole la libertad y la felicidad en la independencia del varón por el divorcio y en el dominio de la vida de sus hijos por el aborto", explica un comunicado enviado a ZENIT el movimiento "Provida" de Cuba.

Según esta ideología, "el hombre se ve privado de su realización como esposo y padre", añade la nota.

En la celebración se rezó "por los que, como Jesús, mueren inocentes: las víctimas del aborto, de las manipulaciones genéticas, de la eutanasia, del terrorismo y las guerras, pidiendo que su sacrificio sea redentor y la Civilización de la Vida, triunfe sobre la cultura de la muerte".

Diferentes templos de la arquidiócesis, como la parroquia de Jesús, María y José y el Hogar San Rafael, se unieron a la celebración del Día por la Vida y realizaron sus propios Vía Crucis por la Vida y celebrado la misa, en especial por la vida de los niños no nacidos.

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El cardenal Cipriani se ha reunido con los candidatos a la presidencia de Perú
“A la Iglesia le preocupa mucho el futuro del país”
LIMA, domingo, 27 marzo 2010 (ZENIT.org).- "A la Iglesia le preocupa mucho el futuro del país", explica el cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo de Lima, para explicar los motivos por los que en días pasados ha recibido a los candidatos a la presidencia de la República del Perú.

"Hay coyunturas que me obligan, como pastor de la Iglesia, a decir que las visitas de los candidatos a mi hogar han sido con la amabilidad de explicarles los principios de la Iglesia en relación fundamentalmente a la vida, a la familia, al matrimonio entre un hombre y una mujer y para hacerles ver esos valores que forman parte de la cultura de una Nación", reveló el primado de Perú en el programa Diálogo de Fe del sábado 26 de marzo.

Las elecciones generales del Perú de 2011 se realizarán el 10 de abril del año 2011, con el fin de elegir a las personas que ocuparán varios de los más altos cargos del Estado de la República del Perú, incluida la presidencia, durante el periodo 2011-2016.

Con respecto a las reuniones que sostuvo con los candidatos presidenciales destacó que fueron conversaciones muy cordiales en un clima de reserva y privacidad en el cual se trataron temas que preocupan a la Iglesia y al país.

"A la Iglesia le preocupa mucho el futuro del país. No estamos pretendiendo influir en el espectro político, pero han habido temas que me han obligado a ejercer un derecho: dar a conocer a la población mi preocupación. Pero el progreso del país dependerá del esfuerzo y del trabajo de cada uno", afirmó.

Mencionó también que el Perú es una nación con tradiciones, personajes y raíces profundamente católicas; por lo cual es muy importante promover un clima de paz, de diálogo y de veracidad.

"No es un deseo de confrontar a nadie ni de interferir en la política, pero esa identidad católica le lleva a la Iglesia y a mí a decir que los cambios y las mejoras que se dan en un proceso de desarrollo de un país se dan de modo gradual", explicó.

El arzobispo de Lima comentó que el Perú no tiene nada que aprender de esos países en donde tener dinero se ha convertido en su dios, matando millones de criaturas de manera cínica.

"En el caso concreto del aborto nadie puede autorizar ni el aborto eugenésico ni el aborto terapéutico. Cuando hay un embrión en el vientre de la madre, ese embrión tiene vida e identidad propia. Eliminarlo es un asesinato", sentenció.

"No queremos ni deseamos imitar de esos países el homicidio de millones de vidas. El cinismo de un lenguaje de salud reproductiva, del derecho a elegir, de yo soy dueño de mi cuerpo, es parte de toda una terminología asquerosa", prosiguió.

Finalmente, exhortó a todos los peruanos a asumir la responsabilidad frente a un momento tan importante que vive el país, en el cual hay que ver de manera clara dónde está el bien; pidiendo honradez, eficiencia, respeto y no creer en ofertas multitudinarias de cambios y sueldos que no son verdad.

"Sería una maravilla para nuestro país que todo el programa de estas políticas sociales tengan un eje: la promoción de la familia. Recuperemos la responsabilidad de los padres de familia facilitándoles el acceso a la educación y a la salud, de modo razonable y gradual. De esta manera podemos decir que la Iglesia respeta la autonomía del orden democrático, sin intervenir en la política partidaria", reflexionó.

"En este tiempo de Cuaresma, sigamos en ese itinerario de purificación interior y no dejemos que tanto ruido nos haga olvidar el centro de nuestra vida. Le pido a Jesús, que tanto nos ama y nos espera, que nos ayude en estos tiempos para iluminar la decisión del pueblo peruano", concluyó.

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Primer Festival Internacional de Cine Educativo y Espiritual
Colaboran Séptima Ars y la diócesis de Ciudad Rodrigo
CIUDAD RODRIGO, domingo, 27 marzo 2010 (ZENIT.org).- Séptima Ars --constituida por la productora Contracorriente y la delegación de medios de comunicación de la diócesis de Ciudad Rodrigo, España- promueven el Primer Festival Internacional de Cine Educativo y Espiritual (FICEE).

Séptima Ars se constituyó como asociación cultural de ámbito nacional, promovida por Contracorriente Producciones SLU y la Delegación de Medios de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, informa a ZENIT Gabriel Ángel Cid, de la delegación diocesana de medios de comunicación social de la diócesis de Ciudad Rodrigo.

La asociación está fundada e integrada por distintas personalidades pertenecientes al mundo de la cultura y de la cinematografía y pretende ser una plataforma donde tengan cabida distintas manifestaciones artísticas, formativas y promocionales dentro del marco de la cinematografía y la expresión audiovisual de contenidos de calidad donde se potencien los valores humanos.

Tiene tres grandes objetivos: promocionar, formar y producir cine de calidad.

En primer lugar, dice Cid, "promoción del cine de calidad, independiente, de autor, rico en

valores humanos, educativo y espiritual", así como "promoción de Ciudad Rodrigo como un plató

con decorados naturales e históricos únicos, donde rodar un film resulta económico y viable, donde empresas de fuera pueden desarrollar sus proyectos". También "promoción de Ciudad Rodrigo, su cultura, sus gentes su carácter a nivel nacional e internacional". Una actividad relacionada con la aplicación práctica de este objetivo es el FICEE.

En segundo lugar, "Séptima Ars está interesada desde su constitución en la formación; para ello se adoptarán medidas y se crearán eventos relacionados con la educación, la transmisión de valores y la formación profesional en el campo cinematográfico y audiovisual". La primera actividad o evento que proponen serán las primeras jornadas de educación en valores y evangelización a través de los medios, que se realizarán paralelas al desarrollo del festival.

Por último, producir. Séptima Ars se propone captar fondos para el apoyo y mecenazgo de proyectos de calidad con un marcado interés cultural, social, religioso-espiritual o de valores.

El Festival Internacional de Cine Educativo y Espiritual (FICEE) se celebrará del 29 de junio al 2 de julio de 2011.

Es el primer festival de esta índole en España, ocupando dos lagunas actuales: el cine educativo e infantil por un lado, y por otro el cine espiritual, independiente de la sensibilidad, credo o procedencia del autor.

Contará con actividades tales como talleres infantiles y juveniles por las mañanas, exhibición de cine infantil y foros, seminarios y charlas para agentes de pastoral, sacerdotes, formadores, maestros, profesores, profesionales de la educación, padres y demás interesados.

Por las tardes y noches, habrá tres exhibiciones diarias y sucesivas en tres espacios distintos. Estas serían las exhibiciones que entrarían en la competición.

El festival contará con tres grandes premios y un premio especial del público: mejor película de ficción 1.000 € (largometraje), mejor película de ficción 500 € (cortometraje), mejor documental 600 € y un premio especial que otorgará el público.

La programación del festival se verá complementada con actividades como pequeños espectáculos o conciertos al aire libre.

Por las noches, en torno a las 23.00, habrá gran exhibición en abierto para todo el mundo

al aire libre, y en gran formato.

La temática del festival será de índole educativa y de valores incluyendo todas aquellas películas que favorezcan al desarrollo infantil en todas sus vertientes. Películas de valores que traten el tema de los derechos humanos, así como el diálogo intercultural. También tendrán cabida las películas de temas etnográficos, de denuncia social o de compromiso con el desarrollo de la cultura de la paz.

Respecto a los temas espirituales, es un epígrafe muy amplio donde tendrá cabida cine religioso, independientemente de la confesión y credo del filme, y de sus autores, películas transcendentales en las que se aborde el tema de la superación humana, etc.

Para saber más: http://www.diocesisciudadrodrigo.org

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Análisis


La ética abortista
Los argumentos por la vida no son sólo religiosos
ROMA, domingo, 27 marzo 2010 (ZENIT.org).- Los defensores del derecho al aborto suelen criticar a quienes apoyan la vida por intentar imponer sus creencias religiosas a los demás. Aunque la religión proporciona sólidos argumentos en este debate, los argumentos no son sólo religiosos, como constata un libro de reciente publicación.

Christopher Kaczor, en "The Ethics of Abortion: Women's Rights, Human Life and the Question of Justice" (La Ética del Aborto: Derechos de las Mujeres, Vida Humana y la Cuestión de la Justicia) (Routledge), toma una postura filosófica ante el aborto y explica por qué no es justificable éticamente.

Uno de los puntos clave que afronta Kaczor es cuándo comienza el ser persona. Algunos defensores del aborto sostienen que se puede distinguir a los humanos de las personas. Uno ejemplo que aporta es el de Mary Anne Warren, que ofrece algunos criterios a tener en cuenta antes de decir de alguien que es una persona.

Propone que las personas tienen conciencia de los objetos y de los acontecimientos y la capacidad de sentir dolor. Tienen también la fuerza de la razón y la capacidad para actividad auto motivada, junto a la capacidad para la comunicación.

Como respuesta a tales argumentos, Kaczor señalaba que, usando dichos criterios, sería difícil tener razones en contra del infanticidio, puesto que un bebé recién nacido no cumple estos criterios más de lo que pueda hacerlo un feto no nacido.

Por otro lado, no dejamos de ser personas cuando estamos dormidos o sedados en una operación quirúrgica, aunque en esos momentos no seamos conscientes ni estemos en movimiento. De igual forma, quienes sufren demencia o los discapacitados no satisfacen los criterios de Warren para ser personas.

Una cuestión de lugar

Otro posicionamiento para justificar el aborto es el que se basa en la localización, es decir, si se está fuera o dentro del útero. Kaczor afirmaba que la persona va mucho más allá de la simple localización. Si admitimos este argumento, se sigue que cuando hay una fecundación artificial fuera del útero, el nuevo ser tendría el estatus de persona, pero luego la pierde cuando es implantado, volviéndola a ganar cuando sale del mismo.

Hay también casos de cirugía fetal abierta, durante los que el feto humano es extraído del útero. Si determinamos el ser persona por una existencia fuera del útero, nos veríamos en la inverosímil situación de que en tales casos el feto es una no persona que luego se convierte en persona, y después vuelve a ser una no persona otra vez al volver al útero, volviendo a ser persona sólo cuando nazca.

Excluyendo por tanto la localización como criterio para ser considerado persona, Kaczor afrontaba la cuestión de si la condición de persona se establece en algún punto entre la concepción y el nacimiento. Observaba que la viabilidad, es decir si el feto en el útero es potencialmente capaz de vivir fuera del vientre materno, era citada por el Tribunal Supremo de Estados Unidos en Roe v. Wade, como un modo de determinar si los fetos humanos merecen alguna protección legal.

Con todo, según Kaczor, esta postura tiene sus problemas. Por ejemplo, los gemelos unidos dependen en ocasiones el uno del otro para vivir y, aún así, ambos son considerados personas.

La viabilidad también plantea un problema, porque en los países ricos, con avanzados cuidados médicos, los fetos se vuelven viables antes que en los países pobres. Y los fetos femeninos son viables antes que los masculinos. ¿Deberían las diferencias de sexo y de riqueza influir en quién es persona o no?

Otra idea es considerar que la capacidad para sufrir dolor o gozar del placer es lo que podría marcar el comienzo del derecho a la vida, continuaba Kaczor. Esto tampoco es suficiente, respondía. Esto excluye a quienes están bajo anestesia o en coma. Además, indicaba, algunos animales tienen esta capacidad pero no consideramos que tengan un derecho a la vida.

Un posible replanteamiento de esta posición es decir que no todos los seres tienen la capacidad de sentir placer o dolor, si no sólo aquellos que tienen un grado muy alto de sensibilidad y una capacidad más desarrollada de perseguir sus intereses deben ser considerados personas, explicaba Kaczor.

El problema con esto, señalaba, es que las personas difieren mucho unas de otras en su capacidad para el dolor o el placer y a duras penas podemos concluir que esto proporcione una base para considerar diferencias radicales en términos de persona o derechos.

Ética gradualista

La respuesta proabortista a las anteriores críticas adopta la forma del punto de vista gradualista. Kaczor explicaba que esto consiste en sostener que el derecho a la vida aumenta en fuerza de modo gradual conforme se desarrolla el embarazo, y cuanto más similar es un feto a una persona como nosotros mayor protección debería tener.

Sin embargo, Kaczor observaba que hay una diferencia entre el derecho a la vida y el resto de los derechos. Hay restricciones de edad para votar, conducir, o ser elegido para un cargo público. Esto sucede porque el derecho en cuestión exige una capacidad para asumir las responsabilidades que conlleva.

Por el contrario, el derecho a la vida no contiene implícitamente ninguna responsabilidad y, por lo mismo, puede gozarse sin tener en cuenta la edad o las capacidades mentales.

Otro problema de la postura gradualista es que el desarrollo humano no termina ni mucho menos con el nacimiento. Si el estatus moral se vincula al desarrollo psicológico, matar a alguien de 14 años requerirá una justificación mayor que a uno de 6.

Kaczor afirmaba que el error de estos argumentos nos lleva a la conclusión de que, si no hay diferencias éticamente relevantes entre los seres humanos en sus diversas etapas de desarrollo que haga que alguien no sea una persona, la dignidad y el valor de una persona no comienza por tanto tras su nacimiento, ni en momento alguno de su gestación. Todo ser humano es también una persona humana.

La historia nos presenta muchos ejemplos de la necesidad de respetar a todo ser humano como persona portadora de dignidad. Kaczor argumentaba que en teoría nadie actualmente, al menos en Occidente, defendería la esclavitud, la misoginia o el antisemitismo. ¿Tenemos de verdad justificación para tratar a algunos seres humanos como si fueran menos que personas, o seremos juzgados por la historia como un episodio más en larga línea de explotación del débil por parte del poderoso?

¿La persona comienza con la concepción?

Esto plantea la cuestión de si los seres humanos empiezan a existir en la concepción. Según Kaczor, esto no es, en principio, una cuestión moral, sino científica.

Cita a continuación algunos textos científicos y médicos que afirman, todos, que con la concepción hay un comienzo de nueva vida humana y un cambio fundamental con la creación de un ser con 46 cromosomas.

Tras la fecundación no hay presencia de ningún agente exterior que cambie el organismo recién concebido en algo que sea distinto. Por el contrario, el embrión humano se auto desarrolla hacia futuras etapas.

"Haciendo una analogía, el embrión humano no es un mero modelo detallado de la casa que se construirá sino una casa minúscula que se hace a sí misma cada vez mayor y más compleja a través de su auto desarrollo activo hacia la madurez", aclaraba Kaczor.

Tras esto, los últimos capítulos del libro analizan algunos argumentos utilizados por los defensores del aborto. Los examina uno por uno mostrando sus debilidades.

Por ejemplo, se ha sostenido que, puesto que en las primeras etapas hay posibilidades de que tenga lugar una división en dos hermanos, el embrión no es un ser humano individual. Kaczor replicaba a esto diciendo que aunque un ser pueda dividirse en dos seres esto no significa que no sea un ser individual.

Después de todo, añadía, la mayoría de las plantas pueden dar lugar a más plantas individuales, pero esto no significa que una planta no pueda ser una planta individual y distinta.

Analizaba también algunos casos difíciles, como los embarazos que han sido resultado de violación o incesto. La personalidad del feto, insistía Kaczor, no depende de la forma en que fue concebido. "Eres lo que eres sin importar las circunstancias de tu concepción y nacimiento", afirmaba.

El libro de Kaczor, con un razonamiento sólido, contiene muchos argumentos cuidadosamente planteados, que lo hacen una valiosa fuente de inspiración para quienes tengan la preocupación de defender la vida humana.

Por el padre John Flynn, L. C., traducción de Justo Amado



 

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Foro


Por una música sacra y profana que vuelva a dirigirse al corazón
Una reflexión sobre el director de orquesta suizo Ernest Ansermet
ROMA, domingo, 27 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- A continuación les ofrecemos una síntesis de la conferencia que la profesora María Caterina Calabrò, docente de música sacra en el máster "Arquitectura, arte sacro y liturgia" de la Universidad Europea de Roma y el Ateneo Pontificio "Regina Apostolorum", ofreció el pasado miércoles, con el título "Una contribución original y actual para la composición de la música: E. Ansermet, Los fundamentos de la música en la conciencia humana".



 

* * *



 

Retomar estos estudios sobre E. Ansermet (1883-1969, matemático y director de orquesta, fundador de la Orquesta de Suiza Romanda) significa proponer de nuevo una pregunta cuanto menos actual, que en los años ochenta el historiador de la música, Fedele D'Amico, ha señalado muchas veces en sus lecciones y en sus escritos: si la audiencia, después de más de medio siglo de música contemporánea (y ahora han pasado otros treinta años) estuviesen acostumbrados a estos sonidos tan distintos y si estos se hubieran convertido en más comprensibles y expresivos al oído, sin una operación en algún modo ideológica, que sobrepasase a los mismos sonidos. El profesor D'Amico sugería tomar en consideración todos los escritos del director E. Ansermet (el primero de todos Les fondaments de la musique dans la coscience humaine, Neuchâtel, 1961), que había propuesto la misma pregunta y había dado una estructura científica a su repuesta.

En la época moderna, el sentido de la música y de sus objetos no pertenece al campo de la evidencia. El objeto musical en sí mismo se ofrece, por decir de alguna manera, despojado de su sentido, es interrogado, se busca leer en él el sentido de su estructura, pero en esta sólo vemos una técnica del evento sonoro que lo explica de otra manera: la explicación de la música es sustituida en la persona por el interrogante de su sentido. Se ha ido más allá en esta búsqueda porque hay una convicción de que la composición actual de todo tipo de música sacra y profana no pueda prescindir de esta enseñanza.

La fenomenología de la música (metodología que Ansermet puso a punto desde los estudios sobre la fenomenología de Husserl y sobre la psicología fenomenología de Sartre) tiene por objeto los fenómenos de conciencia que se ponen en juego a través de "la aparición de la música en los sonidos" y que nos explican la aparición.

Pero los fenómenos de conciencia puestos en juego en la música son los mismos que los que están en el origen de las determinaciones fundamentales del hombre en su relación con el mundo. Por esto, Ansermet no nos puede aclarar la idea de la música sin hacerse una idea del hombre, sin delinear una filosofía y una metafísica. Por tanto la fenomenología es el método y modo de mirar la realidad.

Los físicos admiten como hecho probado que la percepción de los intervalos es "logarítmica". Lo que cuenta sin embargo para Ansermet no es el número como tal, sino el significado afectivo que toma para la conciencia musical. El primer punto, entonces, es investigar porque los intervalos percibidos son logaritmos y no simplemente relaciones de frecuencia: la música es un fenómeno psíquico, la cuestión es saber cuál es el significado psíquico que toman los logaritmos en la experiencia musical. La percepción auditiva humana convierte en una suma lo que se anuncia el el fenómeno sonoro como un producto, lo que quiere decir, que si percibimos, por ejemplo un la y después un mi, percibimos no su relación de frecuencia 3/2, sino el logaritmo de esta relación que coloca el intervalo entre los dos sonidos; la única cosa que puede explicar esta transformación es admitir que se establezca, en la audición, una correlación logarítmica entre la cosa que hay que percibir y lo percibido.

Cada relación de frecuencia se expresa en la cóclea con su logaritmo que le da la medida del intervalo y, al producto de las relaciones de frecuencia, corresponde la suma de los logaritmos, es decir la suma de los intervalos. Y es nuestro oído, por tanto, el que transfigura una sucesión de sonidos en la línea sonora continua que llamamos melodía. Altura, intervalo, melodía, son fenómenos coclearios debidos a nuestra manera de percibir. La melodía por esto, no es un fenómeno de conciencia, es una imagen que el oído se da de la sucesión de sonidos en el tiempo y que proyectamos sobre el fenómeno sonoro para hacernos una camino del sonido a través de sus posiciones espaciales. Nuestra percepción auditiva interioriza el fenómeno sonoro, pero para que esta interiorización tenga lugar es necesario que la conciencia también interiorice la temporalización de los sonidos en sucesión (ritmo).

Sin embargo, para que este fenómeno auditivo se convierta en un fenómeno musical, es necesario que se inserte en la actividad auditiva otra actividad de la conciencia: esta es la actividad del sentimiento, actividad afectiva que hace del paso de una posición tonal a otra, una tensión afectiva entre dos posiciones y por esto da, a cada intervalo, un significado afectivo, como da a un significado afectivo a todos los datos auditivos, comprendido el ritmo. Este fenómeno presupone que los sonidos con los que podemos hacer música son elegidos de tal manera que las relaciones de frecuencia que hay entre ellos y los intervalos que estas diversas relaciones hacen percibir, constituyan un sistema de logaritmos. Si no fuese así, las operaciones logarítmicas, correspondencia de un producto de relaciones de frecuencia y de una suma de sus logaritmos, es decir de una suma de intervalos, no podrían tener lugar.

En este punto, debemos profundizar más en el fenómeno perceptivo. Si percibimos, entre los sonidos, intervalos, es que el sonido mismo es percibido como una cierta posición tonal situada a cierta altura del espacio. Entonces los sonidos tienen altura sólo para el oído; este órgano llamado cóclea es un canal enrollado en sí mismo con forma de espiral helicoidal: para que la frecuencia del sonido despierte la sensibilidad del canal coclear a una cierta altura de este canal, relativamente en su eje, por lo que el sonido se clasifica según su altura para la conciencia auditiva. Los sonidos de frecuencias distintos son percibidos a diversos niveles de altura en el canal coclear, resultando para el oído de diferentes alturas e intervalos.

Por lo que respecta a la base del sistema de los logaritmos, esta parece ser un intervalo desde el momento que la línea melódica está hecha de intervalos. Este sistema investigado gracias al método de pensamiento fenomenológico considera la estructura tonal como la única ley que pueda dar un sentido a las estructuras musicales. La base del sistema es la relación de la quinta ascendente a la cuarta descendente en la octava; es el sistema que da a lugar a los sonidos pitagóricos, de los que deriva la escala heptatónica griega, formada por nuestras posiciones tonales sin diésis ni bemoles. A la pregunta de si estos informes estén en relación con la serie de sonidos armónicos, que acompañan todo sonido fundamental, Ansermet explica lo siguiente:

Por lo demás la conciencia musical no ha fundado las relaciones tonales sobre la relación de un sonido y sus "armónicos", sino que sobre la relación de un sonido y de otros sonidos reales cuya frecuencia están en la misma relación que la frecuencia de los "armónicos" de un sonido fundamental a la de este sonido fundamental. (E. Ansermet, Les Fondements de la musique dans la coscience humanine, Neuchâtel 1961, p. 18).

La música apareció porque el hombre, produciendo con la voz o con un instrumento, los sonidos, sentía reflejar en sus intervalos su actividad de sentimiento. Practicando después la música, el hombre alcanzó en la era occidental la organización tonal, fundad sobre el sistema de logaritmos del que se ha indicado la base y que ha hecho de este lenguaje, un lenguaje claro, racional y que se puede comunicar universalmente. Así esta ley aparece en la evidencia de los hechos como la ley misma del oído musical, así como la ley misma que el oído musical debía descubrir (y descubrió y puso en acción completamente, según Ansermet, en la música occidental), para que la música se convirtiese en un lenguaje comunicable y de validez universal. La gran música es aquella que nos hace trascender la individualidad del lenguaje hacia el mensaje humano que nos transmite, y por esto, la única novedad que sea posible crear ahora en la música está en la manera de trabajar las estructuras, es decir en el estilo.

Para Ansermet esto ha sido posible en Occidente, ya que es en Occidente donde se ha producido la conciencia afectiva del hombre (que es el verdadero agente del fenómeno), despertada a la autonomía y a la actividad a través de su encuentro con el Cristianismo, con su reclamo a la libertad del corazón, a la determinación del hombre a través de su actividad de sentimiento. Ansermet, por tanto, recorre el modo en el que el sentimiento musical ha constituido el mundo tonal en el que puede expresarse; la música en la era occidental se ha vuelto a convertir en el objeto de una creación espontánea (como lo era en los orígenes), la teoría en Occidente ha seguido siempre a la creación, hasta la música serial. Ha analizado el canto Gregoriano, observando que todas estas melodías proceden de una escala de octava articulada sobre la cuarta y la quinta. Los Griegos habían descubierto esta escala afinando sus liras, a través de una alternancia de quintas descendentes y de cuartas ascendentes. Pero las escalas del canto gregoriano no son las mismas que aquellas de los Griegos, los autores del canto gregoriano han creado sus melodías sin sospechar que estas procediesen de estas escalas, enseguida nos dimos cuenta de esto; así desde su nacimiento la música introducía al músico en un espacio sonoro estructural que ha asimilado y reelaborado. Los movimientos de cuarta y de quinta y el sistema tonal son por esto, estructuras como los verbos y la sintaxis en el lenguaje. Los modos y las tonalidades proceden, por tanto, de la misma ley de organización tonal.

Se analiza, por tanto, un inédito del maestro Ansermet, consignado al profesor D'Amico para una revisión y después confiado para un estudio; en particular, conduciendo la audición de la Ouverture del Coriolano de L. van Beethoven, el maestro Ansermet evidencia los significados que la tonalidad y los intervalos expresan ejemplificando el método que ha elaborado. Esta síntesis lleva en sí misma todos los temas que interesan a quien desea trabajar en el campo de la composición sacra y profana (en el estudio se especifican todas las demostraciones matemáticas, el método usado de la fenomenología, los ejemplos musicales y se describe un juicio sobre la historia d ella música en los siglos a partir de esta perspectiva y en particular un juicio motivado sobre la música contemporánea): es un reclamo eficaz a las raíces de la música y de la música occidental, raíces y razones que hacen surgir al primer plano, las posibilidades de estilos que la música sacra y profana pueden hoy recorrer, para hablar nuevamente al corazón del hombre como lenguaje.

Enunciar las razones y buscar las raíces no es hacer una alabanza a un tiempo pasado, sino que es enraizarse en un surco profundo y en una historia viva (Tradición) que por su continuidad y verdad ha estado constantemente operativa en el tiempo y que el cristianismo como agente fecundo "en la "cultura y "de" cultura, ha hecho y hace universalmente transmisible, incluso a través de un lenguaje musical.




 

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Angelus


Benedicto XVI: “Si conocieras el don de Dios...”
Meditación durante el Ángelus en el evangelio de la Samaritana
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 27 marzo 2010 (ZENIT.org).- Publicamos las palabras que dirigió Benedicto XVI este domingo a mediodía a los peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano para rezar la oración mariana del Ángelus.

 



 

* * *



 

Queridos hermanos y hermanas:

Este tercer domingo de Cuaresma se caracteriza por el famoso diálogo de Jesús con la mujer samaritana, narrado por el evangelista Juan. La mujer se dirigía todos los días a sacar agua de un antiguo pozo, que se remontaba a tiempos del patriarca Jacob, y ese día se encontró con Jesús, sentado, "fatigado del camino" (Juan 4, 6). San Agustín comenta: "Hay un motivo en el cansancio de Jesús... La fuerza de Cristo te ha creado, la debilidad de Cristo te ha regenerado... Con la fuerza nos ha creado, con su debilidad vino a buscarnos" (In Ioannis Evangelium, 15, 2). El cansancio de Jesús, signo de su auténtica humanidad, puede ser visto como un preludio de su pasión, con la que Él llevó a cumplimiento la obra de nuestra redención. En particular, en el encuentro con la Samaritana, en el pozo, sale el tema de la "sed" de Cristo, que culmina con el grito en la cruz: "Tengo sed" (Juan 19, 28). Ciertamente esta sed, como el cansancio, tiene un fundamento físico. Pero Jesús, como sigue diciendo Agustín, "tenía sed de la fe de esa mujer" (In Ioannis Evangelium, 15, 11), al igual que de la fe de todos nosotros. Dios Padre le envió para saciar nuestra sed de vida eterna, dándonos su amor, pero para ofrecernos este don Jesús pide nuestra fe. La omnipotencia del Amor respeta siempre la libertad del hombre; toca a su corazón y espera con paciencia su respuesta.

En el encuentro con la Samaritana, destaca en primer lugar el símbolo del agua, que hace clara alusión al sacramento del Bautismo, manantial de vida nueva para la fe en la Gracia de Dios. Este Evangelio, de hecho, como recordé en la catequesis del Miércoles de Ceniza, forma parte del antiguo camino de preparación de los catecúmenos a la iniciación cristiana, que tenía lugar en la gran Vigilia de la noche de Pascua. "El que beba del agua que yo le daré --dice Jesús--, nunca más volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en manantial que brotará hasta la Vida eterna" (Juan 4,14). Este agua representa al Espíritu Santo, el "don" por excelencia que Jesús vino a traer de parte de Dios Padre. Quien renace en el agua y el Espíritu Santo, es decir, en el Bautismo, entra en una relación real con Dios, una relación filial, y puede adorarle "en espíritu y verdad" (Juan 4,23.24), como sigue revelando Jesús a la mujer samaritana. Gracias al encuentro con Jesucristo y al don del Espíritu Santo, la fe del hombre llega a su cumplimiento, como respuesta a la plenitud de la revelación de Dios.

Cada uno de nosotros puede ponerse en el lugar de la mujer samaritana: Jesús nos espera, especialmente en este tiempo de Cuaresma, para hablarnos al corazón, a mi corazón. Detengámonos un momento en silencio, en nuestra habitación, o en una iglesia, o en otro lugar retirado. Escuchemos su voz que nos dice: "Si conocieras el don de Dios...". Que la Virgen María nos ayude a no perder esta oportunidad, de la que depende nuestra auténtica felicidad.

[Después de rezar el Ángelus, Benedicto XVI añadió hablando en italiano:]

Ante las noticias, cada vez más dramáticas, que llegan desde Libia, crece mi trepidación por la incolumidad y la seguridad de la población civil y mi inquietud por la evolución de la situación, actualmente marcada por el uso de las armas. En los momentos de mayor tensión se hace más urgente la exigencia de recurrir a todos los medios a disposición de la acción diplomática y apoyar toda señal por más débil que sea de apertura y de voluntad de reconciliación entre todas las partes involucradas en la búsqueda de soluciones pacíficas y duraderas

Desde esta perspectiva, mientras elevo al Señor mi oración por la vuelta a la concordia en Libia y en toda la región norteafricana, dirijo un apremiante llamamiento a los organismos internacionales y a cuantos tienen responsabilidades políticas y militares a favor del inmediato inicio de un diálogo, que suspenda el uso de las armas.

Por último, mi pensamiento se dirige a las autoridades y a los ciudadanos de Oriente Medio, donde en días pasados se han registrado casos de violencia, para que también allí se privilegie el camino del diálogo y de la reconciliación en la búsqueda de una convivencia justa y fraterna.



 

[A continuación el papa saludó a los peregrinos en varios idiomas. En español, dijo:]

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española que participan en esta oración mariana, en particular al grupo del Instituto Sofía Casanova, de Ferrol. En este tercer domingo de Cuaresma, la liturgia nos presenta el diálogo de Jesús con la samaritana. El Señor ofrece agua de vida que apaga toda sed; agua que es su mismo Espíritu y se nos comunica en el Bautismo. Os animo para que en este tiempo, renovando los compromisos de fe, os encontréis con el Mesías que colma de gracia y verdad, y podáis ofrecer el culto de alabanza que brota de un discípulo fiel. Feliz domingo.



 

[Traducción del original italiano realizada por Jesús Colina

©Libreria Editrice Vaticana]



 

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Documentación


Discurso de Benedicto XVI en el monumento a las víctimas del nazismo en Roma
“Padre nuestro” en “el memorial doloroso del mal más horrendo”
ROMA, domingo, 27 marzo 2010 (ZENIT.org).- Publicamos el discurso que pronunció Benedicto XVI en la mañana de este domingo al visitar el Mausoleo de las Fosas Ardeatinas, en Roma, 67 años después del asesinato de 335 personas por orden de las autoridades nazis en represalia por un atentado de la resistencia italiana en plena segunda guerra mundial.



 

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Queridos hermanos y hermanas:

Con mucho gusto he acogido la invitación de la Asociación Nacional entre las Familias Italianas de los Mártires Caídos por la Libertad de la Patria para peregrinar a este mausoleo, querido por todos los italianos, en particular por el pueblo romano. Saludo al cardenal vicario, al rabino jefe, al presidente de la asociación, al comisario general, al director del mausoleo, y de manera especial a los familiares de las víctimas, así como a todos los presentes.

"Creo en Dios y en Italia, creo en la resurrección de los mártires y de los héroes, creo en el renacimiento de la patria y en la libertad del pueblo". Estas palabras fueron grabadas en la pared de una celda de tortura, en la Calle Tasso, de Roma, durante la ocupación nazi. Son el testamento de una persona desconocida, que estaba encarcelada en aquella celda, y demuestran que el espíritu humano permanece libre incluso en las condiciones más duras. "Creo en Dios y en Italia": esta expresión me ha impresionado además porque en este año se celebra el aniversario número 150 de la unidad de Italia, pero sobre todo porque afirma la primacía de la fe, de la que saca la confianza y la esperanza para Italia y su futuro. Lo que aquí sucedió el 24 de marzo de 1944 es una ofensa gravísima a Dios, porque se trata de la violencia deliberada del hombre contra el hombre. Es el efecto más execrable de la guerra, de toda guerra, mientras que Dios es vida, paz, comunión.

Al igual que mis predecesores, he venido aquí para rezar y renovar la memoria. He venido a invocar la divina Misericordia, la única que puede llenar los vacíos, las vorágines abiertas por los hombres cuando, empujados por la ciega violencia, reniegan su dignidad de hijos de Dios y de hermanos entre sí. Yo también, como obispo de Roma, ciudad consagrada por la sangre de los mártires del Evangelio del Amor, vengo a rendir homenaje a estos hermanos, asesinados a poca distancia de las antiguas catacumbas".

"Creo en Dios y en Italia". En ese testamento grabado en un lugar de violencia y de muerte, el lazo entre la fe y el amor de la patria en toda su pureza, sin retórica alguna. Quien escribió esas palabras lo hizo sólo por íntima convicción, como último testimonio de la verdad en que creía, que hace regio el espíritu humano incluso en el máximo abajamiento. Cada hombre está llamado a realizar de este modo su propia dignidad: testimoniando esa verdad que reconoce con la propia conciencia.

Me ha impactado otro testimonio, y se encontró precisamente aquí, en las Fosas Ardeatinas. Una hoja de papel en la que un caído escribió: "Dios mío, Padre grande, te rogamos que puedas proteger a los judíos de las bárbaras persecuciones. 1 Padrenuestro, 10 Avemarías, 1 Gloria". En ese momento tan trágico, tan inhumano, en el corazón de esa persona surgió la invocación más alta: "Dios mío, Padre grande". ¡Padre de todos! Como en los labios de Jesús al morir en la cruz: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". En ese nombre, "Padre", está la garantía segura de la esperanza; la posibilidad de un futuro diferente, libre del odio o de la venganza, un futuro de libertad y de fraternidad para Roma, Italia, Europa, el mundo. Sí, en todo lugar, en todo continente, en el pueblo al que pertenezca, el hombre es hijo de ese Padre que está en los Cielos, es hermano de todos en humanidad. Pero ser hijo y hermano no es algo que se puede dar por supuesto. Lo demuestran por desgracia también las Fosas Ardeatinas. Hay que quererlo, hay que decir sí al bien y no al mal. Es necesario creer en el Dios del amor y de la vida, y rechazar cualquier otra falsa imagen divina, que traiciona su santo Nombre y traiciona por consiguiente al hombre, hecho a su imagen.

Por este motivo, en este lugar, memorial doloroso del mal más horrendo, la respuesta más verdadera es la de tomarse la mano, como hermanos, y decir: Padre nuestro, creemos en ti, y con la fuerza de tu amor queremos caminar juntos, en paz, en Roma, en Italia, en Europa, en todo el mundo. Amén.

[Traducción del original italiano realizada por Jesús Colina

©Libreria Editrice Vaticana]

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