1.04.11

El "Gran Hermano" de Marcial Maciel

A las 8:33 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Legionarios de Cristo
 

Era una red de informantes, un “Gran Hermano” construido ingeniosamente por Marcial Maciel Degollado para mantener el control sobre todas las áreas de la congregación que él fundó y, a un cierto punto, creció excesivamente: los Legionarios de Cristo. Un grupo de personajes fieles al director general y que a sólo él daban cuentas, eran los ojos del fundador siempre alertas, en todo momento dispuestos a informar. Hasta hoy se llamaban “nuncios ordinarios” y, gracias a Dios, ya no existirán.

Un decreto del cardenal Velasio De Paolis, el delegado pontificio para la reforma de la congregación, estableció su desaparición. El purpurado decidió abrogar definitivamente los números que van del 553 al 560 de las Constituciones legionarias, apartados que normaban justamente la labor de estos peculiares funcionarios.

Pero ¿qué hacían estos personajes? Según una nota de la misma Legión: “en el pasado los nuncios ordinarios en la Legión de Cristo fungían como representantes permanentes del director general en los territorios y en varios centros de formación, ejerciendo algunas tareas análogas a los nuncios apostólicos que el Papa envía a los diversos países (visitas, reuniones, conferencias, informes periódicos, diversos trámites)”.

En México les llamarían “los orejas”. Una red paralela al gobierno formal de la congregación, una salida típica del perverso Maciel (y sus delirios de control absoluto). Por dónde se le mire se trata de una figura anómala que no tiene precedentes en la historia de la Iglesia. Ninguna congregación, orden o instituto religioso cuenta con delegados permanentes del superior con función de vigilantes. Para eso están los superiores y la estructura formal ¿o no?

Pienso en esto y no puedo evitar imaginarme al prepósito general de los Jesuitas mandando a sus personeros a los cinco continentes para tener bien cuidados a los miembros de la Compañía. Ridículo. Encima de todo perversamente Maciel decidió llamarles “nuncios”, concepto que evoca inmediatamente a los embajadores del Vaticano esparcidos por el mundo. Los nuncios apostólicos se caracterizan por fidelidad irrestricta al Papa y a la Iglesia, por encima de las autoridades de los Estados, no podría ser de otra manera. Sólo que existe una pequeña, pequeñísima diferencia: la Santa Sede tiene nuncios porque es un sujeto de derecho internacional reconocido por las Naciones Unidas.

Aunque en sí mismo estos “nuncios” legionarios siempre representaron una incongruencia, quienes ocupaban esa función se lo tomaban muy en serio. Eran nombrados por un periodo de seis años, eran reconocidos por sus compañeros y se sentaban junto al superior local, aunque en la práctica carecían de autoridad alguna. ¿Por qué no iban a desempeñar esa encomienda con eficacia, si finalmente era reconocida por las mismas Constituciones?

He ahí uno de los grandes problema: las Constituciones, la normatividad interna de la Legión de Cristo. En esa legislación estaba considerado el “cuarto voto” o “votos secreto” que impedía a los legionarios proferir críticas contra los superiores. Ya en 2007 Benedicto XVI decidió abrogarlo. Ese mismo reglamento preveía la inquietante figura de los “nuncios”, ahora abolida. ¿Que otras sorpresas esconde ese documento? Pocos lo saben porque no es público, al menos de manera oficial.

Así las cosas la reforma de las Constituciones adquiere un valor capital para el futuro del instituto religioso, una valiosa oportunidad para cambiar las cosas de raíz y deslindarse completamente de la herencia nefasta de Maciel

TEXTO COMPLETO DEL DECRETO

El Delegado Pontificio

- Tras examinar con sus consejeros y con el Consejo General de la Congregación de los Legionarios de Cristo la petición de suprimir a los Nuncios Ordinarios (es decir, de los Nuncios territoriales y de los Nuncios de los centros de formación),

- Tras constatar la adhesión a la a petición por parte de los presentes

- En razón de su autoridad como Delegado

DECRETA

la suspensión de los artículos 553 a 560 de las Constituciones de los Legionarios de Cristo y de los artículos que hacen referencia a los Nuncios Ordinarios, y establece que cesan en su oficio como Nuncios aquellos que actualmente lo ejercen.

Roma, 29 de marzo de 2011

Velasio Card. De Paolis C.S.

Delegado Pontificio