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El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 12 de abril de 2011

Beatificación de Juan Pablo II

Wojtyla, un dirigente comunista estuvo en el origen de su carrera

Juan Pablo II, “una vida que supera un libro”, según Andrea Riccardi

Santa Sede

Nuevo catecismo juvenil no recomienda anticonceptivos

Tratamiento espiritual y psicológico para el ex obispo de Brujas

El Papa erige dos provincias eclesiásticas en Angola

El cardenal Turkson no ha conseguido entrar en Costa de Marfil

Monseñor Eterović: la comunión es la clave en Oriente Medio

Jornadas Mundiales de la Juventud

Madrid rebosará arte por los cuatro costados en agosto

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Beatificación de Juan Pablo II


Wojtyla, un dirigente comunista estuvo en el origen de su carrera
En la "Biografía" de Riccardi, revelaciones y hechos inéditos sobre la vida del Papa
ROMA, martes 12 de abril de 2011 (ZENIT.org).- Trece capítulos, distribuidos en más de 500 páginas para hablar del hombre y del pontífice: es "La Biografía" de Juan Pablo II (ediciones San Pablo), obra monumental de Andrea Riccardi, historiador y fundador de la Comunidad de San Egidio, vendida en 18 países en el mundo, mientras que en otros 32 están en negociaciones.

Un repertorio de sucesos, algunos de los cuales inéditos, que describen al, quizás más grande, seguramente más amado, hombre de la Iglesia, Wojtyla, que será proclamado beato en menos de veinte días, el primer domingo de mayo. Riccardi se basa en documentos de primera mano, testimonios directos y hechos que han servido en su proceso de canonización, para poner sobre el papel el “misterio” de un Papa polaco que llegó al trono de Pedro después de 455 años de pontífices italianos.

“Juan Pablo II es una gran figura del siglo XX, es de la que habla plenamente la historia. Aún más, explica el autor, “es también un personaje del siglo XXI: se impulsó hacia un nuevo siglo ya empezado y su herencia religiosa sigue siendo una referencia”. Su pontificado no ha sido fácil de ningún modo: una vez elegido, en 1978, “se enfrentó con la crisis del catolicismo, con un Occidente secularizado y con un marxismo de muchas caras”.

“Creyó en la fuerza de las energías religiosas y espirituales de su Iglesia y de la humanidad, también del enfrentamiento con los sistemas políticos que tenían a su disposición “armas” de un tipo más bien distinto y mucho más potentes”. Como en Polonia, ocupada primero por los nazis, y gobernada después por el comunismo.

“Vino de un pueblo sufriente, el polaco -explica Benedicto XVI durante un encuentro con Riccardi- sometido a muchas pruebas en su historia. De este pueblo sufriente, después de muchas persecuciones, se desarrolla la fuerza de la esperanza”. Esto es lo que ha supuesto Karol para los cristianos: la fuerza de la esperanza”, que contrasta en el tiempo con escenarios cada vez más grandes y complicados.

No resignándose al declive de la religión en la vida del hombre, intuyó, incluso “contrariamente a todo -añade el fundador de la Comunidad de San Egidio- que las religiones de todo el mundo conocerían un renacimiento”. Hasta el fin de sus días creyó en la capacidad de cada uno para cambiar la historia.

En 2003, ya enfermo y anciano, Karol Wojtyla se dirigió al Cuerpo Diplomático reunido en el Vaticano y les explicó por qué “era posible cambiar el curso de los acontecimientos”. “Depende de cada uno de nosotros”, y esta es la sencilla verdad, el gran secreto. “Esta -resume Riccardi- fue su confianza”.

Una fuerza que ha provocado distintos resultados “más que individuales -precisa el cardenal Ruini- no obstante la todavía escasa 'distancia histórica'”. El primero, sin duda, fue “el empuje del catolicismo, revirtiendo su tendencia a retirarse” que al principio de su reinado parecía caracterizar a los creyentes, combatiendo “su resignación ante un mundo secular en el que se prescinde de Dios”.

En segundo lugar el que fue “quizás el efecto más evidente”, es decir el de que se dio sobre Polonia y sobre la Europa centro-oriental, con la caída del muro de Berlín y de los regímenes comunistas, respecto a los que -destaca el ex-presidente de los obispos italianos- “tuvo un papel imprescindible”.

La biografía del americano George Weigel publicada en 1999 insistió en la alianza entre Reagan y Wojtyla contra "el Imperio del mal" identificado con los regímenes comunistas. Sin embargo a Gorbachov – en la reconstrucción de su encuentro con el Papa de 1989 que es uno de los relatos inéditos de este libro- el Papa dijo que no se debían aplicar al mundo oriental los modelos occidentales.

Cómo no considerar a Juan Pablo II, “hombre y Papa gigantesco”, que luchó para cambiar Occidente desde el interior, y darle así un futuro”. Cierto, observa Ruini, “alguno podría preguntarse si en esto falló. Sin embargo yo creo que es pronto para decirlo, en cuanto a que en la conciencia de Occidente algo ha cambiado en profundidad. El juego todavía no ha terminado”.

Por último, Wojtyla dirigió gran atención al Sur del mundo, señalando a la Iglesia una misión de solidaridad hacia esos países, católicos y martirizados por el hambre, la pobreza y las luchas internas de los poderes gobernantes.

Todo esto, concluye el purpurado, puede interpretarse como el resultado de “su modo de conjugar fe e historia”, donde teocentrismo y antropocentrismo “no se contraponen, si no que se integran”. En el fondo, esta es la misión de la Iglesia, y en esto Juan Pablo II es considerado “un perfecto intérprete del Concilio”.

Así contado parecería un personaje descifrable. Pero no ha sido así. Ciertamente son destacables su humanismo y la cordialidad de su trato. Sin embargo, como explica Riccardi, tenía una visión propia de la historia y trazó una nueva geografía espiritual del mundo, desde Polonia a Italia, de América Latina a África.

“Reconstruir la vida de Karol Wojtyla no exige sólo ciencia”, también muchos documentos que no han sido abiertos todavía. “No sólo la capacidad de interpretación y de narración -continúa el autor que tantas veces se reunió con Juan Pablo II durante sus 27 años de pontificado- sino una penetración en la cultura y en las vibraciones internas del personaje, además del conocimiento de las energías espirituales puestas por él en movimiento”.

Muy interesante y además porque se sitúa en el origen del “misterio” Wojtyla, es la el fragmento sobre Stefan Wyszyński, primado de la Iglesia en Polonia. Su deber, en base a los poderes especiales concedidos por Pío XII -y después confirmados por sus sucesores- de elegir candidatos al episcopado.

Se cuenta que cuando en los '60, el primado tenía que negociar los nombres de los ordinarios diocesanos con el poder político polaco, surge de los ambientes intelectuales de Cracovia el nombre del vicario capitular Wojtyla, pero este no estaba entre los preferidos de Wyszyński.

De cualquier modo, introdujo el nombre de Karol en la lista aunque al final, en último lugar. En 1963 el Comité central del Poup rechaza la selección de candidatos, incluido Wojtyla considerado “un adversario teológico muy peligroso”. La pregunta es obligada: después de todas estas opiniones negativas ¿cómo se llega al ascenso de Wojtyla? Parece, según la reconstrucción de Tad Szulc, que el diputado católico Stanislaw Stomma se dirigió a Zenon Kliszko que, en el Politbjuro se ocupaba de cuestiones espirituales e ideológicas.

Fue Stomma el que le sugirió el nombre de Wojtyla como guía de la archidiócesis de Cracovia. El 19 de diciembre de 1963, al final el premier Cyrankiewicz comunica al primado que el gobierno no se opondría al nombramiento de Wojtyla. “Probablemente – explica Riccardi – la idea de Kliszko es la de usar la personalidad particular de Wojtyla como alternativa a Wyszyński. Así un dirigente comunista como Kliszko estuvo, después del arzobispo que lo quiso como auxiliar, en el origen de la carrera que permitió a Wojtyla ser elegido Papa”.

“No es verdad -aclara también Riccardi- que Wojtyla fuese impuesto a Wyszyński, pero sí que este no era su candidato preferido como arzobispo de Cracovia”. Dos hombres muy distintos, entre los que, sin embargo había afecto. Sobre todo, ambos “creen en la necesidad de un compromiso social fuerte y no son adeptos al capitalismo, pero en ambos no hay signos de estima o interés por el marxismo. En la base de sus convicciones está la idea de que el cristianismo es una fuerza de liberación para la sociedad y para el hombre”.

Una idea que Juan Pablo II defendió con fe inquebrantable, e incluso reforzada con la última prueba de su enfermedad. A propósito de esto, Benedicto XVI confió a Andrea Riccardi: “En ese momento se podía cuestionar razonablemente: ¿es posible gobernar la Iglesia en esas condiciones de salud?

Hoy, desde un visión retrospectiva, comprendemos mejor lo que supusieron aquellos años (...). Vemos que sí se puede gobernar (…). Es algo extraordinario. Pero después de un largo pontificado y después de tanta vida activa del Papa, era significativo y elocuente un tiempo de sufrimiento”.

Por Mariaelena Finessi. Traducción del italiano por Carmen Álvarez.

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Juan Pablo II, “una vida que supera un libro”, según Andrea Riccardi
Presentada en Roma la biografía del papa escrita por el fundador de San Egidio
ROMA, 11 de abril de 2011 (ZENIT.org).- “Juan Pablo II. La biografia”. Este es el título del libro escrito por Andrea Riccardi, che como él mismo reveló se debió a la dificultad que tuvo para encontrar un título. “Del sufrimiento a la esperanza”, “De Polonia al mundo” fueron algunos de los fracasados intentos. A este punto el editor sugirió llamarlo simplemente: la biografía, lo que a Riccardi le parecía un poco pretencioso.

Pero ante la impresión que Juan Pablo II supera por todos lados cualquier libro, el fundador de la comunidad de Sant’Egidio no se desanima y confiesa que la eventual tentación es “la de escribir algún otro libro más”.

Pero la idea que pueda ser una enciclopedia, avanzada por el cardenal Leonardo Sandri no le convence y prefiere que sea “solamente un libro de historia” porque “he intentado pintar una imagen”.

Estas y muchas otras fueron las confidencias e ideas que emergieron durante la presentación del volumen que se realizó ayer lunes en Roma, en la embajada de Italia ante la Santa Sede, con intervenciones como la del cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, el subsecretario de la Presidencia del Consejo de Ministros de Italia, Gianni Letta y el portavoz emérito del vaticano, Joaquín Navarro Valls.

El encuentro fue moderado por el embajador de Italia ante la Santa Sede, Francesco Greco. 

“Cada día querría agregar una página – prosigue Riccardi – no para añadir anécdotas, sino porque parecería que faltara algo, ya que Juan Pablo II no solo tuvo un larguísimo pontificado, sino también una vida polifacética.

Y porque “como dijo el doctor Navarro Valls, su mensaje tiene que ser leído en el contexto de la Europa y del mundo de entonces. De lo contrario no se entiende ni su grandeza ni la realidad”.

El libro muestra a Juan Pablo II “en cuanto personaje de la historia contemporánea, en cuanto y no solamente como una gran figura del pontificado romano, pero del humanismo del novecientos. Un protagonista del pensamiento y de la situación social, espiritual y política”.

Y el profesor universitario le agradeció al cardenal Sandri por “su lectura apasionada que hizo revivir alegrías, fatigas, oscuridades, y la belleza de los grandes días de Juan Pablo II”.

El cardenal Sandri reconoció las dificultades y límites en una obra de este tipo porque “Juan Pablo II era enteramente humano porque era profundamente de Dios, y por este motivo supera cualquier esquema que podamos hacernos. Estamos delante de una persona a la que Dios dotó de tantos dones: idiomas, su figura física, y además un hombre de estudio y cultura, sobre el cual se posó el oficio de Pedro".

El purpurado afirmó que se sentía tentado de definir el libro presentado como “una enciclopedia sobre Juan Pablo II” porque a los datos históricos “se asocia el análisis objetivo del magisterio y la lideranza de Juan Pablo II. Nos ofrece un compendio de la vida pero además de la doctrina y las elecciones que hizo”.

El volumen aborda temas “y los acompaña con bibliografía y convicciones que el autor maduró con conversaciones e ideas que le confiaron los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, con cardenales, obispos, prelados y laicos”.

“Es un redescubrir – dijo el cardenal argentino – una cadena de recuerdos sobre el ‘enigma Wojtyla’. El corazón de su mensaje fue “no tengáis miedo”, se basó en la herencia del  martirio y “en el atentado de 1981 ofreció una señal evidente”.

El profesor Gianni Letta, miembro del gobierno italiano recordó la estrecha cercanía de Juan Pablo II con el cardenal Sandri, a quien le tocó anunciar el famoso “Ha retornado a la Casa del Padre”, cuando falleció el Papa, y como cuando Wojtyla estaba sin voz le había confiado la lectura de su homilía.

Letta recordó el itinerario histórico y espiritual de Riccardi, el contexto del 68, su trabajo en las periferias, su paso por Comunión y Liberación, y después en la Plaza San Egidio la fundación de la comunidad que tomó un rol de primer orden en la mediación internacional.

El profesor Letta hizo un recorrido histórico, señalando diversos puntos de referencia como el escenario de Roma con su sinagoga en el impulso del diálogo entre católicos y judíos, las jornadas de la juventud y el Jubileo del 2000. “Son como imágenes que pasan de una película de 27 años de historia”.

Una historia la de su pontificado que inicia con la división de los dos grandes bloques y la guerra fría; el segundo conflicto de Iraq con el peligro de un choque de culturas y religión. La caída del muro de Berlín, el ampliarse de las democracias en Latinoamérica, la guerra en Bosnia, el 11 de septiembre, “y en cada evento se veía la presencia sufrida del Papa”.

“Un Papa testimonio del Dios de la Paz, de la justicia y testimonio del dolor de cada hombre”. Esta actitud encuentra sus raíces “en los años polacos, cuando vivió en primera persona eventos terribles. La II Guerra Mundial, el nazismo y la invasión de su patria, los campos de exterminio, el comunismo y los gulag, la terrible tragedia de la shoá”, todas experiencias y tragedias “que él había sentido en primera persona”.

Recordó también el llamamiento lleno de angustia “nunca más a la guerra”. Además el encuentro de Asís, “el viento impetuoso y el arco iris que se dibujó en el cielo cuando empezó a rezar el Papa”. Asís, dijo “una herencia recogida por la comunidad de San Egidio”.

Un libro “que nos hace conocer el verdadero Karol Wojtyla y por entero”.

Y después “el testimonio del sufrimiento, de haber estado en el timón de la Iglesia a pesar de que la enfermedad lo estuviera devorando”.

Mensaje

El portavoz emérito de la Sala de Prensa del Vaticano, Navarro Valls, trajo a la memoria diversos recuerdos, como el del “primer viaje a Estados Unidos en 1979, bajo los reflectores de un mundo hipercomunicado, y sin mayoría católica”.

Aquí un periodista intentó explicar el éxito comunicativo de Juan Pablo II con la frase “They love the singer but not de song”, vale a decir a la gente le gustó el hombre pero no lo que decía. Entretanto en el transcurso del tiempo quedó claro que más que su personalidad lo que llegaba era “la sinceridad del mensaje que transmitía, sin nada de postizo o de preparado”.

En la base de la comunicación de Juan Pablo II estaba la idea que “no solamente él, sino también quien le escuchaba era una criatura de Dios, y por lo tanto podían entenderse y tenían la capacidad de conocer la verdad”.

Entre los motivos estaba “la capacidad de simplificar, de ir a lo esencial del mensaje, depurándolo de las adherencias”.

En 1987 un crítico del New York Times se preguntaba por qué Juan Pablo II tenía tanto éxito en televisión. Y comentaba que: “el Papa domina la televisión simplemente ignorándola”. 

“Y a medida que una serie de enfermedades lo disminuían en su físico, quedaba claro que no era el ‘singer’, el cantor, sino que había algo más”.

Todo esto en un contexto “en el cual el estructuralismo y el marxismo, no el soviético que de pensamiento tenía poco, sino aquel de tipo filosófico que ve la persona en cuanto un producto”.

¿El mensaje central de su magisterio? Lo indicó el mismo Papa: “ Nuestra responsabilidad es mantener el carácter trascendente de la persona humana, pues puede transformarse en un objeto. Esta es la base de mi enseñanza”.

Fue un Pontífice que le hizo entender a toda una generación humana lo inevitable del tema de Dios. Convenció a su época que no se puede entender al ser humano sin Dios.  Y el mejor testimonio de lo que decía era él mismo”, porque “la falsedad no logra comunicar”. 

 


 

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Santa Sede


Nuevo catecismo juvenil no recomienda anticonceptivos
Un error en la traducción italiana induce a erróneas interpretaciones
CIUDAD DEL VATICANO, martes 12 de abril de 2011 (ZENIT.org).- El nuevo catecismo para jóvenes, publicado con una introducción de Benedicto XVI, no está a favor de los anticonceptivos, a diferencia de cuanto han anunciado fuentes de información en Internet, basándose en una traducción errónea de la versión en italiano.

Si bien varias páginas web han titulado "Catecismo para JMJ sugiere a parejas cristianas usar anticonceptivos", una lectura completa de "YouCat" ("Youth Catechism") , que será distribuido en la mochila del peregrino a unos 700 mil participantes en la Jornada Mundial de la Juventud, demuestra lo contrario.

La misma traducción italiana del original alemán, que contiene un error de traducción en una pregunta sobre la materia (no en la respuesta), aclara la diferencia entre el recurso a los métodos naturales de planificación natural de la familia, y los artificiales, destacando los problemas morales que éstos últimos plantean.

A causa del problema de traducción la editorial en Italia, Città Nuova, ha anunciado este martes que ha detenido la distribución del catecismo, mientras se examina el texto, según ha explicado una portavoz de la editorial en declaraciones a la agencia católica estadounidense CNS.

"YouCat" es una obra realizada por la Conferencia Episcopal Austriaca, cuyo presidente es el cardenal Christoph Schönborn, O.P., secretario de redacción del Catecismo de la Iglesia Católica, de acuerdo con las conferencias episcopales de Alemania y Austria.

En el número 420, según la traducción de Ediciones Encuentro en español, la pregunta dice: "¿Puede un matrimonio cristiano utilizar métodos de regulación de la natalidad?".

Sin embargo, en italiano, la pregunta reza así: "¿Puede un matrimonio cristiano utilizar métodos anticonceptivos?".

"YouCat" responde: "Sí, un matrimonio cristiano puede y debe actuar responsablemente con el don de poder dar vida".

Más allá de este malentendido provocado por la pregunta mal traducida, el resto de los textos de "YouCat" superan las dudas.

"En ocasiones pueden darse condiciones sociales, psíquicas y de salud en las que un hijo podría plantear un desafío enorme, casi sobrehumano --afirma la traducción distribuida en italiano--; por este motivo hay criterios claros que tiene que tener en cuenta un matrimonio cristiano: la regulación de los nacimientos no puede significar que una pareja está evitando la concepción por principio; tampoco puede significar que se excluyen a los hijos por razones egoístas; ni puede significar, por último, que pueda intervenir una coerción externa (cuando, por ejemplo, el Estado decide cuántos hijos debe tener una pareja). Por último, no puede significar que se puede utilizar cualquier medio anticonceptivo".

El número 421 pregunta: "Por qué no son igualmente buenos todos los métodos para evitar la concepción de un hijo?".

"YouCat" responde en italiano, con una traducción que esencialmente responde al original alemán: "Entre los métodos para regular de manera consciente la concepción, la Iglesia hace referencia a las prácticas más evolucionadas de la auto-observación y a la planificación natural de la familia; éstas respetan la dignidad del hombre y de la mujer; respetan las leyes internas del cuerpo femenino; necesitan ternura y atención recíproca y por tanto son una escuela de amor".

"La Iglesia presta una atención escrupulosa al respeto de la naturaleza y ve en él un significado profundo. Para la Iglesia, por tanto, no es indiferente el que una pareja manipule la fecundidad de la mujer o recurra a períodos fecundos o no fecundos. En el nombre de planificación natural de la familia el adjetivo "natural" no se propone por casualidad: es ecológica, íntegra, respeta a la pareja y su salud. Además, si es utilizada de manera correcta, es incluso más eficaz que la píldora (es decir, tiene un índice de Pearl más elevado)".

"Por el contrario la Iglesia rechaza todos los métodos anticonceptivos artificiales, ya sean métodos químicos (la "píldora"), mecánicos (preservativo, espiral), y quirúrgicos (esterilización), que interfieren, manipulándola, en la unión entre le hombre y la mujer. Estos métodos artificiales podrían incluso poner en peligro la salud de la mujer, tener una acción abortiva y comprometer a largo plazo la vida de amor de la pareja", concluye la publicación distribuida en Roma.

Junto a esta respuesta, "YouCat" propone este texto de la encíclica "Familiaris Consortio" (n. 32) de Juan Pablo II: "Cuando los esposos, mediante el recurso a la anticoncepción, separan estos dos significados que Dios Creador ha inscrito en el ser del hombre y de la mujer y en el dinamismo de su comunión sexual, se comportan como 'árbitros' del designio divino y 'manipulan' y envilecen la sexualidad humana, y con ella la propia persona del cónyuge, alterando su valor de donación 'total'. Así, al lenguaje natural que expresa la recíproca donación total de los esposos, la anticoncepción impone un lenguaje objetivamente contradictorio, es decir, el de no darse al otro totalmente: se produce, no sólo el rechazo positivo de la apertura a la vida, sino también una falsificación de la verdad interior del amor conyugal, llamado a entregarse en plenitud personal".

El documento también cita las palabras de la Madre Teresa de Calcuta, en el discurso que pronunció al recibir el Premio Nobel de la Paz, en 1979: "La planificación natural de la familia no es más que el autocontrol del amor recíproco entre los esposos".

"YouCat"erá presentado este miércoles en la Sala de Prensa de la Santa Sede por el cardenal Stanisław Ryłko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos; el cardenal Schönborn, el arzobispo Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, y dos jóvenes que han colaborado en la redacción.

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Tratamiento espiritual y psicológico para el ex obispo de Brujas
La decisión del Vaticano para monseñor Vangheluwe, acusado de abusos
ROMA, martes 12 de abril de 2011 (ZENIT.org).- Monseñor Roger Vangheluwe, ex obispo de Brujas, de 74 años, que dimitió tras haberse visto implicado en un escándalo por abusos sexuales, deberá someterse a un periodo de tratamiento espiritual y psicológico.

Así lo afirmó este martes en una nota el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi.

El anuncio de la Santa Sede tiene lugar después de haberse hecho público el pasado 4 de abril, por parte del procureur du roi de Brujas, Jean-Marie Berkvens, que el caso de monseñor Vangheluwe iba a ser archivado al haber prescrito los delitos de abuso, según la ley belga.

Monseñor Vangheluwe abandonó la guía de su diócesis en abril de 2010 tras haber admitido que abusó sexualmente de un sobrino menor de edad – que hoy tiene 43 años – entre 1973 y 1986.

Tras su dimisión, la Iglesia católica en Bélgica había instituido una Comisión independiente presidida por el profesor Peter Adriaenssens y dirigida a recoger las denuncias de las víctimas de abusos por parte de miembros del clero, que había recogido alrededor de 500 casos de abusos desde los años cincuenta.

Poco después, los miembros de la Comisión dimitieron en bloque después del registro – declarado en seguida ilegal por la justicia belga – que tuvo lugar el 24 de junio pasado, de las oficinas del arzobispado de Malinas-Bruselas, en el que se confiscaron todos los archivos.

“En el marco del procedimiento hacia monseñor Roger Vangheluwe – se lee en la nota del padre Lombardi – la Congregación para la Doctrina de la Fe – como ya anunció la Nunciatura en Bélgica – ha establecido que abandone Bélgica y se someta a un periodo de tratamiento espiritual y psicológico. En este tiempo evidentemente no se le permite ejercicio público alguno del ministerio sacerdotal y episcopal”.

“El tratamiento psicológico – precisó el portavoz vaticano – ha sido dispuesto por la Congregación para obtener ulteriores elementos diagnósticos y prognósticos útiles para continuar y concluir el procedimiento de cara a la decisión definitiva, que será de competencia de la propia Congregación, y que deberá ser aprobada por parte del Santo Padre”.

“Esta decisión naturalmente tendrá en cuenta los diversos aspectos de la cuestión, comenzando por el sufrimiento de las víctimas, y por las exigencias de la justicia – concluyó -. El procedimiento está por tanto en curso y la decisión tomada hasta ahora por la Congregación es interlocutoria y no definitiva”.

A raíz de los escándalos ligados a los abusos sexuales por parte de sacerdotes, en abril de 2010 los obispos de Bélgica habían anunciado la apertura de un centro para el reconocimiento, el cuidado, la rehabilitación y la reconciliación de las víctimas de abusos.


 

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El Papa erige dos provincias eclesiásticas en Angola
Nombra a los dos primeros arzobispos metropolitanos
CIUDAD DEL VATICANO, martes 12 de abril de 2011 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI ha erigido dos nuevas provincias eclesiásticas en Angola, según informó hoy la Santa Sede en un comunicado.

Se trata de las provincias de Malanje y de Saurimo, de las que ha nombrado también a los primeros arzobispos metropolitanos.

La provincia eclesiástica de Malanje fue erigida elevando a Iglesia metropolitana a la homónima sede episcopal, asignándole como sufragáneas las diócesis de Uije y Ndalatando.

El Pontífice nombró primer arzobispo metropolitano de Malanje a monseñor Luis Maria Pérez de Onraita Aguirre, hasta ahora obispo de la misma diócesis.

La diócesis de Malanje, erigida el 25 de noviembre de 1957 y que ahora se convierte en sede metropolitana, tiene una superficie de 107.000 km cuadrados y una población de 1.090.000 habitantes.

De estos, 500.000 (casi el 50%) son católicos, distribuidos en 10 parroquias de 49 sacerdotes (29 diocesanos y 20 religiosos) y 120 religiosas. Hay 30 seminaristas mayores.

La otra provincia eclesiástica erigida por el Papa es la de Saurimo, creada elevando a Iglesia metropolitana la misma sede episcopal, asignándole como sufragáneas las diócesis de Lwena y Dundo.

El Papa ha nombrado primer arzobispo metropolitano de Saurimo a monseñor José Manuel Imbamba, hasta ahora obispo de Dundo y Administrador Apostólico de Saurimo.

La diócesis de Saurimo, erigida el 10 de agosto de 1975 y que ahora se convierte en Sede Metropolitana, está situada en la parte nordoriental del país y comprende los límites de la provincia de Lunda-Sul, cuya capital es Saurimo.

Abarca una superficie de 77.600 km cuadrados, con una población de 420.000 habitantes.

Los católicos son 61.700 (el 15%), subdivididos en 5 parroquias servidas por 11 sacerdotes diocesanos, 10 religiosos (que pertenecen a 3 congregaciones) y 18 religiosas (de 2 congregaciones) que dirigen la escuela y colaboran en la asistencia parroquial. Hay 3 seminaristas mayores.

La diócesis de Saurimo está vacante desde el 18 de febrero de 2008, tras el traslado de monseñor Eugenio Dal Corso, P.S.D.P., a la ciudad de Benguela.

Angola tiene casi 13,5 millones de habitantes. Los católicos romanos representan el 38% de la población, mientras que el 50% profesa la religión tradicional.

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El cardenal Turkson no ha conseguido entrar en Costa de Marfil
Había sido enviado de forma especial por el Papa
ROMA, martes 12 de abril de 2011 (ZENIT.org) – El cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, presidente del Consejo Pontificio “Justicia y paz”, a quien el Papa Benedicto XVI había enviado a Costa de Marfil como “mensajero de paz y de reconciliación”, ha intentado sin éxito entrar en el país.

“Personalmente no he podido entrar en Costa de Marfil, y el nuncio que me debía acoger no ha podido salir de su residencia, qye está muy cerca del palacio presidencial”, afirmó el cardenal africano a Radio Vaticano. “He tenido que esperar en Ghana, en Accra, esperando que la situación cambiase algo, pero no he tenido la oportunidad”.

“Pedí la asistencia de la ONU, pues ella es la que organiza vuelos especiales desde Accra hasta Costa de Marfil, pero en esta situación delicada y peligrosa, la ONU no ha querido correr el riesgo de llevar a una persona que no forma parte de su equipo”, explicó.

El cardenal Turkson había sido encargado por Benedicto XVI de manifestar su “solidaridad y la de la Iglesia universal a las víctimas del conflicto”, y de alentar “a la reconciliación y la paz”.

“No he podido entregar el mensaje, por lo que el contenido permanece confidencial”, afirmó el cardenal.

En esta entrevista a Radio Vaticano, el prelado recordó también que el papel de la Iglesia en el país es el de “intentar evitar que el conflicto se extienda, el de promover el diálogo entre los partidos, el de animar a la gente y del de llevar a la población el consuelo, la asistencia y la solidaridad de la Iglesia universal”.

Finalmente, auguró una vuelta al diálogo: “Mi esperanza es que cese este derramamiento de sangre y que se pueda llegar al diálogo”, añadió.

Por Marine Soreau


 

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Monseñor Eterović: la comunión es la clave en Oriente Medio
Tercera reunión del Consejo especial del Sínodo
CIUDAD DEL VATICANO, martes 12 de abril de 2011 (ZENIT.org).- La comunión entre los cristianos es la clave de la supervivencia de los cristianos en Oriente Medio, como lo fue de la primera comunidad cristiana de Jerusalén.

Lo recordó el secretario general del Sínodo de los Obispos, monseñor Nikola Eterović, durante la tercera reunión del Consejo Especial para Oriente Medio de la Secretaría General del Sínodo, que tuvo lugar a finales de marzo, y de la que ha informado hoy la Santa Sede.

Este Consejo se encarga de elaborar el material trabajado durante el pasado Sínodo para Oriente Medio de octubre, con vistas a elaborar un esquema de texto de referencia para la redacción de la exhortación postsinodal que el Papa Benedicto XVI deberá realizar como conclusión de los trabajos.

La reunión se celebró en el Vaticano el 30 y 31 de marzo, y en ella monseñor Eterović subrayó las líneas guía de las intervenciones del Papa Benedicto XVI durante el Sínodo.

También hizo referencia a la situación actual de Oriente Medio, que obliga a los cristianos, afirmó, a seguir el ejemplo de la primera comunidad de la Iglesia, en la que todos daban testimonio de comunión, aún viviendo las dificultades derivadas de la novedad de la vida que habían abrazado, entre ellas la oposición y la enemistad de muchos.

Durante la reunión, se profundizó en la situación actual de las Iglesias de Oriente Medio, y hubo un intercambio de pareceres sobre la actual situación político-social de esta región del mundo, según informa la nota final de la reunión hecha pública hoy por la Santa Sede.

“La situación precaria debida a movimientos sociopolíticos interesa de cerca a las Iglesias, que comparten las alegrías y las preocupaciones de los ciudadanos, obligados en muchos casos a emigrar a causa de la violencia, de la falta de trabajo, de la restricción de la libertad religiosa, del reducido espacio de la democracia”.

Por otro lado, “sigue siendo urgente la necesidad de un diálogo libre y fructífero con las demás religiones y con los legítimos representantes de los poderes civiles”.



 

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Jornadas Mundiales de la Juventud


Madrid rebosará arte por los cuatro costados en agosto
Programa cultural de la Jornada Mundial de la Juventud 2011
MADRID, martes 12 de abril de 2011 (ZENIT.org).- Este martes se ha dado a conocer el programa cultural de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2011.

Unas trescientas actividades de 37 países de los cinco continentes, que incluyen cine, música, exposiciones, teatro o rutas por la ciudad, entre otras.

La capital española se convertirá en un centro cultural de primer orden. Todas las actividades del programa se extenderán todo el día y parte de la noche, para aprovechar al máximo la amplia oferta
disponible en Madrid.

“El programa cultural es uno de los pilares fundamentales de la Jornada Mundial tras los actos con el papa, y las catequesis”, explicó Carla Díez de Rivera, directora técnica del departamento de Cultura de la JMJ. “Todas estas actividades son una muestra de la riqueza cultural cristiana en su proyección más universal”, recalcó.

Con la acreditación de peregrino, que se puede conseguir con la inscripción en la JMJ, todos los jóvenes podrán acceder gratuitamente a las actividades del programa cultural que se celebrará del lunes 15 al sábado 20 de agosto.

El miércoles 17 de agosto, será el día del cine en la Jornada Mundial. La calle Fuencarral, uno de los lugares con más concentración de cines de la capital española, se convertirá en el escenario del Séptimo Arte.

Habrá proyecciones de películas, acompañadas de encuentros con productores, directores y actores.

Entre los filmes que integran el ciclo de cine previsto están: De dioses y hombres, Encontrarás Dragones, Cartas a Dios, además de algunas sorpresas. En la misma zona,  tendrá lugar un concierto de bandas sonoras de películas, con prólogos de frases de Juan Pablo II y Benedicto XVI sobre el mundo de la cultura.

La belleza y la fe no están reñidas, como demostró con su vida y obra Antonio Gaudí, arquitecto de la Sagrada Familia.

La exposición Moved: conmovidos por la Belleza descubrirá de dónde sacaba Gaudí su inspiración. El molde de uno de los pináculos de la Sagrada Familia viajará a Madrid y serán los peregrinos de la Jornada Mundial los encargados de cubrirlo con teselas, hasta completar el mosaico que adornará el pináculo.

Otras exposiciones previstas son El Pórtico de la Gloria, sobre la monumental entrada de la catedral de Santiago, Arte contemporáneo y fe, con obras del National Museum of Catholic Art and History de Washington; una exposición fotográfica sobre los cristianos perseguidos, organizada por la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada.

También hay exposiciones que reflejan el espíritu misionero español, a través de la biografía del misionero español Santo Toribio de Mogrovejo, o las Reducciones de Paraguay, misiones jesuitas que todavía hoy existen.

Las grandes pinacotecas se suman al programa cultural: el museo del Prado ha creado un itinerario basado en la imagen de Cristo, con pinturas de su colección y una obra invitada, El santo entierro, de Caravaggio, cedido por los Museos Vaticanos. El itinerario estará disponible dos meses antes de la Jornada para todos los visitantes de la pinacoteca madrileña.

El museo Thyssen-Bornemisza ha creado una exposición especial, titulada Encuentros, referida a los encuentros de Jesucristo, en diferentes momentos de su vida pública.

Además, los peregrinos de la JMJ podrán acceder a los Reales Sitios, de manera gratuita.

Una de las actividades destacadas por su especial sabor español, es la representación de El año santo en Madrid, un auto sacramental de Calderón de la Barca, renombrado dramaturgo del siglo XVII.

También habrá rutas guiadas por Madrid, que reflejen la presencia del pueblo cristiano a lo largo de la historia de la ciudad, tanto en sus expresiones artísticas como en sus tradiciones.

Estas visitas recorrerán diferentes iglesias de Madrid --San Ginés, San Francisco el Grande, Real Colegiata de San Isidro- en las que se resaltará no sólo la riqueza artística, sino el mensaje evangelizador que representan en el marco de la historia de Madrid.

Juan Pablo II tendrá un papel destacado en el programa cultural: un musical sobre su vida, una exposición fotográfica, otra con sus poemas y otra con sobre el tema de la teología del cuerpo, título que dio a las 129 catequesis sobre el amor, la sexualidad humana y el matrimonio que impartió entre septiembre de 1979 y noviembre de 1984. El lugar elegido para albergar todas estas iniciativas es un lugar céntrico de Madrid.

La Jornada Mundial estará presente en la inminente beatificación de Juan Pablo II, el próximo 1 de mayo. En la vigilia del Circo Máximo de Roma, se proyectarán algunos videos que animen a los asistentes a participar en la JMJ, y se gestiona que, por toda la ciudad, haya puntos de información de la JMJ.

En Madrid, bajo el lema "Si no puedes ir, ven a festejarlo", el viernes 29 de abril, a las 19,30, dentro del ciclo Excelentia- JMJ, habrá un concierto en honor a Juan Pablo II, con piezas de Beethoven,
incluida el Himno de la alegría.  

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Mundo


Los obispos de EE.UU. exigen que se defiendan los derechos de conciencia
Advierten del potencial uso erróneo de la ley de asistencia sanitaria
WASHINGTON, D.C., martes 12 de abril de 2011 (ZENIT.org).- Los obispos de Estados Unidos instan a los legisladores a diseñar una ley bipartidista que defienda los derechos de conciencia para todos aquellos que ofrecen y que adquieren un seguro sanitario.

El cardenal Daniel DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston (Texas) y presidente del Comité para las Actividades Pro-Vida de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, dirigió un llamamiento al respecto, en una carta enviada el pasado miércoles a los miembros de la Cámara de los Representantes.

El purpurado pidió el apoyo del Respect for Rights of Conscience Act, presentado el 17 marzo por Jeff Fortenberry y Dan Boren.

El proyecto de ley, afirmó, “ayudará a asegurar que la nueva ley sobre la reforma sanitaria no se use para violar la libertad religiosa y los derechos de conciencia de los que ofrecen y adquieren una póliza sanitaria en nuestra nación”.

“La ley federal, hasta este momento, no ha impedido nunca, que los que ofrecen y adquieren una cobertura sanitaria puedan negociar una póliza conforme a sus propias convicciones morales y religiosas”, destacó.

“Esto podría cambiar, sin embargo, con el establecimiento del Patient Protection and Affordable Care Act (PPACA) por como está estructurado actualmente”, añadió.

En particular, el cardenal expresó su preocupación por el hecho de que la ley sobre la asistencia sanitaria “establezca una nueva ley de 'beneficios sanitarios esenciales' que serán obligatorios para la mayor parte de los planes sanitarios de los Estados Unidos”.

Servicios obligatorios

El purpurado indicó que “Planned Parenthood y otros grupos han pedido que 'los servicios preventivos para las mujeres' obligatorios incluyan todas los medicamentos y los dispositivos aprobados (por la Food and Drug Administration) para la anticoncepción- también los que pueden evitar la implantación y supervivencia de un ser humano recién concebido, y que, por tanto, son considerados abortivos por la Iglesia católica y muchos otros”.

“La inclusión obligatoria de la anticoncepción, de la esterilización y los fármacos abortivos en los planes sanitarios plantea un conflicto potencial obvio con los derechos de conciencia”, declaró.

El cardenal DiNardo destacó que “estos conflictos surgirían también si (el Health and Human Services) ordenase la inclusión de algunos tratamientos de fertilidad como la fecundación in vitro, los tratamiento que usan material de niños no nacidos, deliberadamente asesinados, u otros procedimientos rechazados expresamente por las enseñanzas de algunas religiones”.

La medida sobre la asistencia sanitaria falla “arbitraria e inexplicablemente” en su defensa de las “muchas denominaciones religiosas -incluso las que forman parte de la espina dorsal de la asistencia médica sin ánimo de lucro de este país- y cuyas enseñanzas morales rechazan ciertas procedimientos específicos”.

“Si los 'stakeholder' religiosos y de otro tipo fuesen excluidos del mercado de los seguros sanitarios por este aspecto de la PPACA,la legislación cuyo objetivo era extender la cobertura sanitaria tendría el efecto opuesto”, advirtió.

El cardenal añadió que el proyecto de ley sobre la defensa de los derechos de conciencia “evita sólo que el PPACA se use de forma equivocada para negar la libertad existente de los americanos de buscar una cobertura sanitaria conforme a sus necesidades médicas y que respete sus convicciones más profundas”.

“Estoy seguro de que la mayor parte de los miembros del Congreso que apoyan el PPACA no pretendían que negase o eliminase esta libertad”, concluyó el cardenal.

“Por esto, espero que los representantes que han apoyado el PPACA, así como los que se le oponen, se unan para promover el Respect for Rights of Conscience Act y se aseguren de que se ponga en práctica”.

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La catedral de Santiago de Compostela cumple 800 años
Monseñor Barrio habla sobre el “testimonio de la belleza” del templo compostelano
SANTIAGO DE COMPOSTELA, martes 12 de abril de 2011 (ZENIT.org).- La catedral de Santiago de Compostela (España), que alberga el sepulcro del Apóstol, cumple este año su octavo centenario.

Con este motivo, el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, ha escrito una extensa carta a sus fieles en la que habla sobre el significado de este templo, tercera meta de peregrinación del mundo cristiano, después de Jerusalén y Roma.

La catedral de Santiago fue consagrada el 4 de abril de 1211 por el obispo Pedro Muñiz, después de más de cien años de trabajos. Se alza sobre el lugar donde se descubrió la tumba del Apóstol Santiago a principios del siglo IX, y sustituía al templo anterior, demasiado pequeño para acoger a los miles de peregrinos que acudían cada año de toda Europa.

“He podido comprobar que para quien contempla nuestra catedral la pregunta recurrente es de dónde ha podido salir tanta belleza – afirma en su carta monseñor Julián Barrio –. Aquí la humanidad da lo mejor de sí misma porque le importan su Padre Dios y sus hermanos los hombres”.

“En ella encontramos la tumba del apóstol Santiago. Por sus paredes discurre la historia de fe heredada de los Apóstoles. Si con razón nos admira la belleza artística de sus piedras, todo ello cede en grandeza a la riqueza espiritual del interior de las personas que se reconocen ser templo de Dios”, añade.

“En una de sus catequesis el Papa Benedicto XVI subraya dos elementos del arte románico y gótico que debemos considerar pastoralmente a la hora de comprender su significado: tener en cuenta el alma religiosa que inspiró estas obras, y valorar que la fuerza del estilo románico y el esplendor de las catedrales góticas nos recuerdan que el camino de la belleza es una senda privilegiada y fascinante para acercarse al misterio de Dios”.

Recordando la estupefacción del escritor francés Paul Claudel al contemplar la catedral de Notre-Dame de París, el prelado compostelado explicó que la catedral “controla completamente y testifica en su elocuencia silenciosa el poder de su simbolismo, ya que ella es propiamente un símbolo y como tal recordamos a toda catedral que domina una ciudad”.

“Es símbolo de la vida religiosa .cultural y social, y así se comprueba en nuestra catedral: su ciudad nació mirando hacia ella”, añade. “Su silueta nos identifica, inspira y atrae. Admiramos no sólo su grandeza, su antigüedad captando los ecos de la historia y extasiándonos con su belleza, sino también su misterioso encanto y su simbolismo que es necesario interpretar”.

La iglesia catedral en la majestad de su estructura arquitectónica, “es signo del templo espiritual que se edifica en el interior de las almas y brilla con el esplendor de la gracia divina”.

“Podemos considerar a nuestra Catedral como una maestra, cuando explica la fe a través del Pórtico de la Gloria, como una hospitalera, cuando acoge al peregrino cansado por los agobios y las incertidumbres de la vida, y como la guardiana que vela ante la tumba de Santiago Apóstol”.

Por ello, añade, “cuidar su estructura arquitectónica y su conjunto artístico para transmitirlos en las mejores condiciones posibles a quienes vengan detrás de nosotros, es un objetivo permanente”.

El obispo compostelano concluye su carta deseando, con palabras del Papa Benedicto XVI, “que el Señor nos ayude a redescubrir el camino de la belleza como uno de los itinerarios, quizá el más atractivo y fascinante, para sentir el Amor de Dios y para amar a Dios”.

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Magnificat.tv cumple un año
Una iniciativa de los Franciscanos de María
ROMA, martes 12 de abril de 2011 (ZENIT.org).- Hace un año comenzó su andadura una nueva televisión católica en Internet, Magnificat.tv, proyecto audiovisual de los Franciscanos de María.

"Pasado este tiempo, la televisión está siendo sintonizada en 73 naciones y ha alcanzado una difusión de más de 800.000 telespectadores", explica a ZENIT el sacerdote español Santiago Martín, fundador de ese movimiento de espiritualidad aprobado ya por el Vaticano, presente en 31 países.

 "Aunque casi toda su programación es de momento en español, su enorme difusión se debe a la gran diáspora de emigrantes latinoamericanos", asegura el sacerdote, que tiene a sus espaldas una larga trayectoria periodística.

"Gracias a Magnificat.tv, por ejemplo, pueden participar en la Santa Misa diaria emigrantes que viven en países islámicos donde está prohibido el culto católico, como Arabia Saudita, o en otros donde es muy difícil encontrar iglesias católicas o poder ir a una misa en español", explica el padre Martín.

En su parrilla de programación, los televidentes pueden sintonizar "on demand", tanto la actualidad del Vaticano --incluidas las conexiones en directo a los viajes del Papa--, como una gran cantidad de programas muy variados --hasta el millar--, que le ayudarán a profundizar en temas de espiritualidad mariana, en apologética, en cuestiones que conciernen a la vida familiar o a la liturgia, entre otros muchos.

Además, cada semana se ofrece un programa de análisis de lo más importante que ha sucedido en los últimos siete días en la vida de la Iglesia.

Magnificat.tv tiene centros de producción en Barcelona, Madrid, Panamá y próximamente en Roma.

Su "cerebro" y centro de edición está en Barcelona y desde allí se emite a todos los países del mundo a donde llega internet.

"Además de ser una propuesta televisiva dedicada exclusivamente a la evangelización y totalmente fiel a la Iglesia y al Papa, funciona gracias a la colaboración de un amplio equipo de voluntarios, lo cual le permite trabajar con costos muy reducidos, evitando así uno de los mayores problemas que tienen el resto de las televisiones católicas", explica el padre Martín.

Para más información, en la propia página web de la emisora: www.magnificat.tv.

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India: miles de personas acuden al funeral del cardenal Vithayathil
Monseñor Vasil, de la Congregación para las Iglesias Orientales, representó al Papa
KOCHI, martes 12 de abril de 2011 (ZENIT.org).- Miles de personas se reunieron el pasado domingo en los funerales del cardenal Varkey Vithayathil, arzobispo mayor de Ernakulam-Angamaly de los Siro-Malabares, en la India.

El purpurado de 84 años de edad, que fue también presidente de la Conferencia Episcopal de la India, murió por causa de un ataque cardíaco el pasado 1 de abril.

Monseñor Cyril Vasil, secretario de la Congregación para las Iglesias Orientales, asistió a las exequias en representación del Papa Benedicto XVI, según informó la agencia UCANews.

En un mensaje enviado el 1 de abril, el Pontífice declaró que recordaba “con gratitud la dedicación y el servicio del cardenal a los siro-malabares y a la Iglesia Universal”.

“Me uno a vosotros y a todos los que lloran, incluso a los miembros de la familia del purpurado difunto, en el confiar su alma a la infinita misericordia de Dios, nuestro Padre amoroso”, añadió.

El cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Mumbai y actual presidente de la Conferencia Episcopal de La India, destacó durante el funeral la necesidad de “llevar adelante la visión” del purpurado desaparecido “siguiendo sus pasos”.

Durante la ceremonia se leyeron también los mensajes enviados por el presidente hindú Pratibha Patil y por el primer ministro Manmohan Singh.

Los restos mortales del cardenal fueron enterrados en la Catedral de Santa María en Kochi.
 

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Foro


¿Por qué confesar con un cura?
 
Por monseñor Juan del Río Martín*

MADRID, martes 12 de abril de 2011 (ZENIT.org).- El olvido o la negación del pecado  por parte del hombre moderno no significan que la realidad no exista, basta contemplar el panorama diario del mundo para percatarnos de que el pecado y el mal está ahí; hace estragos en el corazón de las personas y de los pueblos. Todo eso no es un invento de la Iglesia para tener atemorizada a la gente, como dicen algunos.  Pero además, sucede que no podemos vivir sin la experiencia personal del perdón, ya que sería renunciar a la paz y a la tranquilidad de la conciencia. Ésta nos viene dada por la muerte y resurrección de Cristo, mediante la celebración del sacramento de la Penitencia según lo dispuesto por la Iglesia.

Surge una cuestión: ¿por qué hay que acudir a un sacerdote y decirles nuestros pecados? El penitente encuentra en el confesor, no al individuo particular, sino a un ministro de Cristo y de la comunidad. El Señor se ha revelado al hombre por medio de nuestra carne, ello demuestra que su gracia salvadora siempre nos llega a través de signos y lenguajes propios de nuestra condición humana. Nosotros tenemos necesidad de saber que Dios nos ha perdonado. Por eso requerimos de alguien que, revestido de la potestad de “perdonar y retener” que Cristo dio a sus discípulos (cf. Mt 18,18; 16,17-19; Jn 20,19-23), nos dé la certeza interior de haber sido realmente perdonados y acogido por Dios. Solos, nunca sabríamos  si lo que nos ha alcanzado es la gracia divina o la propia emoción.

La confesión no es un juicio de condena, sino la presencia del amor misericordioso de Dios, fuente de paz, alegría y consuelo. De ahí, la necesidad de recurrir a ella con frecuencia, porque mientras caminemos en “este valle de lágrimas” siempre habrá errores y debilidades. Para ello, es necesario hacer  con seriedad  los pasos que marca la tradición católica: contrición, confesión, y satisfacción (cf. Catecismo, 1450-1460).

El reciente discurso de Benedicto XVI a la Penitenciaria apostólica (25.3.2011),  nos recuerda como el sacramento de la Reconciliación es “la escuela penitencial”. Comienza con el examen de conciencia que tiene un valor pedagógico de enseñarnos a mirar a nuestro interior y confrontarlo con la verdad del Evangelio. Continuando con la experiencia de ser escuchado en profundidad,  a la vez de saber aceptar  las amonestaciones y consejos  del confesor, que son importantes para proseguir el camino espiritual y para la sanación interior del penitente. También la confesión integra de los pecados educa al cristiano en la humildad, en el reconocimiento de su propia fragilidad, en la necesidad del perdón divino y en la confianza de  que la Gracia transforma la vida. Por último, acoger la absolución con verdadero arrepentimientos de los pecados es un instante especial  donde se experimenta el amor misericordioso de Dios, a la vez  que es una incitación a la conversión continua.

Este milagro de amor que es el sacramento del Perdón,  no puede ser suplido por ningún gabinete psicológico, porque la Confesión no es un simple desahogo, sino la necesidad vital de cicatrizar las heridas de los pecados mediante el reencuentro con Dios y con la Iglesia.

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*Monseñor Juan del Río Martín es el arzobispo castrense de España


 

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Documentación


Carta pastoral sobre el Sacramento de la Penitencia (II)
Por monseñor Vicente Jiménez, obispo de Santander (España)

 SANTANDER, martes 12 de abril de 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos a nuestros lectores la segunda entrega de la carta pastoral sobre el sacramento de la penitencia que ha escrito el obispo de Santander (España), monseñor Vicente Jiménez Zamora, y en la que analiza el por qué de la crisis en la práctica de este sacramento.

La primera parte se publicó en el servicio de ayer lunes (www.zenit.org/article-38924?l=spanish) .



 

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3. El sacerdote, ministro de comunión y de reconciliación

Uno de los elementos centrales y esenciales de la Iglesia es el misterio  y la vivencia de la comunión. Aunque todo cristiano por razón del Bautismo está llamado a ser constructor de comunión y reconciliación, el sacerdote en virtud del sacramento del Orden está llamado a ser ministro de comunión y reconciliación.

No se puede definir la naturaleza y la misión del sacerdocio ministerial si no es bajo el multiforme y rico conjunto de relaciones que brotan de la Santísima Trinidad y se prolongan en la comunión de la Iglesia, como signo e instrumento, en Cristo, de la unión con Dios y de la unidad de todo el género humano. Por ello la Eclesiología de comunión resulta decisiva para descubrir la identidad del presbítero, su dignidad original, su vocación y su misión en el Pueblo de Dios y en el mundo.

El sacerdote debe esforzarse por orientar el don de su ministerio a ser signo e instrumento de comunión, sirviendo así a la unidad en la vida de la Iglesia. Debe procurar en todo momento ser hombre del perdón, mostrándose misericordioso y acogedor con todos; debe ser instrumento de concordia, siempre dispuesto a ayudar a sanar las rupturas entre los hermanos. El sacerdote es signo sacramental de Cristo, el Sumo Sacerdote de la Nueva Alianza, que es misericordioso y fiel (cfr. Hb2, 17). El sacerdote es así el rostro misericordioso de Cristo Buen Pastor, que busca la oveja perdida, del Buen Samaritano, que cura las heridas, y del Padre bueno que espera al hijo pródigo y lo acoge a su vuelta, del justo Juez, que no hace acepción de personas y cuyo juicio es a la vez justo y misericordioso. En una palabra, el sacerdote es el signo y el instrumento del amor misericordioso de Dios con el pecador. Podemos afirmar que una de las razones de nuestro ministerio es la de ser ministros del perdón de Dios: “Todo procede de Dios, que nos reconcilió consigo por medio de Cristo y que nos encargó el ministerio de la reconciliación” (2 Cor , 5,18).

El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que: “puesto que Cristo confió a sus Apóstoles el ministerio de la reconciliación, los obispos, sus sucesores, y los presbíteros, colaboradores de los obispos, continúan ejerciendo este ministerio. En efecto, los obispos y los presbíteros, en virtud del sacramento del Orden, tienen el poder de perdonar todos los pecados “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. “El perdón de los pecados reconcilia con Dios y también con la Iglesia. El obispo, cabeza visible de la Iglesia particular, es considerado, por tanto, con justo título, desde los tiempos antiguos, como el que tiene principalmente el poder y el ministerio de la reconciliación: es el moderador de la disciplina penitencial. Los presbíteros, sus colaboradores, lo ejercen en la medida en que han recibido la tarea de administrarlo, sea de su obispo (o de un superior religioso), sea del Papa, a través del derecho de la Iglesia”[8].

4. De ministros de la misericordia a penitentes

No sólo es decisivo para nuestros fieles redescubrir el valor y la belleza del sacramento de la Penitencia, también lo es para nosotros los sacerdotes, como instrumento fundamental en el camino de nuestra propia santificación.

El Papa Juan Pablo II, en la Exhortación apostólica Pastores Dabo Vobis, recuerda las condiciones y exigencias, las modalidades y frutos de la íntima relación que existe entre la vida espiritual del sacerdote y el ejercicio de su triple ministerio: la Palabra, el Sacramento y el servicio de la Caridad.

Con relación al sacramento de la Reconciliación el Papa Juan Pablo II escribe: “Quiero dedicar unas palabras al sacramento de la Penitencia, cuyos ministros son los sacerdotes, pero deben ser también sus beneficiarios, haciéndose testigos de la misericordia de Dios por los pecadores. Repito cuanto escribí en la Exhortación Reconciliatio et Paenitentia: “La vida espiritual y pastoral del sacerdote, como la de sus hermanos laicos y religiosos, depende, para su calidad y fervor, de la asidua y consciente práctica personal del sacramento de la Penitencia. La celebración de la Eucaristía y el ministerio de los otros sacramentos, el celo pastoral, la relación con los fieles, la comunión con los hermanos, la colaboración con el Obispo, la vida de oración, en una palabra, toda la existencia sacerdotal sufre un inevitable decaimiento, si le falta, por negligencia o cualquier otro motivo, el recurso periódico e inspirado en una auténtica fe y devoción al sacramento de la Penitencia. En un sacerdote que no se confesase o se confesase mal, su ser como sacerdote y su ministerio se resentirían muy pronto y se daría cuenta también la Comunidad de la que es pastor”[9].

Es hermoso poder confesar nuestros pecados, y sentir como un bálsamo la palabra que nos inunda de misericordia y nos vuelve a poner en camino. Sólo quien ha sentido la ternura del abrazo del Padre, como lo describe el Evangelio en la parábola del hijo pródigo  - “se le echó al cuello y lo cubrió de besos” (Lc 15, 20) -  puede transmitir a los demás el mismo calor, cuando de destinatario del perdón pasa a ser su ministro.

Además, ¿cómo podemos pretender revalorizar la pastoral de este sacramento, si nosotros los sacerdotes, ministros del sacramento de la Penitencia, no nos confesamos frecuentemente?. El que el sacerdote se acerque con frecuencia a confesarse, constituye una condición favorable y un primer paso para proponer de manera convincente y eficaz la práctica del sacramento de la Penitencia. Por otra parte, el sacerdote que se confiesa, se halla en inmejorable condición para mostrar a los demás fieles laicos y religiosos el valor y la belleza de este sacramento.

[8]  Catecismo de la Iglesia Católica, 1461-1462.

[9] Juan Pablo II, Exhortación apostólica Pastores Dabo Vobis, 26 e.

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