Raymund Herder, editor de Herder España

“En Luz del mundo, el Papa se dirige directamente a los creyentes”

“El mundo tiene su historia y va cambiando; ahora el mito es la ciencia”

Jesús Bastante, 13 de abril de 2011 a las 15:59

 

(Jesús Bastante).- Tras el éxito rotundo de ventas de "Luz del Mundo", Herder editorial vuelve a la carga esta primavera, con una completa selección de títulos que van desde la correspondencia entre Bultmann y Heidegger a la propuesta del "Ministros ordenados" contra "El altar vacío" del obispo de Sudáfrica Lobinger. También, algunos de los tomos de un completo Diccionario Enciclopedico. Herder, una editorial laica que aborda el tema religioso desde la profundidad y la excelencia. Su editor en España, Raymund Herder, nos acompaña hoy en Religión Digital.

Buenos días, y bienvenidos a las entrevistas en Religión Digital. Raymund Herder es el responsable de una editorial que ustedes habrán conocido muy bien en los últimos meses, con una trayectoria de muchísimos años tanto a nivel internacional como en la vertiente española. Pero en los últimos meses ha saltado a la luz "más pública" por la publicación del exitoso libro Luz del mundo, la entrevista que Peter Seewald le hizo a Benedicto XVI. Un libro polémico pero muy interesante. Además de haberse vendido bastante bien, da una imagen del papa a la que no estamos acostumbrados. Y no sólo la imagen que da, sino su propio modo de ejercer de interlocutor... No es un libro de Teología pura y dura, sino de conversación.
-Sí, todo lo contrario a eso. Es un libro de conversación. Y yo creo que, tan importante como el contenido, es la forma. Porque en este libro, el papa se dirige directamente a los creyentes, y lo hace con un estilo muy sencillo, muy ligero, que se puede leer sin formación teológica o, incluso, académica, y sacar muchos frutos de la lectura.

-Sin embargo, la Teología es una ciencia que, al menos en este país, se ha separado de los estudios universitarios normalizados, por así decirlo, ahora que se está recuperando el acceso a la universidad pública... Pero es una materia importante, y creo que vosotros apostáis por acercarla al lector común lo más posible. Hacer de la Teología una ciencia más, no sólo un coto cerrado para un determinado grupo de personas, que tienen a ser de la Iglesia.
-Sí, es verdad que la Teología, por lo menos en principio, no debería ser eso. Nosotros, en nuestro catálogo, prácticamente desde los inicios de las publicaciones de libros de Herder en español, siempre hemos tenido libros de Teología, porque es importante. Seguimos publicándolos.

-Además, ahora hay dos novedades de las que me gustaría que comenzáramos a hablar: Una es el Diccionario enciclopédico de Exégesis y Teología bíblica, y la otra es la correspondencia entre un teólogo y un filósofo...
-Exactamente: está entre la Filosofía y la Teología.
Si empezamos con el otro, con el diccionario, he de decir que es una obra clásica de Herder. Nosotros tenemos muchos grandes diccionarios en nuestro catálogo y seguimos haciendo este tipo de libros. Es una obra para nosotros, lamentablemente, demasiado grande. Así que lo que sí hicimos fue extraer, ordenadas por varias temáticas, las entradas para hacer pequeños diccionarios. Así, empezamos con uno sobre la Historia de la Iglesia, un diccionario de la Reforma, otro, hace pocos años, sobre el Derecho Canónico... Y ahora, para mí quizás el más importante, este Diccionario enciclopédico de Exégesis y Teología bíblica. En casi dos mil páginas, unas mil ochocientas, están juntadas todas las entradas al respecto provenientes del gran diccionario. Un libro amplio, importante y trabajado.

-En un mundo en el que todos tendemos a mirar la Wikipedia, en este tipo de temas no se pillen los dedos, porque es muy fácil equivocarse. Yo tengo la experiencia, a la hora de escribir mi novela Cisma, de utilizar el Diccionario de la Reforma del que has hablado, porque, en algunos aspectos, entre un libro o Internet, no hay color. Estos diccionarios marcan un poco la diferencia entre cómo saber usar las tecnologías o no.
-Sí, marcan la diferencia, sobre todo porque, en materia de Teología, creo que Wikipedia sigue siendo bastante floja. En este libro hay autor. Cada entrada, cada capítulo, tienen firma. Es algo cerrada, totalmente distinto. Este es el sexto libro, pero algunos tienen dos o tres tomos...y en total tenemos doce.
Y en la misma rama, la correspondencia de cincuenta años entre el teólogo Rudolf Bultmann y el filósofo Martin Heidegger creo que también es una obra clásica de Herder, un libro que explica bien lo que estamos haciendo. Tenían más o menos la misma edad (Bultmann era algo mayor que Heidegger) y se encontraron en Marburgo, en los años veinte, y empezaron una amistad de verdad. Cuando Heidegger se fue, en 1925, empezaron esta correspondencia, que no terminaron hasta pocos meses antes de morir los dos, Heidegger en mayo y Bultmann en junio. Tuvieron una vida casi paralela...
Para mí, el libro es interesante por varios aspectos. Primero, porque los dos eran de veras amigos. Hay una anécdota que lo demuestra : En los años treinta, Bultmann escribió un libro sobre el mito que dedicó a Heidegger. Luego, después de la guerra, empezó la polémica en torno a Heidegger, porque en los primeros años de la década, como es sabido, se había metido en el partido nazi. Por esto perdió la cátedra y no volvió a la universidad. Mientras, Bultmann no había entrado en la oposición abiertamente, aunque sí había expresado en todos sus libros su desacuerdo con la ideología del nazismo. En el año 54 sacaron la segunda edición de este libro que Bultmann había dedicado a Heidegger. Entonces, él no sólo no quitó la dedicatoria, sino que puso "este libro SIGUE dedicado a Martin Heidegger", mostrando, así, el aprecio que tenía a su amistad con él. No es una correspondencia entre dos hombres, sino entre dos amigos.

-¿Se puede mantener una amistad con ideologías tan dispares?
-Bueno, no creo que Heidegger no llegó a considerarse nazi como tal: sus primeros posicionamientos no tuvieron que ver con su evolución posterior...
El segundo aspecto por el que el libro me parece interesante es su cercanía intelectual: Bultmann, en su Teología, realizó lo que Heidegger estuvo escribiendo desde la Filosofía. El "ser" en el mundo, para Bultmann era un "ser" en la fe. El mundo tiene su historia y va cambiando. Él dice que ahora el mito es la ciencia: que vivimos en un mundo de electricidad, radio... y que es difícil volver sin cambiar nada a los mitos del Evangelio. Es la desmitificación del Evangelio.
Y el último punto es que, después de cincuenta años, pasaron de tratarse de usted a tutearse, y, naturalmente, además de hablar de los libros que han salido, se "pican" entre ellos, posicionándose dentro de la Historia intelectual del mundo europeo, sobre todo francés y alemán...

-Eso es lo que se echa en falta en la Teología aquí en España: se habla mucho de otro tipo de debates (el papa con Marcelo Pera, Martini con Umberto Eco...), pero no de los de teólogos españoles. No digamos correspondencias de cincuenta años, pero es que tampoco se encuentran interlocuciones válidas.
El debate teológico no está pasando por su mejor momento, y aun así vosotros seguís apostando por este tipo de libros.
-Yo creo que es un libro sumamente importante para los estudiosos de Heidegger y Bultmann, pero que es cierto que aporta algo más allá, por ser un diálogo tan expresivo entre la Teología y la Filosofía.

-...La eterna dicotomía fe-razón.
-Esto nos lleva a otro libro: La condición ambigua, que, en este caso, no es una correspondencia, sino precisamente una conversación. Son diálogos entre Albert Chillón, profesor de la Autónoma de Barcelona, y Lluis Duch, monje de Montserrat y también profesor; teólogo, filósofo, antropólogo...
Por su parte, Chillón dice en la introducción que es ateo, y sin embargo encuentra un punto común con un monje cristiano en su análisis de muchas cosas.

-La portada, preciosa.
-Este libro es una introducción muy interesante al pensamiento de Duch, uno de los antropólogos más interesantes que tenemos en España. En Herder tenemos ya unos cuatro libros suyos publicados.
Tiene esa calidad especial que también tiene nuestro libro de la conversación del papa con un periodista; son libros que te dejan entrar fácilmente. Por un lado, es una muy buena introducción al pensamiento de Lluis Duch, y por la otra, es muy gráfico.
Duch nació en el 36, por lo que vivió de niño el franquismo. Después se fue a Alemania, donde precisamente se encontró con Ratzinger... Y también habla de Bultman y de Heidegger (risas).

-Tienen mucho que ver entre sí todos los libros. Por eso son importantes...
Además, por el otro lado, está Montserrat, que es "la cantera", generadora de grandes personajes, algunos de los cuales están en Religión Digital. Y esto hay que apreciarlo...
¿Qué nos aporta Lluis Duch?

-El título, La condición ambigua, es precisamente su visión, de antropólogo, del hombre. Él piensa que hay tres tipos de antropología: la que piensa que el hombre, por sí mismo, es malo; la que piensa, al revés, que el hombre es bueno por naturaleza, y la suya, que no es ni una ni otra, sino una posición ambigua, porque el hombre está formando por capas buenas y malas. La ambigüedad también se da en que es racional (y capaz de entender las razones de los demás), pero también mítico... Mito y logos.
-Esa tercera vía nos podría ayudar mucho a entender los matices que en la Iglesia faltan, tan acostumbrados que estamos al maniqueísmo. Afortunadamente, los conceptos no son siempre blancos o negros.