Les pide que clarifiquen su postura ante los fieles

El Papa no excomulgará a obispos chinos que participaron en una consagración sin su consentimiento

"Las presiones externas pueden influir en que no se incurra automáticamente en la excomunión"

Redacción, 14 de abril de 2011 a las 18:38

 

El papa Benedicto XVI no excomulgará a los obispos chinos que participaron en la ordenación de un prelado en Chengde (Hebei, noreste de China) sin su consentimiento, pero les ha pedido que clarifiquen su postura a la Santa Sede y profesen de nuevo fidelidad al pontífice.

Así se señala en un mensaje a los católicos chinos hecho público hoy por la comisión creada por Benedicto XVI para estudiar la situación de los fieles en ese país -donde existe una iglesia católica controlada por el partido comunista y otra clandestina en comunión con Roma- que se reunió del 11 al 13 de abril en el Vaticano.

La comisión -formada por los titulares de los dicasterios vaticanos, algunos representantes del episcopado chino y de congregaciones religiosas- analizó la situación de las circunscripciones eclesiásticas en China, con particular referencia a los problemas que tienen a la hora de divulgar el Evangelio.

Tras subrayar el "dolor por las pruebas" que afrontan los católicos en China, donde son perseguidos, la comisión constató "el clima general de desorientación y de preocupación por el futuro, el sufrimiento de algunas diócesis que no tienen obispos y las divisiones internas".

Respecto a las ordenación del obispo Guo Jincai en Chengde, en la que tuvieron que participar obispos en comunión con Roma obligados por el Gobierno comunista de Pekín, la comisión la calificó de "triste episodio".

"La Santa Sede, en base a las informaciones hasta ahora recibidas, no tiene razones para considerar inválida (la ordenación), pero la considera gravemente ilícita, ya que ha sido conferida sin el mandato pontificio y ello ilegitima también el ejercicio ministerial", subrayó la comisión.

El Vaticano agregó que está "dolorido" porque los obispos fueron obligados a participar en ésta y otras ordenaciones ilícitas y recordó que constituyen una grave violación del derecho canónico.

"Las presiones externas pueden influir en que no se incurra automáticamente en la excomunión. Pero queda la herida y todos los obispos implicados deben informar a la Santa Sede y clarificar su postura ante los sacerdotes y fieles, profesando nuevamente fidelidad al pontífice", según el comunicado.

De esa manera, añadió, se "reparará el escándalo externo que se ha causado".

El Vaticano auspició un diálogo "sincero y respetuoso" con la autoridades civiles, "para superar las dificultades del momento actual" y para que las relaciones con la Iglesia católica contribuyan a la armonía de la sociedad.

En China existen entre 8 y 12 millones de católicos, de acuerdo con datos del Vaticano, divididos entre los pertenecientes a la Iglesia controlada por el Gobierno comunista y la clandestina, fiel al Vaticano y perseguida por Pekín.

Uno de los puntos que enfrenta al Vaticano con Pekín es el nombramiento de obispos, pues la Santa Sede reclama que sólo pueden ser designados por el papa, mientras que la "Iglesia Patriótica" (controlada por el Gobierno comunista) ha ordenado obispos sin el visto bueno de aquella.

En los últimos años se han producido momentos de acercamiento (se nombraron obispos con el visto bueno del Papa) y otros de enfrentamientos, como los de finales del pasado año, cuando el Vaticano "deploró con profundo dolor" que se celebrara en Pekín una asamblea de católicos chinos promovida por el Gobierno comunista sin su permiso.

El Vaticano y China no mantienen relaciones diplomáticas desde 1951 y, para reanudarlas, Pekín exige que la Santa Sede rompa previamente con Taiwán y no "interfiera" en los asuntos internos chinos.(RD/Efe)