5.05.11

Ben Laden: escrúpulos ante el Mal

A las 12:19 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Derechos Humanos
 

Según sabemos hasta ahora, por lo dicho por quien tiene que decirlo, el terrorista más buscado, el acaudalado Ben Laden, murió en poco extrañas circunstancias hace unos días. Tal es la noticia de la que, repito, se pueden sacar las conclusiones evidentes: ha muerto quien a hierro mata (“Dícele entonces Jesús: Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que empuñen espada, a espada perecerán” según recoge el evangelista Mateo en 26, 52)

Aquí no se va entrar en motivaciones políticas o, lo que es lo mismo, al que esto escribe le importa un verdadero rábano lo que los supuestos líderes políticos (o mindundis de la política) puedan decir al respecto porque ni le interesa lo más mínimo ni creo que a nadie le interese mucho.

Sin embargo, sí es importante conocer qué dicen los que, desde un punto de vista religioso, miran la noticia. Eso es lo que nos interesa.

Pues bien, algunos han mostrado unos escrúpulos excesivos al respecto de la forma de terminar con una amenaza tan grave para la humanidad como es el hacer uso de la religión para perseguir fines que, aunque confesados, son terribles para el ser humano.

A este respecto, Benedicto XVI, en su último libro, y segundo, sobre Jesús de Nazaret, ha dejado escrito acerca sobe que “Las crueles consecuencias de la violencia con motivaciones religiosas son demasiado evidentes para todos nosotros“, porque, a su entender, “La violencia no construye el Reino de Dios, el reino de la humanidad“.

Ha abundado en lo mismo, el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, cuando ha dicho que “Osama Bin Laden, como sabemos todos, tuvo la gravísima responsabilidad de difundir división y odio entre los pueblos y de instrumentalizar las religiones con ese fin“.

Por eso ha sido tan importante que, al fin, se haya podido parar la espiral de violencia que, desde hacía demasiados años, el mandamás de “Al Qaeda”, la organización encarga de matar, al parecer, en nombre de un dios que no es, precisamente, el del perdón y el de la misericordia ni el de la justicia.

Pues hay creyentes que, al parecer, les parece mal lo que se ha hecho (seguramente poco más se podía hacer en tales circunstancias) y muestran ciertos escrúpulos que, con franqueza, no se entienden, sobran y están fuera de lugar.

Por ejemplo, hay quien dice que no es lícito utilizar “cualquier medio” para terminar con el terror. A lo mejor es preferible que el terror utilice los suyos para terminar con los demás.

Hay otras personas que creen que no se han seguido los trámites correspondientes del derecho internacional y, además, aducen que se han olvidado los “principios morales públicos” que deben ser aquellos que permiten que el asesino campe por sus respetos y venza, siempre, lo políticamente correcto y el respeto humano… y a las vidas asesinadas por el Mal ¡Que les vayan dando!

Es más, hay hasta quien pide que Bin Laden descanse en paz. Resulta algo extraño que Dios, ante la vida que ha llevado el matarife saudí y de que lo haya utilizado, al Creador, para matar vaya a darle, si no se lo ha dado yo, un juicio que no sea justo. Eso no lo debería esperar ningún creyente. En todo caso, en paz podrá descansar pero en el infierno donde están familiarizados con sus hábitos.

Y es que hay personas a las que les gusta vivir con la espada de Damocles encima de la cabeza por si la deja caer algún iluminado islamista.

Eleuterio Fernández Guzmán