El Servicio Jesuita a Migrantes presenta el documento “Superar Fronteras”

"No valen los discursos manipuladores que explotan los miedos"

Pide a los políticos que no instrumentalicen la inmigración en campaña electoral

Redacción, 05 de mayo de 2011 a las 14:30

 

Ante el arranque de la campaña electoral, los jesuitas piden que no se instrumentalice la inmigración en el debate entre partidos, que no se convierta a los inmigrantes en el chivo expiatorio de la crisis económica y de los problemas de convivencia. Ese debate multiplica fronteras invisibles, selectivas e injustas dentro de la sociedad. Excluir a las personas inmigrantes es fracturar la misma sociedad española.

En la campaña electoral es tentador instrumentalizar la inmigración para caldear el debate y arañar votos descontentos. Así sucedió en las autonómicas catalanas. Es cierto que con la publicación del RLOEX (Reglamento de la Ley Orgánica sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social) se cierra un periodo de reforma legislativa. Pero siempre pueden resurgir debates en torno al empadronamiento de extranjeros sin autorización de residencia, la extensión de la cobertura sanitaria básica, la capacidad de ayuntamientos y CC.AA. para impedir la renovación de permisos a través de los informes de convivencia...

El SJM-España explica su posición en el documento Superar Fronteras:

No vale una perspectiva instrumental de la migración: la que aborda las migraciones a partir de la coyuntura económica, de las necesidades o no de mano de obra y de las necesidades de remplazo demográfico. La inmigración forma parte de la estructura de la sociedad española.
No valen los discursos manipuladores que explotan los miedos: de toda la sociedad a la crisis económica, de los españoles de origen a los cambios sociales y culturales, de los inmigrantes a la irregularidad y a la expulsión. Solo se puede responder a los miedos afrontándolos, elaborándolos y buscando respuestas proporcionadas. Solo valen las respuestas que resuelven los problemas de toda la sociedad.
El documento desenmascara discursos sociales, mediáticos y políticos sobre la inmigración que legitiman fronteras: el legalista (la tarjeta alemana), el competitivo (la tienda china), el identitario (el velo islámico), la denuncia indiscriminada del buenismo (el corazón latino).
El SJM-España advierte tensiones y contradicciones de la LOEX: una ley que reconoce iguales a españoles y extranjeros, pero no tanto; que no siempre encaja la integración como responsabilidad de la persona extranjera y de toda la sociedad; que facilita y dificulta la renovación de permisos al casi un millón de extranjeros con residencia temporal; que afirma y restringe el derecho a vivir en familia.
Es tiempo de pensar con profundidad y amplitud de miras algunos problemas que afectan a ayuntamientos en materia de inmigración como los empadronamientos y los certificados de convivencia:
- Está clara la obligación legal que tienen los ayuntamientos de empadronar a los extranjeros que vivan en el municipio, con independencia de su situación administrativa. Pero en la práctica se dificulta el empadronamiento, de donde se siguen otros problemas. Si esta práctica persigue un recorte del gasto social por la exclusión de un grupo de población, al final se perjudica a toda la sociedad: la falta de atención sanitaria básica de unos repercute en la salud de todos.
- Hay ayuntamientos que reclaman poder decisorio sobre la renovación o revocación de autorizaciones de residencia, sirviéndose de los certificados de arraigo y de convivencia. Está bien que los ayuntamientos quieran luchar contra el vandalismo, mejorar la habitabilidad de los barrios. Pero el mensaje que culpa a la población inmigrante del deterioro de la convivencia distorsiona la realidad. La política de expulsión debe ser el último recurso, no puede suplir una política de dotaciones en los barrios, de formación cívica y de fomento de la convivencia.
Cuando se trata de inmigración, siempre hay una frontera sangrante: la expulsión. No es de recibo una política de control policial basada en los rasgos faciales, que abusa de lugares de paso como estaciones e intercambiadores de transporte, que desprecia a veces la función de las organizaciones en las que los extranjeros reciben asistencia. Y no se puede olvidar que los centros de internamiento de extranjeros son la expresión más nítida de las fronteras cristalizadas en el interior del país, la antesala de la frontera exterior: lugares donde a la angustia por la expulsión se une la desesperación de la inactividad, un control peor que el carcelario, la convivencia entre personas cuya única infracción consiste en no haber logrado una documentación en regla y personas que han cometido faltas y delitos.
En definitiva, la sociedad española se juega mucho en que ampliemos el "nosotros". No existe una sociedad española formada solo por españoles y que tolera la presencia de extranjeros. La sociedad está formada por todos los que residimos en el mismo territorio. A todos nos compete comprometernos por el bien común. Si no superamos fronteras, rompemos la sociedad.

• El Servicio Jesuita a Migrantes-España es una red de entidades jesuitas dedicadas al estudio de las migraciones, a la acogida y formación de inmigrantes, a la promoción de una sociedad inclusiva, integrada e intercultural. Entre estas entidades se encuentran el Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (Universidad Pontificia Comillas, Madrid), la fundación Migra Studium (Barcelona), la fundación CeiMigra (Valencia), la fundación San Juan del Castillo (Madrid), la fundación social Ignacio Ellacuría (Bilbao) y la asociación Voluntariado Claver (Sevilla). Se coordina con el SJM-Latinoamérica y Caribe y une esfuerzos con el Servicio Jesuita a Refugiados en Europa, para hacerse presente también en África del Norte, donde trabajan con población migrante.