Ante la inminente beatificación del venerable Palafox

Obispo y hombre de gobierno

Subirá a los altares el 5 de junio en El Burgo de Osma

L'Osservatore Romano, 16 de mayo de 2011 a las 11:16

 

(Jorge Fernández Díaz, en L'Osservatore Romano).- El próximo domingo 5 de junio, en El Burgo de Osma (Soria), se proclamará beato a Juan de Palafox. Será un día de gozo, tras un largo proceso, que ha convertido a esta causa en una de las más complejas de la historia de la Iglesia. De hecho, en algunos lugares como en su Fitero natal, en Navarra, ya se celebró, hace ahora un año, un solemne Te Deum, para dar gracias por la aprobación pontificia del milagro para su beatificación.

En aquella ocasión, el postulador de la causa, el padre Ildefonso Moriones, o.c.d., a quien nunca agradeceremos bastante el extraordinario trabajo realizado, argumentó que «si Fitero le había salvado de muerte segura en su nacimiento, también había colaborado decisivamente en su causa de beatificación». Asimismo recordó tantos acontecimientos vividos, desde la celebración del Año Palafoxiano, inaugurado en 1999 en Fitero, para conmemorar el IV centenario de su nacimiento.

Juan de Palafox y Mendoza nació en 1600 en la pequeña villa navarra de Fitero, en donde pasó su infancia. Cursó estudios universitarios en Huesca, Alcalá y Salamanca. En 1626, entró al servicio de la Monarquía, en 1629 se hizo sacerdote y en 1639 recibió la ordenación episcopal. Nombrado obispo de Puebla de los Ángeles en México (la Nueva España), ejerció importantes responsabilidades como virrey y visitador. Tanto allí como, más tarde, en tierras sorianas destacó como celoso pastor. Falleció en Osma en 1659.