Los obispos de Madrid recuerdan ante el 22-M que nada puede justificar el aborto, tampoco con la ‘píldora del día siguiente’
Diócesis
Sábado, 21 de Mayo de 2011 01:00

En una nota ante las elecciones autonómicas y municipales, los obispos de la provincia eclesiástica de Madrid han recordado algunos “principios básicos que deben ser tenidos en cuenta” a la hora de votar. El primero de los criterios que señalan es la tutela del derecho a la vida: nada puede justificar el aborto o la eutanasia.


Los obispos afirman que el “ejercicio responsable del voto exige a todos un conocimiento suficiente de los programas electorales de los partidos políticos” y elegir aquella opción que se conforme “mejor a las exigencias del bien común”.

“Ningún supuesto o real bien social o personal puede justificar la eliminación de un ser humano inocente por el aborto -incluida la llamada 'píldora del día siguiente'- o la eutanasia”, dicen en el primer punto. Como es sabido, la citada píldora tiene efectos abortivos si un ser humano ha sido concebido.

En el segundo, los obispos señalan la protección del derecho a la libertad religiosa, que “comporta la exigencia del respeto a los lugares de culto y a los signos religiosos, así como la tutela de la expresión y valoración públicas de las convicciones religiosas”.

A continuación afirman que las leyes y las disposiciones administrativas deben “reconocer, proteger y promover la institución del matrimonio, sin la que no es posible la vida familiar”. Y añaden que “la protección de la familia exige que se facilite el acceso a una vivienda digna y a un trabajo acorde con las exigencias familiares, en particular, a los jóvenes”.

Otro punto a tener en cuenta, señalan los obispos de Madrid, es la protección del derecho de los padres a educar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones religiosas, morales y pedagógicas. Lo cual comporta que “las escuelas estatales se abstengan de imponer una determinada educación religiosa o moral, facilitando más bien la formación que los padres o los alumnos elijan en este campo, en particular, la enseñanza de la religión y moral católica, que tantos solicitan”.

Finalmente, la nota afirma que se ha de promover un orden económico justo, que “facilite el ejercicio de un trabajo justamente remunerado” y “prevea mecanismos de atención especial para las personas a quienes más afecta la crisis económica y laboral” y a los más necesitados.