Consigue el apoyo de 1.019 asturianos

El cura que dejó el sacerdocio por la política obtiene el 0.17% de los votos en Asturias

 

Sólo 1.019 votantes asturianos, el 0,17 por ciento del total, se han decantado hoy por la candidatura del Partido Democrático y Constitucional (PDyC) que lideraba el ex-sacerdote Arturo García, que dejó los hábitos por la política para concurrir a las elecciones autonómicas en el Principado. García aseguró recientemente que no volvería a ejercer el sacerdocio independientemente del resultado de las elecciones.

23/05/11 9:25 AM


 

(Efe/InfoCatólica) García, de 39 años y abogado en ejercicio, fue suspendido de sus labores pastorales por el Arzobispado de Oviedo tras anunciar a sus feligreses que se presentaría a las elecciones al frente de un partido fundado por él mismo con el objetivo de que la sociedad recuperase “la confianza en la política”.

El exsacerdote no quiso definir la ideología de su partido dado que no se sentía identificado con las “nomenclaturas” clásicas de izquierda o derecha.

“Somos gente joven y ya formada en la Constitución y no utilizamos esa nomenclatura propia de la etapa preconstitucional”, indicó García en la presentación del partido que formó tras constatar en los encuentros que mantenía con amigos y conocidos el descrédito de la política y de los partidos tradicionales.

El candidato, que aseguró que no se planteaba volver a su actividad pastoral al margen del resultado, podrá ahora seguir pidiendo a la autoridad eclesiástica que le explique por qué no era compatible con el sacerdocio su actividad como abogado en su propio despacho y sí lo era dedicarse a la política, aunque ya se le comunicó en su día que tampoco era visto con buenos ojos que ejerciera la abogacía.

El Arzobispado le suspendió de toda potestad para el ejercicio del sacerdocio a García al entender que no se daban las circunstancias excepcionales que el Código de Derecho Canónico admite para la participación en partidos o sindicatos que sí se darían si la autoridad eclesiástica considerase que sirviera para la defensa de los derechos de la Iglesia o la promoción del bien común.