3.06.11

Obispos de México y la “secundaria” pederastia clerical

A las 12:21 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Iglesia en América
 

Este día concluye en México la 91 asamblea general del episcopado. El tema del encuentro fue: “Formación de los discípulos pastores para el México de hoy”, en práctica la preparación de seminaristas y curas ante los problemas actuales. Aunque El Vaticano pidió a todos los obispos del mundo armar sus líneas-guía para la prevención y el combate a la pederastia de algunos clérigos, este tema no fue el punto central de la reunión mexicana.

Claro, el asunto estuvo presente, pero no fue el principal, más bien fue atendido como algo secundario. Porque los problemas en la formación sacerdotal son muchos y muy diversos, incluyendo la homosexualidad, la infidelidad al celibato o el narcicismo de los hombres de Dios. Apenas ayer, 2 de junio, la cúpula de la Conferencia del Episcopado Mexicano emitió un comunicado en el cual se aceptaron los errores de algunos sacerdotes.

“También, con humildad y dolor, reconocemos las fallas en la vida y en el ministerio sacerdotal. Todos nos reconocemos necesitados de conversión personal y pastoral, a fin de ser pastores muy sensibles al sufrimiento que vive el pueblo. Queremos también acercarnos caritativamente a las víctimas de esta crueldad inhumana a semejanza de Cristo, el Buen Pastor”, estableció la nota firmada por el presidente de la CEM, Carlos Aguiar Retes y el secretario general, Víctor René Rodríguez Gómez.

Pero la asamblea episcopal también tuvo su tono político. Ayer mismo los prelados recibieron al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto y a su esposa, la actriz Angélica Rivera. En un ambiente a reconocimientos y alabanzas saludaron al más fuerte aspirante a lograr la candidatura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a las elecciones presidenciales de 2012.

Un gesto significativo sobre todo porque para nadie es una sorpresa que parte del episcopado ve con muy buenos ojos a este personaje y no estaría particularmente preocupado si se hiciese con la Presidencia de la República. No por nada el mismo secretario Rodríguez aseguró, un par de días atrás, que la administración de Peña Nieto “ha sido de las más eficaces del país”.

Otro momento clave de la reunión tuvo lugar también la víspera, cuando Aguiar Retes dijo –durante una conferencia de prensa- que para salvaguardar al Estado de la delincuencia organizada resultaba “indispensable” el derramamiento de sangre. Algo bastante sensato (aunque quizás el término adecuado hubiera sido “inevitable”) pero que desató críticas a diestra y siniestra. Y es que, en México, el tema de los muertos -sobre todo inocentes- en la lucha contra el narcotráfico es delicadísimo.

“La lucha es para preservar el Estado mexicano, no nos engañó, nos dijo que nos tendría que costar sangre. Nos duele, lo lamentamos profundamente, no nos gusta, pero es indispensable sino díganme cómo se enfrenta a una delincuencia organizada”. Esas fueron las palabras del presidente de la CEM.

Apenas unas horas después de sus dichos, la secretaría de prensa tuvo que aclarar que con ellos Aguiar “no quiso “justificar esta guerra”, en una declaración confusa y ambigua. Baste leerla:

“Ante las expresiones manifestadas acerca de la declaración del arzobispo Carlos Aguiar Retes, en rueda de prensa el día de hoy, sobre que era indispensable las acciones en las que han muerto muchas personas, la mayoría de ellas integrantes de bandas delictivas y otras inocentes, no justifica esta guerra”.

“El Presidente Calderón afronta, como ha dicho en distintos momentos, la responsabilidad directa para erradicar la violencia y de este modo hacer de México un país seguro y de paz. Se reconoce el esfuerzo de todos los que velan, desde sus distintos ámbitos de acción, por la construcción de una Patria de justicia, paz y libertad”, apuntó un comunicado”.

Del tema delicado de la pederastia clerical poco se dijo oficialmente en la asamblea episcopal mexicana. Sólo se pudo saber que se ha formado un comité (se desconocen sus integrantes) el cual trabajará en el documento de líneas-guía solicitado por El Vaticano y que realizará una serie de consultas encaminadas a tenerlo listo antes de noviembre próximo.